MANUAL PARA EL MAESTRO - 6. ¿TIENE SIEMPRE LUGAR LA CURACIÓN?

“Con lentitud, constancia y amabilidad se gana esta carrera” Ken Wapnick
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 MANUAL PARA EL MAESTRO

 

6. ¿TIENE SIEMPRE LUGAR LA CURACIÓN?
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1.    Sí, la curación siempre tiene lugar. ²Es imposible llevar las ilusiones ante la verdad y al mismo tiempo conservarlas. ³La verdad demuestra que las ilusiones no tienen ningún valor. ⁴El maestro de Dios ha visto la corrección de sus propios errores en la mente del paciente, al reconocerla como lo que es. ⁵Al haber aceptado la Expiación para sí mismo, también la ha aceptado para el paciente. ⁶Sin embargo, ¿qué ocurre cuando el paciente usa la enfermedad como una forma de vida, creyendo que la curación es el camino a la muerte? ⁷En estos casos, una curación repentina podría ocasionar una aguda depresión y una sensación de pérdida tan profunda, que el paciente podría incluso tratar de destruirse a sí mismo. ⁸Al no tener nada por lo que vivir, podría incluso pedir la muerte. ⁹Por su propio bien, pues, la curación debe esperar.

2.    La curación se hará a un lado siempre que pueda percibirse como una amenaza. ²En el instante en que se le da la bienvenida, ahí está. ³Allí donde se haya ofrecido una curación, ésta se recibirá. ⁴¿Y qué es el tiempo ante los regalos de Dios? ⁵Nos hemos referido en muchas ocasiones en el texto a los tesoros que se ofrecen equitativamente, tanto para el que da los dones de Dios como para el que los recibe. ⁶Ni uno solo se pierde, pues sólo pueden multiplicarse. ⁷Ningún maestro de Dios debe sentirse decepcionado si, habiendo ofrecido una curación, pareciera que ésta no se ha recibido. ⁸No es su función juzgar cuándo se debe aceptar su regalo. ⁹Que tenga por seguro que ha sido recibido y que no ponga en duda que será aceptado cuando se reconozca que es una bendición y no una maldición.

3.    La función de los maestros de Dios no es evaluar el resultado de sus regalos. ²Su función es simplemente darlos. ³Una vez que los han dado, han dado también el resultado, ya que éste es parte del regalo. ⁴Nadie puede dar si está preocupado por los resultados de lo que da. ⁵Eso sería poner un límite en el acto de dar en sí, y en ese caso, ni el que da ni el que recibe dispondría del regalo. ⁶La confianza es parte esencial del acto de dar; de hecho, es la parte que hace posible el compartir; la parte que garantiza que el dador no ha de perder sino que únicamente ganará. ⁷¿Qué sentido tiene que alguien dé un regalo si luego se queda con él para asegurarse de que se use como mejor le parezca a él? ⁸Eso no es dar sino subyugar.
 
4.    Haber abandonado toda preocupación por el regalo es lo que hace que sea verdaderamente dado. ²Y lo que hace posible dar de verdad es la confianza. ³La curación es el cambio de mentalidad que el Espíritu Santo procura que tenga lugar en la mente del paciente. ⁴Y es el Espíritu Santo en la mente del donante Quien le da el regalo a aquél. ⁵¿Cómo podría perderse? ⁶¿Cómo podría ser ineficaz? ⁷¿Cómo podría desperdiciarse? ⁸Las arcas de Dios jamás se vacían. ⁹Y si les faltara un solo regalo no estarían llenas. ¹⁰Sin embargo, Dios garantiza que las arcas estén siempre rebosantes. ¹¹¿Por qué, entonces, habría de preocuparse un maestro de Dios por lo que sucede con sus regalos? ¹²Al ser Dios Quien se los da a Sí Mismo, ¿quién iba a dejar de recibirlo todo en este santo intercambio?

 







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