ALGUNAS CITAS DE
UN CURSO DE MILAGROS
SOBRE LA FORTALEZA Y LA DEBILIDAD
Fortaleza (Ver Debilidad):
La fortaleza de Dios que mora en ti es la luz en la que ves, de la misma manera como es Su Mente con la que piensas .
(L-92.3:1)
La fortaleza es lo que es verdad con respecto a ti, más la debilidad es un ídolo al que se honra y se venera falsamente a fin de debilitar la fortaleza y permitir que la obscuridad reine allí donde Dios dispuso que hubiese luz.
(L-92.4:7)
La verdadera luz es fortaleza, y la fortaleza es impecabilidad.
(L-94.2:1)
Debilidad:
El Espíritu Santo siempre se pone de tu parte y de parte de tu fortaleza. Mientras en una u otra forma rehúses seguir las directrices que te da, es que quieres ser débil. Mas la debilidad es atemorizante: ¿Qué otra cosa, entonces, podría significar esta decisión, excepto que quieres estar atemorizado?
(T-7.X.5:1-4)
Y esta es la que ve a través de los ojos del cuerpo, escudriñando la obscuridad para contemplar lo que es semejante a ella misma: los mezquinos y los débiles, los enfermizos y los moribundos; los necesitados, los desvalidos y los amedrentados; los afligidos y los pobres, los hambrientos y los melancólicos. Esto es lo que se ve a través de los ojos que no pueden ver ni bendecir.
(L-92.3:3-4)
La fortaleza es lo que es verdad con respecto a ti, mas la debilidad es un ídolo al que se honra y se venera falsamente a fin de disipar la fortaleza y permitir que la obscuridad reine allí donde Dios dispuso que hubiese luz.
(L-92.4:7)
Mi debilidad es la obscuridad que Su regalo disipa, al ofrecerme Su fortaleza para que ocupe su lugar.
(L-111.2:3)
Recuerda que tu debilidad es Su fortaleza. Pero no interpretes esto a la ligera o erróneamente. Si Su fortaleza está en ti, lo que percibes como tu debilidad no es más que una ilusión.
(M-29.7:2-4)
Debilitar:
El ego siempre utiliza la empatía para debilitar, y debilitar es atacar.
(T- 16.I.2:5)
Debilitar es limitar e imponer un opuesto que contradice al concepto que ataca. Y ello añade al concepto algo que es ajeno a él, y lo hace ininteligible. ¿Quién podría entender conceptos tan contradictorios como “un poder-débil o un “amor-odioso”?
(T-27.III.1:7-9).