LECCIÓN 28 Por encima de todo quiero ver las cosas de otra manera.

“Con lentitud, constancia y amabilidad se gana esta carrera” Ken Wapnick
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Índice de la Lección 28
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LECCIÓN 28

Por encima de todo quiero ver las cosas de otra manera.

1. La idea de hoy es una aplicación realmente concreta de la idea de ayer. ²En estas sesiones de práctica vas a hacer una serie de compromisos definitivos. ³El que los cumplas o no en el futuro no es algo que nos concierna ahora. ⁴Si al menos estás dispuesto a hacerlos ahora, habrás dado el primer paso en el proceso de cumplirlos. ⁵Y todavía estamos en el principio.

2. Tal vez te preguntes por qué es importante decir, por ejemplo, “Por encima de todo quiero ver esta mesa de otra manera”. ²De por sí eso no es importante. ³Sin embargo, ¿qué existe de por sí? ⁴¿Y qué significa “de por sí”? ⁵Ves a tu alrededor una legión de objetos separados, lo cual significa que en realidad no ves nada. ⁶O ves o no ves. ⁷Cuando hayas visto una sola cosa de otra manera, verás todas las demás cosas de otra manera también. ⁸La luz que veas en cualquiera de ellas será la misma luz que verás en todas ellas.

3. Cuando dices: “Por encima de todo quiero ver esta mesa de otra manera”, estás comprometiéndote a abandonar todas las ideas preconcebidas que tienes acerca de la mesa, y a tener una mente receptiva con respecto a lo que es esa mesa y al propósito que tiene. ²No la estás definiendo en función del pasado. ³Estás preguntando qué es, en vez de decírselo. ⁴No estás constriñiendo su significado a tu reducida experiencia con mesas ni limitando su propósito a tus insignificantes pensamientos personales.

4. Nadie cuestiona lo que ya ha definido. ²Y el propósito de estos ejercicios es hacer preguntas y recibir respuestas. ³Al decir: “Por encima de todo quiero ver esta mesa de otra manera” te estás comprometiendo a ver. ⁴Mas no es éste un compromiso exclusivo. ⁵Es un compromiso que es aplicable tanto a la mesa como a cualquier otra cosa.

5. Podrías, de hecho, alcanzar la visión valiéndote sólo de esa mesa si pudieras abandonar todas tus ideas acerca de ella y mirarla con una mente completamente receptiva. ²Tiene algo que mostrarte; algo bello, puro y de infinito valor, repleto de felicidad y esperanza. ³Oculto tras todas las ideas que tienes acerca de ella se encuentra su verdadero propósito, el cual comparte con todo el universo.

6. Al usar la mesa como un sujeto para la aplicación de la idea de hoy, estás en realidad pidiendo ver cuál es el propósito del universo. ²Y con cada objeto que uses en tus sesiones de práctica estarás haciendo esa misma petición. ³Y estarás comprometiéndote con cada uno de ellos a dejar que su propósito te sea revelado, en lugar de imponerles tú tu propio dictamen.

7. Hoy llevaremos a cabo seis sesiones de práctica de dos minutos cada una, en las que primero debes repetir la idea de hoy y luego aplicarla a cualquier cosa que veas a tu alrededor. ²No sólo debes escoger los objetos al azar, sino que, al aplicarles la idea de hoy, debes ser igualmente sincero con todos ellos, intentando reconocer de esta manera la idéntica contribución que cada uno de ellos le presta a tu visión.

8. Como de costumbre, las aplicaciones deben incluir el nombre del objeto en el que tu mirada se pose, y debes mantener tus ojos sobre él mientras dices:

²Por encima de todo quiero ver este(a) _____ de otra manera.

³Cada aplicación debe hacerse muy despacio y tan a conciencia como sea posible. ⁴No hay prisa.


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LECCIÓN 28 Comentada por Jorge Luis Álvarez Castañeda

Por encima de todo quiero ver las cosas de otra manera.

¡Que la paz sea con nosotros hoy!

Esta lección es la continuación de la idea de la lección anterior sólo que aquí Jesús nos concreta la idea: ver de otra manera. El querer ver de otra manera implica aceptar que he estado equivocado en mi manera de ver

Nos dice Jesús:

”Hoy le estamos dando una aplicación realmente concreta a la idea de ayer. En estas sesiones de práctica vas a hacer una serie de compromisos definitivos. El que los cumplas o no en el futuro no es algo que nos concierna ahora. Si al menos estas dispuesto a hacerlos ahora, habrás dado el primer paso en el proceso de cumplirlos. Y todavía estamos en el principio”.

El querer ver, por encima de todo de otra manera, implica abrirme a la posibilidad de aceptar que he estado equivocado en mi manera de ver. Que he tenido muchas cosas que no acepto de mis hermanos y del mundo que, tal vez, no justifiquen tal interpretación mía. Implica un importante compromiso con mantener la mente abierta en mi trato con mis hermanos y el mundo.

Jesús, nos llama a hacer compromisos definitivos. A tomar en serio el hecho de que hemos estado equivocados en la manera como hemos visto el mundo, lo cual no nos ha traído sino malestar. Nos pide que, al menos, nos comprometamos ahora, en este mismo instante, sin preocuparnos de si, en el futuro, esa decisión se va a mantener. Quiere que lo aceptemos en nuestra mente y creamos en ello con firmeza. Nos dice que este es el primer paso en el proceso de cumplirlo. Jesús, quiere le demos todo el valor a esta idea, forjemos una imagen de eso que deseamos, creamos que es valioso e importante conseguirlo y que nos decidamos a encontrarlo. Ese es el sentido de las prácticas: que creamos en ello, con firmeza. Jesús, sabe que estamos en el principio pero no deja de plantearnos la importancia de la decisión que tomamos.

Continúa Jesús:

”Tal vez te preguntes porque es importante decir, por ejemplo, “Por encima de todo quiero ver esta mesa de otra manera”. De por sí, eso no es importante. Sin embargo, ¿qué existe de por sí? ¿Y que significa “de por sí”? Ves a tu alrededor una legión de objetos separados, lo cual significa que en realidad no ves nada. O ves o no ves. Cuando hayas visto una sola cosa de otra manera, verás todas las demás cosas de otra manera también” .

En este mundo del ego nada existe “de por sí”. Hay a nuestro alrededor una legión de objetos separados, nos dice Jesús, sin ningún propósito en sí mismo. Por eso, nos dice que no vemos nada. Ya veíamos en la lección 25 que todo existe para nuestro beneficio, pero que no somos conscientes de ello porque seguimos los objetivos del ego. Hoy, nos plantea que, si vemos una sola cosa de otra manera, veremos todas las cosas de otra manera. Y la luz que vea en una cosa la veré en todas. De nuevo, nos plantea Jesús, el tema de la generalización: lo que vea en una cosa lo veré en todas. Jesús, nos llama a comprometernos con la visión de Cristo para poder ver las cosas de otra manera.

Continúa Jesús:

”Cuando dices: “Por encima de todo quiero ver esta mesa de otra manera”, estás comprometiéndote a abandonar todas las ideas preconcebidas que tienes acerca de la mesa, y a tener una mente receptiva con respecto a lo que esa mesa es, y al propósito que tiene. No la estás definiendo en función del pasado. Estás preguntando qué es, en vez de decírselo. No estás constriñiendo su significado a tu reducida experiencia con mesas ni limitando su propósito a tus insignificantes pensamientos personales”.

Importante la enseñanza de Jesús. Se trata de abandonar las ideas preconcebidas, los prejuicios, las historias cargadas de pasado que limitan la manera como vemos las cosas. Nos llama a ir más allá de las apariencias y a preguntar en vez de decir. Lo cual significa que reconozco que no sé y no me limito a mi reducida experiencia y mis propósitos personales, cargados del deseo de ser especial.

Continúa Jesús:

”Nadie cuestiona lo que ya ha definido. Y el propósito de estos ejercicios es hacer preguntas y recibir respuestas. Al decir: “Por encima de todo quiero ver a esta mesa de otra manera” te estás comprometiendo a ver. Más no es este un compromiso exclusivo. Es un compromiso que es aplicable a la mesa como a cualquier otra cosa”.

Jesús, quiere que aceptemos que no sabemos nada y que cuestionemos la arrogancia del ego que pretende tener todas las respuestas. La verdad es que no sabemos nada, no sabemos el propósito de las cosas, no sabemos porque suceden pero tenemos al Espíritu Santo y a Jesús a nuestro lado que sí saben y están dispuestos a ayudarnos cuando solicitemos su ayuda. Jesús, nos llama a comprometernos con la visión de Cristo que, podemos aplicársela a cualquier cosa, pues todas las cosas pueden servir al propósito se ayudarnos a sanar nuestra mente de la creencia en la separación de Dios.

Sigue diciendo Jesús:

”Podrías, de hecho, alcanzar la visión valiéndote sólo de esa mesa si pudieras abandonar todas tus ideas acerca de ella y mirarla con una mente completamente receptiva. Tiene algo que mostrarte; algo bello, puro y de infinito valor, repleto de felicidad y esperanza. Oculto tras todas las ideas que tienes acerca de ella se encuentra su verdadero propósito, el cual comparte con todo el universo”.

Puedo alcanzar la visión si soy capaz de mirar cualquier cosa de otra manera, con mente receptiva, cambiando mis pensamientos acerca de ella. Maravillosa enseñanza de Jesús. Para alcanzar la sanación de mi mente, que otros llaman iluminación, no tengo que irme a ningún sitio en especial, ni hacer grandes hazañas y sacrificios. Únicamente, tengo que estar dispuesto a querer ver todas las cosas de otra manera. Todo lo tengo a mano. Este mundo es neutro. Es un aula de aprendizaje para aprender a perdonar, porque este es el camino que tenemos que emprender para llegar a Dios, con nuestros hermanos. Para ello necesitamos decidirnos por el Espíritu Santo como nuestro maestro.

Continúa Jesús:

”Al usar la mesa como un sujeto para la aplicación de la idea de hoy, estás en realidad pidiendo ver cuál es el propósito del universo. Y con cada objeto que uses en tus sesiones de práctica estarás haciendo esa misma petición. Y estarás comprometiéndote con cada uno de ellos a dejar que su propósito te sea revelado, en lugar de imponerles tú tu propio dictamen”.

El propósito del universo es el perdón y todo lo que vea en las sesiones de práctica puede servirme para ver dicho propósito. Con la guía del Espíritu Santo y de Jesús permito que cada cosa que observe con la visión de Cristo me revele su propósito y aporte a mi sanación espiritual.

Proceso de práctica de la lección

Objetivo

Decidirte a comprometerte a ver las cosas con la visión dejando de lado todas las ideas que impiden hacerlo. Si veo una cosa de otra manera puede ver todas las cosas igualmente así.

Ejercicio

Realizar 6 sesiones de práctica de dos minutos cada una.

Repite la idea.

Aplícala a cualquier cosa que veas a tu alrededor. Escoge los objetos al azar y reconoce de manera sincera la contribución de ellos a tu visión. Mira cada objeto mientras dices lentamente:

Por encima de todo quiero ver este (a)____de otra manera.

Observaciones

Comprométete con cada aplicación de la idea a cada objeto. Siente de corazón la realización de la idea con cada objeto. Céntrate en el presente a realizar la actividad. No pienses en el futuro. Sólo hazla ahora con todo compromiso.

Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior. Hagamos la lección siempre en compañía del Espíritu Santo y de Jesús, sin olvidarnos de reír, pues la Voluntad de Dios para nosotros es que tengamos perfecta felicidad.

Muchas, muchísimas, bendiciones.
Jorge Luis Álvarez Castañeda


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Lección 28 Comentada por Kenneth Wapnick

Por encima de todo quiero ver las cosas de otra manera.

(1) «Hoy le estamos dando una aplicación realmente concreta a la idea de ayer. En estas sesiones de práctica vas a hacer una serie de compromisos definitivos. El que los cumplas o no en el futuro no es algo que nos concierna ahora. Si al menos estás dispuesto a hacerlos ahora, habrás dado el primer paso en el proceso de cumplirlos. Y todavía estamos en el principio.»

El compromiso fundamental es demostrar que toda nuestra identidad descansa en una mentira - o para decirlo de una manera menos amenazadora, el compromiso es darnos cuenta de que estamos equivocados y de que Jesús está en lo cierto: hay otra manera de ver el mundo. Una vez más, Jesús no está aplicando ninguna presión de tiempo sobre nosotros; él es muy consciente de nuestra resistencia (o temor) a hacer este compromiso. Por cierto, su última oración recuerda su comentario a los psicoterapeutas:

“La mayoría de los terapeutas profesionales apenas están en el comienzo de la fase inicial del primer viaje. Incluso aquellos que han comenzado a entender lo que tienen que hacer pueden oponerse aún a iniciar el camino.” (P-3.II.8:5-6)


Claramente, Jesús nos ve a «todos» como principiantes, resistentes al cambio y al crecimiento.

(2:1-5) «Tal vez te preguntes por qué es importante decir, por ejemplo, "Por encima de todo quiero ver esta mesa de otra manera". De por sí, eso no es importante. Sin embargo, ¿qué existe de por sí? ¿Y qué significa "de por sí"? Ves a tu alrededor una legión de objetos separados, lo cual significa que en realidad no ves nada.»

La Lección 183 se enfoca más directamente en esta idea de dar diferentes nombres a las “cosas separadas” en el mundo, un proceso que refleja la necesidad del ego de hacer que la separación y la individualidad cobre realidad. Jesús nos está pidiendo que entendamos la premisa subyacente de su curso, que es que todo es lo mismo porque todo comparte el mismo propósito. En términos de la «forma», las cosas del mundo son claramente diferentes y tienen distintos propósitos unas de otras. En el nivel de «contenido», sin embargo, compartimos el único propósito de permitir que nuestras mentes sean sanadas. En ese sentido, todo es lo mismo, porque todas las cosas pueden ser utilizadas para lograr ese propósito. Un Curso de Milagros, debemos recordar, se enfoca en el «contenido» y no en la «forma».

(2:6-8) «O ves o no ves. Cuando hayas visto una sola cosa de otra manera, verás todas las demás cosas de otra manera también. La luz que veas en cualquiera de ellas será la misma luz que verás en todas ellas.»


Lo que cambia no es lo que está afuera, sino nuestra elección de maestro. Cuando nuestro Maestro interior haya sido cambiado, veremos todo a través de Sus ojos en lugar de los del ego.

Una vez más, Jesús no está hablando de una luz física. La luz que veremos es la luz de la visión de Cristo, la luz del entendimiento que reconoce un propósito común o compartido en todos y en todo.

(3) «Cuando dices: "Por encima de todo quiero ver esta mesa de otra manera", estás comprometiéndote a abandonar todas las ideas preconcebidas que tienes acerca de la mesa, y a tener una mente receptiva con respecto a lo que esa mesa es y al propósito que tiene. No la estás definiendo en función del pasado. Estás preguntando qué es, en vez de decírselo. No estás constriñendo su significado a tu reducida experiencia con mesas, ni estás limitando su propósito a tus insignificantes pensamientos personales.»


Esta es la humildad que dice: "Yo no sé". Una mesa no es importante ya que normalmente no proyectamos sobre ella, pero sirve como ejemplo para aclarar el punto. Lo más importante es que admitamos humildemente que no sabemos el significado y el propósito de una relación o situación. Si pensamos que lo sabemos, nunca estaremos abiertos a recibir la respuesta y aprender la verdad. Aferrarse al pasado es lo que refleja esta creencia arrogante de que sabemos, la defensa contra la visión que proviene de elegir el instante santo.

(4:1-2) «Nadie cuestiona lo que ya ha definido. Y el propósito de estos ejercicios es hacer preguntas y recibir respuestas.»


Una vez más, esto es un llamado a la humildad. Si tú piensas que entiendes Un Curso de Milagros, no estarás abierto a lo que te está enseñando. Si tú piensas que entiendes el propósito de cualquier lección particular de un libro de ejercicios, no estarás abierto a recibir la respuesta que Jesús tiene para ti. Si tú piensas que entiendes, lo que sucede es que repentinamente un muro cae dentro de tu mente y entonces no será posible enseñarte nada. «Pensarás» que estás siendo enseñado, pero lo que estarás “aprendiendo” es simplemente lo que tu ego quería que aprendieras en primer lugar. Ya hemos considerado esta sutil estratagema del ego, en la que conscientemente creemos que estamos pidiendo ayuda, pero lo único que estamos haciendo es decirle a Jesús lo que queremos que nos diga al definir nuestro problema o limitando nuestra pregunta. Esto inevitablemente dicta la respuesta que recibiremos, limitando por consiguiente a Jesús. Él nos recuerda esto en el texto también:

“Has sido tan selectivo con respecto a lo que pones en duda como con respecto a lo que percibes. Una mente receptiva es mucho más honesta que eso.” (T-13.IV.3:7-8)


Todo esto, por supuesto, es una reminiscencia de nuestro intento ontológico de limitar a Dios al definir la naturaleza de nuestro ser. Jesús nos está ayudando así a deshacer o desaprender todo lo que creemos acerca de todo - adquiriendo una «mente receptiva» - incluyendo lo que creemos acerca de este curso. Como él dice en el texto:

“Aprender este curso requiere que estés dispuesto a cuestionar cada uno de los valores que abrigas.” (T-24.in.2:1-2)


(4:3-5) «Al decir: "Por encima de todo quiero ver esta mesa de otra manera", te estás comprometiendo a ver. Más no es éste un compromiso exclusivo. Es un compromiso que es aplicable tanto a la mesa como a cualquier otra cosa.»


Nuevamente vemos los intentos de Jesús de motivarnos para aprender lo que él nos está enseñando y de generalizar esta visión a todas las cosas. De hecho, si no puede generalizarse, no se trata de la verdadera visión.

(5) «Podrías, de hecho, alcanzar la visión valiéndote sólo de esa mesa, si pudieses abandonar todas tus ideas acerca de ella y mirarla con una mente completamente receptiva. Tiene algo que mostrarte; algo bello, puro y de infinito valor, repleto de felicidad y esperanza. Oculto tras todas las ideas que tienes acerca de ella se encuentra su verdadero propósito, el cual comparte con todo el universo.»


El propósito compartido con todo el universo es el perdón - “algo bello, puro y de infinito valor” - la fuente de la verdadera felicidad y la genuina esperanza. Ninguno de estos proviene de la mesa en sí, de la experiencia o de una persona. Más bien, nuestra felicidad y esperanza provienen del «propósito», cuya belleza se encuentra en la belleza del Maestro que has elegido. Es por eso que el propósito es siempre la línea de fondo. Para decirlo de nuevo, el propósito no es inherente al objeto, sino en la decisión que toma la mente de aprender del Espíritu Santo cómo ver el mundo verdaderamente.

(6) «Al usar la mesa como un sujeto para la aplicación de la idea de hoy, estás en realidad pidiendo ver cuál es el propósito del universo. Y con cada objeto que uses en tus sesiones de práctica estarás haciendo esa misma petición. Y estarás comprometiéndote con cada uno de ellos a dejar que su propósito te sea revelado, en lugar de imponerles tú tu propio dictamen.»


Tu juicio proviene de un pensamiento que dice que tienes razón y que Jesús está equivocado. «Tú» vas a enseñar a «él» lo que su curso debería estar enseñándote, en lugar de estar abierto a que él sea el maestro. Sin embargo, cuando tenemos apertura, se nos puede enseñar la «igualdad» inherente de todas las cosas en el universo. Son «lo mismo» porque comparten «el mismo» propósito. Para decirlo una vez más, el propósito lo es todo. También recuerda que el trabajo que necesitas hacer es pensar acerca de las ideas en estos ejercicios a la luz de los pensamientos que estás teniendo en el momento que estás aplicando las ideas. Es la aplicación específica, hecha con la mayor frecuencia posible, la que facilitará tu aprendizaje. Los párrafos finales reiteran la aplicación consciente y no obsesiva de los ejercicios del día. Intentamos recordar que «deseamos» aprender lo que Jesús nos está enseñando - ver el mundo de manera diferente:

(7-8) «Hoy llevaremos a cabo seis sesiones de práctica de dos minutos cada una, en las que primero debes repetir la idea de hoy, y luego aplicarla a cualquier cosa que veas a tu alrededor. No sólo debes escoger los objetos al azar, sino que, al aplicarles la idea de hoy, debes ser igualmente sincero con todos ellos, intentando reconocer de esta manera la idéntica contribución que cada uno de ellos le presta a tu visión. Como de costumbre, las aplicaciones deben incluir el nombre del objeto en el que tu mirada se pose, y debes mantener tus ojos sobre él mientras dices: Por encima de todo quiero ver este(a) _______ de otra manera. Cada aplicación debe hacerse muy despacio y tan a conciencia como sea posible. No hay prisa.»


"Muy despacio", "tan a conciencia como sea posible", "no hay prisa". Estas deberían ser nuestras consignas durante nuestros días. Como nuestro nuevo maestro, Jesús nos está pidiendo que adoptemos una nueva perspectiva que evite la tensión y la presión de deshacer nuestros egos, sino que que busque en lugar de eso un enfoque amoroso y paciente como el que se nos provee en estos ejercicios. Ya que estamos siendo enseñados que nuestras lecciones diarias son la misma, su forma es intangible. Así, importante y carente de importancia, mayor y menor, se vuelven calificativos irrelevantes en nuestros eventos y relaciones. El unir a todas ellas como una sola nos guía a la única elección que podemos hacer: elegir al ego o elegir al Espíritu Santo. Elegir la Voz de Dios para que nos guíe, hace que nuestras vidas se aquieten al ritmo a aquellos quienes saben que el desenlace es seguro. Así, nos movemos en la confianza de que nuestro Maestro nos enseñará todo lo que necesitemos saber y eso, con el tiempo, hará que aprendamos Sus lecciones."


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Lección 28 Comentada por Oscar Gómez Díez

Por encima de todo quiero ver las cosas de otra manera.

Cuando decimos que "Por encima de todo quiero ver las cosas de otra manera" no estamos pidiendo seguir viendo este mundo mejorado, decorado o perfumado a la manera de los héroes de Hollywood que “salvan este mundo”. Aquí estamos pidiendo "ver de otra manera" de una forma muy, pero muy radical. Estamos pidiendo ver "desde otro mundo" desde el mundo real, desde el amor, que todo lo unifica e integra.

"Hoy le estamos dando una aplicación realmente concreta a la idea de ayer." Ayer queríamos por encima de todo obtener la visión. Hoy practicaremos con la intención de que se nos revele la visión, aquella que nos puede enseñar el mundo real, aquella que no podemos ver con los ojos del cuerpo, para ello debemos renunciar a los juicios, a los conceptos y significados que le habíamos asignado a este mundo.

Hoy estableceremos un compromiso definitivo, vamos a negar la realidad de lo que veo con los ojos del cuerpo, y reconocer que no se el verdadero significado de las cosas. El reconocer que no se es el requisito para saber, para conocer la realidad que subyace en todo. Asumo este compromiso hoy, si lo hago ahora he dado un avance, el que no lo haga en el futuro no nos concierne por el momento.

Para entrar en el tema, tendríamos que preguntarnos ¿que entendemos por ver las cosas de otra manera?

Ver una mesa de por sí no es importante. preguntémonos entonces, ¿que hay detrás de ver una mesa de otra manera? Cuando vemos una mesa estamos viendo un objeto al que previamente le hemos asignado un significado, la hemos definido como una superficie plana sostenida en 4 patas, lo que estamos viendo es el pasado, la definición previa que hicimos de la mesa. Cuando decimos que queremos ver una mesa de otra manera estamos diciendo que realmente no veíamos, lo que vemos es el pasado, que lo que creíamos ver no es real, y que queremos ver la verdad en lugar de la ilusión, queremos ver el presente en lugar del pasado. Cuando decimos “Por encima de todo quiero ver esta mesa de otra manera”, estoy negando las ilusiones y pidiendo ver la verdad..

"Cuando hayas visto una sola cosa de otra manera, verás todas las demás cosas de otra manera también. La luz que veas en cualquiera de ellas será la misma luz que verás en todas ellas." Cuando sea capaz de ver la luz que subyace en cualquier objeto, lo veré en todos los demás, pues estaría viendo más allá de las formas, más allá de los juicios y preconceptos, un nuevo mundo se abre ante mí: el mundo real.

"Ves a tu alrededor una legión de objetos separados, lo cual significa que en realidad no ves nada. O ves o no ves." En este mundo vemos múltiples cosas, pues es la forma como el ego hace real la separación, ello es una ilusión, por eso no vemos nada, pues la realidad es la unidad que subyace en todas las cosas, el amor es la luz que ilumina e integra todo lo que existe.

"Cuando dices: “Por encima de todo quiero ver esta mesa de otra manera”, estás comprometiéndote a abandonar todas las ideas preconcebidas que tienes acerca de la mesa, y a tener una mente receptiva con respecto a lo que es esa mesa y al propósito que tiene. No la estás definiendo en función del pasado. Estás preguntando qué es, en vez de decírselo." tenemos que adoptar la postura de un bebé que mira un objeto y no sabe que es, entonces el adulto le dice es una mesa, en ese momento se le asignó un significado, el significado de este mundo. Ahora con la inocencia de un niño volvemos a preguntar, y esperamos que la respuesta nos llegue desde el interior de nuestra mente y no del mundo exterior. "No estás constriñendo su significado a tu reducida experiencia con mesas ni limitando su propósito a tus insignificantes pensamientos personales." en otras palabras, no estamos percibiendo en base a juicios, no estamos haciendo interpretaciones en base a ideas preconcebidas.

"Nadie cuestiona lo que ya ha definido. Y el propósito de estos ejercicios es hacer preguntas y recibir respuestas. Al decir: “Por encima de todo quiero ver esta mesa de otra manera” te estás comprometiendo a ver. Mas no es éste un compromiso exclusivo. Es un compromiso que es aplicable tanto a la mesa como a cualquier otra cosa." Si creemos saber no vamos a cuestionar lo que estamos viendo, así de sencillo. El filósofo Griego Sócrates se decía a sí mismo: "Sólo sé que nada sé" con ello abría su mente a nuevas posibilidades de aprendizaje. En la humildad del no saber está la posibilidad del conocer. Solo con una mente abierta y receptiva podemos alcanzar la visión: "Podrías, de hecho, alcanzar la visión valiéndote sólo de esa mesa si pudieras abandonar todas tus ideas acerca de ella y mirarla con una mente completamente receptiva." cada cosa comparte un propósito con todo el universo, y ese es el amor que subyace en toda la Creación, la unidad de todo lo que realmente existe: lo " bello, puro y de infinito valor, repleto de felicidad y esperanza."

CAMBIA LA PERCEPCIÓN Y OBTENDRÁS LA VISIÓN:

La interpretación que hacemos del mundo nos impide acceder a la visión, y conocer el propósito del universo. "Al usar la mesa como un sujeto para la aplicación de la idea de hoy, estás en realidad pidiendo ver cuál es el propósito del universo. Y con cada objeto que uses en tus sesiones de práctica estarás haciendo esa misma petición. Y estarás comprometiéndote con cada uno de ellos a dejar que su propósito te sea revelado, en lugar de imponerles tú tu propio dictamen." con cada práctica que hagamos hoy estamos pidiendo que se nos revele la visión. Estamos pidiendo ver desde la visión espiritual, desde la visión de Cristo. Desde esa visión, todo se contempla con amor, todo puede ser un reflejo de la santidad, todo comparte el propósito del Amor que todo lo abarca, todo lo impregna, y que se extiende eternamente sobre si mismo. Es la mirada que no ve diferencias que no ve conflictos. De esta manera, un mundo desaparece y otro emerge, pues no es posible ver dos mundos a la vez. O vemos miedo o vemos amor. Vemos conflicto o vemos paz.

PRACTICA:

Seis sesiones de práctica de dos minutos cada una.

Primero repites la idea de hoy:

"Por encima de todo quiero ver las cosas de otra manera."

Y luego la aplicas a cualquier cosa que veas a tu alrededor.

"No sólo debes escoger los objetos al azar, sino que, al aplicarles la idea de hoy, debes ser igualmente sincero con todos ellos, intentando reconocer de esta manera la idéntica contribución que cada uno de ellos le presta a tu visión."

"Como de costumbre, las aplicaciones deben incluir el nombre del objeto en el que tu mirada se pose, y debes mantener tus ojos sobre él mientras dices:"

"Por encima de todo quiero ver este(a) _____ de otra manera."

"Cada aplicación debe hacerse muy despacio y tan a conciencia como sea posible. No hay prisa."

El propósito del ejercicio es que veamos solo el presente, el ahora, ya no veríamos el pasado, y con ello, no veríamos el significado que hasta ahora le habíamos dado a todas las cosas en este mundo. Si somos capaces de contemplar lo bello, lo puro y lo eterno en cada cosa que veamos, no necesitaríamos más ejercicios, habríamos completado nuestra tarea de sanación y perdón, estaríamos ante nuestro Padre. La pregunta es: ¿nos lo creemos? ¿Estamos dispuestos a hacerlo ahora? Entonces nos comprometemos de manera total a lograrlo. La elección es nuestra. El compromiso es nuestro. Por ahora exclamamos con un anhelo infinito: "por encima de todo quiero ver las cosas de otra manera" hasta que sea real en nuestra mente y en nuestro corazón.


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