LECCIÓN 59 (1er Repaso)






LECCIÓN 59
Éstas son las ideas a repasar hoy:

 
1. (41) Dios va conmigo dondequiera que yo voy.
 
2¿Cómo puedo estar solo cuando Dios está siempre conmigo? 3¿Cómo puedo dudar o sentirme inseguro cuando en Él mora la perfecta certeza? 4¿Cómo puede haber algo que me pueda perturbar cuando Él mora en mí en paz absoluta? 5¿Cómo puedo sufrir cuando el amor y la dicha me rodean por mediación Suya? 6No he de abrigar ninguna ilusión con respecto a mí mismo. 7Soy perfecto porque Dios va conmigo dondequiera que yo voy.


 
2. (42) Dios es mi fortaleza. 2La visión es Su regalo.
 
3Hoy no recurriré a mis propios ojos para ver. 4Quiero estar dispuesto a dejar de lado la lamentable ilusión de que puedo ver, e intercambiarla por la visión que Dios me da. 5La visión de Cristo es Su regalo y Él me lo ha dado. 6Hoy me valdré de este regalo de tal forma que este día me ayude a comprender la eternidad.
 

3. (43) Dios es mi Fuente. 2No puedo ver separado de Él.
 
3Puedo ver lo que Dios quiere que vea. 4No puedo ver nada más. 5Más allá de Su Voluntad sólo hay ilusiones. 6Son éstas las que elijo cuando pienso que puedo ver separado de Él. 7Son éstas las que elijo cuando trato de ver con los ojos del cuerpo. 8No obstante, se me ha dado la visión de Cristo para reemplazarlos. 9A través de esta visión es como elijo ver.
 


4. (44) Dios es la luz en la que veo.
 
2No puedo ver en la oscuridad. 3Dios es la única luz. 4Por lo tanto, si he de ver, tiene que ser por medio de Él. 5He tratado de definir lo que es ver y me he equivocado. 6Ahora se me concede poder entender que Dios es la luz en la que veo. 7Le daré la bienvenida a la visión y al mundo feliz que me mostrará.
 


5. (45) Dios es la Mente con la que pienso.
 
2No tengo pensamientos que no comparta con Dios. 3No tengo pensamientos aparte de los Suyos porque no tengo otra mente que la Suya. 4Puesto que soy parte de Su Mente mis pensamientos son Suyos, y Sus Pensamientos son míos.





AUDIOS de la Lección 59
de CELEBRANDO EL MILAGRO

Lectura de la Lección 59
A través de Blanca Nivia Morales Contreras.


Ocurrir de la Lección 59
a través de Martin Musarra


Lección 59
comentada por 
Jorge Luis Álvarez Castañeda



MATERIAL DE APOYO


















 
LECCIÓN 59
 
Comentada por:
Jorge Luis Álvarez Castañeda
 
*¡Que la paz sea con nosotros hoy!*
 
Éstas son las ideas a repasar hoy:
 
Repaso de la lección 41:
 
(41) *Dios va conmigo dondequiera que yo voy*.
 
_¿Cómo puedo estar solo cuando Dios está siempre conmigo? ¿Cómo puedo dudar o sentirme inseguro cuando en Él mora la perfecta certeza? ¿Cómo puede haber algo que me pueda perturbar cuando Él mora en mí en paz absoluta? ¿Cómo puedo sufrir cuando el amor y la dicha me rodean por mediación Suya? No he de abrigar ninguna ilusión con respecto a mí mismo. Soy perfecto porque Dios va conmigo dondequiera que yo voy_.
 
 
Nos pregunta Jesús:
“¿Cómo puedo estar solo cuando Dios está siempre conmigo?_
 
Dios siempre va conmigo porque Dios siempre está en mi mente y mi mente hace parte de la de Él. Estoy siempre unido a Dios, formo una unidad con Él. Nunca me he separado de Él. Por eso, no puedo sentirme solo. Su presencia siempre está conmigo. Cuando aparecen las dudas y las inseguridades es porque he decidido confiar en mis propias fuerzas y tomar decisiones por mi cuenta, sin contar con Dios. La presencia de Dios en mí no puede sino producirme paz y en la paz es donde moran el amor y la dicha que me rodean, pero que si estoy en el ego no puedo ver. Si estoy con Dios se acaban las ilusiones o las ideas falsas acerca de mí mismo. Pongo fin a las ilusiones cuando reconozco mi Identidad como Hijo de Dios que es tan perfecta como Su Padre. Sobra decir que estoy hablando del Hijo de Dios, del Cristo, del Ser que soy, no del personaje que he fabricado con el ego.
 
Repaso de la lección 42:
 
(42) *Dios es mi Fortaleza. La visión es Su regalo*.
 
_Hoy no recurriré a mis propios ojos para ver. Quiero estar dispuesto a dejar a un lado la lamentable ilusión de que puedo ver e intercambiarla por la visión que Dios me da. La visión de Cristo es Su regalo y Él me lo dio. Hoy me valdré de este regalo de manera que este día me ayude a comprender la eternidad_.
 
 
_“Hoy no recurriré a mis propios ojos para ver”_, nos dice Jesús. Nos propone que miremos con la visión interna, la visión espiritual. La visión que Dios me da me permite mirar más allá del cuerpo, no juzgar y anular lo aprendido con el ego, ver a mi hermano libre de pecado y de culpa. Se me concede si la pido y me permite, con la ayuda del Espíritu Santo, transformar las pesadillas del ego por sueños felices.
 
     Con la ayuda del Espíritu Santo me hago consciente de la fortaleza, del Poder de Dios que siempre me ha acompañado y de la maravilla del regalo que es la visión. La visión trasciende las leyes del tiempo y me ayuda a comprender la eternidad al no estar centrada en el cuerpo sino en el espíritu que es eterno.
 
Repaso de la lección 43:
 
(43) *Dios es mi Fuente. No puedo ver separado de Él*.
 
_Puedo ver lo que Dios quiere que vea. No puedo ver nada más. Más allá de Su Voluntad sólo hay ilusiones. Son éstas las que elijo cuando pienso que puedo ver separado de Él. Son éstas las que elijo cuando trato de ver con los ojos del cuerpo. No obstante, se me ha dado la visión de Cristo para reemplazarlos. A través de esta visión es como elijo ver_.
 
Dios es mi Fuente, mi origen. Si no tengo a Dios no puedo tener la visión. La visión trasciende la percepción que sólo ve separación: un sujeto y un objeto, que sólo ve cuerpos. Jesús nos dice:
_”Puedo ver lo que Dios quiere que vea. No puedo ver nada más”_.
 
¿Y que quiere Dios que vea? Quiere que vea unidad, amor, bondad, paz, perdón, agradecimiento, confianza, etc. La Voluntad de Dios es que nadie sufra por haber tomado una decisión equivocada al tener al ego como maestro. La Voluntad de Dios es que yo encuentre la salvación. La Voluntad de Dios para mí es paz y dicha absoluta, es que encuentre la salvación y que sea completamente feliz ahora. La Voluntad de Dios es que esté en el Cielo. Cuando no hago la Voluntad de Dios es cuando pienso ver separado de Dios y me decido por las ilusiones, las cuales lo único que hacen es producirme sufrimiento y conflicto. Pero, puedo decidirme a ver con la visión de Cristo y hacer, así, la Voluntad de Dios.
 
Repaso de la lección 44:
 
(44) *Dios es la Luz en la que veo*.
 
_No puedo ver en la obscuridad. Dios es la única luz. Por lo tanto, si he de ver, tiene que ser por medio de Él. He tratado de definir lo que es ver y me he equivocado. Ahora se me concede poder entender que Dios es la Luz en la que veo. Le daré la bienvenida a la visión y al mundo feliz que me mostrará_.
 
La luz a la que se refiere Jesús es a una luz interior, no física, que designa un estado mental de tal unidad que la obscuridad del mundo del ego no puede percibirse, en la que no se perciben opuestos, en la que hay paz y tranquilidad, en la que se hace posible la verdadera visión que no tiene nada que ver con los ojos físicos que no la pueden contemplar, pero que la mente, sin embargo, si la puede ver. Esa luz es Dios, nos dice Jesús. Si tengo a Dios como mi referente puedo darle la bienvenida a la visión. Ahora, puedo hacerlo porque he reconocido mi verdadera identidad, mi santidad y he aceptado la Voluntad de Dios. Ahora puedo reconocer el mundo feliz que me mostrará la visión.
 
Repaso de la lección 45:
 
(45) *Dios es la Mente con la que pienso*.
 
_No tengo pensamientos que no comparta con Dios. No tengo pensamientos aparte de los Suyos porque no tengo otra mente que la Suya. Puesto que soy parte de Su Mente, mis pensamientos son Suyos y los Suyos, míos_.
 
Jesús nos dice: 
_”No tengo pensamientos que no comparta con Dios”_.
 
Somos una extensión en la mente de Dios. Siempre estamos en la Mente de Dios. No ha habido separación de Dios, aunque creamos que sí la ha habido. Si pienso con la Mente de Dios y, mutuamente, nos compartimos los pensamientos estamos compartiendo la misma Mente.

 *Proceso de práctica de la lección*

_Objetivo_

Hacer un repaso de las lecciones que buscan ayudarte a cambiar tu manera de percibir el mundo para que la quietud te acompañe y te cures de toda aflicción e inquietud. También, apuntan a que seas consciente de la cohesión del sistema de pensamiento hacia el cual te están conduciendo.

_Ejercicios_

Realizar dos sesiones largas: una por la mañana y otra por la noche. Después se harán sesiones tan a menudo como puedas.

Comienza el día leyendo las cinco ideas, incluyendo los comentarios. De ahí en adelante no es necesario seguir un orden determinado al repasarlas, aunque se debe practicar con cada una de ellas por lo menos una vez. Dedica dos minutos o más a cada sesión de práctica, pensando en la idea y en los comentarios que le siguen después que los hayas leído. Haz esto tan a menudo como te sea posible durante el día. Se sugiere que se haga cada hora al comienzo. Si una de las cinco ideas te atrae más que las otras, concéntrate en ella. Sin embargo, asegúrate de repasarlas todas una vez más al final del día.
 
No es necesario abarcar, ni literal ni concienzudamente, los comentarios que siguen a cada idea en las sesiones de práctica. Trata, más bien, de poner de relieve el punto central y de pensar en dicho comentario como parte de tu repaso de la idea en cuestión. Trata de traer ideas afines y trata de adentrarte en tu mente. Después de leer la idea y sus comentarios, los ejercicios deben hacerse, a ser posible, con los ojos cerrados y cuando estés solo en un lugar tranquilo.

_Observaciones_
Lee todas las lecciones de repaso con sus comentarios en la sesión de la mañana y en la de la noche.
En las sesiones cortas puedes escoger la lección que quieras.
Repasa cada lección por lo menos una vez.
Después puedes dedicarle más tiempo a la lección que quieras.
Estás entrenando tu mente para que no necesite un ambiente especial para las sesiones. A eso se llegará.
 
Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior. Hagamos la lección siempre en compañía del Espíritu Santo y de Jesús, sin olvidarnos de reír poque la Voluntad de Dios para nosotros es que tengamos perfecta felicidad.

Muchas, muchísimas, bendiciones.
Jorge Luis Álvarez Castañeda




LECCIÓN 59 
Repaso I 
«Estas son las ideas a repasar hoy:» 

"En la Lección 59 nuevamente encontramos el tema de quiénes somos como el Hijo de Dios, y los maravillosos y asombrosos efectos de llegar a comprender y aceptar su verdad. 
(1:1) (41) «Dios va conmigo dondequiera que yo voy.» 
(1:2-7) « ¿Cómo puedo estar solo cuando Dios está siempre conmigo? ¿Cómo puedo dudar o sentirme inseguro cuando en Él mora la perfecta certeza? ¿Cómo puede haber algo que me pueda perturbar cuando Él mora en mí en paz absoluta? ¿Cómo puedo sufrir cuando el amor y la dicha me rodean por mediación Suya? No he de abrigar ninguna ilusión con respecto a mí mismo. Soy perfecto porque Dios va conmigo dondequiera que yo voy.» 
No es que Dios camine literalmente con nosotros. Más bien, Jesús enseña que Dios está con nosotros porque Su Amor se encuentra en nuestras mentes, que es donde estamos. Es este Amor - nuestro Ser - lo que es la base para deshacer el pensamiento de separación: el hogar de todas las ilusiones de sufrimiento y dolor. 
Todo lo que se necesita para que este Amor vuelva a la conciencia es recurrir al poder de nuestras mentes para elegir, uno de los temas más importantes de Un Curso de Milagros, al que ahora nos dirigimos: 
(2:1-2) (42) «Dios es mi fortaleza. La visión es Su regalo.» 
(2:3-6) «Hoy no recurriré a mis propios ojos para ver. Quiero estar dispuesto a dejar de lado la lamentable ilusión de que puedo ver, e intercambiarla por la visión que Dios me 
da. La visión de Cristo es Su regalo y Él me lo ha dado. Hoy me valdré de este regalo de tal forma que este día me ayude a comprender la eternidad.» 
Siempre tenemos una elección sobre el sistema de pensamiento con el que nos identificamos, lo cual es posible una vez que recordamos que nuestros sentimientos de mal-estar y perturbación emanan de la elección errónea de la mente y de ninguna otra parte. Así intercambiamos las percepciones erróneas del ego por la visión de Cristo, la exclusión por la unidad, la separación por el perdón y el tiempo por la eternidad. 
(3:1-2) (43) «Dios es mi Fuente. No puedo ver separado de Él.» 
(3:3-7) «Puedo ver lo que Dios quiere que vea. No puedo ver nada más. Más allá de Su Voluntad sólo hay ilusiones. Son éstas las que elijo cuando pienso que puedo ver separado de Él. Son éstas las que elijo cuando trato de ver con los ojos del cuerpo.» 
Una vez más, todas las percepciones erróneas provienen de la creencia ilusoria de que podemos estar separados de Dios; la Idea de que el Hijo de Dios, que somos nosotros, puede abandonar su Fuente. Así, nuestro pensamiento de separación da lugar a un mundo de separación, que creemos que está ahí porque creemos que lo vemos. Los ojos del cuerpo ahora han reemplazado a la visión, una sustitución que permanece en su lugar hasta que cambiamos de mentalidad. 
(3:8-9) «No obstante, se me ha dado la visión de Cristo para reemplazarlos. A través de esta visión es como elijo ver.» 
Un Curso de Milagros tiene como propósito el cambio de mentalidad que permite que la «visión» reemplace a la «manera de ver» del ego. Esta visión no puede venir a menos que tomemos una decisión que diga: He estado pensando y percibiendo erróneamente. Sé que hay otra manera, porque tiene que haber otra manera de sentir. No me encuentro feliz, y deseo estar en paz. Por lo tanto, dejo de lado mi inversión en tener la razón. De este modo, nuestro deseo de verdadera paz y felicidad se convierte en la motivación para elegir la visión que reemplaza las ilusiones. 
(4:1) (44) «Dios es la luz en la que veo.» 
(4:2-4) «No puedo ver en la obscuridad. Dios es la única luz. Por lo tanto, si he de ver, tiene que ser por medio de Él.» 
Como el texto nos recuerda: “Puedes elegir la visión [o la luz] o juzgar [la oscuridad], pero nunca ambas cosas.” (T-20.V.4: 7). Elegimos uno o el otro, y en nuestra elección de mentalidad correcta todo el mundo queda libre. 
(4:5-7) «He tratado de definir lo que es ver y me he equivocado. Ahora se me concede poder entender que Dios es la luz en la que veo. Le daré la bienvenida a la visión y al mundo feliz que me mostrará.» 
Tengo que darme cuenta de que he estado equivocado acerca de todo lo que veo y de todo lo que creo que entiendo. Muy frecuentemente Jesús nos recuerda este hecho feliz; y es feliz, de hecho, cuando no nos encontramos identificados con la obstinada insistencia del ego de que él tiene razón y de que Dios está equivocado. Esta feliz aceptación de la verdad es el lugar de nacimiento de nuestra humildad, que lleva a la visión de Cristo que bendice al mundo junto conmigo. 
La lección cierra con un regreso al pensamiento de Unicidad, el cual deshace el mundo porque deshace la mente separada: 
(5:1) (45) «Dios es la Mente con la que pienso.» 
(5:2-4) «No tengo pensamientos que no comparta con Dios. No tengo pensamientos aparte de los Suyos porque no tengo otra mente que la Suya. Puesto que soy parte de Su Mente mis pensamientos son Suyos, y Sus Pensamientos son míos.» 
Recuerda, el sistema del ego nace de la idea de que nuestros pensamientos nos pertenecen y que los pensamientos de Dios son Suyos, y que estos dos tipos de pensamientos jamás podrán encontrarse en una sola mente. No solo eso, le decimos a Dios lo que son Sus pensamientos. Esta arrogancia demente forma la base de la segunda ley del caos (T-23.II.4-6), donde Dios se vuelve tan demente como nosotros: 
“En ninguna otra parte es más evidente la arrogancia en la que se basan las leyes del caos que como sale a relucir aquí. He aquí el principio que pretende definir lo que debe ser el Creador de la realidad; lo que debe pensar y lo que debe creer; y, creyéndolo, cómo debe 
responder. Ni siquiera se considera necesario preguntarle si eso que se ha decretado que son Sus creencias es verdad. Su Hijo le puede decir lo que ésta es, y la única alternativa que le queda es aceptar la palabra de Su Hijo o estar equivocado.” (T-23.II.6:1-4) 
La demencia de tal creencia se corrige fácilmente una vez que reconocemos su completa locura. Las nubes de la separación se dispersan rápidamente en este regreso a la cordura, y nos regocijamos en la Unicidad del Amor que nunca ha cambiado y que permanece como el Pensamiento de nuestro Ser, en unidad con la Filiación y con la Mente de Dios." 


~ Del libro "Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM" por el Dr. Kenneth Wapnick. Traducción al Español por Alfonso Martínez. 




LECCIÓN 59

Comentada por:
Oscar Gómez Díez 

Estás lecciones de repaso de la 41 a 45 y las de mañana de la 46 a la 50, son las llamadas bienaventuranzas en el libro de ejercicios. La bienaventuranza es lo opuesto al sufrimiento, Bienaventurado es quien es digno de ser feliz por ser quien es: el perfecto Hijo de Dios, y es Su Voluntad que Su Hijo sea feliz. La felicidad es uno de los propósitos de Un Curso de Milagros. Y estas 10 lecciones tienen como finalidad recordarnos que estamos en Dios y no en el sufrimiento. Las bienaventuranzas el amor, la dicha, la paz, la plenitud y la abundancia la confianza, y la certeza son atributos que gozo como Hijo de Dios y que creí perder tras la separación. Las bienaventuranzas son nuestra herencia inmortal, nos pertenecen por siempre, nunca la hemos perdido, solo lo habíamos olvidado, Jesús viene a ayudarnos a recordar, despertando de este sueño de separación. 
 

*"1. (41) Dios va conmigo dondequiera que yo voy."*

*"¿Cómo puedo estar solo cuando Dios está siempre conmigo?"* Este es un cuestionamiento a nuestra falsa creencia de sentirnos solos, incompletos y carentes. Como Hijos de Dios somos plenos e íntegros, pues realmente estamos en Dios. Es el ego el que nos hace creer que nos sentimos solos, huérfanos y desamparados. No estamos solos, pues somos Uno con el Padre, pero nuestro ego, nuestro "yo individual" se cree separado de todo, empezando por Dios. 

*"¿Cómo puedo dudar o sentirme inseguro cuando en Él mora la perfecta certeza?"* El miedo, la incertidumbre y la duda son características del ego, la perfecta certeza es una de las cualidades de Dios. Si aceptáramos lo que somos, nuestra verdadera realidad, no tendríamos miedo, no estaríamos inseguros, pues viviríamos en la absoluta certeza de que moramos en Dios. Pero no nos lo creemos, nuestra "verdad” ilusoria es la separación y consideramos este mundo como hostil y peligroso. 

*"¿Cómo puede haber algo que me pueda perturbar cuando Él mora en mí en paz absoluta?"* La paz absoluta es mucho más que la ausencia de guerras y conflictos, es un estado de plenitud, bienestar y gozo ilimitado. Si moro en la perfecta paz, nada me podría perturbar, pues vivo dentro del Amor perfecto. 

Con sus preguntas, la lección cuestiona nuestras dudas, nuestros miedos. *"¿Cómo puedo sufrir cuando el amor y la dicha me rodean por mediación Suya?"* El sufrimiento es el resultado de encontrarme en conflicto conmigo mismo, de sentirme incompleto, carente y vulnerable, lleno de miedos e incertidumbres, de identificarme con el cuerpo y de protegerlo de supuestos ataques o dolores. Si habito en el Amor y la Dicha perfecta, no hay lugar a sufrimiento de ninguna especie, pues reconozco que soy una mente integra, invulnerable y eterna, nada ni nadie me puede hacer daño o sufrir, pues aún soy tal como Dios me creó. *"No he de abrigar ninguna ilusión con respecto a mí mismo."*. para dejar de sufrir, para ser feliz, debo abandonar toda ilusión de separación, debo volver a unidad de la que siempre he pertenecido. *"Soy perfecto porque Dios va conmigo dondequiera que yo voy."* si reconozco mi origen, si me libero de la esclavitud del ego, si reconozco mi inocencia, si me libero de todo miedo y culpa, lo único que queda es mi perfección, mi Amor ilimitado que me acompaña siempre, no importa el lugar ni la circunstancia. 

*"2. (42) Dios es mi fortaleza. La visión es Su regalo."*

*"Hoy no recurriré a mis propios ojos para ver."* Esta es una declaración de libertad. Lo que los ojos del cuerpo me muestran son conflictos, enfermedades y muerte. Los ojos del cuerpo dan testimonio de que me separé de mi Padre, y sólo veo miedos y ataques. *"Quiero estar dispuesto a dejar de lado la lamentable ilusión de que puedo ver, e intercambiarla por la visión que Dios me da."* si renuncio a darle credibilidad a lo que me muestran los ojos del cuerpo, y decido contemplar el mundo con amor y perdón, habré hecho un intercambio, el mejor intercambio que podría hacer, la visión espiritual, la visión de Cristo, una visión de totalidad y plenitud, una visión de amor y paz, por lo que me muestran mis míseros ojos físicos. *"La visión de Cristo es Su regalo y Él me lo ha dado."* y esa visión me la regaló mi Padre desde el origen de la creación. Cuando elegí separarme, elegí ver lo limitado, lo carente y lo corruptible, pero puedo recordar quien soy, y volver a elegir, pues los regalos de Dios son eternos, Él jamás me los ha quitado. La visión está a un paso del perdón, de las llaves que permiten abrir la puertas que yo mismo había cerrado y volver a casa. 

*"Hoy me valdré de este regalo de tal forma que este día me ayude a comprender la eternidad."* Desde este mundo de conflictos, miedos y ataques nunca podré comprender la eternidad. Pero si me valgo del regalo de la visión, podré comprender la eternidad, reconocer a mi Padre, reconocerme a mi mismo, y acceder al conocimiento de la totalidad. La única manera de acceder a la visión de Cristo es perdonando lo que no soy para que pueda contemplar lo que Soy. 

*"3. (43) Dios es mi Fuente. No puedo ver separado de Él."*

*"Puedo ver lo que Dios quiere que vea. No puedo ver nada más."* soy uno con mi Padre, por lo tanto, veo como Él ve. Veo lo que pienso, si pienso con Amor, pensaré y veré como mi Padre. *"Más allá de Su Voluntad sólo hay ilusiones."* la única realidad es Dios y su Amor. Mas “allá” del Padre están las ilusiones. Mientras me perciba en este mundo solo y separado veré ilusiones, estaré fuera de mi realidad inmortal. *"Son éstas las que elijo cuando pienso que puedo ver separado de Él. Son éstas las que elijo cuando trato de ver con los ojos del cuerpo."* el costo de creer haberme separado de mí Padre, es ver un mundo de ilusiones, un mundo de conflicto y dolor. *"No obstante, se me ha dado la visión de Cristo para reemplazarlos. A través de esta visión es como elijo ver."* La visión, como el perdón y los milagros son una elección. Si elijo el amor, veré con los ojos del amor, si elijo el conflicto veré con los ojos del ego, veré con los ojos del cuerpo, que darán testimonio de mis miedos y culpas. 

Pero si elijo el amor y el perdón, todo error puede ser corregido, esa es la función del Espíritu Santo, esa es la función de la Expiación, corregir mis errores. Al aceptar la Expiación para mi mismo, acepto el regalo de la visión espiritual que mi Padre me dio y regreso a casa perdonando mis errores de percepción. 

*"4. (44) Dios es la luz en la que veo."*

*"No puedo ver en la oscuridad. Dios es la única luz. Por lo tanto, si he de ver, tiene que ser por medio de Él."* cuando elegí al ego, elegí la oscuridad, y creo que estoy viendo, como les sucedió a los protagonistas del mito de la caverna de Platón. Habían vivido tanto tiempo en la oscuridad de esa cueva, que llegaron a creer que las sombras que se proyectaban eran la luz, y que por lo tanto, veían!! creían ver!!! El resultado es que *"He tratado de definir lo que es ver y me he equivocado."* la equivocación me ha costado "dolor, sufrimiento y lágrimas". *"Ahora se me concede poder entender que Dios es la luz en la que veo. Le daré la bienvenida a la visión y al mundo feliz que me mostrará."* una vez que comprendo que Dios es la luz, que puedo ver a través de Él, pues elijo de nuevo, elijo el amor, elijo a Dios y sus regalos, y comenzaré a contemplar el mundo con la visión de Cristo, con la visión del amor y la felicidad. 

*"5. (45) Dios es la Mente con la que pienso."*

Mi mente verdadera es la que comparto con Dios, por lo tanto, mis pensamientos reales son los que pienso con Dios, lo demás son ilusiones, un simple sueño de separación que nunca ha afectado la eternidad. *"No tengo pensamientos que no comparta con Dios. No tengo pensamientos aparte de los Suyos porque no tengo otra mente que la Suya."* si soy una idea en la Mente de Dios, y las ideas no abandonan su Fuente, Entonces mi mente es parte de la de Dios; y mis pensamientos necesariamente tienen que emerger de la Mente de Dios. *"Puesto que soy parte de Su Mente mis pensamientos son Suyos, y Sus Pensamientos son míos."* la separación nunca ocurrió, jamás podría haber ocurrido, sólo en los sueños de su Hijo, y los sueños, sueños son, pura ilusión y fantasía, eso lo comprobaremos cuando elegimos despertar. 

*PRACTICA:*

Cinco sesiones de práctica. Lea cada vez la lección completa, incluyendo los comentarios y haz el ejercicio de cada una de las cinco lecciones de repaso por 2 minutos como mínimo. Igualmente haga repeticiones frecuentes de las ideas del día. 

*“Dios va conmigo dondequiera que yo voy”*

*“Dios es mi fortaleza. La visión es Su regalo”*

*“Dios es mi Fuente. No puedo ver separado de Él”*

*“Dios es la luz en la que veo”*

*“Dios es la Mente con la que pienso”*

Las instrucciones para la práctica de las lecciones de repaso son sencillas, pero deben hacerse con diligencia.  

 *"Dedica dos minutos o más a cada sesión de práctica, pensando en la idea y en los comentarios que le siguen después que los hayas leído. Haz esto tan a menudo como te sea posible durante el día. Si una de las cinco ideas te atrae más que las otras, concéntrate en ella. Sin embargo, asegúrate de repasarlas todas una vez más al final del día."* (primer Repaso in-2:3-6)

La idea es interiorizar cada una de las lecciones, identificar cómo se relacionan, ver su lógica secuencial y la coherencia de su metodología y del sistema de pensamiento que nos propone. 

Así que lee detenidamente cada lección, el comentario que la acompaña y practica cada una por lo menos durante 2 minutos. Y recuérdalas y úsalas durante el día. Notarás que hay una mayor comprensión y entendimiento de las lecciones. Cada vez adquieren más sentido para ti a medida que las prácticas. 

Bendiciones 







CELEBRANDO EL MILAGRO 


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BENDICIONES!





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