Lea la Introducción al Sexto Repaso de Un Curso de Milagros aquí
LECCIÓN 210
No soy un cuerpo. Soy libre.
Pues aún soy tal como Dios me creó.
1. (190) Elijo el Júbilo de Dios en lugar del dolor.
²El dolor es mi propia invención. ³No es un Pensamiento de Dios, sino uno que pensé aparte de Él y de Su Voluntad. ⁴Lo que Su Voluntad dispone para Su Hijo bienamado es dicha y sólo dicha. ⁵Y eso es lo que elijo en lugar de lo que yo inventé.
⁶No soy un cuerpo. ⁷Soy libre.
⁸Pues aún soy tal como Dios me creó.
AUDIOS de la Lección 210
de CELEBRANDO EL MILAGRO
Lectura de la Lección 210
A través de Blanca Nivia Morales Contreras.
Ocurrir de la Lección 210
a través de Martin Musarra
Lección 210
comentada por
Jorge Luis Álvarez Castañeda
LECCIÓN 210
Comentada por:
Jorge Luis Álvarez Castañeda
¡Que la paz sea con nosotros hoy!
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
(190) Elijo el Júbilo de Dios en lugar del dolor.
El dolor es mi propia invención. No es un Pensamiento de Dios, sino uno que pensé aparte de Él y de Su Voluntad. Lo que Su Voluntad dispone para Su Hijo bienamado es dicha y sólo dicha. Y eso es lo que elijo en lugar de lo que yo inventé.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
Elijo el júbilo de Dios en lugar del dolor.
Este pensamiento es un desarrollo del pensamiento de la lección anterior, es su aplicación práctica. Ayer, Jesús, nos decía Siento el Amor de Dios dentro de mí ahora. Hoy, nos dice que puedo elegir sentir ese Amor o decidirme por elegir el dolor que no es la Voluntad de Dios sino mi propia invención. Recordemos la lección 101 La Voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad. No puede ser para menos. Es lo que todo padre amoroso quiere para su hijo. Por lo tanto, el dolor no puede ser Su Voluntad.
Y entonces ¿de dónde viene el dolor? Jesús, nos responde:
es mi propia invención.
Queremos que las cosas o las personas sean como queremos o respondan como queremos. Si no es así vendrá la ira que puede convertirse en ataque, bien sea físico o con nuestros pensamientos, que pueden llevar a juicios descalificatorios que afectan la paz mental. Y, en lugar de hacer lo que nos ha enseñado Jesús, que es pedir ayuda al Espíritu Santo y aquietarnos, le damos rienda suelta a situaciones que nos pueden causar dolor y culpa.
Inventamos el dolor cuando no somos capaces de soltar las situaciones del pasado que nos causan malestar. Esto no es sino el revivir, una y otra vez, la ancestral creencia en la separación de Dios. Creemos que hemos cometido una falta inmensa, eso nos produce una culpa inmensa lo cual nos lleva a tener un miedo, también, inmenso porque no sabemos cuándo Dios nos va a castigar por ello. Todo esto está muy guardado inconscientemente y es la causa de todo el sufrimiento que nos acompaña. Por fortuna, contamos con este Curso donde, Jesús, que conoce a profundidad la psicología del ego, nos asegura que no somos culpables de nada, que nunca nos hemos separado de Dios, que Dios no nos va a castigar por creer en este sueño de sufrimiento y de dolor. Por el contrario, nos va a ayudar a salir del sueño y, por eso, nos dio al Espíritu Santo en el momento en que creímos separarnos de Dios. No se justifica que nos hagamos daño a nosotros mismos.
Tenemos que convencernos de que cualquier situación que nos cause dolor no es de Dios, sino del ego. Si eso sucede, hacemos lo que nos dice Jesús: nos aquietamos y pedimos ayuda al Espíritu Santo. No hacemos juicios. Esperamos. Y confiamos, convencidos plenamente, de que la ayuda siempre vendrá. Dios nos ha dado Su Palabra de que así será. No somos culpables de nada pero si responsables de elegir el Júbilo de Dios en lugar del dolor.
Proceso de práctica de la lección
1. Tiempo de quietud por la mañana y por noche.
Tiempo mínimo 15 minutos. Ideal 30 minutos o más. Trata de dedicarle todo el tiempo que puedas y un poco más.
Repite:
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
Elijo el Júbilo de Dios en lugar del dolor.
El dolor es mi propia invención. No es un Pensamiento de Dios, sino uno que pensé aparte de Él y de Su Voluntad. Lo que Su Voluntad dispone para Su Hijo bienamado es dicha y sólo dicha. Y eso es lo que elijo en lugar de lo que yo inventé.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
Cierra los ojos. Aquieta la mente. Nos olvidamos del miedo del ego y recordamos el amor que somos como Hijos de Dios.
En tu meditación intenta entrar en contacto con esa parte de tu mente donde hay paz y amor, tranquilidad, alegría. Es tu mente recta, donde está Cristo, tu Ser. Mantén la mente quieta, sin palabras, y te olvidas de todo lo que habías creído saber y entender, y te quedas sólo con la sensación y certeza de que estás con Dios.
No engancharse en pensamientos distractores. Pide la guía del Espíritu Santo. Si llega algún pensamiento distractor le ordenas a tu mente que no le preste atención y dices:
No quiero este pensamiento. El que quiero es: Elijo el júbilo de Dios en lugar del dolor.
Espera a Dios. Él llegará y te dará un mensaje de amor y de paz.
La idea de hoy es:
Elijo el júbilo de Dios en lugar del dolor.
2. Recordatorios cada hora.
Repite:
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
Elijo el Júbilo de Dios en lugar del dolor.
Recuerda que mientras lo haces Cristo permanece a tu lado dándote fortaleza.
Luego, siente la quietud y silencio y espera a Dios. Dale gracias por los regalos de la hora que ha pasado. Y deja que Su Voz te diga lo que Él quiere que hagas en esta hora que empieza.
3. Respuesta a la tentación.
No dejar ningún pensamiento trivial sin cuestionarlo. Si llega alguno le aseguras a tu mente que eso no es lo que quieres. Le dices:
No quiero este pensamiento. El que quiero es: Elijo el Júbilo de Dios en lugar del dolor.
Les deseo muchas experiencias que contribuyan a su paz interior. Les propongo leer la introducción al SEXTO REPASO. De igual manera, realizar las prácticas como se les propone en esta introducción, siempre de la mano de Jesús y el Espíritu Santo. Y sin olvidarse de reír porque la Voluntad de Dios, para nosotros, es que tengamos perfecta felicidad.
Muchas, muchísimas, bendiciones.
Jorge Luis Álvarez Castañeda
LECCIÓN 210
Kenneth Wapnick
(190) Elijo el Júbilo de Dios en lugar del dolor.
El dolor es mi propia invención. No es un Pensamiento de Dios, sino uno que pensé aparte de Él y de Su Voluntad. Lo que Su Voluntad dispone para Su Hijo bienamado es dicha y sólo dicha. Y eso es lo que elijo en lugar de lo que yo inventé..
Hemos discutido repetidamente cómo el dolor es una elección; un pensamiento que viene de la mente, no del mundo. Una vez más, Jesús nos apela a que escojamos la alegría de Dios en lugar del dolor, a que nos veamos como extensiones de la Voluntad de Dios en lugar de proyecciones de la culpabilidad del ego. Cuando finalmente se toma la decisión correcta, todo el dolor desaparece.
LECCIÓN 210
Comentada por:
Oscar Gómez Díez
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
1. (190) "Elijo el júbilo de Dios en lugar del dolor."
En el estado del Cielo el dolor no existe, pues es un estado de plenitud, de perfecta paz y felicidad, por lo tanto, el dolor no es una creación de Dios, no es real, es una invención del ego.
"El dolor es mi propia invención. No es un pensamiento de Dios, sino uno que yo pensé aparte de Él y de Su Voluntad. Su Voluntad para Su Hijo bien amado es dicha y sólo dicha. Y eso es lo que elijo en lugar de lo que yo inventé." (L- 210)
Cuando elegí separarme de Dios, negué su Amor y sus atributos, e inventé un mundo falso donde experimento la culpa por mi decisión equivocada. El dolor no es más que una proyección de mi mente sobre un mundo que no existe, para culparlo de la supuesta desgracia que creo experimentar en mi mente. La causa de mi dolor está en mi mente, y es en mi mente, donde debo sanar el dolor que creo sentir. Eso solo lo logro a través del perdón que deshace toda ilusión y restablece la verdad de lo que soy. Cuando reconozco que soy el perfecto Hijo de Dios, acepto que "Su Voluntad para Su Hijo bien amado es dicha y sólo dicha." (L - 210) en ese momento puedo tomar mi decisión a favor de la verdad y el amor y proclamar que "Elijo el júbilo de Dios en lugar del dolor." La felicidad es una elección, pues la felicidad es un atributo del Amor. No puede haber felicidad sin Amor, así que cuando elijo el Amor también estoy eligiendo a la felicidad. La elección está en nuestras manos, siempre lo ha estado, elige el amor y acertaras, elige el amor y serás feliz, elige el amor y todo sufrimiento desaparece, pues el Amor y el sufrimiento nunca han coexistido, donde el Amor hace presencia el dolor desaparece, el Amor siempre va acompañado de la paz y de la felicidad, son sus eternas compañeras, no las pierda de vista, pues te perderás a ti mismo.
ENTREGARNOS AL ESPÍRITU SANTO:
Jesús nos pide que durante este repaso y de manera permanente mientras estemos en este mundo nos entreguemos completamente bajo la orientación y la amorosa guía del Espíritu Santo, y le dedicamos "estos momentos de quietud al Maestro que nos enseña en silencio, nos habla de paz e imparte a nuestros pensamientos todo el significado que jamás puedan tener." (L-r. VI.6:6)
Jesús nos reitera que nos pone en las manos del Espíritu Santo "Te pongo en Sus manos, y dejo que Él te enseñe qué hacer, qué decir y qué pensar cada vez que recurres a Él." (L-r. VI.7:2)
"Él estará a tu disposición siempre que acudas a Él en busca de ayuda." (L-r. VI.7:3)
Permitamos que el Espíritu Santo "nos enseñe cómo proceder y confiando plenamente en Él para que nos indique la forma en que cada sesión de práctica puede convertirse en un amoroso regalo de libertad para el mundo." (L-r. VI.7:4)
PRÁCTICA DIARIA:
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
(190) "Elijo el júbilo de Dios en lugar del dolor."
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
Con estas ideas nos levantaremos por la mañana, pasaremos todo el día y nos acostaremos pensando en ellas y nos levantaremos nuevamente.
Con estas ideas meditaremos en la mañana y en la noche, mínimo 15 minutos, y haremos una pausa cada hora para recordarlas en quietud y silencio y hacerlas nuestras, para igualmente repetirlas entre horas lo más que podamos.
RESPUESTA A LA TENTACION:
A lo largo del día, "Cuando la tentación te asedie, apresúrate a proclamar que ya no eres su presa, diciendo:"
"No quiero este pensamiento. El que quiero es ________ ."
(L– r VI. 6:1-2)
En el caso de hoy el pensamiento que quiero es:
(190) "Elijo el júbilo de Dios en lugar del dolor."
"Y entonces repite la idea del día y deja que ocupe el lugar de lo que habías pensado." (L-r VI.6:4)
No olvides dejar pasar ni un solo pensamiento vano en tu mente sin confrontarlo, sin perdonarlo, ya sea de ira, ataque, carencia, tristeza, culpa, miedo o cualquier otro pensamiento no amoroso que niegue tu realidad inmortal. La salvación depende que no dejes ni una sola mancha de oscuridad en tu mente, para que la luz de tu Amor ilumine al mundo y a todas las mentes que Dios creó una contigo.
TEXTO Cap 21 introducción
CELEBRANDO EL MILAGRO
CELEBRA LA CORRECCIÓN QUE OCURRE AHORA
BENDICIONES!