2 Tener pensamientos neutros es imposible porque todos los pensamientos tienen poder. 3 O bien dan lugar a un mundo falso o bien me conducen al mundo real. 4 Pero es imposible que no tengan efectos. 5 Del mismo modo en que el mundo que veo procede de mis errores de pensamiento, así también el mundo real se alzará ante mis ojos cuando permita que mis errores sean corregidos. 6 Mis pensamientos no pueden ser simultáneamente verdaderos y falsos. 7 Tienen que ser lo uno o lo otro. 8 Lo que veo me muestra si son verdaderos o falsos.
2. (17) No veo cosas neutras.
2 Lo que veo da testimonio de lo que pienso. 3 Si no pensara no existiría, ya que la Vida es Pensamiento. 4 Que contemple al mundo que veo como la representación de mi propio estado de ánimo. 5 Sé que éste puede cambiar. 6 Y sé asimismo que el mundo que veo puede cambiar también.
3. (18) No soy el único que experimenta los efectos de mi manera de ver.
2 Si no tengo pensamientos privados, no puedo ver un mundo privado. 3 Incluso la descabellada idea de la separación tuvo que compartirse antes de que se pudiera convertir en la base del mundo que veo. 4 Sin embargo, cuando se compartió esa idea no se compartió nada. 5 Puedo invocar también mis pensamientos reales, los cuales comparto con todo el mundo. 6 Así como mis pensamientos de separación invocan pensamientos de separación en otros, mis pensamientos reales despiertan en ellos sus pensamientos reales. 7 Y el mundo que mis pensamientos reales me muestra alboreará en su visión así como en la mía.
4. (19) No soy el único que experimenta los efectos de mis pensamientos.
2 No soy el único en nada. 3 Todo lo que pienso, digo o hago es una enseñanza para todo el universo. 4 Un Hijo de Dios no puede pensar, hablar o actuar en vano. 5 No puede ser el único en nada. 6 Tengo, por lo tanto, el poder de cambiar a todas las mentes junto con la mía porque mío es el Poder de Dios.
5. (20) Estoy decidido a ver.
2 Puesto que reconozco que la naturaleza de mis pensamientos es que los comparto con todo lo que existe, estoy decidido a ver. 3 Veré los testigos que me muestran que la manera de pensar del mundo ha cambiado. 4 Veré la prueba de que lo que se ha obrado por mediación mía ha permitido que el amor reemplace al miedo, la risa a las lágrimas y la abundancia a las pérdidas. 5 Quiero contemplar el mundo real y dejar que me enseñe que mi voluntad y la Voluntad de Dios son una.
AUDIOS de la Lección 54
de CELEBRANDO EL MILAGRO
Lectura de la Lección 54
A través de Blanca Nivia Morales Contreras.
Ocurrir de la Lección 54
a través de Martin Musarra
Lección 54 comentada por
Jorge Luis Álvarez Castañeda
LECCIÓN 54
Éstas son las ideas para el repaso de hoy:
Comentada por:
Jorge Luis Álvarez Castañeda
¡Que la paz sea con nosotros hoy!
Éstas son las ideas para el repaso de hoy:
Repaso de la lección 16:
(16) No tengo pensamientos neutros.
Tener pensamientos neutros es imposible porque todos los pensamientos tienen poder. O bien dan lugar a un mundo falso o bien me conducen al mundo real. Pero es imposible que no tengan efectos. Del mismo modo en que el mundo que veo procede de mis errores de pensamiento, así también el mundo real se alzará ante mis ojos cuando permita que mis errores sean corregidos. Mis pensamientos no pueden ser simultáneamente verdaderos y falsos. Tienen que ser lo uno o lo otro. Lo que veo me muestra si son verdaderos o falsos.
Jesús, dice que _“tener pensamientos neutros es imposible porque todos los pensamientos tienen poder”_. Poder, relacionado con el maestro que se ponga al frente. Si pongo al ego darán origen a un mundo falso. Si pongo al Espíritu Santo dará origen al mundo real. Somos una sola mente. Fuimos creados como una extensión en la Mente Una de Dios. Los pensamientos amorosos, de bondad, de unidad harán eco en las mentes que estén receptivas para recibirlos. De igual manera, nos beneficiaremos de los pensamientos amorosos de nuestros hermanos. Estos pensamientos darán lugar al mundo real. _“Mis pensamientos no pueden ser simultáneamente verdaderos y falsos”_, dice Jesús. Es otra muestra del llamado de Jesús a no transigir, a no hacer tratos con el ego. Si tenemos dudas al tomar una decisión, pedimos Ayuda al Espíritu Santo y a Jesús. Pero no podemos hacer al mismo tiempo dos cosas contradictorias. Si veo conflicto, estoy en lo falso. Si veo paz, estoy en lo verdadero.
Repaso de la lección 17:
(17) No veo cosas neutras.
Lo que veo da testimonio de lo que pienso. Si no pensara no existiría, ya que la Vida es Pensamiento. Que contemple al mundo que veo como la representación de mi propio estado de ánimo. Sé que éste puede cambiar. Y sé asimismo que el mundo que veo puede cambiar también.
Jesús dice: _“Lo que veo da testimonio de lo que pienso”_. Si veo paz, unidad, amor, inocencia…quiere decir que tengo pensamientos de paz, unidad, amor, inocencia. Y tengo al Espíritu Santo como guía. Por el contrario, si veo conflicto, separación, miedo, culpa…quiere decir que tengo pensamientos de conflicto, separación, miedo, culpa…Y tengo al ego, como guía. La Vida es pensamiento. La Vida es de la mente y del espíritu y no tiene nada que ver con el cuerpo. La Vida es eterna y el es resultado del Pensamiento de Dios. Lo que veo en el mundo expresa mi estado de ánimo. Por lo tanto, puedo decidirme a tener pensamientos de paz y de amor y eso será lo que perciba en el mundo.
Repaso de la lección 18:
(18) No soy el único que experimenta los efectos de mi manera de ver.
Si no tengo pensamientos privados, no puedo ver un mundo privado. Incluso la descabellada idea de la separación tuvo que compartirse antes de que se pudiera convertir en la base del mundo que veo. Sin embargo, cuando se compartió esa idea no se compartió nada. Puedo invocar también mis pensamientos reales, los cuales comparto con todo el mundo. Así como mis pensamientos de separación invocan pensamientos de separación en otros, mis pensamientos reales despiertan en ellos sus pensamientos reales. Y el mundo que mis pensamientos reales me muestra alboreará en su visión así como en la mía.
Jesús, vuelve a reafirmar el hecho de que mis pensamientos tienen efectos y que no tengo pensamientos privados con los cuales ver mundos privados. No estoy solo. Mis pensamientos, tanto reales como falsos, tienen efectos. Los pensamientos falsos fabricaron este mundo de la separación y con ellos invoco pensamientos de separación. Los pensamientos reales que, también comparto, despiertan en mis hermanos pensamientos de unidad y contribuyen a la salvación porque nadie se salva solo.
Repaso de la lección 19:
(19) No soy el único que experimenta los efectos de mis pensamientos.
No soy el único en nada. Todo lo que pienso, digo o hago es una enseñanza para todo el universo. Un Hijo de Dios no puede pensar, hablar o actuar en vano. No puede ser el único en nada. Tengo, por lo tanto, el poder de cambiar a todas las mentes junto con la mía porque mío es el Poder de Dios.
_“No soy el único en nada”_, dice Jesús. Todas las decisiones que tome, de acuerdo al maestro que escoja, influyen en mis hermanos. _“Todo lo que pienso, digo o hago es una enseñanza para todo el universo”_. Es un llamado a la responsabilidad y a la coherencia. No puedo vivir teniendo pensamientos de ataque y creer que no tienen ninguna consecuencia: la tienen en mí y en mis hermanos, porque, como dice, Jesús, no soy el único en nada. Pero también tengo los pensamientos amorosos de Dios, con los cuales, mediante mi ejemplo, le puedo mostrar a mi hermano toda la plenitud que produce el estar con Dios.
Repaso de la lección 20:
(20) Estoy decidido a ver.
Puesto que reconozco que la naturaleza de mis pensamientos es que los comparto con todo lo que existe, estoy decidido a ver. Veré los testigos que me muestran que la manera de pensar del mundo ha cambiado. Veré la prueba de que lo que se ha obrado por mediación mía ha permitido que el amor reemplace al miedo, la risa a las lágrimas y la abundancia a las pérdidas. Quiero contemplar el mundo real y dejar que me enseñe que mi voluntad y la Voluntad de Dios son una.
Jesús, quiere que reconozca que mis pensamientos vienen de Dios y por eso los comparto. Y en la medida que los comparta, más los integro en mí, más los reconozco, lo que me reafirma en mi deseo de ver con la visión de Cristo. Esto es muy importante. Lo que aprenda es para compartirlo. Este es un camino que se hace con los hermanos que me hacen el favor de mostrarme lo que necesito cambiar y perdonar. Si yo tengo pensamientos amorosos encontraré los testigos que demuestren la maravilla que es estar con Dios y me reafirmarán en mi decisión de seguirlo.
Proceso de práctica de la lección
Objetivo
Hacer un repaso de las lecciones que buscan ayudarte a cambiar tu manera de percibir el mundo para que la quietud te acompañe y te cures de toda aflicción e inquietud. También, apuntan a que seas consciente de la cohesión del sistema de pensamiento del Espíritu Santo hacia el cual te están conduciendo.
Ejercicios
Realizar dos sesiones largas: una por la mañana y otra por la noche. Después se harán sesiones tan a menudo como puedas.
Comienza el día leyendo las cinco ideas, incluyendo los comentarios. De ahí en adelante no es necesario seguir un orden determinado al repasarlas, aunque se debe practicar con cada una de ellas por lo menos una vez. Dedica dos minutos o más a cada sesión de práctica, pensando en la idea y en los comentarios que le siguen después que los hayas leído. Haz esto tan a menudo como te sea posible durante el día. Se sugiere que se haga cada hora al comienzo. Si una de las cinco ideas te atrae más que las otras, concéntrate en ella. Sin embargo, asegúrate de repasarlas todas una vez más al final del día.
No es necesario abarcar, ni literal ni concienzudamente, los comentarios que siguen a cada idea en las sesiones de práctica. Trata, más bien, de poner de relieve el punto central y de pensar en dicho comentario como parte de tu repaso de la idea en cuestión. Trata de traer ideas afines y trata de adentrarte en tu mente. Después de leer la idea y sus comentarios, los ejercicios deben hacerse, a ser posible, con los ojos cerrados y cuando estés solo en un lugar tranquilo.
Observaciones
Lee todas las lecciones de repaso con sus comentarios en la sesión de la mañana y en la de la noche.
En las sesiones cortas puedes escoger la lección que quieras.
Repasa cada lección por lo menos una vez.
Después puedes dedicarle más tiempo a la lección que quieras.
Estás entrenando tu mente para que no necesite un ambiente especial para las sesiones. A eso se llegará.
Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior. Hagamos la lección siempre en compañía del Espíritu Santo y de Jesús, sin olvidarnos de reír porque la Volunta de Dios, para nosotros, es que seamos felices.
Muchas, muchísimas, bendiciones.
Jorge Luis Álvarez Castañeda
LECCIÓN 54
«Repaso I»
«Estas son las ideas para el repaso de hoy:»
Kenneth Wapnick
(1:1) (16) «No tengo pensamientos neutros.»
En esta lección, Jesús se enfoca casi exclusivamente en el poder de nuestros pensamientos. La razón por la que no tenemos pensamientos neutros es que nuestros pensamientos tienen el poder para fabricar un mundo como el que vivimos : un mundo de dolor, sufrimiento y muerte; un mundo en el que Dios parece estar ausente. Sin embargo, del lado de la mentalidad recta, nuestros pensamientos pueden ser igual de poderosos en su poder para deshacer el ego. Los pensamientos del ego no tienen efecto en el Cielo, por supuesto, pero dentro del sueño tienen un poder tremendo; así que el enfoque de Un Curso de Milagros se encuentra en el poder de nuestras mentes; específicamente sobre el poder de elegir.
(1:2-4) «Tener pensamientos neutros es imposible porque todos los pensamientos tienen poder. O bien dan lugar a un mundo falso o bien me conducen al mundo real. Pero es imposible que no tengan efectos.»
Estas declaraciones están reforzadas por una declaración que Jesús hace en el texto: “Todo pensamiento produce forma en algún nivel.” (T-2.VI.9: 14). Nuestros pensamientos tienen efectos extraordinarios. Ellos pueden fabricar el mundo de especialismo en el que vivimos, o ayudarnos a alcanzar el mundo real mediante el completo deshacimiento del mundo del ego. El problema es que debido a nuestra estructura defensiva, incluido el poder de la negación, casi nunca experimentamos los efectos de nuestros pensamientos. En consecuencia, no somos conscientes de que tenemos pensamientos, porque no somos conscientes de que tenemos una mente.
(1:5) «Del mismo modo en que el mundo que veo procede de mis errores de pensamiento, así también el mundo real se alzará ante mis ojos cuando permita que mis errores sean corregidos.»
El mundo real, que es el producto final del perdón, es el estado mental en el que todos los pensamientos del ego han sido deshechos. No es algo que se elija específicamente, sino que es el estado natural de la mente libre de culpa cuando se ha elegido en contra del sistema de pensamiento de culpabilidad del ego.
(1:6-8) «Mis pensamientos no pueden ser simultáneamente verdaderos y falsos. Tienen que ser lo uno o lo otro. Lo que veo me muestra si son verdaderos o falsos.»
Esta es otra declaración de ese tema importante, «uno o el otro». No tenemos el Cielo «y» el infierno, o el infierno «y» el Cielo. Son estados mutuamente excluyentes. Esta es la premisa metafísica subyacente de Un Curso de Milagros, la piedra angular de su sistema de pensamiento: existe Dios y nada más. Si creemos que hay algo más, estamos creyendo que no hay Dios. Nuevamente, la forma en que sabemos qué pensamientos hemos elegido en nuestras mentes es prestando atención de manera vigilante, con
Jesús a nuestro lado, a nuestras percepciones del mundo exterior. Ellas nos reflejarán nuestra decisión en favor del Cielo o del infierno, en favor de la verdad o de la falsedad.
Ahora Jesús vuelve a la idea que había declarado previamente:
(2:1) (17) «No veo cosas neutras.»
(2:2-6) «Lo que veo da testimonio de lo que pienso. Si no pensase no existiría, ya que la vida es pensamiento. Permítaseme mirar al mundo que veo como la representación de mi propio estado de ánimo. Sé que éste puede cambiar. Y sé asimismo que el mundo que veo puede cambiar también.»
Podemos ver cómo Jesús vuelve repetidamente a este tema. La belleza de este repaso está en la manera sucinta en que Jesús entrelaza los temas principales de las primeras cincuenta lecciones. Y este es crucial: "Permítaseme mirar al mundo que veo como la representación de mi propio estado mental". Recordemos estas líneas paralelas del texto:
“[El mundo es] la imagen externa de una condición interna.” (T-21.in.1:5)
“[La percepción] es el cuadro externo de un deseo: la imagen de lo que tú querías que fuese verdad.” (T-24.VII.8:10)
No podemos cambiar el mundo, pero sí podemos cambiar de mentalidad. Sin duda, "el mundo que veo puede cambiar también". Sin embargo, esto no significa que el mundo externo pueda cambiar, sino que la «forma en que lo veo» cambiará. Ten en cuenta que la percepción nunca es de hechos, siempre es una interpretación de lo que llamamos hechos; una interpretación bien sea del ego o del Espíritu Santo. Cuando Jesús habla de "el mundo que veo", no está hablando de un mundo externo: «no existe ningún mundo externo». El mundo no es más que una proyección o extensión de los pensamientos en nuestras mentes. Es esencial, por lo tanto, que reconozcamos la conexión directa entre el mundo y nuestro pensamiento, de lo contrario nunca vamos a ser capaces de hacer nada para cambiar nuestros pensamientos.
Antes de continuar, nota la alusión en 2: 2 - "Si no pensase no existiría" - a la famosa frase de Descartes: "Yo pienso y, por lo tanto, yo existo («Cogito ergo sum»)". Sin embargo, mientras que el gran filósofo del siglo 17 usó esta declaración para demostrar su existencia real; en última instancia, Jesús la emplea para demostrar la presencia de nuestra existencia «ilusoria», que se desprende de nuestros pensamientos «ilusorios».
En el párrafo 3, Jesús introduce el pensamiento de la «unicidad» - en el Cielo como el Hijo uno de Dios, así como dentro de la mente dividida. El Hijo de Dios es Uno, ya sea que se le llame Cristo o el Hijo separado de Dios:
(3:1) (18) «No soy el único que experimenta los efectos de mi manera de ver.»
(3:2-4) «Si no tengo pensamientos privados, no puedo ver un mundo privado. Incluso la descabellada idea de la separación tuvo que compartirse antes de que se pudiese convertir en la base del mundo que veo. Sin embargo, cuando se compartió esa idea no se compartió nada.»
A pesar de que "no se compartió nada", eso no significa que no lo creamos. Estas declaraciones reflejan muy bien la idea de que, a pesar de lo que parece el mundo - es decir, incluso en su sueño de separación - el Hijo de Dios sigue siendo uno. Es por eso que el perdón es la enseñanza central de Un Curso de Milagros: al perdonarte, reflejo que tú y yo no tenemos intereses separados, ya que compartimos la misma necesidad de despertar del sueño de separación, culpa y odio. Eso comienza el proceso de revertir la fragmentación del ego. Como el texto enfatiza: Si te perdono perfectamente, detrás de ti hay miles más, y tras cada uno de éstos mil más (T-27.V.10: 4). Esto significa que si te perdono perfectamente, he perdonado a la Filiación - ya que sólo «hay» un Hijo.
(3:5-7) «Puedo invocar también mis pensamientos reales, los cuales comparto con todo el mundo. Así como mis pensamientos de separación invocan pensamientos de separación en otros, mis pensamientos reales despiertan en ellos sus pensamientos reales. Y el mundo que mis pensamientos reales me muestran alboreará en su visión así como en la mía.»
Esto describe cuál es mi función: no se trata de sanar a otros, ni cambiarlos, ni enseñarles de la manera convencional. Mi función es recordarte que la elección que he hecho en el instante santo es la misma que tú puedes hacer. Un pasaje en el manual para maestros resume maravillosamente esto para nosotros. Ya lo hemos citado, pero su relevancia ciertamente merece menciones adicionales:
“Los maestros de Dios van a estos pacientes representando otra alternativa que dichos pacientes habían olvidado. La simple presencia del maestro de Dios les sirve de recordatorio. Sus pensamientos piden el derecho de cuestionar lo que el paciente ha aceptado como verdadero. En cuanto que mensajeros de Dios, los maestros de Dios son los símbolos de la salvación. Le piden al paciente que perdone al Hijo de Dios en su
Nombre. Representan la Alternativa. Con la Palabra de Dios en sus mentes, vienen como una bendición, no para curar a los enfermos sino para recordarles que hay un remedio que Dios les ha dado ya. No son sus manos las que curan. No son sus voces las que pronuncian la Palabra de Dios, sino que dan sencillamente lo que se les ha dado y exhortan dulcemente a sus hermanos a que se aparten de la muerte: "¡He aquí, Hijo de Dios, lo que la Vida te puede ofrecer! ¿Prefieres elegir la enfermedad en su lugar?" ” (M-5.III.2)
Sin embargo, el proceso funciona también a la inversa: mis pensamientos de separación invocan a los pensamientos de separación que hay en ti. La expresión de mi decisión en favor del ego: juicio, ataque, ansiedad y miedo - te dice que tienes razón al creer que estás separado, porque estoy demostrando que lo estás. Mi enojo confirma que tienes razón, al igual que mi amor especial y dependencia. Quieres que confirme que tienes razón, igual que quiero que hagas lo mismo por mí. Estos son los "votos secretos" que hacemos entre nosotros para refuerza nuestra locura, como lo explica Jesús en el texto, nuevamente en el contexto de la enfermedad:
“Éste es el voto secreto que has hecho con cada hermano que prefiere caminar solo y separado. Éste es el juramento secreto que renuevas cada vez que percibes que has sido atacado. Nadie puede sufrir a menos que considere que ha sido atacado y que ha perdido como resultado de ello. El compromiso a estar enfermo se encuentra en tu conciencia, aunque sin expresarse ni oírse. Sin embargo, es una promesa que le haces a otro de que él te herirá y de que a cambio tú lo atacarás.
La enfermedad no es sino la ira que se ha descargado contra el cuerpo para que sufra. Es la consecuencia natural de lo que se hizo en secreto, en conformidad con el deseo secreto de otro de estar separado de ti, tal como el tuyo es estar separado de él. A menos que ambos estéis de acuerdo en que ése es vuestro deseo, éste no podría tener efectos.” (T-28.VI.4:3-5:3)
Sin embargo, de nuevo, Jesús también nos está diciendo que podemos reforzar el pensamiento de mentalidad recta en cada uno:
“Todo aquel que dice: "Entre tu mente y la mía no hay separación" es fiel a la promesa que le hizo a Dios y no al miserable voto de serle eternamente fiel a la muerte. Y al él sanar, su hermano sana también.
Que éste sea el acuerdo que tengas con cada uno de tus hermanos: que estarás unido a él y no separado. Y él será fiel a la promesa que le hagas porque es la misma que él le hizo a Dios y que Dios le hizo a él. Dios cumple Sus promesas; Su Hijo cumple las suyas.” (T-28.VI.5:4-6:3)
Por lo tanto, cuando elijo a Jesús como mi maestro en lugar del ego, y libero mis resentimientos a través del perdón, estoy enseñando que hay un pensamiento de mentalidad recta en ti también, y en ese momento me he convertido en un símbolo de sanación para ti. No tengo que decir nada, ni predicarte. De hecho, «yo» no hago nada. Además, el «tú» puede ser alguien que murió hace veinte años. Dado que las mentes están unidas, el perdón no tiene nada que ver con los cuerpos. «Tú» como un pensamiento y «yo» como un pensamiento todavía estamos unidos. Cada vez que elijo dejar de lado mis resentimientos contra ti, te envío un mensaje claro que dice: "Despierta del sueño de la muerte". Entregar ese mensaje es nuestra única función.
(4:1) (19) «No soy el único que experimenta los efectos de mis pensamientos.»
(4:2-3) «No soy el único en nada. Todo lo que pienso, digo o hago es una enseñanza para todo el universo.»
"Todo el universo" es el universo de la Filiación en mi mente, unido a todos los demás. Hay una sola mente, y puedo pensar, decir o comportarme de acuerdo al Espíritu Santo o a mi ego. Así, Jesús reitera sus enseñanzas acerca de la unicidad - espíritu «y» ego.
(4:4-6) «Un Hijo de Dios no puede pensar, hablar o actuar en vano. No puede ser el único en nada. Tengo, por lo tanto, el poder de cambiar a todas las mentes junto con la mía porque mío es el poder de Dios.»
Esto no significa que literalmente pueda cambiar de mentalidad por ti. Puedo servir como ejemplo de alguien que ha cambiado de mentalidad por sí mismo, dándome cuenta de que ese "yo" es todos nosotros. Del mismo modo, Jesús no puede hacerlo por nosotros. Él puede ser nuestro maestro y modelo, mostrándonos que hay otra elección que podemos hacer, pero él no puede elegir por nosotros. Jesús le explicó esto a Helen al principio de los dictados del Curso y, por lo tanto, a todos nosotros, en el contexto de que ella le pidió que le quitara el miedo. Su respuesta fue un anticipo de todo lo que él iba enseñarnos en Un Curso de Milagros, ya que enfatizó el poder de la mente de Helen para elegir miedo o en contra de él, y que él no podía, y ciertamente no estaría interesado en retirar ese poder de su mente haciendo la elección por ella:
“Puede que todavía te quejes de que tienes miedo, pero aun así sigues atemorizándote a ti mismo. He indicado ya que no puedes pedirme que te libere del miedo. Yo sé que no existe, pero tú no. Si me interpusiese entre tus pensamientos y sus resultados, estaría interfiriendo en la ley básica de causa y efecto: la ley más fundamental que existe. De nada te serviría el que yo menospreciase el poder de tu pensamiento. Ello se opondría directamente al propósito de este curso. Es mucho más eficaz que te recuerde que no ejerces suficiente vigilancia con respecto a tus pensamientos.” (T-2.VII.1:1-7)
(5:1) (20) «Estoy decidido a ver.»
(5:2-3) «Puesto que reconozco que la naturaleza de mis pensamientos es que los comparto con todo lo que existe, estoy decidido a ver. Veré los testigos que me muestran que la manera de pensar del mundo ha cambiado. »
Los testigos que observamos son los testigos que enviamos. Esta es una referencia implícita a “La atracción de la culpabilidad” en los “Obstáculos a la paz” (T-19.IV-A.i). Enviamos mensajeros de amor o mensajeros de miedo, y estos que enviamos los vemos externamente, y ellos se vuelven los testigos que nos muestran lo que hemos elegido. Si nos encontramos furiosos, deprimidos, tercos o teniendo cualquier tipo de pataleta, esto nos dice que hemos enviado mensajeros de culpa, miedo, odio y, ciertamente, de separación. Son estos testigos externos los que hacemos realidad en nuestra percepción, viéndolos fuera en lugar de verlos dentro de nosotros. Otro pasaje en el texto ilustra el importante papel que desempeñan nuestras percepciones en la curación. Mediante la observación de los testigos que percibo en el mundo, se me enseña a que pueda verlos como el reflejo de una decisión que he llevado a cabo en mi mente. Sólo entonces puedo ejercer el poder de la mente para revocar dicha decisión:
“La condenación es un juicio que emites acerca de ti mismo, y eso es lo que proyectas sobre el mundo. Si lo ves como algo condenado, lo único que verás es lo que tú has hecho para herir al Hijo de Dios. Si contemplas desastres y catástrofes, es que has tratado de crucificarlo. Si ves santidad y esperanza, es que te has unido a la Voluntad de Dios para liberarlo. Éstas son las únicas alternativas que tienes ante ti. Y lo que veas dará testimonio de tu elección y te permitirá reconocer cuál de ellas elegiste.” (T-21.in.2: 1 -6)
(5:4-5) «Veré la prueba de que lo que se ha obrado por mediación mía ha permitido que el amor reemplace al miedo, la risa a las lágrimas y la abundancia a las pérdidas. Quiero contemplar el mundo real, y dejar que me enseñe que mi voluntad y la Voluntad de Dios son una.»
Así sabremos qué elección hicimos al prestar cuidadosa atención a lo que percibimos a nuestro alrededor. No se nos puede recordar con demasiada frecuencia que la percepción no es un hecho objetivo, sino siempre una interpretación. Cuando Un Curso de Milagros nos enseña a mirar lo que percibimos, Jesús no está hablando de mirar hacia afuera y ver un escritorio o un libro, un árbol o una persona. Por el contrario, se nos instruye a mirar la «manera» en que percibimos los objetos, las personas y las situaciones. En otras palabras, ¿percibimos una prueba del principio de Expiación o una prueba de la separación? Nuevamente, lo que percibimos nos revelará lo que nuestras mentes han elegido. Percibir amor o percibir peticiones de amor refleja la decisión de aceptar la Expiación, y esta elección inequívoca marca el comienzo del mundo real y el feliz recuerdo de la unidad de Dios y Su Hijo."
~ Del libro "Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM" por el Dr. Kenneth Wapnick. Traducción al Español por Alfonso Martínez.
LECCIÓN 54
Comentada:
Oscar Gómez Díez
Este repaso de las lecciones 16 a la 20, me enseñan el poder de la mente, el poder de mis pensamientos. Nuestros pensamientos son muy poderosos, tanto los pensamientos falsos como los pensamientos verdaderos. Mis pensamientos dan lugar al mundo que veo, dan lugar a mis experiencias. Así que la diferencia está en mi capacidad de elegir cual tipo de pensamiento voy a elegir.
Éstas son las ideas para el repaso de hoy:
"1. (16) No tengo pensamientos neutros."
"Tener pensamientos neutros es imposible porque todos los pensamientos tienen poder." todo pensamiento tiene poder, no importa que tipo de pensamiento, ni en qué momento o circunstancia lo pensé, de ahí la importancia de observar nuestros propios pensamientos, de asumir la responsabilidad de lo que pienso, y proceder a sanar, esto es, a perdonar todos mis pensamientos no amorosos, esta es la única forma de disolver el ego y unificar nuestra mente desde el amor que somos.
Así que siempre tenemos que observar y elegir, entre la verdad y la ilusión. No hay términos medios. En esto consiste la verticalidad del Curso. O son pensamientos de miedo y ataque ó son pensamientos de amor y paz. No hay lugar a transigencias con el ego. "O bien dan lugar a un mundo falso o bien me conducen al mundo real."
Todo pensamiento tiene un efecto, lo que vea en el mundo simplemente me está reflejando los pensamientos que previamente he proyectado. " Pero es imposible que no tengan efectos." sean cuales sean mis pensamientos estos tendrán efecto, ninguno se excluye de la ley de causa y efecto que rige a la mente. El mundo que percibo (efecto) es el resultado de lo que he pensado (causa). ”Del mismo modo en que el mundo que veo procede de mis errores de pensamiento, así también el mundo real se alzará ante mis ojos cuando permita que mis errores sean corregidos." si tengo pensamientos falsos, veré un mundo falso. Si tengo pensamientos amorosos, veré un mundo real, un mundo de paz, amor y alegría. Lograré ver el mundo real, si perdono mis pensamientos falsos, la verdad emergerá al retirar la nube ilusoria que la ocultaba. "Mis pensamientos no pueden ser simultáneamente verdaderos y falsos." no puedo pensar desde el ego o desde el Espíritu Santo a la vez. Desde el miedo o desde el amor. O pienso desde uno ó pienso desde el otro, no hay términos medios. “Todo pensamiento produce forma en algún nivel.” (T-2.VI.9: 14), que es otra forma de decir que todo pensamiento tiene consecuencias. Por lo tanto, "Tienen que ser lo uno o lo otro. Lo que veo me muestra si son verdaderos o falsos." Lo que veo, lo que experimento serán los testigos que me reflejarán lo que he pensado.
"2. (17) No veo cosas neutras."
Esta lección es una consecuencia lógica de la anterior. "Lo que veo da testimonio de lo que pienso." si no tengo pensamientos neutros, no puedo ver nada neutro. Lo que veo es un reflejo de los pensamientos que he proyectado sobre el mundo. "Si no pensase no existiría, ya que la vida es pensamiento." La naturaleza de la Vida es mental, y la mente se manifiesta a través de ideas y pensamientos. Fuimos creados como una idea en la Mente de Dios. Somos la extensión de un pensamiento Suyo. A eso es a lo que el Curso llama Vida, no al ciclo biológico de los cuerpos.
"Permítaseme mirar al mundo que veo como la representación de mi propio estado de ánimo." el mundo que veo refleja mis pensamientos, mis emociones, mi estado de ánimo. Si deseo sanar mi mente debo observar los pensamientos y emociones que me quitan la paz, reconocer esto es el primer paso del perdón. "Sé que éste puede cambiar. Y sé asimismo que el mundo que veo puede cambiar también." cuando reconozco que el origen de mis experiencias son mis pensamientos, y que esas experiencias me generan sufrimiento o conflicto, puedo elegir cambiar mis pensamientos, puedo elegir los milagros y el perdón
"3. (18) No soy el único que experimenta los efectos de mi manera de ver."
Si soy parte de una única mente, no puedo tener pensamientos privados. Mis pensamientos tienen efecto sobre lo que veo. "Si no tengo pensamientos privados, no puedo ver un mundo privado." somos una sola mente que se cree fragmentada en millones de pedazos, pero la separación es una creencia, es una ilusión, la unidad de la Mente de Dios y la de Su Hijo no se han alterado, esa es la razón de que no existan pensamientos privados. Proyecto sobre el mundo mis pensamientos y estos se me reflejan como partes separadas o fragmentadas, a eso es lo que llamo mis supuestos "pensamientos privados.” Pero la realidad es que todo lo que experimento está reflejando lo que pienso. El mundo es el espejo de mis pensamientos.
"Incluso la descabellada idea de la separación tuvo que compartirse antes de que se pudiese convertir en la base del mundo que veo.” esta es una tesis muy interesante por su dimensión metafísica, pues primero tuvimos que dividir nuestra mente para compartir la idea de la separación. Todo pensamiento se comparte. Nuestras relaciones no son mas que una interacción de nuestros pensamientos, toda relación implica compartir pensamientos, incluso la descabellada idea de la separación. La idea de la separación, es "la madre" de este mundo dual y conflictivo e ilusorio, cuando se comparte, realmente no se comparte nada, pues no es verdad, no es real.
Contrariamente puedo elegir mis pensamientos amorosos y compartirlos. "Puedo invocar también mis pensamientos reales, los cuales comparto con todo el mundo." Este es el camino de regreso a casa, la unicidad se restablece compartiendo el amor. Los pensamientos amorosos también se comparten, pero a diferencia de los pensamientos de separación, cuando se comparten, se está compartiendo algo real. ”Así como mis pensamientos de separación invocan pensamientos de separación en otros, mis pensamientos reales despiertan en ellos sus pensamientos reales." mis pensamientos amorosos despiertan en los otros sus pensamientos amorosos, esto es lo que el Curso denomina compartir los pensamientos reales.
Lo que elija pensar me mostrará el mundo que quiero ver. "Y el mundo que mis pensamientos reales me muestran alboreará en su visión así como en la mía." si elijo pensamientos amorosos, veré un mundo en paz, contemplare un mundo feliz desde la visión cristica en mi.
"4. (19) No soy el único que experimenta los efectos de mis pensamientos."
"No soy el único en nada." mi mente es parte de la mente del Hijo de Dios. Y "Todo lo que pienso, digo o hago es una enseñanza para todo el universo." puedo enseñar miedo o puedo enseñar amor, puedo enseñar conflicto o puedo enseñar paz. Y lo que enseñe tendrá un impacto, tendrá una consecuencia sobre la manera como perciba el mundo, "Un Hijo de Dios no puede pensar, hablar o actuar en vano." Si soy consciente de mis pensamientos, si asumo la responsabilidad sobre mis pensamientos "Tengo, por lo tanto, el poder de cambiar a todas las mentes junto con la mía porque mío es el poder de Dios." por lo tanto, si elijo la paz y el amor, puedo ayudar a cambiar a todas las mentes con el poder de mi ejemplo, mi amor, y mi verdad se extenderá sobre mis hermanos, la presencia del amor, hace que su luz desvanezca la oscuridad. Al sanar yo, sano a mis hermanos, sano mis relaciones.
"5. (20) Estoy decidido a ver."
Este ejercicio está apelando al poder de mi voluntad. "Puesto que reconozco que la naturaleza de mis pensamientos es que los comparto con todo lo que existe, estoy decidido a ver." si la naturaleza de mis pensamientos es que los comparto con todo, entonces tengo que verlo todo, tengo que ver la unidad subyacente de todo lo que veo y comparto. Esta decisión de ver, no es con los ojos del cuerpo, sino con la visión de Cristo, con mi visión espiritual, con los" ojos" del amor.
"Veré los testigos que me muestran que la manera de pensar del mundo ha cambiado." si contemplo el mundo con amor, veré el reflejo de mis pensamientos al contemplar un mundo perdonado y en paz. "Veré la prueba de que lo que se ha obrado por mediación mía ha permitido que el amor reemplace al miedo, la risa a las lágrimas y la abundancia a las pérdidas." El perdón me lleva del mundo ilusorio del ego al mundo real, un mundo en paz y feliz, donde el amor ha remplazado al miedo, la abundancia a la carencia, y la felicidad al sufrimiento. Este es el resultado de haber cambiado de mentalidad, este es el resultado de haber elegido al Espíritu Santo como mi único guía y de haber abandonado al ego y sus falsas fabricaciones. "Quiero contemplar el mundo real, y dejar que me enseñe que mi voluntad y la Voluntad de Dios son una." cambiar de mentalidad es el resultado de mi elección a favor del amor, es el resultado de unir mi voluntad a la de Dios, es el resultado de recordar el amor que soy y unirlo a la Fuente de todo el Amor, es unir mi vida a la única Fuente de la Existencia.
PRACTICA:
Cinco sesiones de práctica, en la que lees la lección completa, incluyendo los comentarios y prácticas con las ideas de repaso, mínimo una de ellas por 2 minutos.
1.(16) No tengo pensamientos neutros.
"2.(17) No veo cosas neutras."
"3. (18) No soy el único que experimenta los efectos de mi manera de ver."
"4.(19) No soy el único que experimenta los efectos de mis pensamientos."
"5.(20) Estoy decidido a ver."
Las instrucciones para la práctica de las lecciones de repaso son sencillas, pero deben hacerse con diligencia.
"Dedica dos minutos o más a cada sesión de práctica, pensando en la idea y en los comentarios que le siguen después que los hayas leído. Haz esto tan a menudo como te sea posible durante el día. Si una de las cinco ideas te atrae más que las otras, concéntrate en ella. Sin embargo, asegúrate de repasarlas todas una vez más al final del día."
La idea es interiorizar cada una de las lecciones, identificar cómo se relacionan, ver su lógica secuencial y la coherencia de su metodología y del sistema de pensamiento que nos propone.
Así que lee detenidamente cada lección, el comentario que la acompaña y practica cada una por lo menos durante 2 minutos. Y recuérdalas y úsalas durante el día. Notarás que hay una mayor comprensión y entendimiento de las lecciones. Cada vez adquieren más sentido para ti a medida que las prácticas.
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