Aquí la Introducción a la segunda parte del Libro de Ejercicios de UCDM
LECCIÓN 324
No quiero ser guía. Quiero ser simplemente un seguidor.
1. Padre, Tú eres Quien me dio el plan para mi salvación. 2Eres asimismo Quien determinó el camino que debo recorrer, el papel que debo desempeñar, así como cada paso en el sendero señalado. 3No puedo perderme. 4Tan sólo puedo elegir desviarme por un tiempo, y luego volver. 5Tu amorosa Voz siempre me exhortará a regresar, y me llevará por el buen camino. 6Mis hermanos pueden seguir el camino por el que les dirijo. 7Mas yo simplemente recorreré el caminó que conduce a Ti, tal como Tú me indiques y quieras que yo haga.
2. Sigamos, por lo tanto, a Uno que conoce el camino. 2No tenemos por qué rezagarnos, ni podemos soltarnos de Su amorosa Mano por más de un instante. 3Caminamos juntos, pues le seguimos. 4Y es Él Quien hace que el final sea seguro y Quien garantiza que llegaremos a salvo a nuestro hogar.
AUDIOS de la Lección 324
de CELEBRANDO EL MILAGROLectura de la Lección 324
A través de Blanca Nivia Morales Contreras
Ocurrir de la Lección 324
a través de Martin Musarra
Lección 324
comentada por
Jorge Luis Álvarez Castañeda
Lección 324
No quiero ser guía. Quiero ser simplemente un seguidor.
Comentada por:
Jorge Luis Álvarez Castañeda
¡Que la paz sea con nosotros hoy!
Esta es una lección de confianza en Dios. Hemos confiado en el ego y hemos sufrido. Ahora, es el momento de confiar en Aquel que sabe.
”Padre, Tú eres Quien me dio el plan para mi salvación”, nos dice Jesús.
Recordemos lo que es el plan para la salvación. En el momento en que el Hijo de Dios creyó separarse de Dios nos dio Su plan para despertar y creó al Espíritu Santo para que nos ayude a hacerlo. En realidad, por el principio de la Expiación, la separación nunca ocurrió. Otra cosa es que la mente que se cree separada y que proyectó el mundo y el cuerpo, así lo cree.
El contenido del plan de salvación es perdonar: perdonar las ilusiones de la separación. La forma hace relación a la función especial que cada hermano ha elegido desempeñar en este mundo, pero que puede ponerse al servicio del plan de salvación con la guía del Espíritu Santo. Todas las cosas que me han sucedido han sido para mí bienestar, aunque en el momento no lo vea así.
Dice Jesús:
”Eres así mismo Quien determinó el camino que debo recorrer, el papel que debo desempeñar, así como cada paso en el sendero señalado”.
Todos vamos a recorrer el camino para regresar a casa. El papel que debo desempeñar, desde cualquier función que desempeñe, es perdonar de tal manera que pueda ser la luz del mundo, ser la salvación del mundo y gozar de la dicha y la paz que me corresponde como Hijo de Dios.
Dice Jesús:
”No puedo perderme. Tan sólo puedo desviarme por un tiempo, y luego volver”.
Si tengo claro que mi objetivo en esta vida es Dios y que tengo al perdón como el medio del que me valgo para llegar a Él, sé para dónde voy y no hay lugar a dudas. Cuento con el Espíritu Santo para que me guíe. Ahora, se trata de aceptar que hay Alguien que sí sabe y que siempre me acompaña.
Jesús, nos dice como hasta la capacidad de sufrir tiene un límite y va a llegar un momento en que tendremos que hacer la pregunta determinante en la aparición del Curso: ¿Tiene que haber otra manera? Esta fue la pregunta que le hizo Bill Therford a Helen Shucman, la persona que recibió el dictado del Curso por parte de Jesús. Y Helen le contestó que le iba a ayudar a buscar la manera para mejorar las relaciones entre los compañeros de trabajo. La respuesta positiva de Helen creó las condiciones para que Jesús le dictara Un curso de milagros. Jesús, nos enseñó, de esta manera, que sin mi hermano no puedo salvarme, sin mi hermano no puedo llegar a Dios.
Continúa Jesús:
”Tu amorosa Voz siempre me exhortará a regresar, y me llevará por el buen camino. Mis hermanos pueden seguir el camino por el que los dirijo. Más yo simplemente recorreré el camino que conduce a Ti, tal como Tú me indiques y quieras que haga”.
La Voz de Dios, el Espíritu Santo, siempre me dirá que perdone, que ofrezca milagros, que acepte la Expiación para mí mismo, que mire en mi hermano a mi salvador. Simplemente, lo que hago es dejarme guiar por Él.
Las enseñanzas de Jesús son para realizarlas en este mundo con las relaciones que establezcamos. Será mediante el ejemplo que enseñaremos a nuestros hermanos. Esta es la mejor manera para enseñar la plenitud que acompaña a una persona que tiene a Dios como su único objetivo.
Finalmente dice Jesús:
”Sigamos, por lo tanto, a Uno que conoce el camino. No tenemos por qué rezagarnos, ni podemos soltarnos de Su amorosa Mano por más de un instante. Caminamos juntos, pues Le seguimos. Y es Él Quien hace que el final sea seguro y Quien garantiza que llegaremos a salvo a nuestro hogar”.
Jesús nos invita a caminar con Él. A no desviarnos del camino, que es el querer hacer las cosas a nuestra manera, sin la dirección del Espíritu Santo. En el caso, de ceder a la tentación de hacerlo, simplemente, pedimos ayuda, perdonamos y continuamos el camino sin juzgarnos. Se trata de confiar en la Guía, sin desfallecer. De esa manera, alcanzaremos la meta de recordar a Dios.
Con relación al tema de la Creación.
Nos dice, Jesús, en el tema especial 11. ¿Qué es la Creación?:
”Lo que Dios ha dispuesto que sea Uno eternamente, lo seguirá siendo cuando el tiempo se acabe, y no cambiará a lo largo del tiempo, sino que seguirá siendo tal como era antes de que surgiera la idea del tiempo”.
El tiempo es una ilusión del ego que quiere fragmentarlo en pasado, presente y futuro, cuando en realidad lo único existente es la eternidad. Lo que más se le parece a la eternidad es el presente. La naturaleza del Hijo de Dios de provenir de la Mente Una nunca va a cambiar. Sólo, siguiendo al ego se puede creer que se puede perder la verdadera identidad de Hijo de Dios y ser afectado por el tiempo y esto sucede cuando se cae en el miedo. Por eso nos dice Jesús en la lección de ayer: Gustosamente “sacrifico” el miedo.
Proceso de práctica de la lección
1. Tener momentos con Dios por la mañana y por noche
Momentos en los cuales se tenga una experiencia con la verdad, es decir, con el reconocimiento de que somos Hijos de Dios, mientras ello nos haga felices. El tiempo utilizado será el que se considere necesario para lograr el objetivo. Podría ser media hora o más. Estos momentos buscan que tengamos o nos acerquemos a tener instantes santos permanentes. . Perdonamos, con la Ayuda de Dios, lo que nos esté quitando la paz.
Se invoca a Dios. En lugar de palabras sólo necesitamos sentir Su Amor.
Se pide la guía del Espíritu Santo y de Jesús.
Se lee despacio los temas especiales que acompañan la lección del día. Se reflexiona sobre ellos. Luego, se lee la lección del día.
En tu meditación intenta entrar en contacto con esa parte de tu mente donde hay paz y amor, tranquilidad, alegría. Es tu mente recta, donde está Cristo, tu Ser.
Mantén la mente quieta, sin palabras, y te olvidas de todo lo que habías creído saber y entender, y te quedas sólo con la sensación y certeza de que estás con Dios.
Espera a Dios. Él llegará y te dará un mensaje de amor y de paz. Pero, esto requiere nuestra disposición a escucharlo tal como lo ha enseñado Jesús en la lección 71:
”Él responderá en la misma medida que tú estés dispuesto a oír Su Voz. No te niegues a oírla. El solo hecho de que estés llevando a cabo los ejercicios demuestra que en cierto modo estás dispuesto a escuchar. Esto es suficiente para que seas acreedor a Su respuesta”. (L-71. 9:7-10)
2. Recordatorios cada hora.
Cada hora recordaremos a Dios.
Invocamos Su Nombre. Recordaremos la lección del día y siempre que nos sintamos tentados a olvidarnos de nuestro objetivo. También perdonaremos con Dios los pensamientos no amorosos que hayamos tenido en esa hora. Pueden ser 2 o tres minutos con los ojos cerrados.
Recuerda que mientras lo haces Cristo permanece a tu lado dándote fortaleza. Luego, siente la quietud y silencio y espera a Dios.
3. Recordatorios frecuentes de la lección entre horas.
Ayudan en el entrenamiento de tener siempre presente a Dios. Invocamos a Dios.
4. Respuesta a la tentación.
Invocamos el Nombre de Dios y repetimos la idea del día cuando sintamos que nos estamos olvidando del objetivo de la lección, sintamos que estamos perdiendo nuestra paz y necesitemos perdonar.
Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior y a tener una experiencia directa de la verdad con miras a abandonar el mundo del dolor y adentrarse en la paz. Siempre pidiendo la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús. Y, sin olvidarse de reír porque la Voluntad de Dios, para nosotros, es que tengamos perfecta felicidad.
Muchas, muchísimas, bendiciones.
~ Viaje x Lecciones UCDM -
Lección 324 -
No quiero ser guía. Quiero ser simplemente un seguidor. ~
Kenneth Wapnick
"Esta es la segunda aparición de este pensamiento, y volverá a aparecer de nuevo en breve. La Lección 317 declaró: “Sigo el camino que se me ha señalado”, y pronto veremos la Lección 328: “Elijo estar en segundo lugar para obtener el primero.” Las tres lecciones presentan la misma enseñanza: nuestra gratitud por no estar a cargo; por ser el segundo y no el primero. En otras palabras, estamos agradecidos de que somos la creación de Dios, no el Creador; el efecto, no la Causa. El ego obviamente quiere ser el número uno, lo que significa que tiene que empujar a Dios fuera del trono de la creación. Usurpando el papel de Dios, el ego ha quedado solo para proclamarse a sí mismo como la Deidad:
“Las creaciones de Dios disponen de la verdadera Autoría, mas tú prefieres permanecer anónimo cuando eliges separarte de tu Autor. Al no tener certeza con respecto a Quién es tu verdadero Autor, crees que tu creación fue anónima. Esto te pone en una situación en la que lo único que parece tener sentido es creer que tú te creaste a ti mismo.” (T-3.VI.8:7-9)
En este punto, entonces, no queda nada más que seguir al ego, hasta que el dolor se vuelve demasiado grande y finalmente aceptamos el hecho de que estábamos equivocados. Por otra parte, gustosamente nos damos cuenta de que hay Alguien a Quien ahora podemos seguir a lo largo del dulce camino del perdón.
(1:1-4) «Padre, Tú eres Quien me dio el plan para mi salvación. Eres asimismo Quien determinó el camino que debo recorrer, el papel que debo desempeñar, así como cada paso en el sendero señalado. No puedo perderme. Tan sólo puedo elegir desviarme por un tiempo, y luego volver.»
Este fue nuestro error, justo al principio. Jesús dice que podemos elegir alejarnos “por un tiempo”, porque desde donde él está - fuera del tiempo y del espacio - mil millones de años no son nada. Tal como dice de Dios y de Cristo:
“¿Qué son cien años para Ellos, o mil, o cientos de miles?” (T-26.IX.4:1)
(1:5-7) «Tu amorosa Voz siempre me exhortará a regresar, y me llevará por el buen camino. Mis hermanos pueden seguir el camino por el que les dirijo. Mas yo simplemente recorreré el camino que conduce a Ti, tal como Tú me indiques y quieras que yo haga.»
Vimos esta idea expresada en la Lección 155: “Me haré a un lado y dejaré que Él me muestre el camino.” La verdad está delante de nosotros, llamándonos a salir del sueño. A medida que seguimos el llamado de la verdad, su recuerdo en nuestras mentes llama a los demás a través de nuestra paz, amor y bondad. Jesús hace el mismo punto del psicoterapeuta:
“El psicoterapeuta es un líder en el sentido de que camina ligeramente delante del paciente, y le ayuda a evitar algunas de las trampas del camino al verlas primero. Idealmente, es también un seguidor, pues hay Uno que debe caminar delante de él y darle luz para que vea.” (P-2.III.1:1-2)
(2) «Sigamos, por lo tanto, a Uno que conoce el camino. No tenemos por qué rezagarnos, ni podemos soltarnos de Su amorosa Mano por más de un instante. Caminamos juntos, pues le seguimos. Y es Él Quien hace que el final sea seguro y Quien garantiza que llegaremos a salvo a nuestro hogar.»
Así caminamos con Jesús, junto con todos nuestros hermanos. El ego no conoce el camino, y seguirlo «es» caminar solos, porque su tema favorito es «uno o el otro». Siguiendo al Espíritu Santo, sin embargo, caminamos con todos, porque «somos» todos. La popular e inspiradora canción del musical «Carousel» de Rodgers y Hammerstein lo dice todo: "You'll Never Walk Alone" (“Nunca Caminarás Solo” - https://www.youtube.com/watch?v=_eIRXgD1rN4 )"
~ Del libro "Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM" por el Dr. Kenneth Wapnick.
LECCIÓN 324
"No quiero ser guía. Quiero ser simplemente un seguidor."
Comentada por:
Oscar Gómez Díez
No soy la causa sino un efecto. Fui creado por Dios, no soy su creador. La salvación no es más que el simple reconocimiento de una verdad universal que el ego ha pretendido invertir. Cuando reconocemos nuestro verdadero origen, no pretendemos auto dirigirnos ni dirigir a nadie, sólo reconocemos quienes somos, y aceptamos la orientación de Quien tiene el Conocimiento de la totalidad, y nos ponemos bajo su amorosa guía, con la confianza y la certeza que no se equivocara y nos conducirá de regreso a nuestro Padre eterno.
Esta y otras lecciones similares, reiteran en que nuestra sanación no es posible lograrla solos, pues estamos atrapados en el mundo de la percepción, por eso necesitamos de la guía del Espíritu Santo o de Jesús Quienes cuentan con la visión de la totalidad.
ORACIÓN DEL DIA:
"Padre, Tú eres Quien me dio el plan para mi salvación. Eres asimismo Quien determinó el camino que debo recorrer, el papel que debo desempeñar, así como cada paso en el sendero señalado. No puedo perderme. Tan sólo puedo elegir desviarme por un tiempo, y luego volver. Tu amorosa Voz siempre me exhortará a regresar, y me llevará por el buen camino. Mis hermanos pueden seguir el camino por el que les dirijo. Mas yo simplemente recorreré el caminó que conduce a Ti, tal como Tú me indiques y quieras que yo haga."
Doy gracias a mi Padre por el plan para mi salvación, por la Voz que habla por Él señalándome el camino que debo recorrer para regresar a mi Hogar.
¿Si no he podido dirigir mi vida por mi propia cuenta, como podría dirigir la vida de otros?. La mejor manera de ayudar a mis hermanos es con mi propia sanación, siguiendo el camino que me señala el Espíritu Santo, y si algún hermano aparentemente me sigue, lo que está siguiendo realmente es a la Voz que habla por Dios. "Sigamos, por lo tanto, a Uno que conoce el camino. No tenemos por qué rezagarnos, ni podemos soltarnos de Su amorosa Mano por más de un instante. Caminamos juntos, pues le seguimos."
Cuando decidí dirigir mi vida por mi propia cuenta, di origen al ego, a la creencia en la separación. Ahora debo elegir de nuevo, la guía del Espíritu Santo, elegir el Amor, elegir ser lo que siempre he sido. Quiero hacerme a un lado, y dejarme guiar por el Espíritu Santo, dejarme guiar por el amor. "Y es Él Quien hace que el final sea seguro y Quien garantiza que llegaremos a salvo a nuestro hogar."
PRACTICA:
Repasa el tema especial de esta sección, titulado "11. ¿Qué es la Creación?" Trate de leer y repetir cuantas veces puedas la idea y la oración del día, y si logras memorizarlas mucho mejor, hazlas tuya, pues es la manera como buscaremos comunicarnos con Dios todos los días; luego guardamos silencio para escuchar Su amorosa respuesta, tal como nos lo dice Jesús a continuación:
"Y ahora aguardamos silenciosamente. Dios está aquí porque esperamos juntos. Estoy seguro de que Él te hablará y de que tú le oirás. Acepta mi confianza, pues es la tuya. Nuestras mentes están unidas. Esperamos con un solo propósito: oír la respuesta de nuestro Padre a nuestra llamada, dejar que nuestros pensamientos se aquieten y encontrar Su paz, para oírle hablar de lo que nosotros somos y para que Él Se revele a Su Hijo." (L- 221.2:1-6)
No te olvides de realizar tus meditaciones cada mañana y cada noche, si puedes dedicarle media hora o más seria excelente, lo mismo que los recordatorios cada hora, y de responder a toda tentación con la idea del día, pero sobretodo que sea una práctica gratificante, pues ahora el tiempo pasa a un segundo plano. Cuando estamos con Dios el tiempo no existe pues estamos con el Señor de la eternidad. Los momentos que le dedicamos a Dios son instantes santos que nos dedicamos a nosotros mismos, a nuestro amor, nuestra paz y nuestra felicidad.