LECCIÓN 175 (Repaso 159-160)

  LECCIÓN 175

 Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

 

1. (159) Doy los milagros que he recibido.

²Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

 

2.    (160) Yo estoy en mi hogar.²El miedo es el que es el extraño aquí.

³Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.




AUDIOS de la Lección 175
de CELEBRANDO EL MILAGRO


Lectura de la introducción al 5to Repaso
A través de Blanca Nivia Morales Contreras.

Lectura de la Lección 175
A través de Blanca Nivia Morales Contreras.


Ocurrir de la Lección 175
a través de Martin Musarra


Lección 175
comentada por 
Jorge Luis Álvarez Castañeda






































LECCIÓN 175

 

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

1. (159) Doy los milagros que he recibido.

 

2. (160) Yo estoy en mi hogar. El miedo es el que es un extraño aquí.

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

 

Comentada por:

Jorge Luis Álvarez Castañeda

 

¡Que la paz sea con nosotros hoy!


QUINTO REPASO


En este repaso nos estamos preparando para la segunda parte del libro de ejercicios. Jesús, nos pide que le pongamos más empeño pues de ello depende nuestra propia salvación. Este repaso nos puede ayudar a seguir adelante con mayor certeza, mayor sinceridad y con mayor fe. Tener como guía la idea central del repaso: Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.


Oración


Haz la oración con toda fe. Ella te ayudará a realizar el repaso. Jesús, nos aporta una oración para que nos ayude con claridad en este repaso que hacemos:


”Padre nuestro, afianza nuestros pasos. Aplaca nuestras dudas, aquieta nuestras santas mentes y háblanos. No tenemos nada que decirte, pues sólo deseamos escuchar Tu Palabra y hacerla nuestra. Guía nuestras prácticas tal como un padre guía a su hijo pequeño por un camino que éste desconoce, pero que aun así él sigue, seguro de que está a salvo porque su padre le muestra el camino.

_De este modo es como llevamos nuestras prácticas hasta Ti. Si tropezamos, Tú nos levantarás. Si se nos olvida el camino, sabemos que siempre nos lo recordarás. Y si nos extraviamos, no te olvidarás de llamarnos de vuelta. Aligera nuestros pasos ahora de modo que podamos caminar con mayor certeza y mayor rapidez hasta llegar a Ti. Y aceptamos la Palabra que nos ofreces para unificar nuestras prácticas, a medida que repasamos los pensamientos que nos has dado”_.

 

Jesús, nos dice que le pidamos al Padre que aplaque nuestras dudas y aquiete nuestras santas mentes. Es decir, que tengamos menos juicios, menos resentimientos y pensamientos no amorosos para poder escucharlo cuando le pedimos que nos hable. Sólo deseemos escucharlo. Queremos escuchar Su Palabra y hacerla nuestra.

 

Le pedimos que guíe nuestras prácticas como un padre lo hace con su hijo. Necesitamos aceptar que no sabemos nada pero que hay Alguien a nuestro lado que, si sabe y está dispuesto a ayudarnos, si se lo pedimos. Necesitamos confiar que, si nos tropezamos, nos levantará.  Si nos extraviamos y olvidamos el camino, Él nos ayudará a no perder el rumbo. Le pedimos que aligere nuestros pasos al ayudarnos a quitarnos las culpas y miedos del pasado y el futuro. Y, en esa forma, tendremos mayor certeza al tener claro el propósito de lo que hagamos. Todo esto hará que más rápido lleguemos a nuestro objetivo central: Dios. Lo que implica la aceptación de la Palabra de Dios como lo que unificará nuestras prácticas.


El pensamiento central 


El pensamiento central del repaso es:

Dios es sólo Amor, y, por ende, eso es lo que soy yo.

Precede a los pensamientos a repasar que  clarifican algún aspecto del Ser que expresa ese pensamiento central. Sólo este Ser conoce el Amor, nos dice Jesús. Siempre hemos tenido el recuerdo de Dios que está en este Ser. Los Pensamientos del Ser son perfectamente congruentes: lo que piensa, lo que dice, lo que hace, son lo mismo. El Ser conoce a Su creador: acepta que fue creado por Dios y no por el ego, como el ser con minúscula, del ego. Se comprende a Si Mismo al aceptar Su Identidad como Hijo de Dios. Goza de un conocimiento y amor perfectos al estar en el Cielo con Dios y disfruta de Su Amor y conocimiento perfectos. Y nunca abandona su estado de unión con Dios, no tiene nada que ver con la separación.


Cada una de las ideas que se van a repasar clarifican algún aspecto de dicho pensamiento central o contribuye a hacerlo más significativo.


Comentarios sobre la lección 175.


Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

1. (159) Doy los milagros que he recibido.


El pensamiento central del repaso Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo, deberíamos recordarlo a todo momento. No tendríamos ninguna duda ni temor. En sí mismo es un milagro si entendemos el milagro como una corrección en nuestro pensamiento: del mundo del ego basado en el pecado o separación, la culpa y el miedo al mundo del Espíritu Santo basado en el perdón. He recibido el Amor, hace parte de mi condición de Hijo de Dios. Por eso, estoy en condición de darlo. Y cuando lo doy, lo conservo. Se engrandece. Todo lo que significa el Amor: paz, abundancia, unidad, bondad, confianza, felicidad, seguridad…lo podemos convertir en milagros al dárselos a nuestros hermanos. 


     El aceptar el regalo de mi verdadera identidad como Hijo de Dios es lo que me permite decir Doy los milagros que he recibido. Me decido a reconocer mi  verdadera identidad y, a partir de ella, tratar de que mis hermanos también se reconozcan como el Hijo de Dios que son. Para ello me valgo de la visión de Cristo que es un milagro del que emanan todos los demás milagros. La visión de Cristo es el puente entre este mundo y el mundo real. Este es el único regalo del Espíritu Santo que me permite obtener todo lo que necesite para mi felicidad. Cristo ha soñado el sueño de un mundo perdonado. Ese es el regalo, el milagro que Cristo quiere que comparta con mis hermanos.


Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

(160) Yo estoy en mi hogar. El miedo es el que es un extraño aquí.


Si acepto que Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo y acepto también la visión de Cristo con toda seguridad yo puedo decir:

 Yo estoy en mi hogar. El miedo es un extraño aquí.


El miedo no tiene nada que ver con el amor, no puede coexistir con él. Si me identifico con el miedo quiere decir que he negado mi verdadera identidad como Hijo de Dios, he negado que soy Amor. En mi hogar, en mi mente recta, no hay sino amor y el miedo es un extraño. Cuando llega el miedo podemos acudir al milagro, a la visión de Cristo para corregirlo, como siempre, con la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús, mediante el perdón y la aceptación de la Expiación para nosotros mismos. Con la visión de Cristo no veremos ni ataques ni defensas y como dice la lección 48 No hay nada que temer. 


El miedo separa, el amor une. Con la visión de Cristo no se vería extraños sino a hermanos que todavía no se reconocen a sí mismos, que todavía se identifican con el miedo. La misión del ministro, del mensajero o maestro de Dios, es ayudar, mediante su ejemplo, a que sus hermanos hagan suyo, integren el pensamiento de que Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.


*Proceso de práctica de la lección *


Tiempo de quietud por la mañana y por noche.


Les recomiendo leer la Introducción al QUINTO REPASO. Es muy inspiradora y nos ayuda a clarificar para donde vamos con Jesús.


Apóyate de la oración para pedir la ayuda y la presencia de Dios en estos repasos para que contribuyan a tu proceso espiritual.


El centro del repaso es asimilar esta idea: 

Dios es sólo Amor, y, por ende, eso es lo que soy yo.


 Cerrar los ojos. Aquietar la mente. No engancharse en pensamientos distractores. El propósito del repaso es que logremos asimilar e integrar esta idea de verdad pues es fundamental en nuestro proceso. Lo que se busca con las ideas que se repasan es que clarifiquen la idea central, es decir, que encontremos aspectos de ella en las ideas del repaso y hacerlas más significativas.


En tu meditación intenta entrar en contacto con esa parte de tu mente donde hay paz y amor, tranquilidad, alegría. Es tu mente recta, donde está Cristo, tu Ser. Mantén la mente quieta sin palabras sólo con la sensación y certeza de que estás con Dios.


Espera a Dios. Él llegará y te dará un mensaje de amor y de paz.


Tiempo mínimo 5 minutos. Ideal 30 minutos o más. 


Las ideas de hoy a repasar son:

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

Doy los milagros que he recibido.

 

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

Yo estoy en mi hogar. El miedo es el que es un extraño aquí.


Recordatorios cada hora.


1 o 2 minutos a la hora en punto.

Repite la idea recordando que mientras lo haces Cristo permanece a tu lado dándote fortaleza.

Luego, siente la quietud y silencio y espera a Dios. Dale gracias por los regalos de la hora que ha pasado. Y deja que Su Voz te diga lo que Él quiere que hagas en esta hora que empieza.


Respuesta a la tentación.


Cada vez que sientas la tentación de  desconocer el Hijo de Dios que eres, que necesitas perdonar y que estás perdiendo la paz, repite las ideas del día.



Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior. Les recomiendo leer la Introducción al QUINTO REPASO y realizar la lección de la mano de Jesús y el Espíritu Santo tal como se les propone. Y sin olvidarse de reír, pues la Voluntad de Dios para nosotros es perfecta felicidad.


Muchas, muchísimas, bendiciones.

Jorge Luis Álvarez Castañeda












LECCIÓN 175


Comentada por:

Oscar Gómez Díez 


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo." 


1. (159) "Doy los milagros que he recibido."


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo."


2. (160) "Yo estoy en mi hogar. El miedo es el que es el extraño aquí."


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo."


Durante estas lecciones de  repaso ( 171 hasta la 180) es importante estudiar una y otra vez, la introducción a este quinto Repaso que lo vamos a transcribir para luego hacer un breve comentario de la lección de hoy. 

 

QUINTO REPASO Introducción:


1. Ahora iniciamos otro repaso. 2Esta vez estamos listos para poner más de nuestra parte y dedicar más tiempo a nuestro empeño: 3Reconocemos que nos estamos preparando para un nuevo nivel de entendimiento. 

4Queremos dar este paso resueltamente, para poder seguir adelante con mayor certeza, mayor sinceridad y mayor fe. 5Nuestros pasos han sido inciertos, y las dudas nos han hecho andar con lentitud e inseguridad por el camino que este curso señala. 6Pero ahora vamos a ir más de prisa, pues nos estamos acercando a una mayor certeza, a un propósito más firme y a una meta más segura.


 "Padre nuestro, afianza nuestros pasos. Aplaca nuestras dudas, aquieta nuestras santas mentes, y háblanos. No tenemos nada que decirte, pues sólo deseamos escuchar Tu Palabra y hacerla nuestra. Guía nuestras prácticas tal como un padre guía a su hijo pequeño por un camino que éste desconoce, 6pero que aun así, el hijo lo sigue, seguro de que está a salvo porque su padre le muestra el camino."


"De este modo es como llevamos nuestras prácticas hasta Ti. Si tropezamos, Tú nos levantarás. Si se nos olvida el camino, sabemos que Tú siempre lo recordarás. Y si nos extraviamos, Tú no te olvidarás de llamarnos. Aligera nuestros pasos ahora de modo que podamos caminar con mayor certeza y mayor rapidez hasta Ti. Y aceptamos la Palabra que Tú nos ofreces para unificar nuestras prácticas, a medida que repasamos los pensamientos que Tú nos has dado."


4. He aquí -al final de este párrafo- el pensamiento que debe preceder a los pensamientos que vamos a repasar. 2Cada uno de éstos clarifica algún aspecto de dicho pensamiento o contribuye a hacerlo más significativo, más personal y verdadero, así como más descriptivo del santo Ser que compartimos y que ahora nos preparamos para conocer de nuevo:


"Dios es sólo Amor, y, por ende, eso es lo que soy yo."


4Sólo este Ser conoce el amor. Sólo sus pensamientos son perfectamente congruentes; sólo ese Ser conoce a Su Creador, se comprende a Sí Mismo y goza de un conocimiento y amor perfectos, así como de un estado de unión constante con Su Padre y Consigo Mismo.


5. Y Eso es lo que nos espera al final de la jornada. 2Cada paso que damos nos acerca un poco más. 3Este repaso acortará el tiempo de manera inconmensurable si tenemos presente que Eso es nuestra meta y que a medida que lo ponemos en práctica es a Eso a lo que nos acercamos. 

4Levantemos de las cenizas nuestros corazones y dirijámoslos hacia la vida, recordando que Eso es lo que se nos promete, y que este curso nos fue enviado para allanar el sendero de la luz y enseñarnos, paso a paso, cómo regresar al eterno Ser que creíamos haber perdido.


6. Yo te acompaño en esta jornada. 2Pues por el momento comparto tus dudas y tus miedos, de manera que puedas recurrir a mí que conozco el camino por el que se supera toda duda y temor. 3Caminamos juntos. 4Es preciso que yo entienda lo que es la incertidumbre y el dolor, aun cuando sé que no tienen ningún significado. 5Sin embargo, un salvador debe permanecer con aquellos a quienes enseña, viendo lo que ellos ven, pero conservando en su mente el camino que lo condujo a su propia liberación, y que ahora te conducirá a ti a la tuya junto con él. 6Al Hijo de Dios se le sigue crucificando hasta que camines por esta senda conmigo.


7. Mi resurrección se repite cada vez que conduzco a un hermano sin contratiempo alguno allí donde la jornada termina para ya no recordarse más. 2Me siento renovado cada vez que un hermano aprende que hay un camino que nos libera a todos de la aflicción y del dolor. 3Y renazco cada vez que un hermano se vuelve hacia la luz que mora en él y me busca. 4No me he olvidado de nadie. 5Ayúdame ahora a conducirte de regreso allí donde la jornada empezó para que puedas llevar a cabo otra elección conmigo.


8. Libérame mientras practicas una vez más los pensamientos que te he traído de Aquel que ve tu extrema necesidad, y que conoce la respuesta que Dios le ha dado. 2Juntos repasaremos estos pensamientos. 3Juntos les dedicaremos nuestro tiempo y esfuerzos. 4Y juntos se los enseñaremos a nuestros hermanos. 5Dios no permitiría que en el Cielo faltase nada. 6Éste te está esperando, al igual que yo. 7Sin ti yo estoy incompleto. 8Conforme me complete regresaremos juntos a nuestro hogar ancestral, el cual se preparó para nosotros desde antes de que el tiempo comenzara, y se ha mantenido a salvo de los azotes de éste, así como inmaculado y seguro, tal como será cuando al tiempo le llegue su fin.


9. Permite, entonces, que este repaso sea el regalo que me haces a mí. 2Pues esto es lo único que necesito: que oigas mis palabras y que se las ofrezcas al mundo. 3Tú eres mi voz, mis ojos, mis pies y mis manos, con los cuales llevo la salvación al mundo. 4El Ser desde el que te llamo no es sino tu propio Ser. 5A Él nos dirigimos juntos. 6Toma a tu hermano de la mano, pues no es éste un camino que recorramos solos. 7En él yo camino contigo y tú conmigo. 8La Voluntad del Padre es que Su Hijo sea uno con Él. 9¿Cómo no iba a ser, entonces, todo lo que vive uno contigo?


10. Permite que este repaso sea un intervalo en el que compartimos una experiencia que es nueva para ti, aunque tan antigua como el tiempo e incluso aún más antigua. 

2Santificado sea tu nombre 3e inmaculada tu gloria para siempre. 4Tu plenitud ahora es total, tal como Dios lo dispuso. 5Tú eres Su Hijo, y completas Su extensión con la tuya. 

6No practicamos sino una antigua verdad, que sabíamos desde antes de que la ilusión pareciese apoderarse del mundo. 7Y le recordamos al mundo que está libre de toda ilusión cada vez que decimos:


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo." 


11. Con esto damos comienzo a cada día de nuestro repaso. 2Con esto empezamos y con esto concluimos cada período de práctica. 3Y con ese 

pensamiento nos vamos a dormir para despertar con esas mismas palabras de nuevo en nuestros labios, y darle así la bienvenida al nuevo día. 4Todo pensamiento que repasemos lo envolvemos con ése; y utilizaremos dichos pensamientos para mantenerlo firme en la mente y claro en nuestra memoria a lo largo del día. 5Y así, cuando hayamos terminado este repaso, habremos reconocido que las palabras que decimos son verdad.


12. Las palabras, sin embargo, no son sino recursos auxiliares y, excepto por el uso que hacemos de ellas al principio y al final de cada período de práctica, se usarán sólo para recordarle a la mente su propósito, según lo dicte la necesidad. 2Ponemos nuestra fe en la experiencia que se deriva de las prácticas, no en los medios que utilizamos. 

3Esperamos la experiencia, y reconocemos que sólo en ella radica la convicción. 

4Usamos las palabras y tratamos una y otra vez de ir más allá de ellas hasta llegar a su significado, el cual está mucho más allá de su sonido. 5Este se hace cada vez más tenue hasta que finalmente desaparece, a medida que nos acercamos a la Fuente del significado. 6Y Ahí es donde hallamos reposo.

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Comentario:


En la medida que me recuerde una y otra vez que mi naturaleza es la misma que la de Dios, y que soy amor y no puedo ser nada más que amor, voy despertando del sueño de separación. Soy bendecido por los milagros que a través del perdón sanan mi mente y decido ofrecer a mis hermanos los milagros que he recibido, pues he comprendido que la salvación es una empresa conjunta. Y en la medida que reconozco que el amor es mi hogar, veré al miedo como un extraño que se aleja de mi vida al reconocer que no es más que una ilusión que se desvanece ante el perdón y el amor. Sanar mi mente es una elección y ya la he tomado, no hay otra elección, no hay otra posibilidad, pues el Amor es lo único que existe, el amor no tiene sustitutos, el Amor es, y yo soy Amor. 



Texto









CELEBRANDO EL MILAGRO 


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