Lea aquí la Introducción al 4to Repaso
LECCIÓN 142
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(123) Gracias, Padre, por los dones que me has concedido.
(124) Que no me olvide de que soy uno con Dios.
LECCIÓN 142
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(123) Gracias, Padre, por los dones que me has concedido.
(124) Que no me olvide de que soy uno con Dios.
Comentada por:
Jorge Luis Álvarez Castañeda
¡Que la paz sea con nosotros hoy!
Jesús, nos da las pautas para hacer las prácticas de este Cuarto repaso. En dos ocasiones de cinco minutos al comenzar y terminar el día nos dice Jesús:
”Comienza cada día dedicando cierto tiempo a preparar tu mente para que aprenda la libertad y la paz que cada idea que repases ese día puede ofrecerte.”
La libertad y la paz nos van a guiar en estas prácticas. ¿Y de qué libertad y paz se trata? De la libertad y la paz que sentimos cuando nos sentimos unidos a Dios, seguros y protegidos por Dios, confiados en Dios, sabedores de Su Amor, sabedores de que contamos con su fortaleza, con su luz, con su verdad, con su inagotable paciencia, con Su Palabra de que hemos sido salvados…Todo esto y más encierra el pensamiento central de la lección _”Mi mente sólo alberga lo que pienso con Dios”_. Este pensamiento nos cuesta aceptarlo porque no queremos perdonar y nos cuesta soltar el rencor y los resentimientos. Pero contamos con la guía del Espíritu Santo que, si se los pedimos, nos ayudarán a perdonar.
A este pensamiento nos propone, Jesús, que le dediquemos cinco minutos, que sólo pensemos en este pensamiento y sintamos las bondades que se derivan de él. Sintamos la libertad y la paz que se derivan de sentirnos unidos a Dios y _”para poner Su Mente a cargo de todos los pensamientos que has de recibir en ese Día”_.
Estemos decididos a tener sólo los Pensamientos de Dios. Ante cualquier situación que nos haga perder la paz podríamos preguntarnos: “Qué pensaría Dios en esta situación? Eso nos podría ayudar a retornar a la senda del perdón.
Después de este período de preparación de nuestra mente que, Jesús, nos propone sea de cinco minutos, nos dice que cerremos los ojos, repitamos las ideas lentamente y pensemos en las dos ideas del repaso que se presentan sin comentarios. Pídele ayuda al Espíritu Santo para que sea Él que te explique los pensamientos:
”Deja que cada palabra refulja con el significado que Dios le ha dado, tal como se te ha dado a ti a través de Su Voz. Deja que cada idea que repases ese día te conceda el regalo que Él ha depositado en ella para que tú lo recibas de parte de Él.”
También, Jesús, nos propone hacer repasos, cuando marque la hora, en los cuales repitamos lentamente las dos ideas del día y nos demos un tiempo de recogimiento y de paz sin ninguna premura
”con tiempo suficiente para que puedas ver los regalos que encierran para ti.”
Y, Jesús, nos dice finalmente:
”Dios te da las gracias a ti que practicas de esta manera el cumplimiento de Su Palabra.”
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(125) En la quietud recibo hoy la Palabra de Dios.
(126) Todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy
Somos parte de la Mente de Dios. Fuimos creados como una Extensión de su Pensamiento amoroso que es el que mora en nuestra mente recta. Además, del tema central Mi mente alberga sólo lo que piensa con Dios, Jesús, nos propone que reflexionemos sobre la paz y la libertad en los pensamientos de repaso de hoy.
Jesús, nos pide que reflexionemos y actuemos teniendo en cuenta que En la quietud recibo la hoy la Palabra de dios.
Nos dice en la lección 125:
_”No podrá haber paz hasta que Su Palabra sea oída por todos los rincones del mundo, y tu mente, escuchando en quietud, acepte el mensaje que el mundo tiene que oír para que pueda dar comienzo, la serena hora de la paz”_. L-125. 1:5
Jesús, nos dice que aquietemos nuestra mente, vale decir, que paremos los juicios que nos atan al pasado y a los resentimientos y pensamientos de ataque. Esto lo hacemos mediante el perdón con la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús, y, de esta manera, adquirimos la libertad para disfrutar de la Palabra de Dios.
Ese es el llamado que nos hace Jesús en la lección 125:
_”Escucha hoy a tu Ser en silencio, y deja que te diga que Dios nunca ha abandonado a Su Hijo y que tú nunca has abandonado a tu Ser”_. L-125. 8:4
Piensen en la libertad y la paz que les produce el escuchar la Palabra de Dios.
El otro pensamiento que se va a repasar es: Todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy. En el mundo del ego se cree que la suerte de mi hermano no tiene que ver conmigo y la de él, conmigo. Nos creemos completamente separados. Se practica el perdón – para – destruir: perdono a un hermano que no se lo merece debido a mi generosidad y yo me coloco por encima de mi hermano. Jesús, nos dice que este tipo de perdón _”tal como lo percibes no te puede brindar paz”_.
Nos da su alternativa en la lección 126:
_”el verdadero perdón, que es el medio por el que se alcanza la salvación, no puede sino sanar a la mente que da, pues dar es recibir. Lo que no se ha recibido, no se ha dado, pero lo que se ha dado tiene que haberse recibido”_. L-126. 7: 5-6
Lo que tenemos que hacer es confiar en el Espíritu Santo y hacer lo que Jesús nos propone en la lección 126:
_”Estáte dispuesto a dejarte enseñar”_.
Lo que damos es lo que recibimos. Podemos elegir la paz y la libertad que nos da el perdón. A todo momento lo podemos hacer. Es nuestra decisión hacerlo: este es el secreto de la salvación. Si lo hacemos podemos alcanzar la paz y la libertad que nos propone Jesús que consigamos con estos repasos. Estamos en paz porque nuestras mentes no están encarceladas en los resentimientos y pensamientos no amorosos. Y al hacerlo haremos realidad la idea de Jesús: Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios_.
Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior. Les recomiendo leer la introducción al Cuarto repaso y hacer la lección como se les propone de la mano de Jesús y el Espíritu Santo. Y sin olvidarse de reír porque la Voluntad de Dios para nosotros es que seamos felices.
Muchas, muchísimas, bendiciones.
Jorge Luis Álvarez Castañeda
LECCIÓN 142
CUARTO REPASO
Introducción
Comentada por:
Oscar Gómez Díez
Ayer en la primera lección de este repaso explicamos la metodología y el propósito de esta sección del cuarto repaso, y como debe ser la dinámica para hacer la práctica de las lecciones.
Hoy continuaremos con los ejercicios de la lección 142, y haremos un breve comentario a la introducción del repaso relacionado con la idea central que nos acompañará durante estos 10 días:
"Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."
Esta es una idea muy poderosa a tal punto que Jesús consideró que la trabajáramos durante los 10 días del repaso, acompañando las 2 lecciones que cada día estamos repasando.
"Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios." Podemos afirmar sin ninguna duda que es una idea desde el nivel más metafísico del Curso: "Esto es un hecho, y representa la verdad de lo que eres y de lo que tu Padre es." en otras palabras, la mente del Hijo está unida a la del Padre. Por lo tanto, el Hijo comparte los mismos atributos del Padre: amor, paz, dicha, conocimiento, plenitud, impecabilidad, eternidad, invulnerabilidad, etc.
"Éste fue el pensamiento mediante el cual el Padre creó a Su Hijo, estableciéndolo así como co-creador con Él." somos un pensamiento en la Mente de Dios, y al ser una extensión de Su Amor, nos dotó de Su mismo poder creativo, el Hijo puede crear igual que el Padre, excepto crearlo a Él.
"Éste es el pensamiento que garantiza plenamente la salvación del Hijo." en este mundo donde nos creemos separados de Dios, el pensamiento de que somos una sola Mente con nuestro Padre, y que compartimos los mismos pensamiento de paz y amor, son los que nos ayudarán a despertar del sueño de separación al recordar quien realmente somos.
"Pues en su mente no puede haber otros pensamientos, salvo los que su Padre comparte con él." mis únicos pensamientos reales son los que comparto con Dios, todo lo demás no es real, no existe.
"La falta de perdón es lo que impide que este pensamiento llegue a su conciencia. No obstante, es verdad eternamente." nuestra verdadera identidad como perfectos Hijos de Dios, ha sido ocultada por los pensamientos de culpa y miedo del ego. La falta de perdón, es lo que me impide ver quien realmente soy. El perdón entonces descorre el velo de la ilusión y me enseña mi verdadera identidad.
El propósito del ego "es mostrarte otra cosa y demorar la corrección mediante autoengaños diseñados para que ocupen su lugar." sin embargo, nuestra mente alberga lo que pensamos con Dios, los auto engaños del ego no pueden sustituir la verdad.
"de la misma manera en que un niño que arroja un palo al mar no puede cambiar el ir y venir de las olas, evitar que el sol caliente las aguas o impedir que el plateado reflejo de la luna se vea por la noche en ellas." el ego, por mucho que lo sueñe o desee no puede cambiar la verdad de lo que somos, pues lo que Dios crea es inmutable, nada lo puede cambiar, de ahí que la verdad es sólo verdad y nada mas lo es.
Con la idea de que "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios." recuerdo quien en verdad soy, acepto mi naturaleza, excluyo de mi mente todo pensamiento no amoroso y entro en comunión con Dios. En la medida que la practiquemos con la debida intensidad no sólo nos identificaremos con la idea sino que nos convertimos en dicha idea.
PRÁCTICA:
De la lección 142
Aquiétate durante 5 minutos, en dos ocasiones en el transcurso del día, preferiblemente una en la mañana y la otra en la noche. Respira lenta y profundamente y mientras te vas relajando con la respiración, ve introduciendo en tu consciencia las siguientes palabras:
”Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.”
Después de unos minutos en que introduces esta frase, en la que afirmas la indisoluble unidad de tu mente con la de Dios, en la que excluyes de tu mente cualquier pensamiento contrario al amor, procedes a incluir las dos ideas de repaso, así:
(123) "Gracias Padre por los regalos que me has concedido."
(124) "Que no me olvide de que soy uno con Dios."
Repite estas dos ideas ”sin ninguna sensación de premura, con tiempo suficiente para que puedas ver los regalos que encierran para ti, y deja que se reciban allí donde se dispuso que fuesen recibidos."
Y en la medida que estas palabras se asientan en tu consciencia, te relajas y te dejas ir de la mano de la fuente de todo Amor y perdón, y "Deja que cada palabra refulja con el significado que Dios le ha dado, tal como se te ha dado a ti a través de Su Voz."
PRACTICAS CORTAS Y FRECUENTES:
Cada hora te aquietas durante un minuto y pasa un momento de recogimiento con el pensamiento que empezó el día, Cierra los ojos y las repites lentamente para tus adentros.
"Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."
(123) "Gracias Padre por los regalos que me has concedido."
(124) "Que no me olvide de que soy uno con Dios."
Terminaremos este día de práctica tal como lo empezamos, con una meditación de 5 minutos en la noche, ”repitiendo en primer lugar el pensamiento que hizo de ese día una ocasión especial de bendición y felicidad para nosotros, y que, mediante nuestra fe, sustituyó en el mundo la luz por la oscuridad, el gozo por los pesares, la paz por el sufrimiento y la santidad por el pecado."
Cuando decido que mi mente alberge solo lo que pienso con Dios, tengo que llegar a la conclusión, de que soy uno con Dios, que la separación ha concluido, la unidad se ha reestablecido, el. "hijo pródigo" ha regresado a casa, entonces doy gracias a mi Padre por todos los regalos que me ha concedido, en ese momento los ángeles entonan el himno celestial que jubilosamente nos dan la bienvenida, al restaurar la paz y el amor en nuestras santas mentes, el Amor se ha encontrado con el Amor, y se extenderá por siempre a través de la eternidad, ese es nuestro destino, esa es nuestra razón de Ser.
Bendiciones
TEXTO
CELEBRANDO EL MILAGRO
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BENDICIONES!