Índice de la Lección 34
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LECCIÓN 34
Podría ver paz en lugar de esto.
1. La idea de hoy comienza a describir las condiciones que prevalecen en la otra manera de ver. ²La paz mental es claramente una cuestión interna. ³Tiene que empezar con tus propios pensamientos y luego extenderse hacia afuera. ⁴Es de tu paz mental de donde nace una percepción pacifica del mundo.
2. Para los ejercicios de hoy se requieren tres sesiones de práctica largas. ²Se aconseja que lleves a cabo una por la mañana y otra por la noche, con una tercera adicional a intercalar entremedias en el momento que parezca más propicio. ³Todas las sesiones deben hacerse con los ojos cerrados. ⁴Es a tu mundo interno al que deben dirigirse las aplicaciones de la idea de hoy.
3. Para cada una de estas sesiones largas se requieren alrededor de cinco minutos de búsqueda mental. ²Escudriña tu mente en busca de pensamientos de temor, situaciones que provoquen ansiedad, personas o acontecimientos “ofensivos” o cualquier otra cosa sobre la que estés abrigando pensamientos no amorosos. ³A medida que cada uno de estos pensamientos surja en tu mente, obsérvalo relajadamente, repitiendo la idea de hoy muy despacio, y luego déjalo ir y haz lo mismo con el siguiente.
4. Si comienza a resultarte difícil pensar en temas específicos, continúa repitiendo la idea para tus adentros sin prisas y sin aplicarla a nada en particular. ²Asegúrate, no obstante, de no excluir nada específicamente.
5. Las aplicaciones cortas deben ser frecuentes, y hacerse siempre que sientas que de alguna forma tu paz mental se está viendo amenazada. ²El propósito de esto es protegerte de la tentación a lo largo del día. ³Si se presentase alguna forma específica de tentación en tu conciencia, el ejercicio deberá hacerse de esta forma:
⁴Podría ver paz en esta situación en lugar de lo que ahora veo en ella.
6. Si los ataques a tu paz mental se manifiestan en forma de emociones adversas más generalizadas, tales como depresión, ansiedad o preocupación, usa la idea en su forma original. ²Si ves que necesitas aplicar la idea de hoy más de una vez para que te ayude a cambiar de parecer con respecto a alguna situación determinada, trata de dedicar varios minutos a repetirla hasta que sientas una sensación de alivio. ³Te ayudará si te dices a ti mismo lo siguiente:
⁴Puedo substituir mis sentimientos de depresión, ansiedad o preocupación [o mis pensamientos acerca de esta situación, persona o acontecimiento] por paz.
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A través de Mariano Noé
a través de Martin Musarra
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Lectura de la Lección 34
Comentada por Jorge Luis Álvarez Castañeda
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LECCIÓN 34 Comentada por Jorge Luis Álvarez Castañeda
Podría ver paz en lugar de esto.
¡Que la paz sea con nosotros hoy!
Ayer, Jesús decía que hay otra manera de ver el mundo. Hoy, nos describe una de las maneras de verlo diferente y es por medio de la paz. Hablar de paz es hablar de tranquilidad; de seguridad; de alegría; de ausencia de conflicto, de miedo, de culpa, de escasez. Por eso, la meta del Curso es la paz. La paz permite el mantenerse tranquilo ante cualquier falta de amor procedente de afuera. No podremos recordar a Dios si no tenemos paz. La paz y el conflicto son opuestos, no se pueden conciliar. La paz se caracteriza por la dicha. Cuando experimentas dicha, sabrás que has alcanzado la paz.
Nos dice Jesús en la lección:
“La idea de hoy comienza a describir las condiciones que prevalecen en la otra manera de ver. La paz mental es claramente una cuestión interna. Tiene que empezar con tus propios pensamientos y luego extenderse hacia afuera. Es de tu paz mental de donde nace una percepción pacifica del mundo”.
Esas nuevas condiciones para ver de otra manera comienzan con la paz. Cuando seguimos al ego creemos que la paz proviene de afuera y que no tiene nada que ver con nosotros. Jesús, nos viene enseñando que hay otra forma de ver el mundo distinta a la del conflicto del ego. Cuando, Jesús, nos dice que la paz empieza con nuestros propios pensamientos y para luego extenderse hacia afuera, se refiere a que tenemos que llevar todos nuestros conflictos, resentimientos, pensamientos de ataque, es decir, llevar nuestra obscuridad, ante la luz del Espíritu Santo para que podamos sanar nuestra mente y, de esa manera, podamos extender esta visión de paz a nuestros hermanos. Para que, así, como dice Jesús, nazca una concepción pacífica del mundo. Si quiero dar paz, tengo primero que tenerla. Nadie puede dar lo que no tiene. Por eso, el criterio para saber como nos encontramos con respecto a nosotros mismos y nuestros hermanos es ver si estamos perdiendo la paz, así sea en una forma muy leve. En ese momento, pedimos ayuda, nos aquietamos y perdonamos.
Dice Kenneth Wapnick que la lección 5 Nunca estoy disgustado por la razón que creó y la lección 34 Podría ver paz en lugar de esto, juntas son de las principales lecciones del Curso. Las dos pueden servir de una excelente terapia de sanación de nuestra mente. Ante cualquier disgusto que crea tener siempre hay una razón que no veo, que está detrás de él y que se refiere al pasado. Puedo indagar en mi mente y perdonarlo con la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús. Pero si no encuentro la razón del disgusto siempre puedo elegir la enseñanza de la lección 34 Puedo ver paz en lugar de esto. Esa es la elección a tomar siempre, a cada instante: elegir al Espíritu Santo o al ego. Si elijo al Espíritu Santo, me estoy decidiendo por la paz y por la verdad en lugar del conflicto y la ilusión del ego.
Esto lo explica Jesús en el Capítulo 5 en la sección 3:
”El ego no puede oponerse a las leyes de Dios de la misma manera en que tú tampoco puedes hacerlo, pero puede interpretarlas de acuerdo a lo que desea, al igual que tú. Por eso es preciso que contestes la pregunta: “¿Qué es lo que quiero?” La contestas cada minuto y cada segundo, y cada decisión que tomas es un juicio que no puede por menos que tener consecuencias. Y estas continuarán repitiéndose automáticamente hasta que tomes otra decisión. Recuerda, no obstante, que las alternativas en sí son inalterables. El Espíritu Santo, al igual que el ego, es una elección que uno hace. Ambos constituyen las únicas alternativas que uno puede aceptar y obedecer. El Espíritu Santo y el ego son las únicas opciones que tienes. Dios creo Una de ellas, y, por lo tanto, no puedes des-hacerla. La otra la inventaste tú, por lo tanto, puedes. Sólo lo que Dios crea es irreversible e inmutable. Lo que tú has fabricado siempre se puede cambiar porque cuando no piensas como Dios, en realidad no estás pensando en absoluto. Las ideas ilusorias no son pensamientos reales, si bien puedes creer en ellas. Pero eso es un error. La función del pensamiento procede de Dios y reside en Dios. Puesto que formas parte de Su Pensamiento, no puedes pensar separado de Él”.
(T-5. V.6:1-16)Proceso de práctica de la lección
Objetivo
Tomar consciencia de que siempre puedo elegir la paz para ver con la visión de Cristo.
Ejercicios
Realizar tres sesiones de cinco minutos en la mañana y en la noche, con una intercalada entre ambas.
Cerrar los ojos. Es a tu mundo interno al que se dirigen las aplicaciones del día de hoy. Busca en tu mente pensamientos de temor, situaciones, personas o acontecimientos que produzcan ansiedad o que te generen pensamientos no amorosos.
A medida que surjan estos pensamientos en tu mente, obsérvalo relajadamente, repitiendo la idea de hoy lentamente. Y luego haz lo mismo con el siguiente que surja.
Si te resulta difícil pensar en temas específicos sigue repitiendo la idea del día.
Respuesta a la tentación.
Las aplicaciones cortas deben ser frecuentes y hacerlas siempre que estás perdiendo tu paz mental. Para protegerte de la tentación de pensar como el ego a lo largo del día. Si se presenta esta situación, el ejercicio se hace así:
Podría ver paz en esta situación en
lugar de conflicto.Si pierdes la paz por emociones adversas mas generalizadas como depresión, ansiedad, o preocupación usa la idea en su forma original.
Si ves que necesitas aplicar la idea más de una vez ante una situación determinada dedica varios minutos a decirte a ti mismo lo siguiente:
Puedo substituir mi sentimientos de depresión, ansiedad o preocupación (o mis pensamientos acerca de esta situación, persona acontecimiento) por paz.
Observaciones
La aceptación que tengo de pensamientos y sentimientos de ansiedad es un paso importante en el proceso de recuperación de la paz mental. No gano nada ocultándolo o minimizándolo.
Las repeticiones frecuentes pueden ayudar también a recuperar la paz.
Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior. Hagamos la lección siempre en compañía del Espíritu Santo y de Jesús, sin olvidarnos de reír.
Muchas, muchísimas, bendiciones.
Jorge Luis Álvarez Castañeda
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Lección 34 Comentada por Kenneth Wapnick
Podría ver paz en lugar de esto.
(1:1-3) «La idea de hoy comienza a describir las condiciones que prevalecen en la otra manera de ver. La paz mental es claramente una cuestión interna. Tiene que empezar con tus propios pensamientos, y luego extenderse hacia afuera.»
La paz mental es una "cuestión interna". El problema es que la mayoría de las veces pensamos que es el resultado de que el mundo externo satisfaga nuestras necesidades. Sin embargo, Jesús enseña que la paz no tiene nada que ver con lo externo. Las implicaciones de este hecho, una vez más, «deben» provocar ansiedad, porque nos está informando de que nada de lo que está afuera puede hacernos daño o darnos paz - el mundo externo no nos amenaza, ni nos victimiza ni nos complace - «¡No hay nada fuera de nosotros!» El desafío radica en permitirnos ser cada vez más conscientes de esto sin caer en la negación. Lo que ayuda a «no» caer en esta trampa del ego es reconocer que las implicaciones prácticas de este pensamiento son que a pesar de que podemos experimentar la ansiedad que atribuimos a causas externas, todavía podemos acudir adentro al Maestro de la verdad, Quien nos recuerda gentilmente que la paz es una elección que «nosotros» podemos hacer (y por lo tanto experimentar), independientemente de las circunstancias externas. Recuerdo que cuando hice esta lección, yo sustituí «Jesús» por «paz». En otras palabras, cada vez que estaba tentado a hacer real algún aspecto del error, siempre podría elegir a Jesús como mi maestro y recordar sonreír a la tontería de creer que podría haber cualquier cosa en mi mente que no fuera su amor.
(1:4) «Es de tu paz mental de donde nace una percepción pacífica del mundo.»
Esto es todo lo que es importante, y es la meta hacia la cual nos dirige Un Curso de Milagros: que podamos percibir el mundo de manera pacífica. Jesús no está abogando por paz en el mundo, porque no existe un mundo objetivo fuera de nuestras mentes. El pedir por una paz externa equivale a primero haber hecho real el conflicto - «ahí» afuera. Nuevamente, no existe un mundo aparte de la forma en la que lo percibimos. Lo que me importa como estudiante de este curso es corregir la forma en que percibo, lo cual puedo hacer corrigiendo la forma en que pienso. Esto se logra corrigiendo mi elección errónea de maestros - siempre el punto fundamental. Por lo tanto, en esta lección, en lugar de decir "Podría ver paz en lugar de esto", podría decir, como dije anteriormente, "Podría ver a Jesús en lugar de esto". Eso destacaría aún más la naturaleza personal de su enseñanza.
(2) «Para los ejercicios de hoy se requieren tres sesiones de práctica largas. Se aconseja que lleves a cabo una por la mañana y otra por la noche, con una tercera adicional a intercalarse entremedias en el momento que parezca más conducente a ello. Todas las sesiones deben hacerse con los ojos cerrados. Es a tu mundo interno al que deben dirigirse las aplicaciones de la idea de hoy.»
Por lo tanto, se nos insta a practicar con los ojos cerrados, ya que Jesús enfoca la atención en nuestros pensamientos, la «cuestión interna» de estar en paz. Este es el requisito previo para lo que sigue: enfatizar este proceso de buscar en tu mente, un tema, como hemos dicho, que es fundamental para Un Curso de Milagros. A medida que avanzas con este material, el nivel de miedo puede llegar a un nivel tan alto que te verías tentado a encubrir nuevamente tus pensamientos de ego y pensar que no tienes que lidiar con ellos, inclusive puedes llegar a usar la metafísica del Curso de Milagros de manera inapropiada, podrías decir: “bueno, yo no tengo que lidiar con esto, después de todo yo soy el santo Hijo de Dios, la inocencia vive en mí; es más, ni siquiera incluso estoy aquí.” y te justificas a ti mismo en esta maniobra diciendo que no quieres hacer el error real. Al igual que en muchos otros lugares, Jesús nos insta aquí a buscar los pensamientos del ego en nuestras mentes. Si crees que no tienes ninguno, Un Curso de Milagros es perfecto para ti, ya que te enseña que «sí tienes» estos pensamientos. De hecho, no podrías estar aquí si no los tuvieras. La idea es ponerse en contacto con tus pensamientos de ataque, ya sean aquellos dirigidos contra ti mismo o contra otros, como vemos ahora:
(3:1-2) «Para cada una de estas sesiones largas se requieren alrededor de cinco minutos de búsqueda mental. Escudriña tu mente en busca de pensamientos de temor, situaciones que provoquen ansiedad, personas o acontecimientos "ofensivos", o cualquier otra cosa sobre la que estés abrigando pensamientos no amorosos.»
No tienes que escarbar demasiado bajo la superficie antes de enfrentarte a uno de estos pensamientos. Es esencial buscarlos cuando haces estas lecciones. Si no eres consciente de ellos, la idea de "ver paz en lugar de esto" no tiene sentido. ¿Podría ver paz en lugar de «qué»? Si mi mente está llena solo de pensamientos amorosos, ciertamente no necesito esta lección. Por lo tanto, la lección tiene un significado particular cuando te permites ponerte en contacto con los pensamientos «no amorosos», que provienen de tu maestro «no amoroso». En este punto, tiene sentido decir: "Podría ver paz [o a Jesús] en lugar de esto". Aquí vemos reflejado el énfasis primordial de Jesús en su curso de mirar la oscuridad y traerla a la luz. Para citar solo un pasaje representativo, la primera de muchas de estas citas en esta serie:
“Tu tarea no es ir en busca del amor, sino simplemente buscar y encontrar todas las barreras dentro de ti que has levantado contra él. No es necesario que busques lo que es verdad, pero sí es necesario que busques todo lo que es falso.”(T-16.IV.6:1-2)
(3:3) «A medida que cada uno de estos pensamientos surja en tu mente, obsérvalo relajadamente, repitiendo la idea de hoy muy despacio, y luego haz lo mismo con el siguiente.»
Para reafirmar este punto, no puedes dejar ir un pensamiento si no eres consciente de que lo tienes. Además, no puedes dejarlo ir a menos que hayas elegido a Jesús o al Espíritu Santo como tu Maestro. Si no lo has hecho, no estás eligiendo dejando ir los pensamientos. Elegir contra Ellos significa elegir «en favor» del ego, lo que significa elegir la separación, sin mencionar la culpa, el miedo y la ansiedad que son inevitables una vez que has elegido erróneamente. "Obsérvalo relajadamente" significa no hacer una gran cosa acerca de ellos, que es el significado de mirar a tu ego con Jesús. «No» mirar refleja ya haberlos convertido en un gran problema, ya que si no los hubiéramos tomado tan en serio, no habríamos investido estos pensamientos con la culpa que nos impide mirar. La amabilidad de Jesús es evidente en este siguiente párrafo, incluso cuando nos exhorta a continuar nuestra práctica ante la ansiedad y la resistencia:
(4) «Si comienza a resultarte difícil pensar en temas específicos, continúa repitiendo la idea para tus adentros sin prisas y sin aplicarla a nada en particular. Asegúrate, no obstante, de no excluir nada específicamente.»
Ser lento, paciente, constante y amable son los atributos que necesitas para ganar esta carrera. En los párrafos 5 y 6, Jesús nuevamente vuelve a hacer el punto de que apliquemos la lección cada vez estemos alterados o no estemos en paz, enfatizando la necesidad de permitirnos estar en contacto con estos pensamientos:
(5-6) «Las aplicaciones cortas deben ser frecuentes, y hacerse siempre que sientas que de alguna forma tu paz mental se está viendo amenazada. El propósito de esto es protegerte de la tentación a lo largo del día. Si se presentase alguna forma específica de tentación en tu conciencia, el ejercicio deberá hacerse de esta forma: Podría ver paz en esta situación en lugar de lo que ahora veo en ella. Si los ataques a tu paz mental se manifiestan en forma de emociones adversas más generalizadas, tales como depresión, ansiedad o preocupación, usa la idea en su forma original. Si ves que necesitas aplicar la idea de hoy más de una vez para que te ayude a cambiar de parecer con respecto a alguna situación determinada, trata de dedicar varios minutos a repetirla hasta que sientas una sensación de alivio. Te ayudará si te dices a ti mismo lo siguiente: Puedo substituir mis sentimientos de depresión, ansiedad o preocupación [o mis pensamientos acerca de esta situación, persona o acontecimiento] por paz.»
Por lo tanto, para volver a enfatizar este punto esencial, esta lección -de hecho, todas las lecciones - no tendrán ningún significado para ti, y no te servirán de nada a menos que primero admitas que tienes estos pensamientos y sentimientos de depresión, ansiedad, preocupación, ataque, etc. No es que sea malo tenerlos; tú estás aquí porque «los tienes». Así, Jesús nos dice en el texto, en el contexto de nuestra pequeña dosis de buena voluntad al elegir el instante santo: “Concéntrate sólo en ella [tu pequeña dosis de buena voluntad] y no dejes que el hecho de que esté rodeada de sombras te perturbe. Ésa es la razón por la que viniste. Si hubieses podido venir sin ellas no tendrías necesidad del instante santo.” (T-18.IV.2:4-6)
Lo que es "malo", por lo tanto, es pretender que no los tienes, porque entonces Jesús no te servirá de nada «ni te podrá» ayudar. Debes traerle los pensamientos a él. Esa es «nuestra» función, como nos recuerda en el texto:
“Tal vez te preguntes por qué es tan crucial que observes tu odio y te des cuenta de su magnitud. Puede que también pienses que al Espíritu Santo le sería muy fácil mostrártelo y desvanecerlo sin que tú tuvieses necesidad de traerlo a la conciencia.” (T-13.III.1:1-2)
Así que es debido a esta necesidad de que tengamos que traer a nuestra conciencia todos estos pensamientos cargados de odio que requerimos las "aplicaciones frecuentes" que recomienda Jesús. La disciplina y la vigilancia son necesarias si queremos atrapar estos pensamientos tenebrosos y traérselos a su perdón y su luz sanadora.
Estas próximas lecciones comienzan a mostrarnos las cosas maravillosas que se encuentran «más allá» de nuestros pensamientos de ego: el «otro» aspecto cuando pedimos ayuda para elegir "otra manera de ver el mundo". Puedes recordar mi afirmación de que uno de los propósitos del libro de ejercicios fue ayudarnos a reconocer que tenemos una mente dividida: el estado de «mentalidad-errada» del ego y el hogar de «mentalidad-correcta» del Espíritu Santo. Sólo a través de dicho reconocimiento podemos usar de manera significativa la parte «tomadora de decisiones» de nuestras mentes para finalmente hacer la elección correcta.
~ Del libro "Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM" por el Dr. Kenneth Wapnick. Traducción al Español por Alfonso Martínez.
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Lección 34 Comentada por Oscar Gómez Díez
Podría ver paz en lugar de esto.
"La idea de hoy comienza a describir las condiciones que prevalecen en la otra manera de ver." y eso que comienza a prevalecer, a sobresalir en la otra manera de ver el mundo, es el Amor, la paz y la felicidad. El logro de la paz es el propósito de este Curso. Podríamos decir que cuando ya no veamos conflictos y todo lo contemplemos desde nuestra paz, podemos decir que nos hemos graduado en Un Curso de Milagros.
"La paz mental es claramente una cuestión interna." La paz procede de mi mente y únicamente de mi mente. Si siento que tengo conflictos, si creo que me estoy peleando con el mundo, (llámalos vecinos, socios, familiares); la causa de mis conflictos no son ellos, la causa está en mi mente, y solo en mi mente. Reconocer esto es un paso hacia mi sanación real. No reconocerlo es continuar en guerra con el mundo, y lamentarme de sus consecuencias.
"Tiene que empezar con tus propios pensamientos, y luego extenderse hacia afuera." la fuente de la paz está en mi mente, por lo que debo cultivar pensamientos de paz. Ello implica un fuerte compromiso de renunciar a todo juicio o crítica, a renunciar a todo pensamiento de condena o ataque, y si se presentan, proceder a perdonarlos y entregárselos a la Expiación. Ello implica dejar de proyectar, de culpar a los demás por lo que considero la perdida de mi paz. Cuando asumo la responsabilidad por mis pensamientos, me digo a mi mismo:
”Podría ver paz en lugar de esto"
Y lo repito hasta volverlo real en mi mente, decido extender mi paz hacia afuera, comparto con el mundo mi paz, y ayudo a sanar el mundo, pues la salvación es una empresa colectiva.
De ahí que: "Es de tu paz mental de donde nace una percepción pacifica del mundo." Si quieres ver un mundo en paz, haz que la paz sea real en tu mente, haz de la paz tu propósito principal, mira cada situación, cada experiencia desde los "lentes' de tu paz. Y si en el transcurso del día, te encuentras con una situación perturbadora dite a ti mismo:
"Podría ver paz en esta situación en lugar de lo que ahora veo en ella."
Perdónate esas ilusiones, perdónate cualquier aparente conflicto, y recupera tu paz. No permitas que el conflicto anide en tu mente. "si lo que quieres es estar en paz, tienes que abandonar por completo y para siempre la idea de conflicto:" (T-7.VI.8:9) Elige siempre tu paz, pues eso es lo que eres, esa es tu naturaleza. El conflicto, el miedo y el ataque solo son ilusiones de una mente que se cree dividida, que se cree separada y que lucha contra un mundo que considera hostil. Perdónate esas ilusiones, perdónate cualquier aparente conflicto.
PRACTICA:
Tres sesiones largas de 5 minutos. Una en la mañana, otra en la noche, y otra intermedia. Notemos que hay un aumento en la frecuencia de las prácticas largas.
"Todas las sesiones deben hacerse con los ojos cerrados. Es a tu mundo interno al que deben dirigirse las aplicaciones de la idea de hoy." Debe realizarse una búsqueda mental de tus pensamientos conflictivos. "Escudriña tu mente en busca de pensamientos de temor, situaciones que provoquen ansiedad, personas o acontecimientos “ofensivos” o cualquier otra cosa sobre la que estés abrigando pensamientos no amorosos. A medida que cada uno de estos pensamientos surja en tu mente, obsérvalo relajadamente, repitiendo la idea de hoy muy despacio,"
"Podría ver paz en lugar de esto."
"y luego déjalo ir y haz lo mismo con el siguiente."
"Si comienza a resultarte difícil pensar en temas específicos, continúa repitiendo la idea para tus adentros sin prisas y sin aplicarla a nada en particular. Asegúrate, no obstante, de no excluir nada específicamente."
Recuerda aquietarte y hacerlo con los ojos cerrados, para que aproveches lo mejor posible la lección, y la apliques. a cada pensamiento que perturbe tu paz.
REPETICIONES FRECUENTES:
"Las aplicaciones cortas deben ser frecuentes, y hacerse siempre que sientas que de alguna forma tu paz mental se está viendo amenazada. El propósito de esto es protegerte de la tentación a lo largo del día."
RESPUESTA A LA TENTACION:
"Si se presentase alguna forma específica de tentación en tu conciencia, el ejercicio deberá hacerse de esta forma:"
"Podría ver paz en esta situación en lugar de lo que ahora veo en ella."
ALIVIO DE EMOCIONES ADVERSAS:
Esta lección introduce un beneficio adicional a las anteriores, la de aplicar la idea del día a emociones adversas como depresión, ansiedad o preocupación, lo que la convierte en una especie de auto terapia emocional. Todo el Curso de Milagros es una Psicoterapia espiritual. Iremos descubriendo y aplicando una gran variedad de recursos que el Espíritu Santo pone a nuestra disposición.
"Si los ataques a tu paz mental se manifiestan en forma de emociones adversas más generalizadas, tales como depresión, ansiedad o preocupación, usa la idea en su forma original."
"Podría ver paz en lugar de esto."
"Si ves que necesitas aplicar la idea de hoy más de una vez para que te ayude a cambiar de parecer con respecto a alguna situación determinada, trata de dedicar varios minutos a repetirla hasta que sientas una sensación de alivio. Te ayudará si te dices a ti mismo lo siguiente:"
"Puedo substituir mis sentimientos de depresión, ansiedad o preocupación [o mis pensamientos acerca de esta situación, persona o acontecimiento] por paz."
Lee y repasa la lección, y hazla tuya. Recupera tu paz, anídala en tu corazón, pues la paz y el amor, son la clave de la felicidad. Y tú felicidad depende de que elijas siempre al amor y la paz. Cuando hoy afirmas tu paz no te olvides que estás afirmando tu felicidad. Así que hazlo con entusiasmo y convicción.
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CELEBRA LA CORRECCIÓN QUE OCURRE AHORA
BENDICIONES!

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