LECCIÓN 172 (Repaso 153-154)

LECCIÓN 172

 Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

 

1.    (153) En mi indefensión radica mi seguridad.

²Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

 

2.    (154)  Me cuento entre los ministros de Dios.

²Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.






AUDIOS de la Lección 172
de CELEBRANDO EL MILAGRO


Lectura de la introducción al 5to Repaso
A través de Blanca Nivia Morales Contreras.

Lectura de la Lección 172
A través de Blanca Nivia Morales Contreras.


Ocurrir de la Lección 172
a través de Martin Musarra


Lección 172
comentada por 
Jorge Luis Álvarez Castañeda































LECCIÓN 172

 

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

 

(153) En mi indefensión radica mi seguridad.

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

 

2. (154) Me cuento entre los ministros de Dios.

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

 

Comentada por:

Jorge Luis Álvarez Castañeda

 

¡Que la paz sea con nosotros hoy!

 

QUINTO REPASO


Damos comienzo al quinto repaso. Les recomiendo que lean la introducción al Quinto Repaso porque es muy hermoso y clarificador. En él, Jesús, nos habla en primera persona: ”Yo te acompaño en esta jornada…Caminamos juntos.”


En este repaso nos estamos preparando para la segunda parte del libro de ejercicios. Jesús, cree que esta vez estamos listos para poner más empeño en las prácticas y dedicarle más tiempo. Jesús, sabe que a veces no le dedicamos el tiempo suficiente porque las cosas relacionadas con nuestro personaje las creemos más importantes. Pero, ahora, lo que está en juego es adquirir la gracia para ayudar a nuestros hermanos y ayudarnos nosotros. 


Nos estamos preparando para un nuevo nivel de entendimiento. Tenemos que decidirnos a cambiar nuestros pensamientos, como nos ha enseñado Jesús, desde las primeras lecciones. Que sus prácticas nos den la experiencia para solucionar las situaciones de perdón pendientes, las preocupaciones, la culpa, los miedos, las relaciones especiales, etc. 


Jesús, nos pide que avancemos hacia ese nuevo entendimiento para seguir adelante con mayor certeza. La certeza que da el tener claro mi objetivo en este mundo: Dios. Al igual que mi función en este mundo: ser la luz del mundo, salvar el mundo, perdonar. Jesús, nos pide que tengamos mayor sinceridad, vale decir, que toquemos aquello que no queremos hacer, observarnos cuando no queremos avanzar y preguntarnos qué es lo que en realidad queremos.  Esto no podemos hacerlo solos. Necesitamos la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús. Si avanzamos así, tendremos mayor seguridad, pues se avanza hacia la confianza que da el tener la visión de Cristo que permite caminar sin temor: por lo tanto, no hay ataques y no hay defensas.  


Jesús, nos dice que nuestros pasos han sido inciertos y hemos tenido dudas. Dudas que se relacionan con el personaje que hemos fabricado siguiendo al ego. 


Jesús, nos llama a ir más de prisa pues nos estamos acercando a una mayor certeza. La certeza que da el reconocernos como Hijo de Dios, el ganar cada día mayor confianza con miras a que la meta de la paz, que me proporcionan las enseñanzas de Jesús, se haga realidad.


Jesús, nos aporta una oración para que nos ayude en este repaso:


”Padre nuestro, afianza nuestros pasos. Aplaca nuestras dudas, aquieta nuestras santas mentes y háblanos. No tenemos nada que decirte, pues sólo deseamos escuchar Tu Palabra y hacerla nuestra. Guía nuestras prácticas tal como un padre guía a su hijo pequeño por un camino que éste desconoce, pero que aun así él sigue, seguro de que está a salvo porque su padre le muestra el camino.

 

_De este modo es como llevamos nuestras prácticas hasta Ti. Si tropezamos, Tú nos levantarás. Si se nos olvida el camino, sabemos que siempre nos lo recordarás. Y si nos extraviamos, no te olvidarás de llamarnos de vuelta. Aligera nuestros pasos ahora de modo que podamos caminar con mayor certeza y mayor rapidez hasta llegar a Ti. Y aceptamos la Palabra que nos ofreces para unificar nuestras prácticas, a medida que repasamos los pensamientos que nos has dado”_.

 

Jesús, nos dice que le pidamos al Padre que aplaque nuestras dudas y aquiete nuestras santas mentes. Es decir, que tengamos menos juicios, menos resentimientos y pensamientos no amorosos. Para poder escucharlo cuando le pedimos que nos hable. Sólo deseemos escucharlo. Queremos escuchar Su Palabra y hacerla nuestra.

 

Le pedimos que guíe nuestras prácticas como un padre lo hace con su hijo. Necesitamos aceptar que no sabemos nada pero que hay Alguien a nuestro lado que, si sabe y está dispuesto a ayudarnos, si se lo pedimos. Necesitamos confiar que, si nos tropezamos, nos levantará.  Si nos extraviamos y olvidamos el camino, Él nos ayudará a no perder el rumbo. Le pedimos que aligere nuestros pasos al ayudarnos a quitarnos las culpas y miedos del pasado y el futuro. Y, en esa forma, tendremos mayor certeza al tener claro el propósito de lo que hagamos. Todo esto hará que más rápido lleguemos a nuestro objetivo central: Dios. Lo que implica la aceptación de la Palabra de Dios como lo que unificará nuestras prácticas.

 

El pensamiento central del repaso:

 

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo. 

 

Precede a los pensamientos a repasar que clarifican algún aspecto del Ser que expresa ese pensamiento central. Sólo este Ser conoce el Amor, nos dice Jesús. Siempre hemos tenido el recuerdo de Dios que está en este Ser. Los Pensamientos del Ser son perfectamente congruentes: lo que piensa, lo que dice, lo que hace, son lo mismo. El Ser conoce a Su creador: acepta que fue creado por Dios y no por el ego, como el ser con minúscula del ego. Se comprende a Sí Mismo al aceptar Su Identidad como Hijo de Dios. Goza de un conocimiento y amor perfectos al estar en el Cielo con Dios y disfruta de Su Amor y conocimiento perfectos. Y nunca abandona su estado de unión con Dios y con Su Padre, no tiene nada que ver con la separación.

 

Esto es lo que nos espera al final de la jornada, nos dice Jesús. Cada paso que damos nos acerca un poco más. Se requiere constancia, persistencia en seguir este camino. De esa manera se acortará el tiempo. Con cada paso que damos crece la confianza y mantendremos la mente abierta que permitirá ver a los testigos que antes no veíamos y que están para ayudarnos. Jesús, nos dice que con este repaso acortaré el tiempo de una manera inconmensurable. Jesús, nos llama a levantar nuestros corazones hacia la Vida que tenemos con Dios. Este curso cumple esa función de ayudarnos a regresar a casa.

 

Jesús nos dice:

 

_”Yo te acompaño en esta jornada. Pues por un tiempo compartiré contigo tus dudas y tus miedos, de manera que puedas recurrir a mí que conozco el camino por el que se supera toda duda y temor. Caminamos juntos, por consiguiente, es preciso que yo entienda lo que es la incertidumbre y el dolor, aun cuando sé que no tienen ningún significado”_.

 

Jesús, aparece hablándonos en forma personal. Se compromete con nosotros. Conoce el camino por el que se supera toda duda y temor. La salvación es una empresa de colaboración y él está con nosotros para ayudarnos. Pero nos habla de nuestra responsabilidad en este proceso:

 

_”Al Hijo de Dios se le seguirá crucificando hasta que te decidas a caminar por esta senda conmigo”_.

 

Jesús, nos dice que su resurrección se repite cada vez que ayuda a un hermano. Se siente renovado cuando un hermano aprende que hay otro camino que lo libera de la aflicción y el dolor. Y renace cada vez que un hermano se vuelve hacia la luz que hay en él y lo busca. Pero esto requiere la ayuda de cada uno para que, con Jesús y el Espíritu Santo, hagamos este repaso para sanar nuestra mente y de esa manera poder ayudarle a nuestros hermanos a hacer lo mismo. 

 

Jesús, nos dice que hagamos de este repaso un regalo que le hacemos. Lo único que Jesús requiere es que oigamos sus palabras y se las ofrezcamos al mundo. Nos dice que somos su voz, sus pies, sus manos, por medio de los cuales lleva la salvación. Nos pide que tomemos la mano del hermano y avancemos junto con él.

 

Nos dice que le recordamos al mundo que está libre de toda ilusión cada vez que decimos:

 

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

 

Con esto se empieza el repaso cada día y se concluye cada período de práctica. Y con este pensamiento nos vamos a dormir y despertaremos con él. Ponemos nuestra fe en las experiencias que se derivan de las prácticas. Cada práctica debe aportar nuevas experiencias. No hacerlo de forma mecánica, sino pensando en lo que se hace. La pregunta que deberíamos hacernos es ¿de qué me di cuenta con esta experiencia? ¿cómo me sentí? ¿hubo resistencia a hacerla? ¿hubo situaciones de perdón?

 

Jesús, nos dice que sólo en la experiencia radica la convicción. Nos llama a ir más allá de las palabras hasta llegar al significado que está más allá de su sonido. Este finalmente desaparecerá y así nos acercaremos a la Fuente del significado: Dios. Y, ahí, tendremos reposo.

 

Maravilloso panorama que nos plantea Jesús con este repaso. Bueno, pongamos todo nuestro empeño en realizarlo.

 

 

 


Comentario sobre la lección 172


Vale la pena que veamos que es el Amor con mayúscula. Recordemos que cuando Jesús utiliza las mayúsculas se está refiriendo a Dios, a Cristo o al Espíritu Santo. Amor o Conocimiento se refiere a la esencia de Dios y de la relación con Su creación, que es inmutable y eterna; está más allá de toda definición o enseñanza, y sólo puede experimentarse o conocerse una vez que las barreras de la culpa se han eliminado por medio del perdón. 


El amor con minúscula es aquel relacionado con las relaciones especiales y también lo utiliza Jesús como manifestaciones de la mente recta guiada por el Espíritu Santo. Las relaciones especiales se basan en la carencia: yo que me siento carente necesito a alguien que me complete y me dé lo que, supuestamente, no tengo. Necesito mi “media naranja” que me haga especial. Como se basan en la carencia, cuando, supuestamente, la pareja no me da lo que necesito, fácilmente la relación se puede volver conflictiva y se puede ir en busca de otra relación que, ahora sí, me satisfaga. 


Las relaciones de amor especial son una forma de darle salida a la culpa que cargamos bajo las formas agradables de la ilusión de amor para, así, no aparecer  tan conflictivas. Otra forma de las relaciones especiales son las relaciones de odio especial donde abiertamente proyectamos la culpa hacia alguien al que hacemos objetos de nuestros ataques y pensamientos de crueldad. Es el chivo expiatorio al que le proyectamos todas nuestras culpas. 


Las relaciones especiales no se justifican porque son un desconocimiento del Ser, del Hijo de Dios, del Cristo que soy que es abundante y, de ninguna manera, carente. Se nos ha dado todo, lo tenemos todo. Jesús, no quiere que dejemos nuestras relaciones de amor especial sino que las miremos con el Espíritu santo y las pongamos al servicio de la salvación.


Volviendo a la lección de hoy 


En mí indefensión radica mi seguridad.


Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.


Si hablamos que  Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo significa recordar mi identidad como el Hijo de Dios, el Cristo, el Ser que soy. Mi Padre es Dios. Esa es mi Identidad. Tengo, como Hijo de Dios, todas las características de Dios. No soy el ego. Por lo tanto, puedo decir que soy amor. No tengo que defenderme de nada. No necesito defensas porque fui creado inexpugnable sin ningún pensamiento, deseo o daño en el que el ataque pudiera tener sentido. La indefensión es fortaleza por eso puede decir con propiedad: En mi indefensión radica mi seguridad.



Me cuento entre los ministros de Dios.


Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.



Si soy el Hijo de Dios, si soy amor, mi función entonces será extender el amor. Eso es lo que hacen los ministros de Dios: extienden amor. Los ministros de Dios o mensajeros de Dios han elegido que la verdad more en ellos. Los ministros de Dios han respondido el llamado de la Palabra de Dios y la han recibido, la dan a sus hermanos, para, de esa manera, integrarla, reconocerla en sí mismos. Le demuestran a sus hermanos, con su ejemplo, de paz, bondad, amabilidad, alegría que ellos también son amor y pueden hacer lo mismo que él. Los maestros de Dios buscan que sus hermanos puedan decir como ellos: Me cuento entre los ministros de Dios. 


*Proceso de práctica de la lección *


Tiempo de quietud por la mañana y por noche.


Les recomiendo leer la Introducción al QUINTO REPASO. Es muy inspiradora y nos ayuda a clarificar para donde vamos con Jesús.


Apóyate de la oración para pedir la ayuda y la presencia de Dios en estos repasos para que contribuyan a tu proceso espiritual.


El centro del repaso es asimilar esta idea: 


Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.


 Cerrar los ojos. Aquietar la mente. No engancharse en pensamientos distractores. El propósito del repaso es que logremos asimilar e integrar esta idea de verdad pues es fundamental en nuestro proceso. Lo que se busca con las ideas que se repasan es que clarifiquen la idea central, es decir, que encontremos aspectos de ella en las ideas del repaso y hacerlas más significativas.


En tu meditación intenta entrar en contacto con esa parte de tu mente donde hay paz y amor, tranquilidad, alegría. Es tu mente recta, donde está Cristo, tu Ser. Mantén la mente quieta sin palabras sólo con la sensación y certeza de que estás con Dios.


Espera a Dios. Él llegará y te dará un mensaje de amor y de paz.


Tiempo mínimo 5 minutos. Ideal 30 minutos o más. 

Las ideas de hoy a repasar son:


Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.


1. En mí indefensión radica mi seguridad.

Dios es sólo Amor, y, por ende, eso es lo que soy yo.


2. Me cuento entre los ministros de Dios.

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.




Recordatorios cada hora.


1 o 2 minutos a la hora en punto.

Repite la idea recordando que mientras lo haces Cristo permanece a tu lado dándote fortaleza.


Luego, siente la quietud y silencio y espera a Dios. Dale gracias por los regalos de la hora que ha pasado. Y deja que Su Voz te diga lo que Él quiere que hagas en esta hora que empieza.


Respuesta a la tentación.

Cada vez que sientas la tentación de  desconocer el Hijo de Dios que eres, que necesitas perdonar y que estás perdiendo la paz, repite las ideas del día.



Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior. Les recomiendo leer la Introducción al QUINTO REPASO y realizar la lección de la mano de Jesús y el Espíritu Santo tal como se les propone. Y sin olvidarse de reír, pues la Voluntad de Dios para nosotros es perfecta felicidad.


Muchas, muchísimas, bendiciones.

Jorge Luis Álvarez Castañeda














LECCIÓN 172


Comentada por:

Oscar Gómez Díez 


 OREMOS PIDIENDO GUÍA EN NUESTRAS PRÁCTICAS: 


Para ello haremos diariamente a lo largo de este repaso la siguiente oración en la que pedimos guía y fortaleza a Dios:


"Padre nuestro, afianza nuestros pasos. Aplaca nuestras dudas, aquieta nuestras santas mentes, y háblanos. No tenemos nada que decirte, pues sólo deseamos escuchar Tu Palabra y hacerla nuestra. Guía nuestras prácticas tal como un padre guía a su hijo pequeño por un camino que éste desconoce, pero que aun así, el hijo lo sigue, seguro de que está a salvo porque su padre le muestra el camino."

"De este modo es como llevamos nuestras prácticas hasta Ti. Si tropezamos, Tú nos levantarás. Si se nos olvida el camino, sabemos que Tú siempre lo recordarás. Y si nos extraviamos, Tú no te olvidarás de llamarnos. Aligera nuestros pasos ahora de modo que podamos caminar con mayor certeza y mayor rapidez hasta Ti. Y aceptamos la Palabra que Tú nos ofreces para unificar nuestras prácticas, a medida que repasamos los pensamientos que Tú nos has dado."

Amén. 


PENSAMIENTO CENTRAL:


Recordemos que tenemos un pensamiento central a lo largo de los 10 días de repaso:


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo." 


 Utilizaremos este pensamiento central antes y después de cada una de las 2 lecciones de repaso, como si las estuviéramos envolviendo en esta idea  central, con el propósito de "mantenerlo firme en la mente y claro en nuestra memoria a lo largo del día."


La intensidad que se nos pide para la práctica es cada vez mayor: "con ese pensamiento nos vamos a dormir para despertar con esas mismas palabras de nuevo en nuestros labios, y darle así la bienvenida al nuevo día."


Recordaremos y repetiremos este pensamiento a lo largo del día, lo utilizaremos como como si se tratara de un mantra, o como si estuviéramos practicando un rosario. 


PRÁCTICA:


Aquiétate durante 5 minutos como mínimo, o hasta 15 o 30 minutos, de acuerdo a tu disposición, en dos ocasiones  en el transcurso del día, preferiblemente una en la mañana y la  otra en la noche. Respira lenta y profundamente y mientras te vas relajando con la respiración, ve introduciendo  en tu consciencia las siguientes palabras:


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo."


(153) "En mi indefensión radica mi seguridad."


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo."


(154) "Me cuento entre los ministros de Dios."


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo."


Y en la medida que te relajas, y en profundo silencio interior, con mucha fe y convicción reconoces el Amor de Dios, condición que tú también eres por ser Su Hijo bien amado, así que pídele al Espíritu Santo que te ayude a experimentar el amor que eres, y te lleve a contemplar a Dios, y en medio de la quietud y el  silencio déjate ir, poderosos compañeros te guiarán. 


PRÁCTICAS CORTAS Y FRECUENTES:


Nos sentaremos un par de minutos cada hora, en silencio a reiterar nuestro único propósito de recordar y aceptar a Dios,  reconociendo que Su Amor es también el mío, solo debo aceptarlo, y permitirme experimentarlo, y en silencio y quietud nos decimos:


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo."


(153) "En mi indefensión radica mi seguridad."


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.”


(154) "Me cuento entre los ministros de Dios."


"Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo."


El amor es nuestra naturaleza esencial, la "sustancia" de la que fuimos hechos, con los mismos atributos de Quien nos creó a Su semejanza. Nuestro Amor es tan perfecto, impecable, unificador, inclusivo y todo abarcante como el del Padre que nos creó. El Amor nos dotó del mismo poder creador de Dios, excepto de crearlo a Él. La separación fue una negación y una huida del Amor, e hicimos un mal uso de nuestro poder creador, este mundo da testimonio de ello, pero ahora lo recordamos y lo aceptamos gracias al perdón y a la amorosa guía de Jesús y del Espíritu Santo, volvemos al Amor para crear desde el Amor que siempre hemos sido. 

 




Texto









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