Aquí la Introducción a la segunda parte del Libro de Ejercicios de UCDM
LECCIÓN 315
Todos los regalos que mis hermanos hacen me pertenecen.
1. En cada momento de cada día se me conceden miles de teso¬ros. 2Soy bendecido durante todo el día con regalos cuyo valor excede con mucho el de cualquier cosa que yo pudiera concebir. 3Un hermano le sonríe a otro, y mi corazón se regocija. 4Alguien expresa su gratitud o su compasión, y mi mente recibe ese regalo y lo acepta como propio. 5Y todo el que encuentra el camino a Dios se convierte en mi salvador, me señala el camino y me ase¬gura que lo que él ha aprendido sin duda me pertenece a mí también.
2. Gracias, Padre, por los muchos regalos que me llegan hoy y todos los días, procedentes de cada Hijo de Dios. 2Los regalos que mis hermanos me pueden hacer son ilimitados. 3Ahora les mostraré mi agradecimiento, de manera que mi gratitud hacia ellos pueda conducirme a mi Creador y a Su recuerdo.
AUDIOS de la Lección 315
de CELEBRANDO EL MILAGRO
Lectura de la Lección 315
A través de Blanca Nivia Morales Contreras
Ocurrir de la Lección 315
a través de Martin Musarra
Lección 315
comentada por
Jorge Luis Álvarez Castañeda
Lección 315
Todos los regalos que mis hermanos hacen me pertenecen
Comentada por:
Jorge Luis Álvarez Castañeda
*¡Que la paz sea con nosotros hoy!*
Esta lección nos remite a recordar los dos niveles que aparecen en el Curso. Recordemos que el primer nivel es el nivel metafísico, ubicado más allá del tiempo y del espacio y tiene una postura _no-dualista_ en la cual la única realidad es Dios. Sólo existe Dios y Su Creación: Cristo, el Hijo de Dios, el Ser que soy. Se está en la perfecta Unidad, en la Mente Una. Todo es perfecto. Es el mundo del conocimiento. Es el contenido. Es el estado de la eternidad.
El nivel dos, hace relación al mundo fabricado por el ego que se produce después de que surge la creencia en la separación de Dios. Es el mundo del tiempo y del espacio, de la percepción, de las formas, de los comienzos y de los finales. Es este mundo en el que creemos vivir. La postura es _dualista_.
Jesús, en la lección, nos dice:
_”En cada momento de cada día se me conceden miles de tesoros. Soy bendecido durante todo el día con regalos cuyo valor excede con mucho el de cualquier cosa que yo pudiera concebir”_.
Como Hijos de Dios somos una sola mente: nivel uno. De tal manera que, lo que haga mi mente influye en las demás partes de esa mente que se creen separadas. Si voy más allá de mi deseo de ser especial, si suelto el pasado y veo a mis hermanos ahora, en el presente, como Hijos de Dios, estoy sanando mi mente y contribuyendo a sanar la mente de mis hermanos, que, si hacen lo mismo, también aportan a la sanación de la mía.
Continúa Jesús:
_”Un hermano le sonríe a otro, y mi corazón se regocija”_.
La sonrisa tiene un significado simbólico muy importante: implica aceptación, reconocimiento, unidad, valoración. Jesús, le da una especial importancia como lo dice en la lección 100:
_”Eres ciertamente esencial en el plan de Dios. Sin tu dicha la Suya no es total. Sin tu sonrisa el mundo no se puede salvar. Mientras la tristeza se abata sobre ti, la luz que el Propio Dios designó como medio para salvar el mundo se atenúa y pierde su fulgor, y nadie ríe porque toda risa no es sino el eco de la tuya.”_ L-100. 3: 1-4
Continúa Jesús en la lección:
_”Alguien expresa su gratitud o su compasión, y mi mente recibe ese regalo y lo acepta como propio”_.
Como somos una sola mente, los pensamientos amorosos de mi hermano me benefician. Y, a su vez, los míos, a mi hermano. Es decir, el Hijo de Dios, se regala a sí mismo.
Nos dice Jesús:
_”Y todo el que encuentra el camino a Dios se convierte en mi salvador, me señala el camino y me asegura que lo que él ha aprendido sin duda me pertenece a mí también.”_
Que maravillosa descripción de Jesús. Que llamado a la unidad que hace. Recordemos que Jesús nos dice que este es _un_ curso de milagros, no _el_ curso de milagros. Hay miles de caminos para llegar a Dios. Jesús, no pretende que sus enseñanzas sean las únicas. Nos pide, eso sí, que si escogimos este camino nos concentremos en él pues es la única manera de que funcione. El uso continuo del perdón, la visión de Cristo, la aceptación de la Expiación para mí mismo, los milagros, el instante santo, las relaciones santas, la invocación continua al Espíritu Santo y a Jesús como nuestros guías, todo esto contribuye a sanar nuestra mente. Nuestra mente sanada es el regalo que le hacemos a nuestros hermanos y a Dios. Y cuando lo hacemos nos lo regalamos a nosotros mismos.
En la oración de la lección nos llama a agradecer los muchos regalos que continuamente me llegan de mis hermanos y que son ilimitados.
Hagamos esta hermosa lección a lo largo del día:
_Gracias, Padre, por los muchos regalos que me llegan hoy y todos los días, procedentes de cada Hijo de Dios. Los regalos que mis hermanos me pueden hacer son ilimitados. Ahora les mostraré mi agradecimiento, de manera que mi gratitud hacia ellos pueda conducirme a mi Creador y a Su recuerdo_.
*Con relación al tema del Juicio Final*
Nos dice, Jesús, en el tema especial 10. ¿Qué es el Juicio Final?:
_”Tú que creías que el Juicio Final de Dios condenaría al mundo al infierno junto contigo, acepta esta santa verdad: el Juicio de Dios es el don de la Corrección que Él le concedió a todos tus errores. Dicha Corrección te libera de ellos y de todos los efectos que parecían tener”_.
Jesús, nos ha enseñado que el Juicio Final es la proclamación de la inocencia de Su Hijo. Siempre ha sido y será eternamente inocente, así, siguiendo al ego, se crea merecedor de castigo. Por el principio de la Expiación, la separación de Dios nunca se dio. Contamos con la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús, para que mediante al perdón, podamos acceder a la Corrección de la mente que se cree separada de Dios.
*Proceso de práctica de la lección*
1. _Tener momentos con Dios por la mañana y por noche_
Momentos en los cuales se tenga una experiencia con la verdad, es decir, con el reconocimiento de que somos Hijos de Dios, mientras ello nos haga felices. El tiempo utilizado será el que se considere necesario para lograr el objetivo. Podría ser media hora o más. Estos momentos buscan que tengamos o nos acerquemos a tener instantes santos permanentes. Perdonamos, con la Ayuda de Dios, lo que nos esté quitando la paz.
Se invoca a Dios. En lugar de palabras sólo necesitamos sentir Su Amor.
Se pide la guía del Espíritu Santo y de Jesús.
Se lee despacio los temas especiales que acompañan la lección del día. Se reflexiona sobre ellos. Luego, se lee la lección del día.
En tu meditación intenta entrar en contacto con esa parte de tu mente donde hay paz y amor, tranquilidad, alegría. Es tu mente recta, donde está Cristo, tu Ser.
Mantén la mente quieta, sin palabras, y te olvidas de todo lo que habías creído saber y entender, y te quedas sólo con la sensación y certeza de que estás con Dios.
Espera a Dios. Él llegará y te dará un mensaje de amor y de paz. Pero, esto requiere nuestra disposición a escucharlo tal como lo ha enseñado Jesús en la lección 71:
_”Él responderá en la misma medida que tú estés dispuesto a oír Su Voz. No te niegues a oírla. El solo hecho de que estés llevando a cabo los ejercicios demuestra que en cierto modo estás dispuesto a escuchar. Esto es suficiente para que seas acreedor a Su respuesta”_. (L-71. 9:7-10)
2. _Recordatorios cada hora_.
Cada hora recordaremos a Dios.
Invocamos Su Nombre. Recordaremos la lección del día y siempre que nos sintamos tentados a olvidarnos de nuestro objetivo. También perdonaremos con Dios los pensamientos no amorosos que hayamos tenido en esa hora. Pueden ser 2 o tres minutos con los ojos cerrados.
Recuerda que mientras lo haces Cristo permanece a tu lado dándote fortaleza. Luego, siente la quietud y silencio y espera a Dios.
3. _Recordatorios frecuentes de la lección entre horas_.
Ayudan en el entrenamiento de tener siempre presente a Dios. Invocamos a Dios.
4. _Respuesta a la tentación_.
Invocamos el Nombre de Dios y repetimos la idea del día cuando sintamos que nos estamos olvidando del objetivo de la lección, sintamos que estamos perdiendo nuestra paz y necesitemos perdonar.
Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior y a tener una experiencia directa de la verdad con miras a abandonar el mundo del dolor y adentrarse en la paz. Siempre pidiendo la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús. Y, sin olvidarse de reír porque la Voluntad de Dios, para nosotros, es que tengamos perfecta felicidad.
Muchas, muchísimas, bbendiciones.u
Kenneth Wapnick
*”Todos los regalos que hacen mis hermanos me pertenecen.”*
*Lección 315*
"Estas dos lecciones siguientes comparten el tema de que dar y recibir son lo mismo, un concepto fundamentado en la unidad del Hijo de Dios. Los regalos de los que habla Jesús pueden entenderse en dos niveles: las oportunidades de perdón que ofrece la relación especial con mi hermano, y el regalo de perdón de mi hermano, que me recuerda que puedo elegir de nuevo, como lo hago cuando estoy en mi mente correcta. Hacemos esto por y entre nosotros debido a la unidad subyacente del Hijo de Dios, incluso en la ilusión.
(1:1-2) «En cada momento de cada día se me conceden miles de tesoros. Soy bendecido durante todo el día con regalos cuyo valor excede con mucho el de cualquier cosa que yo pudiera concebir.»
Estos regalos son concedidos en cada momento, en cada relación - la oportunidad de mirar más allá de los regalos de especialismo del ego al regalo de Jesús de ver al Hijo tal como Dios lo creó:
“El único regalo que el Padre te pide es que no veas en la creación más que la esplendorosa gloria del regalo que Él te hizo. Contempla a Su Hijo, Su regalo perfecto, en quien su Padre refulge eternamente, y a quien toda la creación le ha sido dada como propia.” (T-29.V.5:1-2)
(1:3) «Un hermano le sonríe a otro, y mi corazón se regocija.»
Estoy regocijado porque ahora hay esperanza. Si este hermano puede cambiar de mentalidad y perdonar, donde antes él hubiera atacado, yo también puedo, puesto que el Hijo de Dios es uno. De hecho, no existe mayor dicha en este mundo que saber que uno es perdonado.
(1:4-5) «Alguien expresa su gratitud o su compasión, y mi mente recibe ese regalo y lo acepta como propio. Y todo el que encuentra el camino a Dios se convierte en mi salvador, me señala el camino y me asegura que lo que él ha aprendido sin duda me pertenece a mí también.»
En Un Curso de Milagros, Jesús usualmente va en la otra dirección, diciéndonos que «nuestro» cambio de mentalidad es el regalo curativo para nuestro hermano. Sin embargo, al invertir la dirección del perdón aquí, él refleja que si yo te doy el regalo a ti, o tú a mí, es el Hijo de Dios dándoselo a sí mismo. Es el regalo que dice que podemos hacer otra elección, porque nuestro amor y paz le dicen a los demás y a nosotros mismos que podemos elegir de nuevo.
(2) «Gracias, Padre, por los muchos regalos que me llegan hoy y todos los días, procedentes de cada Hijo de Dios. Los regalos que mis hermanos me pueden hacer son ilimitados. Ahora les mostraré mi agradecimiento, de manera que mi gratitud hacia ellos pueda conducirme a mi Creador y a Su recuerdo.»
Esto se hace eco de la idea de gratitud que nos abraza incluso en circunstancias dolorosas, ya que éstas nos llevan a pedirle ayuda a Jesús, aceptando su enseñanza que dice que al cambiar de mentalidad podemos ver esta relación o situación de otra manera. Recordemos esta oración de “Los Regalos de Dios”:
«Padre, te damos gracias por estos regalos que hemos hallado juntos. Aquí somos redimidos. Porque es aquí donde nos unimos, y desde este lugar de santa unión vendremos a Ti porque reconoceremos los regalos que Tú nos diste y no habría nada más.»
(Los Regalos de Dios, p.119).
Al unirnos a Jesús, por lo tanto, nos unimos a nuestros hermanos, y damos gracias por el regalo del recuerdo que es nuestro al fin."
~ Del libro "Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM" por el Dr. Kenneth Wapnick.
LECCIÓN 315
Todos los regalos que mis hermanos hacen me pertenecen.
Comentada por:
Oscar Gómez Díez
Los regalos que mis hermanos hacen son los únicos regalos que son reales, y los únicos que vale la pena ofrecer en este mundo. Los únicos que en verdad nos bendicen: el amor y el perdón. *"En cada momento de cada día se me conceden miles de tesoros. Soy bendecido durante todo el día con regalos cuyo valor excede con mucho el de cualquier cosa que yo pudiera concebir. Un hermano le sonríe a otro, y mi corazón se regocija."*
El amor en este mundo lo podemos expresar de múltiples maneras: una sonrisa salida desde el corazón, una expresión de bondad, generosidad o solidaridad. Una manifestación de compasión, de ternura, de dulzura, o una expresión de alegría o de júbilo.
*"Alguien expresa su gratitud o su compasión, y mi mente recibe ese regalo y lo acepta como propio."* El solo contemplar a un hermano expresar gratitud o compasión, es un regalo de amor que se extiende a todas las mentes, incluida la mía, y debo expresar mi gratitud por esa bendición que me recuerda quien Soy.
En este mundo de cuerpos y formas, creemos que solo podemos manifestar amor a través de los cuerpos, pero el cuerpo es tan solo un símbolo, un instrumento al servicio de la mente. De ahí que haciendo tal o cual gesto amoroso, o la presencia de amor de alguien que nos bendice sin hacer o decir algo, nutre y sana nuestras mentes. *"Y todo el que encuentra el camino a Dios se convierte en mi salvador, me señala el camino y me asegura que lo que él ha aprendido sin duda me pertenece a mí también."* Es el caso de cualquier hermano, que ha encontrado el camino de regreso a Dios, que se perdona a si mismo, y que contempla al mundo y me contempla con amor, ese hermano se convierte en mi salvador, en mi guía, en aquel que me señala el camino.
Los progresos de amor y perdón de mis hermanos me pertenecen, por la sencilla razón, de que mis hermanos y yo somos uno, somos la misma mente, la mente del Hijo de Dios, el Cristo que todos compartimos, por eso todos los regalos de amor de mis hermanos me pertenecen, como le pertenecen a todos mis hermanos, los regalos de amor y perdón que yo les ofrezco.
*ORACIÓN DEL DÍA:*
*"Gracias, Padre, por los muchos regalos que me llegan hoy y todos los días, procedentes de cada Hijo de Dios. Los regalos que mis hermanos me pueden hacer son ilimitados. Ahora les mostraré mi agradecimiento, de manera que mi gratitud hacia ellos pueda conducirme a mi Creador y a Su recuerdo."*
Todos los regalos de amor, paz y dicha que mis hermanos hacen me pertenecen, por razón que la Filiación es una sola. El amor es tan ilimitado como Dios Mismo, cuando se ofrece amor, este se extiende a la totalidad de la existencia, no es posible direccionarlo hacia un lugar específico e impedir que llegue a toda la existencia. No hay muros que puedan contener o encasillar el amor, una vez se manifiesta, su naturaleza se extiende a la totalidad, su aroma impregna todo lo que es, pues el Amor es todo lo que es, la "sustancia" de lo que somos, ilimitada, eterna, y todo abarcante, es una melodía infinita, que danza sin cesar por los confines de un horizonte sin fin.
Cuando mi consciencia se llene solo de amor, necesariamente me fundiré con la totalidad del Amor, he llegado a Dios, he regresado a mi eterno Hogar. Todos los regalos que el amor me ofrece me pertenecen pues Soy el Amor mismo.
*PRACTICA:*
Repasa el tema especial de esta sección, titulado *"10. ¿Qué es el Juicio Final?"* Trate de leer y repetir cuantas veces puedas la idea y la oración del día, y si logras memorizarlas mucho mejor, hazla tuya, pues es la manera como buscaremos comunicarnos con Dios todos los días; luego guardamos silencio para escuchar Su amorosa respuesta, tal como nos lo dice Jesús a continuación:
*"Y ahora aguardamos silenciosamente. Dios está aquí porque esperamos juntos. Estoy seguro de que Él te hablará y de que tú le oirás. Acepta mi confianza, pues es la tuya. Nuestras mentes están unidas. Esperamos con un solo propósito: oír la respuesta de nuestro Padre a nuestra llamada, dejar que nuestros pensamientos se aquieten y encontrar Su paz, para oírle hablar de lo que nosotros somos y para que Él Se revele a Su Hijo."* (L- 221.2:1-6)
No te olvides de realizar tus meditaciones cada mañana y cada noche, si puedes dedicarle media hora o más seria excelente, lo mismo que los recordatorios cada hora, y de responder a toda tentación con la idea del día, pero sobretodo que sea una práctica gratificante, pues ahora el tiempo pasa a un segundo plano. Cuando estamos con Dios el tiempo no existe pues estamos con el Señor de la eternidad. Los momentos que le dedicamos a Dios son instantes santos que nos dedicamos a nosotros mismos, a nuestro amor, nuestra paz y nuestra felicidad.
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