LECCIÓN 296 El Espíritu Santo habla hoy a través de mí.




Aquí la Introducción a la segunda parte del Libro de Ejercicios de UCDM

LECCIÓN 296

El Espíritu Santo habla hoy a través de mí.

1. El Espíritu Santo necesita hoy mi voz para que todo el mundo pueda escuchar Tu Voz y oír Tu Palabra a través de mí. 2 Estoy decidido a dejar que hables por medio de mí, pues no quiero usar otras palabras que las Tuyas ni tener pensamientos aparte de los Tuyos, pues sólo Éstos son verdaderos. 3 Quiero ser el salvador del mundo que fabriqué. 4 Pues ya que lo condené, quiero liberarlo, de manera que pueda escapar y oír la Palabra que Tu santa Voz ha de comunicarme hoy.

2. Hoy sólo enseñaremos lo que queremos aprender y nada más. 2 De este modo, nuestra meta de aprendizaje se convierte en un objetivo libre de conflictos, lo cual nos permite alcanzarlo con facilidad y rapidez. 3 ¡Cuán gustosamente viene el Espíritu Santo a rescatarnos del infierno cuando permitimos que por medio de nosotros Sus enseñanzas persuadan al mundo para que busque y halle el fácil sendero que conduce a Dios!



AUDIOS de la Lección 296
de CELEBRANDO EL MILAGRO



Lectura de la Lección 296
A través de Mariano Noé 


Ocurrir de la Lección 296
a través de Martin Musarra


Lección 296 comentada por 
Jorge Luis Álvarez Castañeda


































LECCIÓN 296

El Espíritu Santo habla hoy a través de mí.


Comentada por: 
Jorge Luis Álvarez Castañeda


¡Que la paz sea con nosotros hoy!


Esta es otra lección sobre la visión de Cristo. En la lección de ayer, Jesús, decía que:
”Cristo pide valerse de mis ojos para así redimir al mundo”. 
L-295. 1:1


En la lección de hoy, con la mediación del Espíritu Santo, pide que hable a través de mí. 


Nos dice Jesús en la lección:


”El Espíritu Santo necesita hoy mi voz para que todo el mundo pueda escuchar Tu Voz y oír Tu Palabra a través de mí. Estoy decidido a dejar que hables por medio de mí, pues no quiero usar otras palabras que las Tuyas ni tener pensamientos aparte de los Tuyos, pues sólo Éstos son verdaderos”.


Desde mi mente recta, con la guía del Espíritu Santo y de Jesús, he sanado mi mente, he escuchado la Palabra de Dios y acepto la petición del Espíritu Santo de que hable a través de mí. ¿Y de qué hablaría con mis hermanos? De paz, de amor, de perdón, de unidad, de reconocimiento de nuestra verdadera identidad como Hijos de Dios, del no ataque y que la ira nunca se justifica, de la verdad de que fuimos creados por Dios y no por el ego, de que mi naturaleza es Espíritu y no cuerpo, del recuerdo de Dios que siempre está en mi mente, de la Expiación y los milagros, de que no puedo salvarme sino es con mi hermano, en fin, de toda la plenitud sin límite que representa el hacer a Dios como nuestro único objetivo.


Este proceso de sanar mi mente ha implicado ir continuamente de la mano del Espíritu Santo y confiar plenamente en Él en la solución de los problemas. 


Esto lo explica Jesús en el capítulo 25 sección IX:


”Entregarle un problema al Espíritu Santo para que Él lo resuelva por ti, significa que quieres que se resuelva”.T-25. IX.7:5


Continúa Jesús en la lección:


”Quiero ser el salvador del mundo que fabriqué. Pues ya que lo condené, quiero liberarlo, de manera que pueda escapar y oír la Palabra que Tu santa Voz ha de comunicarme hoy”.


He fabricado un mundo en mi mente con base en mis juicios y mis interpretaciones que lo ha llenado de resentimientos y de pensamientos no amorosos con los cuales me he atacado a mí mismo, a mis hermanos y también he atacado a mi Ser como Hijo de Dios y, por ende, a Dios como mi Padre. Hoy, me decido a ser el salvador del mundo que inventé, como dice Jesús. Para esto voy a valerme del perdón, con la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús.


 Necesito aceptar perdonarme como nos dice Jesús en el capítulo 25 sección IX:


”Tú única responsabilidad es aceptar el perdón para ti mismo” T-25.IX.9:6


Finalmente, nos dice Jesús:


”Hoy sólo enseñaremos lo que queremos aprender y nada más. De este modo, nuestra meta de aprendizaje se convierte en un objetivo libre de conflictos, lo cual nos permite alcanzarlo con facilidad y rapidez. ¡Cuán gustosamente viene el Espíritu Santo a rescatarnos del infierno cuando permitimos que por medio de nosotros Sus enseñanzas persuadan al mundo para que busque y halle el fácil sendero que conduce a Dios!”


Enseño lo que quiero aprender. Quiero aprender a recordar a Dios con la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús. Si mi objetivo es Dios, se me proporcionaran los medios para realizarlo de manera rápida y fácil, como dice Jesús. Hay coherencia en lo que enseño y, por ende, de esa manera, aprendo. Hoy, quiero ponerme al servicio del Espíritu para enseñar Sus enseñanzas de paz, de amor, de dicha, de bondad, de unidad, de verdad.


Con relación al tema del mundo real


Jesús, en el tema especial 8. ¿Qué es el mundo real? nos dice:


”El mundo que ve emana de una mente que está en paz consigo misma. No ve peligro en nada de lo que contempla, pues es bondadosa, y lo único que ve es bondad”.


Cuando se está en el mundo real se está en paz porque se ha perdonado la culpa y lo que prima es la visión de la inocencia suya, y, de sus hermanos. Se ve inocente y, por lo tanto, no hay nada que temer: puede mirar a sus hermanos y al mundo desde la perspectiva de un mundo perdonado. Admite al Espíritu Santo y a Jesús como como los guías que lo orientan en la nueva percepción que lo acompaña, expresión de los cambios a favor de Dios que se han experimentado en su mente, por eso, su nueva percepción le muestra un mundo perdonado, en el cual no hay nada que temer.


Proceso de práctica de la lección


Tener momentos con Dios por la mañana y por noche

Momentos en los cuales se tenga una experiencia con la verdad, es decir, con el reconocimiento de que somos Hijos de Dios, mientras ello nos haga felices. El tiempo utilizado será el que se considere necesario para lograr el objetivo. Podría ser media hora o más. Estos momentos buscan que tengamos o nos acerquemos a tener instantes santos permanentes. Perdonamos, con la Ayuda de Dios, lo que nos esté quitando la paz.

Se invoca a Dios. En lugar de palabras sólo necesitamos sentir Su Amor.

Se pide la guía del Espíritu Santo y de Jesús. 
Se lee despacio los temas especiales que acompañan la lección del día. Se reflexiona sobre ellos. Luego, se lee la lección del día.

En tu meditación intenta entrar en  contacto con esa parte de tu mente donde hay paz y amor, tranquilidad, alegría. Es tu mente recta, donde está Cristo, tu Ser.

Mantén la mente quieta, sin palabras, y te olvidas de todo lo que habías creído saber y entender, y te quedas sólo con la sensación y certeza de que estás con Dios.

Espera a Dios. Él llegará y te dará un mensaje de amor y de paz. Pero, esto requiere nuestra disposición a escucharlo tal como lo ha enseñado Jesús en la lección 71:

”Él responderá en la misma medida que tú estés dispuesto a oír Su Voz. No te niegues a oírla. El solo hecho de que estés llevando a cabo los ejercicios demuestra que en cierto modo estás dispuesto a escuchar. Esto es suficiente para que seas acreedor a Su respuesta”. (L-71. 9:7-10)

Recordatorios cada hora. 

Cada hora recordaremos a Dios.
Invocamos Su Nombre. Recordaremos la lección del día y siempre que nos sintamos tentados a olvidarnos de nuestro objetivo. También perdonaremos con Dios los pensamientos no amorosos que hayamos tenido en esa hora. Pueden ser 2 o tres minutos con los ojos cerrados.

Recuerda que mientras lo haces Cristo permanece a tu lado dándote fortaleza. Luego, siente la quietud y silencio y espera a Dios. 

Recordatorios frecuentes de la lección entre horas.

 Ayudan en el entrenamiento de tener siempre presente a Dios. Invocamos  a Dios.

Respuesta a la tentación.

Invocamos el Nombre de Dios y repetimos la idea del día cuando sintamos que nos estamos olvidando del objetivo de la lección, sintamos que estamos perdiendo nuestra paz y necesitemos perdonar.

Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior y a tener una experiencia directa de la verdad con miras a abandonar el mundo del dolor y adentrarse en la paz. Siempre pidiendo la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús. Y, sin olvidarse de reír porque la Voluntad de Dios, para nosotros, es que tengamos perfecta felicidad.

Muchas, muchísimas, bendiciones.












Kenneth Wapnick
Viaje por el libro de ejercicios de UCDM 
Lección 296. «El Espíritu Santo habla hoy a través de mí.» 

"Vemos aquí la idea expresada tan hermosamente en la Introducción al quinto repaso, donde Jesús nos dice que él necesita de nuestra voz, ojos, pies y manos, a través de los cuales él salva al mundo (W-pI.rV.in.9:3). De hecho, este importante tema se repite muchas veces a lo largo de Un Curso de Milagros - el mundo y el cuerpo son ilusiones, sin embargo, ya que creemos que estamos aquí, ellos pueden reflejar la verdad que está en nuestras mentes.

(1:1-2) «El Espíritu Santo necesita hoy mi voz para que todo el mundo pueda escuchar Tu Voz y oír Tu Palabra a través de mí. Estoy resuelto a dejar que hables a través de mí, pues no quiero usar otras palabras que las Tuyas, ni tener pensamientos aparte de los Tuyos, pues sólo los Tuyos son verdaderos.» 

Hemos visto esta idea con frecuencia en nuestro viaje a través del Libro de Ejercicios: darse cuenta del error de elegir nuestras palabras en lugar de las del Espíritu Santo -  nuestras, las palabras de separación; Suya, la Palabra de la Expiación, que dice que no hay ninguna separación. Así nos convertimos en Sus maestros, las manifestaciones «en la forma» de Su Voz del perdón - el «contenido» de la salvación:

“Lo que convierte a los maestros de Dios en maestros es su reconocimiento del verdadero propósito del cuerpo. A medida que avanzan en su profesión, se afianzan más y más en la certeza de que la función del cuerpo no es otra que la de permitir que la Voz de Dios hable a través de ellos a otros oídos humanos. Estos oídos llevarán a la mente del oyente mensajes que no son de este mundo, y la mente entenderá debido a su Origen. Como resultado de este entendimiento, este nuevo maestro de Dios reconocerá cuál es el verdadero propósito del cuerpo: la única utilidad que realmente tiene.”  (M-12.4:1-4)

(1:3-4) «Quiero ser el salvador del mundo que fabriqué. Pues ya que lo condené, quiero liberarlo, de manera que pueda escapar y oír la Palabra que Tu santa Voz ha de comunicarme hoy.» 

Condenamos al mundo proyectando nuestra auto-condenación en él. Esto ocurrió en la mente, donde puede ser deshecho - el «único» lugar donde se puede deshacer.

(2) «Hoy sólo enseñaremos lo que queremos aprender, y nada más. De este modo, nuestro objetivo de aprendizaje queda libre de conflictos, lo cual nos permite alcanzarlo con facilidad y rapidez. ¡Cuán gustosamente viene el Espíritu Santo a rescatarnos del infierno cuando permitimos que a través de nosotros Sus enseñanzas persuadan al mundo para que busque y halle el fácil sendero que conduce a Dios!»

Nuestra inequívoca petición de ayuda al Espíritu Santo invita a Su visión del perdón a curar nuestras mentes y al mundo como uno, conduciéndonos desde el auto-engañoso infierno de  separación - el mundo de la “enseñanza restringida y sin esperanzas” - al Cielo de nuestra perfecta Unicidad:

“Podría decirse que el propósito del curso es proporcionarte los medios para que elijas lo que quieres enseñar, en base a lo que quieres aprender. No puedes darle nada a otro, ya que únicamente te das a ti mismo, y esto se aprende enseñando... A esta situación de enseñanza restringida y sin esperanzas, que no enseña sino muerte y desolación, Dios envía a Sus maestros. Y conforme éstos enseñan Sus lecciones de júbilo y de esperanza, su propio aprendizaje finalmente concluye. Si no fuera por los maestros de Dios, habría muy pocas esperanzas de alcanzar la salvación, pues el mundo del pecado parecería ser eternamente real. Los que se engañan a sí mismos tienen que engañar, ya que no pueden sino enseñar engaño. ¿Y qué otra cosa sino eso es el infierno?” (M-in.2:5-6; 4:7-5:3)

¿Y elegiríamos permanecer en el infierno cuando la paz del Cielo es nuestra por el mero “precio” del perdón? "

Del libro "Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM" por el Dr. Kenneth Wapnick.














LECCIÓN 296
El Espíritu Santo habla hoy a través de mí.

Comentada por:
Oscar Gómez Díez 

Ayer practicábamos que "El Espíritu Santo ve hoy a través de mí". Hoy hacemos la misma práctica con una variante, en vez de ver, hablar,  "el Espíritu Santo habla hoy a través de mí."

El propósito de estas lecciones es convertirnos en instrumentos del Espíritu Santo para nuestra salvación. Si la primera parte del libro de ejercicios, (lección 1 hasta la 220) era deshacer el sistema de pensamiento del ego, la segunda parte, consiste en consolidar nuestro paso al sistema de pensamiento del Espíritu Santo. De pensar desde el miedo a pensar desde el amor. Y para que nuestra sanación sea total, nuestra inversión de pensamiento debe ser total. 

De ahí que en el noveno tema especial, que habla sobre el Segundo Advenimiento, Jesús nos dice que  "necesita tus ojos, tus oídos, tus manos y tus pies. Necesita tu voz. Pero sobre todo, necesita tu buena voluntad." (L PII.9.5:2-4).  Y nuestra buena voluntad consiste, en que el amor, y sólo el amor hable a través de mí hoy. 

Cuando ponemos nuestra voluntad al servicio del amor, tendremos la certeza que no nos equivocaremos en todo lo que hacemos o decimos. Y de esta manera salvamos al mundo que hemos inventado. 

ORACIÓN DEL DIA:

"El Espíritu Santo necesita hoy mi voz para que todo el mundo pueda escuchar Tu Voz y oír Tu Palabra a través de mí. Estoy decidido a dejar que hables por medio de mí, pues no quiero usar otras palabras que las Tuyas ni tener pensamientos aparte de los Tuyos, pues sólo Éstos son verdaderos.  Quiero ser el salvador del mundo que fabriqué.  Pues ya que lo condené, quiero liberarlo, de manera que pueda escapar y oír la Palabra que Tu santa Voz ha de comunicarme hoy."

Yo mismo inventé y condené a este mundo, y condené a mis hermanos, y yo mismo me liberaré, y los liberaré, a través del perdón de mis propias ilusiones y creencias. 

"Hoy sólo enseñaremos lo que queremos aprender y nada más." cuando permitimos que sólo el Espíritu Santo hable a través de nosotros, lo que vamos a enseñar al mundo son palabras de amor y perdón, el mundo conocerá lo que hemos aprendido a través de nuestro ejemplo, pues al haber cambiado nuestra condición interna, cambiara nuestra condición externa. 

"De este modo, nuestra meta de aprendizaje se convierte en un objetivo libre de conflictos, lo cual nos permite alcanzarlo con facilidad y rapidez." Si solo hablamos de amor y paz, percibiremos un mundo  pacifico y feliz, y si llegase a presentar algún pensamiento conflictivo, lo perdonamos inmediatamente, pues estaremos vigilantes siempre a  favor del amor y el perdón. 

"¡Cuán gustosamente viene el Espíritu Santo a rescatarnos del infierno cuando permitimos que por medio de nosotros Sus enseñanzas persuadan al mundo para que busque y halle el fácil sendero que conduce a Dios!" Siempre que invoquemos la presencia del Espíritu Santo, Él vendrá inmediatamente a nosotros. Preguntémosle siempre que debemos hacer o decir ante cada situación o circunstancia, y aquietemos nuestra mente, para escuchar Su santa Voz decirnos lo que debemos hacer o decir. De esta manera nuestro camino de regreso a Dios se iluminará con la lámpara de nuestro amor. 

PRACTICA:

Repasa el tema especial de esta sección, titulado "8. ¿Qué es el mundo real?" Trate de leer y repetir cuantas veces puedas la idea  y la oración del día, y si logras   memorizarlas mucho mejor, hazlas tuya, pues es la manera como buscaremos comunicarnos con Dios todos los días; luego guardamos silencio para escuchar Su amorosa respuesta, tal como nos lo dice Jesús a continuación:

"Y ahora aguardamos silenciosamente. Dios está aquí porque esperamos juntos. Estoy seguro de que Él te hablará y de que tú le oirás. Acepta mi confianza, pues es la tuya. Nuestras mentes están unidas. Esperamos con un solo propósito: oír la respuesta de nuestro Padre a nuestra llamada, dejar que nuestros pensamientos se aquieten y encontrar Su paz, para oírle hablar de lo que nosotros somos y para que Él Se revele a Su Hijo." (L- 221.2:1-6)

No te olvides de realizar tus meditaciones cada mañana y cada noche, si puedes dedicarle media hora o más seria excelente, lo mismo que los recordatorios cada hora, y de responder a toda tentación con la idea del día, pero sobretodo que sea una práctica gratificante, pues ahora el tiempo pasa a un segundo plano. Cuando estamos con Dios el tiempo no existe pues estamos con el Señor de la eternidad. Los momentos que le dedicamos a Dios son instantes santos que nos dedicamos a nosotros mismos, a nuestro amor, nuestra paz y nuestra felicidad. 
















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