Índice de la Lección 33
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LECCIÓN 33
Hay otra manera de ver el mundo.
1. Lo que se intenta con la idea de hoy es que reconozcas que puedes cambiar tu percepción del mundo tanto en su aspecto externo como en el interno. ²Deben dedicarse cinco minutos completos a la sesión de práctica de por la mañana, así como a la de por la noche. ³En estas sesiones debes repetir la idea tan a menudo como te resulte cómodo, aunque es esencial que las aplicaciones no sean apresuradas. ⁴Alterna tu examen entre tus percepciones externas e internas, de tal forma que el cambio de unas a otras no sea abrupto.
2. Mira simplemente de pasada al mundo que percibes como externo a ti. ªLuego cierra los ojos y examina tus pensamientos internos de la misma manera. ²Trata de ser igualmente desapegado con ambos y de mantener ese desapego cuando repitas la idea en el transcurso del día.
3. Las sesiones de práctica más cortas se deben hacer tan frecuentemente como sea posible. ²La idea de hoy debe aplicarse también de inmediato, de surgir cualquier situación que te tiente a sentirte perturbado. ³En estas aplicaciones, di:
⁴Hay otra manera de ver esto.
4. Recuerda aplicar la idea de hoy en el momento en que notes cualquier molestia. ²Quizá sea necesario sentarte en silencio un minuto más o menos y repetir la idea para tus adentros varias veces. ³Cerrar los ojos probablemente te ayudará en este tipo de aplicación.
Un curso de milagros L.pI.33 www.celebrandoelmilagro.com
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A través de Mariano Noé
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Lectura de la Lección 33
Comentada por Jorge Luis Álvarez Castañeda
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LECCIÓN 33 Comentada por Jorge Luis Álvarez Castañeda
Hay otra manera de ver el mundo.
¡Que la paz sea con nosotros hoy!
Ayer, Jesús, decía que “He inventado el mundo que veo”. Si el mundo que he inventado me causa malestar puedo decir hoy que “Hay otra manera de ver el mundo”. Siempre hay otra manera de ver las cosas que no me genere sufrimiento e infelicidad. Así, empezó Un curso de milagros con la petición de Bill Thetford a Helen Shucman la persona a quien Jesús le dictó Un curso de milagros. Ante los continuos problemas con los compañeros de trabajo Bill le dijo a Helen: “Tiene que haber otro camino”. Y Helen acepto ayudarle a encontrarlo. Este Curso hace parte de ese otro camino diferente al camino de conflicto del ego.
Reconocer que tiene que haber otra manera de ver el mundo implica humildad. Implica reconocer que las cosas no tienen que ser, necesariamente, como las quiero, a mi manera y que puedo estar equivocado. Implica tener mente abierta, tan importante para Jesús, lo que se traduce en una actitud de tolerancia hacia nuestros hermanos, sin exclusiones ni separaciones. Es aceptar que hay otras miradas. Es abrirse a la esperanza de que siempre habrá salidas. Es afirmar el poder de la mente. Podemos cambiar la manera como nos vemos y vemos a nuestros hermanos.
En muchas ocasiones recibimos de nuestros hermanos, inclusive, desde la infancia, opiniones y creencias sobre lo que somos de las cuales el ego se puede aferrar para hacernos creer que son un hecho y así vamos creciendo con la idea que no servimos, ni podemos, ni valemos. Jesús, nos dice, hoy, que esto no tiene por qué ser así y que siempre hay otra manera de ver el mundo y vernos a nosotros mismos: con la mirada del Amor del Espíritu Santo.
Esta idea nos la había enseñado Jesús en la lección 29:
”Trata pues de aprender a mirar todas las cosas con amor, con aprecio y con una mentalidad abierta”. (L-29. 3:1)
Jesús, nos llama a mirar todas las cosas, no algunas cosas con “amor, aprecio y una mentalidad abierta”. Cada uno tiene un catálogo de personas y cosas que no acepta, que no perdona. El mundo, como nos ha enseñado Jesús, es neutro. Depende del maestro que escojamos para ver el mundo. Hoy nos asegura Jesús que Hay otra manera de ver el mundo. Decidámonos a verlo con el Espíritu Santo.
Jesús, nos dice en la lección:
”Lo que se intenta con la idea de hoy es que reconozcas que puedes cambiar tu percepción del mundo tanto en su aspecto externo como en el interno. Deben dedicarse cinco minutos completos a la sesión de práctica de por la mañana, así como a la de por la noche. En estas sesiones debes repetir la idea tan a menudo como te resulte cómodo, aunque es esencial que las aplicaciones no sean apresuradas. Alterna tu examen entre tus percepciones externas e internas, de tal forma que el cambio de unas a otras no sea abrupto”.
Jesús, nos asegura que podemos cambiar la percepción del mundo interno, es decir, la manera como vemos las cosas internamente, y como esta determinará la manera como las veamos o percibamos externamente. Nos propone que cambiemos los pensamientos no amorosos del ego por los pensamientos amorosos del Espíritu Santo. De nuevo, aparece la relación entre proyección y percepción. El mundo es neutro. El que lo veamos amoroso o no depende del maestro que elijamos para verlo: el Espíritu o el ego. Si nos decidimos por el Espíritu Santo como maestro esto implica que no nos guiamos por el pasado, que aceptamos que no sabemos nada, pero que el Espíritu Santo y Jesús si saben y están dispuestos a orientarnos si se lo pedimos para, de esa manera, sacar las mejores posibilidades para nuestro desarrollo espiritual. Jesús, nos llama a hacer las prácticas sin apresurarnos, es decir, dejando tiempo para que se presente la experiencia: las resistencias, lo agradable, lo desagradable, las experiencias de perdón, los recuerdos, etc. No se pueden convertir en un ritual carente de contenido, que se hace mecánicamente.
Desde hoy, hasta la lección 50, Jesús, va a insistir en la existencia de otra opción, otra manera de ver el mundo, a la cual siempre podemos acudir cuando nos decidamos a hacerlo. Nos dice que podemos cambiar la percepción del mundo interno y del externo. Eso lo consigo dejando los pensamientos no- amorosos del ego y transformándolos por los pensamientos amorosos del Espíritu Santo y de Jesús.
Se reafirmará el poder de la mente. Se trata de dejar las quejas de todo cuanto nos suceda y atribuírselo a lo externo. No más esperar de afuera los cambios y tampoco aceptar las ideas limitantes de cómo nos ven las otras personas. Todo cuanto nos sucede se debe a mis interpretaciones acerca de lo que hacen o dejen de hacer los demás. Se trata de aceptar de que *Hay otra manera de ver el mundo* distinta a la del ego. Manera que nos traerá paz, amor, felicidad, agradecimiento, confianza, fortaleza, seguridad.
Proceso de práctica de la lección.
Objetivo
Aprender que podemos cambiar nuestra percepción del mundo tanto en el aspecto interno como en el externo.
Ejercicio
Ejercicios más largos.
Realizar una sesión por la mañana y otra por la noche de cinco minutos cada una. Jesús, nos dice:
Mira de pasada a tu alrededor al mundo que percibes como externo a ti.Luego, cierra los ojos y examina tus pensamientos internos de la misma manera. Mira el mundo externo y el interno con tranquilidad, sin involucrarte en ninguno. Alterna tus percepciones externas con los ojos abiertos a las internas con los ojos cerrados, de manera suave.
Ejercicios más cortos. Repeticiones frecuentes.
Las sesiones más cortas realizarlas tan frecuentemente como se pueda.
Respuesta a la tentación
Aplicar la idea tan pronto sientas alguna situación que te moleste y te haga perder la paz. Dí:
”Hay otra manera de ver esto”
Quizás necesites sentarte en silencio un minuto más o menos y repetir la idea varias veces. Puedes cerrar los ojos y pedir la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús.
Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior. Hagamos la lección siempre en compañía del Espíritu Santo y de Jesús, sin olvidarnos de reír porque la Voluntad de Dios, para nosotros, es que tengamos perfecta felicidad.
Muchas, muchísimas, bendiciones.
Jorge Luis Álvarez Castañeda
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Lección 33 Comentada por Kenneth Wapnick
Hay otra manera de ver el mundo.
(1:1) «Lo que se intenta con la idea de hoy es que reconozcas que puedes cambiar tu PERCEPCIÓN del mundo tanto en su aspecto EXTERNO como en el INTERNO.»
Podemos efectuar este cambio de percepción porque hay algo dentro de nuestras mentes a lo cual podemos acudir para lograr un cambio significativo. Este "algo" es el «tomador de decisiones»; el único aspecto de nuestro sueño en el cual podemos encontrar una verdadera elección. No es necesario cambiar nuestras percepciones externas, sino la percepción interna de nosotros mismos: o bien somos los hijos de Dios o los del ego; es nuestra realidad la Unicidad inmutable de Cristo, o la cambiante individualidad de la separación; ¿es nuestro maestro el Espíritu Santo o el ego? En otras palabras, esta otra manera de ver el mundo comienza en nuestras mentes, con nuestra elección de cuáles ojos vamos a elegir para ver: la visión o el juicio.
(1:2-2:2) «Deben dedicarse cinco minutos completos a la sesión de práctica de por la mañana, así como a la de por la noche. En estas sesiones debes repetir la idea tan a menudo como te resulte cómodo, aunque es esencial que las aplicaciones no sean apresuradas. Alterna tu examen entre tus percepciones externas e internas, de tal forma que el cambio de unas a otras no sea abrupto. Mira simplemente de pasada al mundo que percibes como externo a ti. Luego cierra los ojos y examina tus pensamientos internos de la misma manera. Trata de ser igualmente desapegado con ambos, y de mantener ese desapego cuando repitas la idea en el transcurso del día.»
Jesús hace aquí lo que hemos visto antes. Toma un éxito de taquilla de un tema pero no lo discute mucho en la lección actual porque lo retomará de nuevo en más profundidad más adelante. Por ejemplo cuando nos dijo, "no soy víctima del mundo que veo" si te das cuenta esta es una idea muy potente y rompedora, pero fue tratada muy brevemente en esa lección. Lo mismo con "Nunca estoy disgustado por la razón que creo" tampoco se discutió en mucho detalle en la lección en sí, pero la idea regresará nuevamente más adelante. Y aquí pasará igual, Jesús simplemente introduce el pensamiento de que hay otra manera de ver el mundo, y luego se enfoca en la igualdad de nuestros pensamientos internos y el mundo que percibimos afuera. Esta verdad es la base para la «otra manera de ver el mundo». Es importante también que le prestemos atención a un aspecto fundamental que va a ser traído a colación en los párrafos siguientes y que aparecerá una y otra vez en todas estas lecciones - y esto es aplicar el pensamiento del día «durante todo» el día, especialmente cada vez que seamos conscientes de estar perturbados, angustiados, deprimidos, etc.
(3-4) «Las sesiones de práctica más cortas se deben hacer tan frecuentemente como sea posible. La idea de hoy debe aplicarse también de inmediato, de surgir cualquier situación que te tiente a sentirte perturbado. En estas aplicaciones, di: Hay otra manera de ver esto. Recuerda aplicar la idea de hoy en el momento en que notes cualquier molestia. Quizá sea necesario sentarte en silencio un minuto más o menos y repetir la idea para tus adentros varias veces. Cerrar los ojos probablemente te ayudará en este tipo de aplicación.»
Estos ejercicios están destinados a ser prácticos y útiles. Jesús no está simplemente presentándonos un conjunto de principios metafísicos para que los lleguemos a dominar intelectualmente. Él nos está entrenando para estar cada vez más conscientes y vigilantes a medida que avanzamos en nuestro día. Tan pronto entonces como seamos conscientes de estar angustiados, molestos, deprimidos, furiosos, asustados o culpables, rápidamente acudiríamos a él y le diríamos: "¡Ayuda!" Incluso si no podemos decir nada más, al menos podemos reconocer que hay otro pensamiento en nuestras mentes, otro maestro que podríamos elegir. Incluso si no elegimos a ese maestro en este momento, al menos sabemos que él está ahí.
El punto es que te acostumbres a reconocer que si te sientes separado de alguien o algo, sepas que ese sentimiento proviene de tu ego. No tienes que ir más lejos. Al ego le encanta que seas indulgente con los pensamientos de victimización: que los justifiques y los refuerces, que encuentres aliados que estén de acuerdo con tus percepciones erróneas. Tan pronto como tú sientas surgir una sensación o sentimiento de victimización, intenta pensar en la lección, cualquiera que sea la lección para ti ese día; realmente no importa cuál, ya que su contenido es el mismo. Si estás trabajando con la lección de hoy, tan pronto como sea posible después de sentirte separado o víctima, dí: "Puedo ver esto de otra manera". Si no puedes hacer nada más, al menos estás manteniendo la puerta abierta, al recordarte de que hay otro sistema de pensamiento o maestro que puedes elegir, pero debido a que tienes tanto miedo, preferirías tener la razón y permanecer miserable que estar equivocado y ser feliz (T-29.VII.1:9). Sin embargo, aquí estás siendo honesto acerca de lo que en verdad está sucediendo; y ya solo con esto estás llevando a cabo una parte importantísima y sumamente útil en el proceso de aprender a perdonar. La siguiente lección continúa esta línea de pensamiento."
Un curso de milagros L.pI.33 www.celebrandoelmilagro.com
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