LECCIÓN 255 Elijo pasar este día en perfecta paz.

LECCIÓN 255  Elijo pasar este día en perfecta paz.



Aquí la Introducción a la segunda parte del Libro de Ejercicios de UCDM

LECCIÓN 255

Elijo pasar este día en perfecta paz.


1. No me parece que pueda elegir experimentar únicamente paz hoy. 2Sin embargo, mi Dios me asegura que Su Hijo es como Él. 3Que pueda hoy tener fe en Aquel que afirma que soy el Hijo de Dios. 4Y que la paz que hoy elijo experimentar dé fe de la verdad de Sus Palabras. 5El Hijo de Dios no puede sino estar libre de preocupaciones y morar eternamente en la paz del Cielo. 6En Nombre Suyo, consagro este día a encontrar lo que la Voluntad de mi Padre ha dispuesto para mí, a aceptarlo como propio y a concedérselo a todos Sus Hijos, incluido yo.


2. Así es como deseo pasar este día Contigo, Padre mío. 2Tu Hijo no Te ha olvidado. 3 La paz que le otorgaste sigue estando en su mente, y es ahí donde elijo pasar este día.





AUDIOS de la Lección 255
de CELEBRANDO EL MILAGRO


Lectura de la Lección 255
A través de  Blanca Nivia Morales Contreras


Ocurrir de la Lección 255
a través de Martin Musarra


Lección 255 comentada por 
Jorge Luis Álvarez Castañeda















































LECCIÓN 255

Elijo pasar este día en perfecta paz.

Comentada por: 
Jorge Luis Álvarez Castañeda

¡Que la paz sea con nosotros hoy!

La lección 255  Elijo pasar este día en perfecta paz es la tercera lección consagrada a la paz en esta segunda parte del libro de ejercicios. Queda claro la importancia de la paz en la enseñanza de Jesús.

 La paz es el objetivo de este Curso pero, para poderla lograr, necesitamos valernos del perdón: no puedo tener la paz de Dios si odio a mi hermano. Hemos visto que la paz es un atributo que se encuentra en mí y que no puedo hallarla fuera de mí mismo. La paz, me permite mantenerme ecuánime ante cualquier conflicto con un hermano y me capacita para, así, poder hacer las correcciones en mi mente que me proporciona el milagro. Estas correcciones me permitirán ver, en mi hermano no a un enemigo, sino a mi salvador, en el sentido, que me muestra los cambios que, en mis pensamientos no amorosos, necesito realizar.

 La paz, también .me permite hacer silencio en mi mente para oír la Voz de Dios, como vimos en la lección de ayer. La paz es el criterio, el termómetro de mi estado mental. Si, en un momento dado, siento que he perdido la paz, es porque ha surgido algún pensamiento no amoroso hacia un hermano, hacia mí mismo o hacia Dios. Es el momento de pedir la ayuda del Espíritu Santo, de Jesús, de Dios y perdonar. Si no estoy en paz es mejor no hacer nada hasta que la recupere. 

Y Jesús, como siempre, es muy claro en sus enseñanzas. Nos dice en la lección 74:
_”La paz se caracteriza por la dicha. Cuando experimentes dicha sabrás que has alcanzado la paz”_.  L-74.6:1-2

Jesús, en la lección de hoy, nos dice:

_”Que pueda tener fe en Aquel que afirma que soy el Hijo de Dios. Y que la paz que hoy elijo experimentar dé fe de la verdad de Sus Palabras. El Hijo de Dios no puede sino estar libre de preocupaciones y morar eternamente en la paz del Cielo”_. 

Contra toda la oposición y los conflictos del ego puedo tener paz, si, así, lo decido. Si me decido a gobernar mi mente y a ordenarle que hoy sólo tenga pensamientos de paz. Y si se presentan los pensamientos de conflicto pido ayuda y perdono. Y suelto esos pensamientos. Los dejo ir. Los entrego a la Expiación, es decir, al Espíritu Santo para que los corrija. Y sigo adelante, sin mirar atrás esos conflictos que dejé. Voy para mi meta: recordar a Dios.
  
Continúa Jesús: 

_”En Su Nombre, consagro este día a encontrar lo que la Voluntad de mi Padre ha dispuesto para mí, a aceptarlo como propio y a concedérselo a todos Sus Hijos, incluido yo”_. 

 La Voluntad de Dios ha dispuesto para mí la perfecta paz y felicidad.  Otra cosa es que decida seguir al ego y permitirle que llene mi mente de pensamientos no amorosos basados en su trilogía de pecado, culpa y miedo que no pueden sino traerme la pérdida de la paz. Pero, hoy, no le voy a hacer caso al ego y voy a aceptar lo que quiere Dios para mí. Por eso, voy a integrar hoy la oración que me plantea Jesús:

_”Así es como deseo pasar este día Contigo, Padre mío. Tu Hijo no te ha olvidado. La paz que le otorgaste sigue estando en su mente, y es ahí donde elijo pasar este día”_. 

Con relación al tema del pecado

Jesús nos dice en el tema especial 4. ¿Qué es el pecado?:

_”El pecado “prueba” que el Hijo de Dios es malvado, que la intemporalidad tiene que tener un final y que la vida eterna sucumbirá ante la muerte”_.  

El ego parte de que la separación de Dios fue real y que por eso somos malvados, y merecedores de todo tipo de castigos de los cuales no podemos escapar porque Dios nos va a castigar, inevitablemente. El ego centra nuestra atención en el cuerpo que se puede enfermar, sufrir y morir. No quiere que veamos nuestra naturaleza espiritual. Si morimos esta es la prueba de que la separación de Dios fue real y, de esa manera, ha triunfado sobre Dios porque no ha sido capaz de garantizar la vida de Su Hijo, y, en consecuencia, la eternidad desaparece. Esto no es sino una locura completa y un desconocimiento del Amor de Dios para nosotros que no puede sino tener para nosotros perfecta paz tal como vimos en la lección de hoy: 

_”El Hijo de Dios no puede sino estar libre de preocupaciones y morar eternamente en la paz del Cielo”_.

Proceso de práctica de la lección

1. Tener momentos con Dios por la mañana y por noche

Momentos en los cuales se tenga una experiencia con la verdad, es decir, con el reconocimiento de que somos Hijos de Dios, mientras ello nos haga felices. El tiempo utilizado será el que se considere necesario para lograr el objetivo. Podría ser media hora o más. Estos momentos buscan que tengamos o nos acerquemos a tener instantes santos permanentes.  Perdonamos, con la Ayuda de Dios, lo que nos esté quitando la paz

Se invoca a Dios. En lugar de palabras sólo necesitamos sentir Su Amor.

Se pide la guía del Espíritu Santo y de Jesús. 
Se lee despacio los temas especiales que acompañan la lección del día. Se reflexiona sobre ellos. Luego, se lee la lección del día.

En tu meditación intenta entrar en  contacto con esa parte de tu mente donde hay paz y amor, tranquilidad, alegría. Es tu mente recta, donde está Cristo, tu Ser.

 Mantén la mente quieta, sin palabras, y te olvidas de todo lo que habías creído saber y entender, y te quedas sólo con la sensación y certeza de que estás con Dios.


Espera a Dios. Él llegará y te dará un mensaje de amor y de paz. Pero, esto requiere nuestra disposición a escucharlo tal como lo ha enseñado Jesús en la lección 71:

_”Él responderá en la misma medida que tú estés dispuesto a oír Su Voz. No te niegues a oírla. El solo hecho de que estés llevando a cabo los ejercicios demuestra que en cierto modo estás dispuesto a escuchar. Esto es suficiente para que seas acreedor a Su respuesta”_. L-71. 9:7-10

2. Recordatorios cada hora. 

Cada hora recordaremos a Dios. Perdonamos, con Dios, lo que nos haya quitado la paz en esa hora
Invocamos Su Nombre. Recordaremos la lección del día y siempre que nos sintamos tentados a olvidarnos de nuestro objetivo. También perdonaremos con Dios los pensamientos no amorosos que hayamos tenido en esa hora. Pueden ser 2 o tres minutos con los ojos cerrados.

Recuerda que mientras lo haces Cristo permanece a tu lado dándote fortaleza. Luego, siente la quietud y silencio y espera a Dios. 

3. Recordatorios frecuentes de la lección entre horas.

 Ayudan en el entrenamiento de tener siempre presente a Dios. Invocamos  a Dios.

4. Respuesta a la tentación.

Invocamos el Nombre de Dios y repetimos la idea del día cuando sintamos que nos estamos olvidando del objetivo de la lección, sintamos que estamos perdiendo nuestra paz y necesitemos perdonar.

Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior y a tener una experiencia directa de la verdad con miras a abandonar el mundo del dolor y adentrarse en la paz. Siempre pidiendo la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús. Y, sin olvidarse de reír porque la Voluntad de Dios, para nosotros, es que tengamos perfecta felicidad.

Muchas, muchísimas, bendiciones.













LECCIÓN 255
 
"Elijo pasar este día en perfecta paz."

Comentada por:
Oscar Gómez Díez 

Observemos con detalle la idea de hoy. No sólo está diciendo que elijo pasar este día en paz. La idea va mucho más allá, y dice que elijo pasar este día en "perfecta" paz.

¿Cuál es la perfecta paz? 
En todo caso no es lo que este mundo entiende por paz. El mundo entiende por paz la ausencia de guerra, la ausencia de conflicto. Pero la naturaleza de este es mundo de opuestos, carencias, culpas, miedos y ataques, es de  conflictos permanentes, donde sólo cambian las formas, donde un problema parece suceder a otro problema, son treguas, momentos entre dos conflictos. Esa no es la "perfecta paz." de la que habla esta lección. 

La perfecta paz es la paz de Dios, o como la define la Biblia: "la paz que sobrepasa todo entendimiento". Es un estado de total plenitud, amor y dicha infinita. 

"Elijo pasar este día en perfecta paz." es una decisión absoluta sin transigencias de ninguna clase. Pero lograrla nos parece que no es tarea fácil desde nuestra perspectiva del mundo, por eso   "No me parece que pueda elegir experimentar únicamente paz hoy."

Esa duda la debo superar depositando mi confianza en Dios, "Sin embargo, mi Dios me asegura que Su Hijo es como Él." Fuimos creados a Semejanza de Dios, y por lo tanto, gozamos de sus mismos atributos, entre ellos, poder disfrutar de una "perfecta paz."

Y por lo tanto, debo confiar en lo que me dice el Espíritu Santo, que me  "afirma que soy el Hijo de Dios."

Si lo que Dios y el Espíritu Santo me dicen es verdad, entonces que "la paz que hoy elijo experimentar dé fe de la verdad de Sus Palabras."

La única verdad es que "El Hijo de Dios no puede sino estar libre de preocupaciones y morar eternamente en la paz del Cielo." si Dios nos dio Su paz, esta se halla aún en nuestras mentes, y allí debemos encontrarla. 

En nombre del Cristo en mi "consagro este día a encontrar lo que la Voluntad de mi Padre ha dispuesto para mí, a aceptarlo como propio y a concedérselo a todos Sus Hijos, incluido yo." Consagro este día a la paz de Dios, a la paz que sólo el amor nos puede brindar, pues une e integra toda la Creación. Consagro este día al amor que me enseñó que solo tengo hermanos y no enemigos, que la paz es contemplar la perfecta inocencia de mis hermanos, y la grandeza del Amor de nuestro Padre en perfecta unidad con Su Hijo. 

ORACIÓN DEL DÍA:

"Así es como deseo pasar este día Contigo, Padre mío. Tu Hijo no Te ha olvidado. La paz que le otorgaste sigue estando en su mente, y es ahí donde elijo pasar este día."
 
PRACTICA:

Repasa el tema especial de esta sección, titulado "4. ¿Qué es el pecado?" Trate de leer y repetir cuantas veces puedas la idea  y la oración del día, y si logras   memorizarlas mucho mejor, hazlas tuya, pues es la manera como buscaremos comunicarnos con Dios todos los días; luego guardamos silencio para escuchar Su amorosa respuesta, tal como nos lo dice Jesús a continuación:

"Y ahora aguardamos silenciosamente. Dios está aquí porque esperamos juntos. Estoy seguro de que Él te hablará y de que tú le oirás. Acepta mi confianza, pues es la tuya. Nuestras mentes están unidas. Esperamos con un solo propósito: oír la respuesta de nuestro Padre a nuestra llamada, dejar que nuestros pensamientos se aquieten y encontrar Su paz, para oírle hablar de lo que nosotros somos y para que Él Se revele a Su Hijo." (L- 221.2:1-6)

No te olvides de realizar tus meditaciones cada mañana y cada noche, si puedes dedicarle media hora o más seria excelente, lo mismo que los recordatorios cada hora, y de responder a toda tentación con la idea del día, pero sobretodo que sea una práctica gratificante, pues ahora el tiempo pasa a un segundo plano. Cuando estamos con Dios el tiempo no existe pues estamos con el Señor de la eternidad. Los momentos que le dedicamos a Dios son instantes santos que nos dedicamos a nosotros mismos, a nuestro amor, nuestra paz y nuestra felicidad.  







TEXTO T.25


















CELEBRANDO EL MILAGRO 

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BENDICIONES!













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