LECCIÓN 226 Mi hogar me aguarda. Me apresuraré a llegar a él.


Aquí la Introducción a la segunda parte del Libro de Ejercicios de UCDM


Lección 226

Mi hogar me aguarda. Me apresuraré a llegar a él.


1. Puedo abandonar este mundo completamente, si así lo decido. 2No mediante la muerte, sino mediante un cambio de parecer con respecto al propósito del mundo. 3Si creo que tal como lo veo ahora tiene valor, así seguirá siendo para mí. 4Mas si tal como lo contemplo no veo nada de valor en él, ni nada que desee poseer, ni ninguna meta que anhele alcanzar, entonces ese mundo se alejará de mí. 5Pues no habré intentado reemplazar la verdad con ilusiones.

2. Padre, mi hogar aguarda mi feliz retorno. 2Tus Brazos están abiertos y oigo Tu Voz. 3¿Qué necesidad tengo de prolongar mi estadía en un lugar de vanos deseos y de sueños frustrados cuando con tanta facilidad puedo alcanzar el Cielo?





AUDIOS de la Lección 226
de CELEBRANDO EL MILAGRO


Lectura de la Lección 226
A través de Mariano Noé.


Ocurrir de la Lección 226
a través de Martin Musarra


Lección 226
comentada por 
Jorge Luis Álvarez Castañeda


LECTURA DE LA LECCIÓN 226


LECCIÓN 226

COMENTADA POR JORGE LUIS ALVAREZ CASTAÑEDA


OCURRIR DE LA LECCIÓN 226


LECCIÓN DAVID HOFFMEISTER

LECCIÓN KENNETH WAPNICK






















LECCIÓN 226

Mi hogar me aguarda. Me apresuraré a llegar a él.


Comentada por:

Jorge Luis Álvarez Castañeda


*¡Que la paz sea con nosotros hoy!*


Jesús, en esta lección, nos habla de nuestra responsabilidad sobre lo que nos sucede. Si vemos el mundo lleno de conflicto, violencia, separación, miedo, culpa…es porque hemos decidido verlo con el ego. En nuestra mente tenemos otro maestro que podemos elegir y es el Espíritu Santo que nos mostrará un mundo diferente al del ego. 


Jesús, nos ha dicho que no se trata de cambiar el mundo sino la manera como vemos el mundo. Si creemos en un mundo de conflicto es porque hemos decidido verlo así. Pero, puedo, en cualquier momento, asumir mi responsabilidad, y entender que lo que me sucede no obedece al mundo o a otras personas sino a las interpretaciones que haga, de acuerdo al maestro que elija para guiar mi mente. Siempre puedo elegir la paz del Espíritu Santo o el conflicto del ego. Y al elegir la paz, mi relación con mis hermanos será pacífica, bondadosa, amorosa, de ayuda, de agradecimiento. 


Este mundo de conflicto no es mi hogar, nos dice Jesús en la lección:


_”Puedo abandonar este mundo completamente si así lo decido. No mediante la muerte, sino mediante un cambio de parecer con respecto a su propósito”_.


El Hijo de Dios no vino a sufrir, ni a sacrificarse. Esa no es la Voluntad del Padre. Su Voluntad es que sea feliz. Puedo, cuando lo quiera, y, con la ayuda del Espíritu Santo, encontrarme con mi mente recta que ve amor en lugar de miedo, paz en lugar de conflicto, inocencia en lugar de culpabilidad… y, de esa manera, regresar a mi hogar donde mi Padre me espera.


*Con relación al tema del perdón*.


Jesús nos dice en el tema especial 1. *¿Qué es el perdón?*:


_”Un pensamiento que no perdona hace muchas cosas. Persigue su objetivo frenéticamente, retorciendo y volcando todo aquello que se interpone en su camino. Su propósito es distorsionar, lo cual es también el medio por el que procura alcanzarlo”_. 


El pensamiento que no perdona enceguece a la persona y ésta, no ve todos las partes integrantes de una situación, sino la parte en la cual se afirma en la percepción de su hermano como culpable y merecedor de todo tipo de males y de castigos. La mayor parte de esa actividad frenética, se produce en la mente. Recordando la supuesta ofensa y llenándose de argumentos para no perdonar. 


Si mi mente, siguiendo al ego, está empeñada en no perdonar, cada vez me aferro más a este mundo de conflicto y me niego la posibilidad del hogar que me espera en Dios. Necesito pedir apoyo al Espíritu Santo para que me ayude a eliminar todo odio y temor de mi mente al igual que toda culpabilidad. Esa es la función del Espíritu Santo. 


*Proceso de práctica de la lección*


1. _Tener momentos con Dios por la mañana y por noche_


Momentos en los cuales se tenga una experiencia con la verdad, es decir, con el reconocimiento de que somos Hijos de Dios, mientras ello nos haga felices. El tiempo utilizado será el que se considere necesario para lograr el objetivo. Podría ser media hora o más. Estos momentos buscan que tengamos o nos acerquemos a tener instantes santos permanentes. Perdonamos, con la Ayuda de Dios, lo que nos esté quitando la paz.



Se lee despacio los temas especiales que acompañan la lección del día. Se reflexiona sobre ellos. Luego, se lee la lección del día.


En tu meditación intenta entrar en contacto con esa parte de tu mente donde hay paz y amor, tranquilidad, alegría. Es tu mente recta, donde está Cristo, tu Ser. Mantén la mente quieta, sin palabras, y te olvidas de todo lo que habías creído saber y entender, y te quedas sólo con la sensación y certeza de que estás con Dios.


Espera a Dios. Él llegará y te dará un mensaje de amor y de paz. Pero esto requiere nuestra disposición a escucharlo tal como lo ha enseñado Jesús en la lección 71:


_”Él responderá en la misma medida que tú estés dispuesto a oír Su Voz. No te niegues a oírla. El solo hecho de que estés llevando a cabo los ejercicios demuestra que en cierto modo estás dispuesto a escuchar. Esto es suficiente para que seas acreedor a Su respuesta”_. (L-71. 9:7-10)


2. _Recordatorios cada hora_. 


Cada hora recordaremos a Dios. Perdonamos, con Dios, lo que nos haya quitado la paz en esa hora. Recordaremos la lección del día y siempre que nos sintamos tentados a olvidarnos de nuestro objetivo. Pueden ser o 2 o tres minutos con los ojos cerrados.


Recuerda que mientras lo haces Cristo permanece a tu lado dándote fortaleza. Luego, siente la quietud y silencio y espera a Dios. 


3. _Recordatorios frecuentes de la lección entre horas_.


 Ayudan en el entrenamiento de tener siempre presente a Dios.


4. _Respuesta a la tentación_.


Repetimos la idea del día cuando sintamos que nos estamos olvidando del objetivo de la lección, sintamos que estamos perdiendo nuestra paz y necesitemos perdonar.


Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior y a tener una experiencia directa de la verdad con miras a abandonar el mundo del dolor y adentrarse en la paz. Y, sin olvidarse de reír porque la Voluntad de Dios, para nosotros, es que tengamos perfecta felicidad.


Muchas, muchísimas, bendiciones.

Jorge Luis Álvarez Castañeda



Viaje x Lecciones UCDM

Lección 226 - Mi hogar me aguarda. Me apresuraré a llegar a él.

Kenneth Wapnick

"El tema de esta lección es el poder de la mente para elegir correctamente, en donde reconocemos que habíamos elegido al maestro equivocado, abrazando el mundo del cuerpo como nuestro hogar. Ahora elegimos de nuevo, y permitimos que Jesús nos lleve a nuestro verdadero hogar, donde el Amor de nuestro Padre nos aguarda.


(1:1-2) «Puedo abandonar este mundo completamente, si así lo decido. No mediante la muerte, sino mediante un cambio de parecer con respecto al propósito del mundo.»


En otras palabras, uno no abandona este mundo por medio de la muerte. Tenemos la ilusión de dejar el cuerpo, pero dado que es sólo una proyección del pensamiento de la mente, no podríamos haber estado en el cuerpo en primer lugar. Lo que nos permite abandonar este mundo, con lo cual Jesús se refiere a dejar el sistema de pensamiento de separación del mundo, es cambiar del maestro de la ilusión al Maestro de la verdad:


“Al mundo no se le abandona mediante la muerte sino mediante la verdad, y la verdad sólo la pueden conocer aquellos para quienes el Reino fue creado, y por quienes espera.” (T-3.VII.6: 11)


(1:3-5) «Si creo que tal como lo veo ahora tiene valor, así seguirá siendo para mí. Mas si tal como lo contemplo no veo nada de valor en él, ni nada que desee poseer, ni ninguna meta que anhele alcanzar, entonces ese mundo se alejará de mí. Pues no habré intentado reemplazar la verdad con ilusiones.» 


Esto deshace nuestro error de buscar que las ilusiones reemplacen la verdad. Volvemos a ver la importancia de reconocer la diferencia entre lo valioso y lo que no tiene valor. El sistema de pensamiento del ego y el mundo que surgió de él carecen de valor; únicamente el sistema de pensamiento de Jesús es valioso. A medida que transcurra nuestro día, tentados por los resentimientos y los sentimientos de ingratitud y especialismo, necesitamos darnos cuenta de que estos pensamientos no tienen ningún valor porque no traen la paz y la felicidad que queremos. Sólo el renunciar a lo que no tiene valor nos hace merecedores del gozoso regalo de la verdad:


“Mediante esa renuncia, aprende que donde esperaba aflicción, encuentra en su lugar una feliz despreocupación; donde pensaba que se le pedía algo, se encuentra agraciado con un regalo.” (M-4.I-A.5:8)


(2) «Padre, mi hogar aguarda mi feliz retorno. Tus Brazos están abiertos y oigo Tu Voz. ¿Qué necesidad tengo de prolongar mi estadía en un lugar de vanos deseos y de sueños frustrados cuando con tanta facilidad puedo alcanzar el Cielo?»


Esta es nuestra elección. Necesitamos darnos cuenta de que este mundo es “un lugar de vanos deseos y de sueños frustrados.” Nada que anhelemos funcionará realmente alguna vez, porque el mundo no nos puede dar la paz que deseamos. Sin embargo, Jesús no nos pide que cambiemos el mundo, sino únicamente nuestra mentalidad acerca de nuestro mundo (T-21.in.1:7). Cualquier cambio externo será así pacífico, porque habrá venido de la decisión de la mente en favor de la paz. Tal cambio se produce a través del perdón, que transforma la relación especial en una santa:


“La relación santa refleja la verdadera relación que el Hijo de Dios tiene con su Padre en la realidad...Aquí el instante no santo se intercambia gustosamente por uno santo y de absoluta reciprocidad. He aquí tiernamente despejado el camino que conduce a las verdaderas relaciones, por el que tú y tu hermano camináis juntos dejando atrás el cuerpo felizmente para descansar en los Eternos Brazos de Dios. Los Brazos del Amor están abiertos para recibirte y brindarte paz eterna.” (T-20.VI.10:1,4-6)


Así volvemos sobre las alas del perdón a los Brazos de nuestro Padre."


~ Del libro "Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM" por el Dr. Kenneth Wapnick 



LECCIÓN 226

 Mi hogar me aguarda. Me apresuraré a llegar a él.


Comentada por:

Oscar Gómez Díez 


Fuimos nosotros los que elegimos salir de la casa del Padre y somos nosotros quienes elegiremos regresar con la ayuda del Espíritu Santo. 


El Curso de Milagros es un entrenamiento mental para realizar el viaje de retorno a casa, al corazón de Dios. 


En este mundo creemos que regresamos a Dios tras la muerte. Cuando alguien muere decimos que "descansó en la paz del Señor", pero lo cierto es que la mente que no ha perdonado se inventará otro cuerpo y continuará replicando sus sueños de separación.


 Jesús nos enseña otro camino: *"Puedo abandonar este mundo completamente, si así lo decido. No mediante la muerte, sino mediante un cambio de parecer con respecto al propósito del mundo."* el perdón nos lleva de las ilusiones a la verdad, del miedo al amor, e iluminará nuestro camino de retorno al Cielo, en ese proceso reconoceremos que jamás moriremos pues somos espíritus inmortales creados a semejanza de Dios. 


El Curso nos enseña a reinterpretar el mundo del miedo y del conflicto, por uno de amor y perdón, y de esa manera nos iremos desapegando de este mundo. Pero si creemos que este mundo nos ofrece algo valioso, seguiremos prisioneros de nuestras propias ilusiones, *"Si creo que tal como lo veo ahora tiene valor, así seguirá siendo para mí."* y así seguiré encadenado al infierno que yo mismo fabriqué. 


Pero si perdono mis culpas, resentimientos y apegos, podré ver con desapego las cosas de este mundo, *"Mas si tal como lo contemplo no veo nada de valor en él, ni nada que desee poseer, ni ninguna meta que anhele alcanzar, entonces ese mundo se alejará de mí."* y el camino de retorno queda despejado. 


Perdonar es reemplazar las ilusiones por la verdad, es restablecer el amor que soy, esto es lo que Jesús nos quiere decir que *"no habré intentado reemplazar la verdad con ilusiones."*


*ORACIÓN DEL DÍA:*


*"Padre, mi hogar aguarda mi feliz retorno. Tus Brazos están abiertos y oigo Tu Voz. ¿Qué necesidad tengo de prolongar mi estadía en un lugar de vanos deseos y de sueños frustrados cuando con tanta facilidad puedo alcanzar el Cielo?"*


 *PRACTICA:*


Trate de leer y repetir cuantas veces puedas la idea y la oración del día, y si logras memorizarlas mejor, hazla tuya, pues es la manera como buscaremos comunicarnos con Dios todos los días; luego guardamos silencio para escuchar Su amorosa respuesta, tal como nos lo dice Jesús a continuación:


*"Y ahora aguardamos silenciosamente. Dios está aquí porque esperamos juntos. Estoy seguro de que Él te hablará y de que tú le oirás. Acepta mi confianza, pues es la tuya. Nuestras mentes están unidas. Esperamos con un solo propósito: oír la respuesta de nuestro Padre a nuestra llamada, dejar que nuestros pensamientos se aquieten y encontrar Su paz, para oírle hablar de lo que nosotros somos y para que Él Se revele a Su Hijo."* (L- 221.2:1-6)


No te olvides de realizar tus meditaciones cada mañana y cada noche, si puedes dedicarle media hora o más seria excelente, lo mismo que los recordatorios cada hora, y de responder a toda tentación con la idea del día, pero sobretodo que sea una práctica gratificante, pues ahora el tiempo pasa a un segundo plano. Cuando estamos con Dios el tiempo no existe pues estamos con el Señor de la eternidad. Los momentos que le dedicamos a Dios son instantes santos que nos dedicamos a nosotros mismos, a nuestro amor, nuestra paz y nuestra felicidad.  





Capitulo 22.VI



















CELEBRANDO EL MILAGRO 

CELEBRA LA CORRECCIÓN QUE OCURRE AHORA 

BENDICIONES! 






Share:

Facebook comments: