LECCIÓN 178
Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
1. (165) Que mi mente no niegue el Pensamiento de Dios.
2. (166) Se me han confiado los dones de Dios.
LECCIÓN 178
Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
1. (165) Que mi mente no niegue el Pensamiento de Dios.
Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
2. (166) Se me han confiado los dones de Dios.
Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
Comentada por:
Jorge Luis Álvarez Castañeda
¡Que la paz sea con nosotros hoy!
QUINTO REPASO
En este repaso nos estamos preparando para la segunda parte del libro de ejercicios. Jesús, nos pide que le pongamos más empeño pues de ello depende nuestra propia salvación. Este repaso nos puede ayudar a seguir adelante con mayor certeza, mayor sinceridad y con mayor fe. Tener como guía la idea central del repaso: Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
Oración
Haz la oración de la lección con toda fe. Ella te ayudará a realizar el repaso:
”Padre nuestro, afianza nuestros pasos. Aplaca nuestras dudas, aquieta nuestras santas mentes y háblanos. No tenemos nada que decirte, pues sólo deseamos escuchar Tu Palabra y hacerla nuestra. Guía nuestras prácticas tal como un padre guía a su hijo pequeño por un camino que éste desconoce, pero que aun así él sigue, seguro de que está a salvo porque su padre le muestra el camino.
_De este modo es como llevamos nuestras prácticas hasta Ti. Si tropezamos, Tú nos levantarás. Si se nos olvida el camino, sabemos que siempre nos lo recordarás. Y si nos extraviamos, no te olvidarás de llamarnos de vuelta. Aligera nuestros pasos ahora de modo que podamos caminar con mayor certeza y mayor rapidez hasta llegar a Ti. Y aceptamos la Palabra que nos ofreces para unificar nuestras prácticas, a medida que repasamos los pensamientos que nos has dado”_.
Jesús, nos dice que le pidamos al Padre que aplaque nuestras dudas y aquiete nuestras santas mentes. Es decir, que tengamos menos juicios, menos resentimientos y pensamientos no amorosos para poder escucharlo cuando le pedimos que nos hable. Sólo deseemos escucharlo. Queremos escuchar Su Palabra y hacerla nuestra.
Le pedimos que guíe nuestras prácticas como un padre lo hace con su hijo. Necesitamos aceptar que no sabemos nada pero que hay Alguien a nuestro lado que, si sabe y está dispuesto a ayudarnos, si se lo pedimos. Necesitamos confiar que, si nos tropezamos, nos levantará. Si nos extraviamos y olvidamos el camino, Él nos ayudará a no perder el rumbo. Le pedimos que aligere nuestros pasos al ayudarnos a quitarnos las culpas y miedos del pasado y el futuro. Y, en esa forma, tendremos mayor certeza al tener claro el propósito de lo que hagamos. Todo esto hará que más rápido lleguemos a nuestro objetivo central: Dios. Lo que implica la aceptación de la Palabra de Dios como lo que unificará nuestras prácticas.
El pensamiento central
El pensamiento central del repaso es:
Dios es sólo Amor, y, por ende, eso es lo que soy yo.
Precede a los pensamientos a repasar que clarifican algún aspecto del Ser que expresa ese pensamiento central. Sólo este Ser conoce el Amor, nos dice Jesús. Siempre hemos tenido el recuerdo de Dios que está en este Ser. Los Pensamientos del Ser son perfectamente congruentes: lo que piensa, lo que dice, lo que hace, son lo mismo. El Ser conoce a Su creador: acepta que fue creado por Dios y no por el ego, como el ser con minúscula, del ego. Se comprende a Si Mismo al aceptar Su Identidad como Hijo de Dios. Goza de un conocimiento y amor perfectos al estar en el Cielo con Dios y disfruta de Su Amor y conocimiento perfectos. Y nunca abandona su estado de unión con Dios, no tiene nada que ver con la separación.
Cada una de las ideas que se van a repasar clarifican algún aspecto de dicho pensamiento central o contribuye a hacerlo más significativo.
Comentario de la lección 178
Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
(165) Que mi mente no niegue el Pensamiento de Dios.
Hoy, tengo que decidirme a reconocer mi Identidad como Hijo de Dios, como creación del Pensamiento de Dios, que es Amor que me protege, me cuida y es mi herencia. Por eso, digo con toda determinación:
Que mi mente no niegue el Pensamiento de Dios.
El Poder de Cristo está en mi mente para ayudarme a cumplir mi papel como salvador del mundo. Puedo acceder a Él cuando me decida a hacerlo y confíe en que Dios siempre está conmigo. Es cuestión de pedir continuamente Su Presencia. Y así se acaban las dudas. Se trata de ir a nuestro interior y pedir un instante santo, con la ayuda del Espíritu Santo: aquietarnos, acallar nuestra mente de pensamientos conflictivos, no hacer juicios e ir al encuentro de nuestro Ser, el Cristo, el Hijo de Dios que nos aguarda para darnos la fortaleza de Dios que está por encima de las dudas y los miedos. Aceptamos el Pensamiento de Dios para dárselo a nuestros hermanos.
Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
(164) Ahora somos uno con Aquel que es nuestra Fuente.
Dios tiene plena confianza en mí. Por eso, Se me han confiado los dones de Dios. Los dones de: el Ser con mayúscula que comparto con Dios por mi condición de Hijo de Dios, del Cristo que soy; el Amor; la dicha; la paz; los milagros; el perdón.
Estos dones que Dios me ha dado no son sólo para mí. Debo compartirlos con mis hermanos y enseñar los dones, con mi ejemplo, demostrando que la felicidad y plenitud que me acompaña al aceptar a Dios, también, la pueden tener ellos si se deciden por Dios y no por el ego. Se trata de dar testimonio en nuestra vida diaria. Para ello contamos con el Espíritu Santo, con la Expiación y con el perdón. Es cuestión de tener continuamente presente esta pregunta y esta respuesta:
”¿Quién camina a mi lado?”
Camino con Dios en perfecta santidad. Ilumino el mundo, ilumino mi mente, así como todas las mentes que Dios creó una conmigo. L-156. 8:1, 5-6
*Proceso de práctica de la lección *
Tiempo de quietud por la mañana y por noche.
Les recomiendo leer la Introducción al QUINTO REPASO. Es muy inspiradora y nos ayuda a clarificar para donde vamos con Jesús.
Apóyate de la oración para pedir la ayuda y la presencia de Dios en estos repasos para que contribuyan a tu proceso espiritual.
El centro del repaso es asimilar esta idea:
Dios es sólo Amor, y, por ende, eso es lo que soy yo.
Cerrar los ojos. Aquietar la mente. No engancharse en pensamientos distractores. El propósito del repaso es que logremos asimilar e integrar esta idea de verdad pues es fundamental en nuestro proceso. Lo que se busca con las ideas que se repasan es que clarifiquen la idea central, es decir, que encontremos aspectos de ella en las ideas del repaso y hacerlas más significativas.
En tu meditación intenta entrar en contacto con esa parte de tu mente donde hay paz y amor, tranquilidad, alegría. Es tu mente recta, donde está Cristo, tu Ser. Mantén la mente quieta sin palabras sólo con la sensación y certeza de que estás con Dios.
Espera a Dios. Él llegará y te dará un mensaje de amor y de paz.
Tiempo mínimo 5 minutos. Ideal 30 minutos o más.
Las ideas de hoy a repasar son:
Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
Que mi mente no niegue el Pensamiento de Dios.
Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
Se me han confiado los dones de Dios.
Recordatorios cada hora.
1 o 2 minutos a la hora en punto.
Repite la idea recordando que mientras lo haces Cristo permanece a tu lado dándote fortaleza.
Luego, siente la quietud y silencio y espera a Dios. Dale gracias por los regalos de la hora que ha pasado. Y deja que Su Voz te diga lo que Él quiere que hagas en esta hora que empieza.
Respuesta a la tentación.
Cada vez que sientas la tentación de desconocer el Hijo de Dios que eres, que necesitas perdonar y que estás perdiendo la paz, repite las ideas del día.
Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior. Les recomiendo leer la Introducción al QUINTO REPASO y realizar la lección de la mano de Jesús y el Espíritu Santo tal como se les propone. Y sin olvidarse de reír, pues la Voluntad de Dios para nosotros es perfecta felicidad.
Muchas, muchísimas, bendiciones.
Jorge Luis Álvarez Castañeda
Les recomiendo leer la introducción al Quinto repaso y realizar las prácticas como se les propone. Como siempre de la mano de Jesús y el Espíritu Santo y sin olvidarnos de reír pues la Voluntad de Dios para nosotros es que siempre seamos felices.
LECCIÓN 178
Comentada por:
Oscar Gómez Díez
PENSAMIENTO CENTRAL:
Recordemos que tenemos un pensamiento central a lo largo de los 10 días de repaso:
"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo."
Utilizaremos este pensamiento central antes y después de cada una de las 2 lecciones de repaso, como si las estuviéramos envolviendo en esta idea central, con el propósito de "mantenerlo firme en la mente y claro en nuestra memoria a lo largo del día."
La intensidad que se nos pide para la práctica es cada vez mayor: "con ese pensamiento nos vamos a dormir para despertar con esas mismas palabras de nuevo en nuestros labios, y darle así la bienvenida al nuevo día."
Recordaremos y repetiremos este pensamiento a lo largo del día, lo utilizaremos como como si se tratara de un mantra, o como si estuviéramos practicando un rosario.
ORACIÓN PARA PEDIR GUÍA EN NUESTRAS PRÁCTICAS:
Para ello haremos diariamente a lo largo de este repaso la siguiente oración en la que pedimos guía y fortaleza a Dios:
"Padre nuestro, afianza nuestros pasos. Aplaca nuestras dudas, aquieta nuestras santas mentes, y háblanos. No tenemos nada que decirte, pues sólo deseamos escuchar Tu Palabra y hacerla nuestra. Guía nuestras prácticas tal como un padre guía a su hijo pequeño por un camino que éste desconoce, pero que aun así, el hijo lo sigue, seguro de que está a salvo porque su padre le muestra el camino."
"De este modo es como llevamos nuestras prácticas hasta Ti. Si tropezamos, Tú nos levantarás. Si se nos olvida el camino, sabemos que Tú siempre lo recordarás. Y si nos extraviamos, Tú no te olvidarás de llamarnos. Aligera nuestros pasos ahora de modo que podamos caminar con mayor certeza y mayor rapidez hasta Ti. Y aceptamos la Palabra que Tú nos ofreces para unificar nuestras prácticas, a medida que repasamos los pensamientos que Tú nos has dado."
Amén.
PRÁCTICA:
Aquiétate durante 5 minutos como mínimo, o hasta 15 o 30 minutos, de acuerdo a tu disposición, en dos ocasiones en el transcurso del día, preferiblemente una en la mañana y la otra en la noche. Respira lenta y profundamente y mientras te vas relajando con la respiración, ve introduciendo en tu consciencia las siguientes palabras:
"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo."
1. (165) "Que mi mente no niegue el Pensamiento de Dios."
"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo."
2. (166) "Se me han confiado los dones de Dios."
"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo."
Y en la medida que te relajas, y en profundo silencio interior, con mucha fe y convicción reconoces el Amor de Dios y que tú también lo eres por ser Su Hijo bien amado, así que pídele al Espíritu Santo que te ayude a experimentar el amor que eres, y te lleve a contemplar a Dios, y en medio de la quietud y el silencio déjate ir, poderosos compañeros te guiarán.
PRÁCTICAS CORTAS Y FRECUENTES:
Nos sentaremos un par de minutos cada hora, en silencio a reiterar nuestro único propósito de recordar y aceptar a Dios, reconociendo que Su Amor es también el nuestro, solo debemos aceptarlo, y permitirnos experimentarlo, y en silencio y quietud nos decimos:
"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo."
1. (165) "Que mi mente no niegue el Pensamiento de Dios."
"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo."
2. (166) "Se me han confiado los dones de Dios."
"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo."
La separación fue el resultado de una negación del amor, que dio como resultado a este mundo de opuestos y conflictos. Hicimos de este mundo nuestro propio infierno. La salvación será el resultado de otra negación. La negación del ego, de la separación, del miedo, de la culpa y de todo juicio y condena.
Desde el momento que dejemos de negar a Dios, empezaremos a negar al ego, y afirmar el amor y la paz como nuestro único propósito. Cuando reconocemos y aceptamos a Dios, también aceptamos Sus dones, nos convertimos en depositarios de Su confianza y Amor, y los compartiremos con nuestros hermanos. Cuando damos lo que hemos recibido, restablecemos la unidad e iniciamos el camino de regreso a casa, a la Fuente de todo Amor y toda Dicha.
Texto
CELEBRANDO EL MILAGRO
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BENDICIONES!