ALGUNAS CITAS DE
UN CURSO DE MILAGROS
SOBRE LOS MILAGROS
Milagros:
Los milagros son hábitos, y deben ser involuntarios. No deben controlarse conscientemente. Los milagros seleccionados conscientemente pueden proceder de un falso asesoramiento.
T-1.I.5:1
Los milagros son naturales. Cuando no ocurren, es que algo anda mal.
T-1.I.6:1-2
Los milagros son una especie de intercambio. Como toda expresión de amor, que en el auténtico sentido de la palabra es siempre milagrosa, dicho intercambio invierte las leyes físicas. Brindan más amor tanto al que da como al que recibe.
T-1.I.9:1-3
Los milagros son pensamientos. Los pensamientos pueden representar el nivel inferior o corporal de experiencia, o el nivel superior o espiritual de experiencia. Uno de ellos da lugar a lo físico, el otro crea lo espiritual.
T-1.I.12:1-3
Los milagros son a la vez comienzos y finales, y así, alteran el orden temporal. Son siempre afirmaciones de renacimiento, que parecen retroceder, pero que en realidad van hacia adelante. Cancelan el pasado en el presente, y así, liberan el futuro.
T-1.I.13:1-3
Los milagros dan fe de la verdad. Son convincentes porque proceden de la convicción. Sin convicción degeneran en magia, que es insensata, y, por lo tanto, destructiva; o más bien, el uso no creativo de la mente.
T- 1.I.14:1-3
Los milagros son recursos de enseñanza para demostrar que dar es tan bienaventurado como recibir. Aumentan la fortaleza del que da y simultáneamente le dan fortaleza al que recibe.
T-1.I.16:1-2
Los milagros transcienden el cuerpo. Son cambios súbitos al dominio de lo invisible, más allá del nivel corporal. Por eso es por lo que curan.
T- 1.I.17:1-3
El milagro es un servicio. Es el máximo servicio que le puedes prestar a otro. Es una manera de amar al prójimo como a ti mismo, en la que reconoces simultáneamente tu propia valía y la de él.
T-1.I.18:1
Los milagros son expresiones naturales de perdón. Por medio de los milagros aceptas el perdón de Dios al extendérselo a otros.
T-1.I.21:1-4
Tú mismo eres un milagro, capaz de crear a semejanza de tu Creador.
T-1.I.24:2
Los milagros son parte de una cadena eslabonada de perdón que, una vez completa, es la Expiación.
T-1.I.25:1
Un milagro es una bendición universal de Dios a todos mis hermanos por mediación mía. Perdonar es el privilegio de los perdonados.
T- 1.I.27:1-2
Los milagros son un modo de liberarse del miedo. La revelación produce un estado en el que el miedo ya ha sido abolido. Los milagros son, por lo tanto, un medio, y la revelación, un fin.
T-1.I.28:1-3
Yo inspiro todos los milagros, que en realidad son intercesiones. Interceden en favor de tu santidad y santifican tus percepciones. Al ubicarte más allá de las leyes físicas te elevan a la esfera del orden celestial. En ese orden tú eres perfecto.
T-1.I.32:1-4
Los milagros son expresiones de amor, pero puede que no siempre tengan efectos observables.
T-1.I.35:1
Los milagros son ejemplos de recto pensar que armonizan tus percepciones con la verdad tal como Dios la creó.
T-1.I.36:1
Un milagro es una corrección que yo introduzco en el pensamiento falso. Actúa como un catalizador, disolviendo la percepción errónea y reorganizándola debidamente.
T-1.I.37:1-2
Los milagros son expresiones de una conciencia interna de Cristo y de haber aceptado Su Expiación.
T-1.I.44:1
El milagro es un recurso de aprendizaje que reduce la necesidad del tiempo. Establece un intervalo temporal fuera de lo normal que no está sujeto a las leyes usuales del tiempo. En ese sentido es intemporal.
T- 1.I.47:1-3
El milagro es el único recurso que tienes a tu inmediata disposición para controlar el tiempo. Solo la revelación lo transciende al no tener absolutamente nada que ver con el tiempo.
T-1.I.48:1-2
El milagro no distingue entre diferentes grados de percepción errónea. Es un recurso para sanar la percepción que es eficaz independientemente del grado o dirección del error.
T-1.I.49:1-2
Los milagros, en cambio, son genuinamente interpersonales y conducen a un auténtico acercamiento a los demás.
T-1.II.1:4
El milagro es, por tanto un gesto de amor entre iguales.
T-1.II.3:4
Los milagros son el medio a través del cual las mentes que sirven al Espíritu Santo se unen a mí para la salvación o liberación de todas las creaciones de Dios.
T-1.III.3:4
La naturaleza impersonal del milagro es una característica esencial del mismo, ya que me permite dirigir su aplicación, y bajo mi dirección los milagros conducen a la experiencia altamente personal de la revelación.
T-1.III.4:5
Los milagros son selectivos únicamente en el sentido de que se canalizan hacia aquellos que los pueden usar en beneficio propio.
T- 1.III.9:1
El milagro es en gran medida como el cuerpo, en el sentido de que ambos son recursos de aprendizaje para facilitar un estado en el que finalmente se hacen innecesarios.
T-1.V.1:1
Los milagros son afirmaciones de Filiación, que es un estado de compleción y abundancia.
T-1.V.4:6
El milagro es señal de que la mente ha elegido dejarse guiar por mí en el servicio a Cristo.
T-1.V.6:1
Te he pedido que obres milagros, y he dejado claro que los milagros son naturales, correctivos, sanadores y universales.
T-2.II.1:2
El milagro es el medio, la Expiación el principio y la curación el resultado.
T-2.IV.1:2
Nos hemos referido a los milagros como un medio de corregir la confusión de niveles, ya que todos los errores tienen que corregirse en el mismo nivel en que se originaron.
T-2.IV.2:3
Dije anteriormente que solo la revelación transciende el tiempo. El milagro, al ser una expresión de caridad, tan solo puede acortarlo.
T- 2.V.10:5-6
El milagro elimina la necesidad de tener preocupaciones de rango inferior. Puesto que es un intervalo de tiempo que está fuera de las coordenadas temporales en las que normalmente operamos, las consideraciones normales con respecto al tiempo y al espacio no le afectan.
T-2.V.11:1-2
El milagro es siempre la negación de ese error [el deseo de no sanar] y la afirmación de la verdad.
T-2.V.14:1
Su duración, no obstante, puede acortarse enormemente mediante los milagros, el recurso que acorta el tiempo, pero que no lo abole.
T- 2.VII.2:6
El milagro, al ser una manera de percibir, no es conocimiento. Es la respuesta correcta a una pregunta, mas cuando sabes no preguntas. El primer paso en el proceso de deshacer lo ilusorio es cuestionarlo. El milagro —la respuesta correcta— lo corrige.
T-3.III.2:4-7
Has perdido el conocimiento de que tú mismo eres un milagro de Dios.
T-3.V.6:7
Yo comprendo que los milagros son acontecimientos naturales porque son expresiones de amor.
T-4.IV.11:11
El milagro mismo es un reflejo de esta unión de voluntades entre Padre e Hijo.
T-5.II.1:7
Si la mente puede curar al cuerpo, pero el cuerpo no puede curar a la mente, entonces la mente tiene que ser más fuerte que el cuerpo. Todo milagro es una demostración de esto.
T-6.5.A.2:6-7
Todo milagro es la conciencia de que dar y recibir es lo mismo.
T- 6.IX.10:5
Ten por seguro que nunca perdiste tu Identidad, ni tampoco las extensiones que la mantienen en un estado de plenitud y de paz. Los milagros son expresiones de esta certeza. Son a la vez reflejos de tu correcta identificación con tus hermanos, así como de tu conciencia de que esta identificación se conserva mediante la extensión. El milagro es una lección de percepción total. Al incluir cualquier parte de la totalidad en la lección, incluyes a la totalidad.
T-7.IX.7:1-5
El milagro es, por lo tanto, una lección acerca de lo que es la dicha. Por tratarse de una lección acerca de cómo compartir es una lección de amor, que es a su vez dicha. Todo milagro es, pues, una lección acerca de lo que es la verdad, y al ofrecer lo que es verdad estás aprendiendo a distinguir entre la dicha y el dolor.
T-7.X.8:4-6
Los milagros son simplemente la señal de que estás dispuesto a seguir el plan de salvación del Espíritu Santo y de que reconoces que no sabes lo que dicho plan es.
T-9.IV.6:3
Los milagros no tienen cabida en la eternidad porque son reparadores. Sin embargo, mientras aún necesites curación, tus milagros son los únicos testigos de tu realidad que puedes reconocer. No puedes obrar un milagro para ti mismo porque los milagros son una forma de dar aceptación y de recibirla.
T-9.VI.6:1-3
Un milagro es el acto de un Hijo de Dios que ha abandonado a todos los dioses falsos y exhorta a sus hermanos a que hagan lo mismo. Es un acto de fe porque es el reconocimiento de que su hermano puede hacerlo también. Es un llamamiento al Espíritu Santo en su mente, que se refuerza mediante la unión.
T-10.IV.7:1
Los milagros son simplemente la transformación de la negación en verdad.
T-12.II.1:1
El milagro, que no tiene ninguna función en el Cielo, es necesario aquí.
T-13.VIII.3:6
Cada milagro que le ofreces al Hijo de Dios no es otra cosa que la verdadera percepción de un aspecto de la totalidad.
T-13.VIII.5:2
¿Por qué preocuparte por cómo se va a extender el milagro a toda la Filiación cuando no entiendes lo que es el milagro?
T-16.II.1:6
El milagro no es causa sino efecto. Es el resultado natural de haber elegido acertadamente, y da testimonio de tu felicidad, la cual procede de haber elegido estar libre de toda culpa.
T-14.III.5:2-3
Otra manera de considerar los milagros —que es mucho mejor y más útil— es esta: los milagros son algo que no entiendes ni total ni parcialmente. Pero se han manifestado a través de ti. Por lo tanto, tu entendimiento no es necesario. Mas sigue siendo imposible llevar a cabo lo que no entiendes. Así que debe haber Algo en ti que sí entiende.
T-16.II.2:4-8
Los milagros son algo natural para Aquel que habla por Dios, pues Su tarea es traducir el milagro al conocimiento que representa, pero que se encuentra vedado para ti.
T-16.II.5:4-5
No hay grados de dificultad en los milagros, pues todos ellos son lo mismo. Cada uno supone una dulce victoria de la atracción del amor sobre la atracción de la culpabilidad.
T-19.4.A.5:3-4
Todo milagro no es más que el final de una ilusión.
T-19.4.A.6:8
Y contemplarán la visión del Hijo de Dios, al recordar quién es aquel al que cantan. ¿Qué es un milagro, sino este recordar?
T-21.I.10:3-4
Los milagros no son sino el resultado de cambiar del propósito de herir al de sanar.
T-24.IV.3:9
Todo milagro es la conciencia de que dar y recibir es lo mismo.
T- 25.IX.10:6
Todo milagro es justo. No es un regalo especial que se les concede a algunos y se les niega a otros, por ser estos menos dignos o estar más condenados, y hallarse, por lo tanto, excluidos de la curación.
T- 25.IX.6:6
Si los milagros, que son el don del Espíritu Santo, se otorgasen exclusivamente a un grupo selecto y especial y se negasen a otros por ser estos menos merecedores de ellos, entonces Él sería el aliado del especialismo.
T-25.IX.7:2
Cada milagro es un ejemplo de lo que la justicia puede lograr cuando se ofrece a todos por igual, pues se recibe en la misma medida en que se da. Todo milagro es la conciencia de que dar y recibir es lo mismo.
T- 25.IX.10:4-6
¿Qué otra cosa, salvo un milagro, podría hacerle cambiar de mentalidad de modo que comprenda que el amor no puede ser temido? ¿Qué otro milagro puede haber aparte de este? ¿Y qué otra cosa se podría necesitar para que el espacio entre vosotros desaparezca?
T- 26.IV.4:6-8
Un pequeño obstáculo les puede parecer muy grande a los que aún no comprenden que los milagros son todos el mismo milagro.
T-26.V.1:1
El milagro se extiende sin tu ayuda, pero tú eres esencial para que pueda dar comienzo.
T-27.V.1:2
Cada milagro que Él trae es un testigo de la irrealidad del cuerpo.
T- 27.VI.4.8
De la misma manera en que el miedo es el testigo de la muerte, el milagro es el testigo de la vida.
T-27.VI.5:7
Desde la quietud de tu interior, ve en el milagro una lección en cómo permitir que la Causa tenga Sus Propios efectos y en no hacer nada que pueda interferir.
T-28.I.10:9
El milagro establece que estás teniendo un sueño y que su contenido no es real.
T-28.II.7:1
El milagro no es un incidente aislado que ocurre de repente como si se tratase de un efecto sin causa. Ni tampoco es en sí una causa. Pero allí donde está su causa tiene que estar el milagro.
T-29.II.2:3-5
El milagro es el primer paso en el proceso de devolverle a la Causa la función de ser causa y no efecto. Pues esta confusión ha dado lugar al sueño y mientras no se resuelva, despertar seguirá siendo algo temible. Y la llamada a despertar no será oída, pues parecerá ser la llamada al temor.
T-28.II.9:3-5
Al igual que todas las lecciones que el Espíritu Santo te pide que aprendas, el milagro es inequívoco. El milagro es la demostración de lo que Él quiere que aprendas, y te enseña que lo que te interesa son sus efectos.
T-28.II.10:1-2
Este mundo está repleto de milagros. Se alzan en radiante silencio junto a cada sueño de dolor y sufrimiento, de pecado y culpabilidad. Representan la alternativa al sueño, la elección de ser el soñador, en vez de negar el papel activo que has desempeñado en la fabricación del sueño. Los milagros son los felices efectos de devolver la enfermedad — la consecuencia— a su causa.
T-28.II.12:1-4
El milagro es un medio para demostrar que todas las apariencias pueden cambiar precisamente porque son apariencias y porque carecen del atributo de inmutabilidad que la realidad entraña. El milagro da fe de que te puedes salvar de las apariencias al demostrar que estas pueden cambiar.
T-30.VIII.2:1-2
Los milagros no hacen sino mostrar que lo que tú has interpuesto entre la realidad y tu conciencia es ilusorio y que no es en modo alguno una interferencia.
T-30.VIII.4:2
Tú eres el espíritu en cuya mente mora el milagro en el que el tiempo se detiene; el milagro en el que un minuto que se dedique a la práctica de estas ideas se convierte en un lapso de tiempo ilimitado e infinito.
L- 97.4:1
Quiero comprender también que la solución es siempre un milagro al que le permito ocupar el lugar del resentimiento.
L-90.1:3
Un milagro es una corrección. No crea, ni cambia realmente nada en absoluto. Simplemente contempla la devastación y le recuerda a la mente que lo que ve es falso.
L-340.13. 1:1-3
La visión de Cristo es un milagro.
L-159.3:1
La visión de Cristo es el milagro del que emanan todos los demás milagros.
L-159.4:1
Padre, todo milagro es un reflejo de los regalos que me haces a mí, Tu Hijo.
L-345.1:1
Pero aquí en la tierra, el milagro se parece más a tus regalos que cualquier otro regalo que yo pueda hacer.
L-345.1:6
Los milagros son un reflejo del eterno Amor de Dios.
L-350
El milagro es, por lo tanto, una invocación que se le hace a Él.
L-356
El milagro es un reflejo de Tu Amor, y, por lo tanto, es la contestación que él recibe.
L-356.1:4
A lo opuesto al ego, desde cualquier punto de vista —origen, efectos y consecuencias— le llamamos milagro.
C-2.5:1
¿Qué es un milagro? Un milagro es un sueño también. Pero si observas todos los aspectos de ese sueño, jamás volverás a dudar.
C- 2.7:1