Lea la Introducción al Sexto Repaso de Un Curso de Milagros aquí
LECCIÓN 204
No soy un cuerpo. Soy libre.
Pues aún soy tal como Dios me creó.
1. (184) El Nombre de Dios es mi herencia.
2El Nombre de Dios me recuerda que yo soy Su Hijo; que no soy esclavo del tiempo; que no estoy sujeto a las leyes que gobiernan el mundo de las ilusiones enfermizas, y que soy libre en Dios y eternamente uno con Él.
³No soy un cuerpo. ⁴Soy libre.
⁵Pues aún soy tal como Dios me creó.
AUDIOS de la Lección 204
de CELEBRANDO EL MILAGRO
Lectura de la Lección 204
A través de Blanca Nivia Morales Contreras.
Ocurrir de la Lección 204
a través de Martin Musarra
Lección 204
comentada por
Jorge Luis Álvarez Castañeda
Comentada por:
Jorge Luis Álvarez Castañeda
*¡Que la paz sea con nosotros hoy!*
*No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó*.
1. (184) El Nombre de Dios es mi herencia.
_El Nombre de Dios me recuerda que yo soy Su Hijo; que no soy esclavo del tiempo; que no estoy sujeto a las leyes que gobiernan el mundo de las ilusiones enfermizas y que soy libre en Dios y eternamente uno con Él_.
*No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó*.
_El Nombre de Dios es mi herencia_.
Jesús nos dice en la lección 184 que:
_“la Creación tiene un solo Nombre, un solo Significado y una sola Fuente la Cual une a todas las cosas dentro de Sí Misma”_. L-184.11: 2
Todo lo anterior se resume en una sola palabra: Dios. El Nombre de Dios hace relación a mi Identidad como Hijo de Dios, como el Cristo, como el Ser que soy, no al personaje que he fabricado con el ego: al ser con minúscula. Como Hijo de Dios lo tengo todo: tengo todos los atributos de Dios que son eternos y, por lo tanto, no están afectados por las leyes egoicas del tiempo. Esa es mi herencia. No vivo en función ni del pasado ni del futuro.
No estoy atado a un cuerpo que me limita ni a las leyes del ego que me atan a las ilusiones y a la separación y me generan sufrimiento. Podemos elegir, en cualquier momento, recordar nuestra herencia con la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús mediante la utilización del perdón y la aceptación de la Expiación para nosotros mismos.
*Proceso de práctica de la lección*.
1. _Tiempo de quietud por la mañana y por noche_.
Tiempo mínimo 15 minutos. Ideal 30 minutos o más. Trata de dedicarle todo el tiempo que puedas y un poco más.
Repite y reflexiona estos pensamientos de Jesús:
*No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó*.
El Nombre de Dios es mi herencia.
_El Nombre de Dios me recuerda que yo soy Su Hijo; que no soy esclavo del tiempo; que no estoy sujeto a las leyes que gobiernan el mundo de las ilusiones enfermizas y que soy libre en Dios y eternamente uno con Él_.
*No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó*.
Cierra los ojos. Aquieta la mente. Nos olvidamos del miedo del ego y recordamos el amor que somos como Hijos de Dios.
En tu meditación intenta entrar en contacto con esa parte de tu mente donde hay paz y amor, tranquilidad, alegría. Es tu mente recta, donde está Cristo, tu Ser. Mantén la mente quieta, sin palabras, y te olvidas de todo lo que habías creído saber y entender, sólo con la sensación y certeza de que estás con Dios
No engancharse en pensamientos distractores. Pide la guía del Espíritu Santo y de Jesús. Si llega algún pensamiento distractor le ordenas a tu mente que no le preste atención y dices:
_No quiero este pensamiento. El que quiero es: El Nombre de Dios es mi herencia_.
Espera a Dios. Él llegará y te dará un mensaje de amor y de paz.
La idea de hoy es:
_El Nombre de Dios es mi herencia_.
2. _Recordatorios cada hora_.
Repite:
*No soy un cuerpo. Soy libre pues aún soy tal como Dios me creó*.
_El Nombre de Dios es mi herencia_.
Recuerda que mientras lo haces Cristo permanece a tu lado dándote fortaleza.
Luego, siente la quietud y silencio y espera a Dios. Dale gracias por los regalos de la hora que ha pasado. Y deja que Su Voz te diga lo que Él quiere que hagas en esta hora que empieza.
3. _Respuesta a la tentación_.
No dejar ningún pensamiento trivial sin cuestionarlo. Si llega alguno le aseguras a tu mente que eso no es lo que quieres.
Le dices:
_No quiero este pensamiento. El que quiero es: El Nombre de Dios es mi herencia_.
Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior. Les propongo leer la introducción al SEXTO REPASO. De igual manera, realizar las prácticas como se les propone en la introducción, siempre de la mano de Jesús y el Espíritu Santo. Y sin olvidarse de reír porque la Voluntad de Dios para nosotros es que tengamos perfecta felicidad.
Muchas, muchísimas, bendiciones.
Jorge Luis Álvarez Castañeda
“Pedir ayuda nos recuerda que realmente existe otra Voz en nuestras mentes, otro Maestro Cuyas lecciones de perdón nos quitan las cadenas que nos atan a las crueles leyes de enfermedad y muerte del mundo. Ahora somos libres para recordar que nuestro Nombre es de Dios “, y en Su certeza, descansamos en paz.” (T-31.VIII.9: 5).”
~ Del libro “Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM” por el Dr. Kenneth Wapnick.
Lección 204 comentada por Ken Wapnick
( Lección 204 – Repaso VI )
(1) (184) «El Nombre de Dios es mi herencia.»
“Pedir ayuda nos recuerda que realmente existe otra Voz en nuestras mentes, otro Maestro Cuyas lecciones de perdón nos quitan las cadenas que nos atan a las crueles leyes de enfermedad y muerte del mundo. Ahora somos libres para recordar que nuestro Nombre es de Dios “, y en Su certeza, descansamos en paz.” (T-31.VIII.9: 5).”
~ Del libro “Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM” por el Dr. Kenneth Wapnick.
LECCIÓN 204
Comentada por:
Oscar Gómez Díez
*"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."*
(184) *"El Nombre de Dios es mi herencia."*
Esta lección le da continuidad a la de ayer. Si la lección anterior estaba centrada en invocar el nombre de Dios, en esta nos plantea que el nombre de Dios es nuestra herencia. Que es lo mismo que decir que el Amor de Dios y todos sus demás atributos son nuestra herencia. No es el tipo de herencia que estamos acostumbrados en este mundo, que accedemos a ella después de la muerte de nuestros padres, y lo que recibimos son objetos o propiedades, si nuestros padres lograron hacer alguna acumulación económica. En resumen la herencia que recibimos en este mundo son ilusiones. La ilusión tras la muerte, en este caso de nuestros padres biológicos o adoptivos, y la ilusión de bienes materiales, que consideramos escasos, limitados, sujetos al cambio y la degradación del tiempo, una de las mayores ilusiones junto con la muerte.
*"El Nombre de Dios es mi herencia."* es otro tipo de herencia, totalmente opuesta a las que conocemos en este mundo.
En primer lugar, no tenemos que esperar la “muerte” de Dios, para disfrutar Su herencia. Pues la muerte es desconocida en el Cielo. Los regalos de Dios no están condicionados por el tiempo, son regalos que se dan eternamente, siempre los hemos tenido, nunca se nos han quitado, y gozamos por siempre de ellos.
En segundo lugar, la herencia que Dios nos da no son objetos materiales, que se degradan con el tiempo, no son regalos especiales resultado de relaciones especiales. Los regalos de Dios son tan eternos como Él mismo. Dios nos lo da todo, y disponemos de todo, el Cielo es un estado de abundancia ilimitada, por lo que nos hay pensamientos de carencia, ni luchas ni envidias por objetos que creemos que nos puedan faltar o carecer.
En tercer lugar, los regalos que Dios nos da tienen los mismos atributos que Él tiene, como el Amor, la paz, la dicha, la plenitud, la abundancia, la impecabilidad, la invulnerabilidad, la eternidad, la benevolencia, la generosidad de un dar que no tiene límites, entre otros. Ello es así porque fuimos creados a Su semejanza, como una extensión de Su Amor. Esa es nuestra herencia, siempre la hemos tenido, solo que la negamos y la olvidamos, pero ahora nos disponemos a recordar, reconocer y aceptar nuestra herencia eterna. Para ello perdonaremos todo pensamiento que nos impida disfrutar nuestra herencia.
De ahí que podamos afirmar que *"El Nombre de Dios me recuerda que yo soy Su Hijo; que no soy esclavo del tiempo; que no estoy sujeto a las leyes que gobiernan el mundo de las ilusiones enfermizas, y que soy libre en Dios y eternamente uno con Él."* (L-204.1:2)
*PRÁCTICA DIARIA:*
*"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."*
(184) *"El Nombre de Dios es mi herencia."*
*"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."*
Con estas ideas nos levantaremos, pasaremos todo el día y nos acostaremos pensando en ellas y nos levantaremos nuevamente.
Con estas ideas meditaremos en la mañana y en la noche, mínimo 15 minutos, y haremos una pausa cada hora para recordarlas en quietud y silencio y hacerlas nuestras, para igualmente repetirlas entre horas lo más que podamos.
*RESPUESTA A LA TENTACION:*
A lo largo del día, *"Cuando la tentación te asedie, apresúrate a proclamar que ya no eres su presa, diciendo:"*
*"No quiero este pensamiento. El que quiero es ________ ."*
En el caso de hoy es:
(184) *"El Nombre de Dios es mi herencia."*
*"Y entonces repite la idea del día y deja que ocupe el lugar de lo que habías pensado."*
Si somos tal como Dios nos creó, una mente libre e ilimitada, eternamente amorosa, y contamos con una herencia de Amor y plenitud que Dios nos ha otorgado, ¿Qué estamos esperando para ir tras nuestra herencia? Decidámonos hoy perdonar todo pensamiento no amoroso que obstaculice el pleno goce de nuestra herencia de Amor, paz y felicidad.
TEXTO Cap 20
T.20.IV
CELEBRANDO EL MILAGRO
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