LECCIÓN 176 (Repaso 161-162)

LECCIÓN 176

 Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

 

1. (161) Dame tu bendición, santo Hijo de Dios.

²Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

 

2.    (162) Soy tal como Dios me creó.

²Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.





AUDIOS de la Lección 176
de CELEBRANDO EL MILAGRO


Lectura de la introducción al 5to Repaso
A través de Blanca Nivia Morales Contreras.

Lectura de la Lección 176
A través de Mariano Noé


Ocurrir de la Lección 176
a través de Martin Musarra


Lección 176
comentada por 
Jorge Luis Álvarez Castañeda


































LECCIÓN 176

 

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

 

1. (161) Dame tu bendición, santo Hijo de Dios.


Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

 

2. (162) Soy tal como Dios me creó.

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

 

¡Que la paz sea con nosotros hoy!

 

 

Comentada por:

Jorge Luis Álvarez Castañeda

 

QUINTO REPASO


En este repaso nos estamos preparando para la segunda parte del libro de ejercicios. Jesús, nos pide que le pongamos más empeño pues de ello depende nuestra propia salvación. Este repaso nos puede ayudar a seguir adelante con mayor certeza, mayor sinceridad y con mayor fe. Tener como guía la idea central del repaso: Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.


Oración


Haz la oración de la lección con toda fe. Ella te ayudará a realizar el repaso: 


”Padre nuestro, afianza nuestros pasos. Aplaca nuestras dudas, aquieta nuestras santas mentes y háblanos. No tenemos nada que decirte, pues sólo deseamos escuchar Tu Palabra y hacerla nuestra. Guía nuestras prácticas tal como un padre guía a su hijo pequeño por un camino que éste desconoce, pero que aun así él sigue, seguro de que está a salvo porque su padre le muestra el camino.

_De este modo es como llevamos nuestras prácticas hasta Ti. Si tropezamos, Tú nos levantarás. Si se nos olvida el camino, sabemos que siempre nos lo recordarás. Y si nos extraviamos, no te olvidarás de llamarnos de vuelta. Aligera nuestros pasos ahora de modo que podamos caminar con mayor certeza y mayor rapidez hasta llegar a Ti. Y aceptamos la Palabra que nos ofreces para unificar nuestras prácticas, a medida que repasamos los pensamientos que nos has dado”_.

 

Jesús, nos dice que le pidamos al Padre que aplaque nuestras dudas y aquiete nuestras santas mentes. Es decir, que tengamos menos juicios, menos resentimientos y pensamientos no amorosos para poder escucharlo cuando le pedimos que nos hable. Sólo deseemos escucharlo. Queremos escuchar Su Palabra y hacerla nuestra.

 

Le pedimos que guíe nuestras prácticas como un padre lo hace con su hijo. Necesitamos aceptar que no sabemos nada pero que hay Alguien a nuestro lado que, si sabe y está dispuesto a ayudarnos, si se lo pedimos. Necesitamos confiar que, si nos tropezamos, nos levantará.  Si nos extraviamos y olvidamos el camino, Él nos ayudará a no perder el rumbo. Le pedimos que aligere nuestros pasos al ayudarnos a quitarnos las culpas y miedos del pasado y el futuro. Y, en esa forma, tendremos mayor certeza al tener claro el propósito de lo que hagamos. Todo esto hará que más rápido lleguemos a nuestro objetivo central: Dios. Lo que implica la aceptación de la Palabra de Dios como lo que unificará nuestras prácticas.


El pensamiento central 


El pensamiento central del repaso es:

Dios es sólo Amor, y, por ende, eso es lo que soy yo.

Precede a los pensamientos a repasar que  clarifican algún aspecto del Ser que expresa ese pensamiento central. Sólo este Ser conoce el Amor, nos dice Jesús. Siempre hemos tenido el recuerdo de Dios que está en este Ser. Los Pensamientos del Ser son perfectamente congruentes: lo que piensa, lo que dice, lo que hace, son lo mismo. El Ser conoce a Su creador: acepta que fue creado por Dios y no por el ego, como el ser con minúscula, del ego. Se comprende a Si Mismo al aceptar Su Identidad como Hijo de Dios. Goza de un conocimiento y amor perfectos al estar en el Cielo con Dios y disfruta de Su Amor y conocimiento perfectos. Y nunca abandona su estado de unión con Dios, no tiene nada que ver con la separación.


Cada una de las ideas que se van a repasar clarifican algún aspecto de dicho pensamiento central o contribuye a hacerlo más significativo.


Comentarios sobre la lección 176


El pensamiento central del repaso Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo, insiste en la naturaleza amorosa de Dios y de nosotros como Hijos de Dios. Esa es la razón por la que podemos decir a nuestro hermano: Dame tu bendición, santo Hijo de Dios. Esa es la naturaleza del hermano que creo me produce ira. Ira debida a mi interpretación. Siempre puedo decidirme por la paz y no por el conflicto y convertir el, aparente, problema con un hermano en una oportunidad para perdonar.


     Si miro más allá de la imagen concreta que tengo de él veré su naturaleza como Hijo de Dios que es. El personaje que tengo al frente es el personaje que quiero ver con la mirada del ego, es el personaje que me produce ira, es el personaje que he fabricado teniendo al ego como maestro: ese no es el Hijo de Dios, el Cristo, el Ser. Jesús, quiere que vayamos más allá del cuerpo y del miedo, ese extraño que dejamos entrar en nuestra mente, y veamos en el hermano lo que es como Hijo de Dios: Amor. Necesito cambiar la percepción que tengo de mi hermano. Si decido ver inocencia en mi hermano, veré inocencia.


Esta es una afirmación terminante de Jesús en el capítulo 25 sección III:

 

_”la ley fundamental de la percepción:  ves lo que crees que está ahí, y crees que está ahí porque quieres que lo esté”_. T-25.III. 1:3 


Y al cambiar la percepción cambio la de todos los hermanos, pues, un hermano es todos los hermanos.


Por eso nos dice Jesús en el capítulo 12 sección VII:


_”Cuando lo único que desees sea amor no verás nada más”_. T-12. VII. 8:1


Ese hermano con el que tengo conflicto me está haciendo el favor de mostrarme lo que tengo que perdonar en mí mismo, tiene la llave de mi salvación. Si lo sigo atacando me separo más de mis hermanos y de Dios. Pero puedo cambiar esta situación con la ayuda del Espíritu Santo y perdonando puedo decir:


Dame tu bendición, santo Hijo de Dios. Quiero contemplarte con los ojos de Cristo, y ver en ti mi perfecta impecabilidad.



Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

Soy tal como Dios me creó.


Este pensamiento es la consecuencia de Dios es sólo Amor, y por ende, es lo que  soy yo. Si soy Amor, la ira y el ataque no serán mis guías. Si tengo claro que soy tal como Dios me creó tengo claro mi verdadera identidad como Hijo de Dios. Se acabaron todas las dudas, todos los temores, todos los conflictos, todas las sensaciones de carencia, toda la culpa, toda sensación de separación, toda incertidumbre por el futuro. Acepto los regalos que Dios me dio: mi Identidad como Hijo de Dios, el amor, la paz, la dicha, la abundancia, el perdón. Acepto, también, el decidirme a pensar cómo piensa Dios, acepto la visión de Cristo y veré en todos mis hermanos el Hijo de Dios que soy. En mi mente no hay lugar para el miedo sino para el amor. Y eso es lo que extiendo. De tal manera, que percibo a mis hermanos como lo que son: el Hijo de Dios. En ellos no veo culpa sino inocencia, no veo conflicto sino paz, no veo miedo sino amor, no veo separación sino unidad.


Proceso de práctica de la lección


Tiempo de quietud por la mañana y por noche.


Les recomiendo leer la Introducción al QUINTO REPASO. Es muy inspiradora y nos ayuda a clarificar para donde vamos con Jesús.


Apóyate de la oración para pedir la ayuda y la presencia de Dios en estos repasos para que contribuyan a tu proceso espiritual.


El centro del repaso es asimilar esta idea: 

Dios es sólo Amor, y, por ende, eso es lo que soy yo.


 Cerrar los ojos. Aquietar la mente. No engancharse en pensamientos distractores. El propósito del repaso es que logremos asimilar e integrar esta idea de verdad pues es fundamental en nuestro proceso. Lo que se busca con las ideas que se repasan es que clarifiquen la idea central, es decir, que encontremos aspectos de ella en las ideas del repaso y hacerlas más significativas.


En tu meditación intenta entrar en contacto con esa parte de tu mente donde hay paz y amor, tranquilidad, alegría. Es tu mente recta, donde está Cristo, tu Ser. Mantén la mente quieta sin palabras sólo con la sensación y certeza de que estás con Dios.


Espera a Dios. Él llegará y te dará un mensaje de amor y de paz.


Tiempo mínimo 5 minutos. Ideal 30 minutos o más. 


Las ideas de hoy a repasar son:

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

Dame tu bendición, santo Hijo de Dios.

 

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

Soy tal como Dios me creó.


Recordatorios cada hora.


1 o 2 minutos a la hora en punto.

Repite la idea recordando que mientras lo haces Cristo permanece a tu lado dándote fortaleza.

Luego, siente la quietud y silencio y espera a Dios. Dale gracias por los regalos de la hora que ha pasado. Y deja que Su Voz te diga lo que Él quiere que hagas en esta hora que empieza.


Respuesta a la tentación.


Cada vez que sientas la tentación de  desconocer el Hijo de Dios que eres, que necesitas perdonar y que estás perdiendo la paz, repite las ideas del día.



Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior. Les recomiendo leer la Introducción al QUINTO REPASO y realizar la lección de la mano de Jesús y el Espíritu Santo tal como se les propone. Y sin olvidarse de reír, pues la Voluntad de Dios para nosotros es perfecta felicidad.


Muchas, muchísimas, bendiciones.

Jorge Luis Álvarez Castañeda














LECCIÓN 176


Comentada por:

Oscar Gómez Díez 


       ORACION

PIDIENDO GUÍA EN NUESTRAS PRÁCTICAS: 


Para ello haremos diariamente a lo largo de este repaso la siguiente oración en la que pedimos guía y fortaleza a Dios:


"Padre nuestro, afianza nuestros pasos. Aplaca nuestras dudas, aquieta nuestras santas mentes, y háblanos. No tenemos nada que decirte, pues sólo deseamos escuchar Tu Palabra y hacerla nuestra. Guía nuestras prácticas tal como un padre guía a su hijo pequeño por un camino que éste desconoce, pero que aun así, el hijo lo sigue, seguro de que está a salvo porque su padre le muestra el camino."

"De este modo es como llevamos nuestras prácticas hasta Ti. Si tropezamos, Tú nos levantarás. Si se nos olvida el camino, sabemos que Tú siempre lo recordarás. Y si nos extraviamos, Tú no te olvidarás de llamarnos. Aligera nuestros pasos ahora de modo que podamos caminar con mayor certeza y mayor rapidez hasta Ti. Y aceptamos la Palabra que Tú nos ofreces para unificar nuestras prácticas, a medida que repasamos los pensamientos que Tú nos has dado."

Amén. 


PRÁCTICA:


Aquiétate durante 5 minutos como mínimo, o hasta 15 o 30 minutos, de acuerdo a tu disposición, en dos ocasiones  en el transcurso del día, preferiblemente una en la mañana y la  otra en la noche. Respira lenta y profundamente y mientras te vas relajando con la respiración, ve introduciendo  en tu consciencia las siguientes palabras:


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo." 


1. (161) "Dame tu bendición, santo Hijo de Dios."


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo." 


2. "(162) Soy tal como Dios me creó."


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo." 


Y en la medida que te relajas, y en profundo silencio interior, con mucha fe y convicción reconoces el Amor de Dios y que tú también lo eres por ser Su Hijo bien amado, así que pídele al Espíritu Santo que te ayude a experimentar el amor que es tu condición natural,  y te lleve a contemplar a Dios, y en medio de la quietud y el  silencio déjate ir, poderosos compañeros te guiarán. 


PRÁCTICAS CORTAS Y FRECUENTES:


Nos sentaremos un par de minutos cada hora, en silencio a reiterar nuestro único propósito de recordar y aceptar a Dios,  reconociendo que Su Amor es también el mío, solo debo aceptarlo, y permitirme experimentarlo, y en silencio y quietud nos decimos:


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo." 


1. (161) "Dame tu bendición, santo Hijo de Dios."


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo." 


2. "(162) Soy tal como Dios me creó."


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo." 


PENSAMIENTO CENTRAL:


Recordemos que tenemos un pensamiento central a lo largo de los 10 días de repaso:


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo." 


 Utilizaremos este pensamiento central antes y después de cada una de las 2 lecciones de repaso, como si las estuviéramos envolviendo en esta idea  central, con el propósito de "mantenerlo firme en la mente y claro en nuestra memoria a lo largo del día."


La intensidad que se nos pide para la práctica es cada vez mayor: "con ese pensamiento nos vamos a dormir para despertar con esas mismas palabras de nuevo en nuestros labios, y darle así la bienvenida al nuevo día."


Recordaremos y repetiremos este pensamiento a lo largo del día, lo utilizaremos como como si se tratara de un mantra, o como si estuviéramos practicando un rosario. 


La salvación es un reconocimiento y una aceptación. Reconocemos lo que somos (amor), y en ese momento negamos lo que no somos (ego/miedo). Negamos las falsas creencias de identificarme con el ego, con el cuerpo, con la culpa y los miedos, y me identifico con el amor y el perdón. En ese momento reconozco que soy tal como Dios me creó, una mente libre, eterna y amorosa. Al aceptar mi verdadera identidad, reconozco la de mis hermanos, los bendigo y recibo sus bendiciones como santos Hijos de Dios. Al abandonar lo que nunca he sido (miedo), aflora lo que siempre he sido (amor).  La unidad se restablece y el amor florece en las mentes que lo habían negado y que ahora lo recuerdan y lo aceptan. 



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