LECCIÓN 63 La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón.

 LECCIÓN 63

 La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón.

 

1. ¡Cuán santo eres tú que tienes el poder de brindar paz a todas las mentes! 2¡Cuán bendito eres que puedes aprender a reconocer los medios por lo que esto se puede lograr a través de ti! 3¿Qué otro propósito podrías tener que pudiese brindarte mayor felicidad?

2. Ciertamente eres la luz del mundo con semejante función. 2El Hijo de Dios apela a ti para su redención. 3En tus manos está poder concedérsela porque te pertenece. 4No aceptes en su lugar ningún propósito trivial ni ningún deseo insensato; o te olvidarás de tu función y dejarás al Hijo de Dios en el infierno. 5No se te está haciendo una petición vana. 6Se te está pidiendo que aceptes la salvación, para que así la puedas dar.

3. Puesto que reconocemos la importancia de esta función, estaremos más que dispuestos a recordarla tan a menudo como nos sea posible a lo largo del día. 2Empezaremos el día reconociendo nuestra función y lo concluiremos pensando en ella. 3Repetiremos lo siguiente tantas veces como nos sea posible en el transcurso del día:

 

4La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón.

5Yo soy el instrumento que Dios ha designado para la salvación del mundo.

 

4. Si cierras los ojos probablemente te resultará más fácil dejar que acudan a tu mente pensamientos afines, durante el minuto o dos que debes dedicar a reflexionar sobre esto. 2No obstante, no esperes a que se presente tal oportunidad. 3No se debe perder ni una sola ocasión para reforzar la idea de hoy. 4Recuerda que el Hijo de Dios apela a ti para su salvación. 5¿Y quién sino tu Ser es el Hijo de Dios?



AUDIOS de la Lección 63
de CELEBRANDO EL MILAGRO

Lectura de la Lección 63
A través de Blanca Nivia Morales Contreras.


Ocurrir de la Lección 63
a través de Martin Musarra


Lección 63 comentada por 
Jorge Luis Álvarez Castañeda




LECTURA DE LA LECCIÓN 63



LECCIÓN 63 

COMENTADA POR JORGE LUIS ÁLVAREZ CASTAÑEDA


OCURRIR DE LA LECCIÓN 63


LECCIÓN 63 JORGE PELLICER


LECCIÓN 63 DAVID HOFFMEISTER


LECCIÓN 63 MARIA IBARS


LECCIÓN 63 KENNETH WAPNICK



LECCIÓN 63

La luz del mundo brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón.


Comentada por:

Jorge Luis Álvarez Castañeda


¡Que la paz sea con nosotros hoy!

La parte sana de mi mente que ha perdonado puede brindar paz a las mentes de mis hermanos que se creen separados de la Unidad de Dios. Lo hace porque se considera unida a mis hermanos y a Dios. Ha reconocido la santidad y la luz que la habita y la puede extender a sus hermanos.


Nos dice Jesús en la lección:

”¡Cuán santo eres que tienes el poder de brindar paz a todas las mentes! ¡Cuán bendito eres que puedes aprender a reconocer los medios por los que esto se puede lograr a través de ti! ¿Qué otro propósito podrías tener que pudiese brindarte mayor felicidad?”


Puedo brindar paz a todas las mentes en la medida en que recupere mi santidad y esto lo consigo con la ayuda del Espíritu Santo quien fue la respuesta de Dios a la separación. El Espíritu Santo hace de mediador entre las ilusiones y la verdad. Él tiene el poder de transformar los pensamientos dementes que originan la percepción de un mundo demente de tal manera que el Hijo de Dios recupere la cordura y la felicidad y que trascienda el mundo de conflicto del ego. Además, de la Guía del Espíritu Santo y de Jesús, dispongo de medios  que me ayudan en mi despertar tales como: el perdón, los milagros, el instante santo, la Expiación, las relaciones santas para poder colocar la sanación de mi mente al servicio de la salvación. Desde mi mente recta, puedo  hacer que mi cuerpo se convierta en un medio de comunicación, de tal manera, que pueda recibir la Palabra de Dios, darla a mis hermanos para luego integrarla y reconocerla en mí. De ahí, la importancia del compartir, del ayudar a mis hermanos en su proceso de despertar: nadie se salva solo. Jesús, nos asegura que nada se puede comparar con la felicidad de servir. 


Continúa Jesús:

_”Ciertamente eres la luz del mundo con semejante función. El Hijo de Dios apela a ti para su redención. En tus manos está poder concedérsela porque te pertenece. No aceptes en su lugar ningún propósito trivial ni ningún deseo insensato, o te olvidarás de tu función y dejarás al Hijo de Dios en el infierno. No se te está haciendo una petición vana. Se te está pidiendo que aceptes la salvación, para que así la puedas dar”_.


Jesús dice:

_”Ciertamente eres la luz del mundo con semejante función”_.

Esto lo puedes hacer desde tu mente en paz. Puedes aportarle al Hijo de Dios para su redención viéndolo inocente, no culpable. Él, necesita que veas la grandeza que tiene pero que no ve porque se siente víctima, indigno, pecador. Tu hermano, necesita le recuerdes su valor como Hijo de Dios y que te conviertas en portavoz de la unidad de la Filiación y le recuerdes a tu hermano que hay una Unidad mayor que es Dios. Tu hermano, se siente solo necesita que lo veas inocente, noble, grande, digno, no culpable, que lo veas  como el Hijo de Dios que es. No hay otro propósito que se le compare con el cumplimiento de tu función de perdonar para brindarles paz a tus hermanos desde el reconocimiento de ser la luz del mundo. Es una gran responsabilidad el que reconozcas tu Identidad como Hijo de Dios para, desde ella, poderle ayudar a los hermanos a reconocer la salvación. 


Proceso de práctica de la lección


Objetivo


Ser consciente del poder de brindar paz a todas las mentes a través de mi perdón, de los medios de que dispongo para llevarlo a cabo y de la inmensa felicidad que te proporciona el llevarlo a cabo.


Ejercicios


Realizar sesiones tan a menudo como puedas durante el día. Se sugiere cada hora, a la hora en punto. Empezar y terminar el día recordando nuestra función. 

Repetiremos lo siguiente tantas veces como nos sea posible en el transcurso del día:


La luz del mundo brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón. Soy el instrumento que Dios ha designado para la salvación del mundo.


  Si cierras los ojos probablemente te resultará más fácil dejar que acudan a tu mente pensamientos afines, durante el minuto o dos que debes dedicar a reflexionar sobre esto. No obstante, no esperes a que se presente tal oportunidad. No se debe perder ni una sola ocasión para reforzar la idea de hoy. Recuerda que el Hijo de Dios apela a ti para su salvación. ¿Y quién sino tu Ser es el Hijo de Dios?


Observaciones


Jesús, nos llama a ser felices pues estamos siendo conscientes de la importancia de perdonar para poder ser la luz del mundo y ofrecerle paz a nuestros hermanos. 


Jesús, nos insiste en hacer las prácticas con los ojos cerrados y no perder ninguna oportunidad para reforzar la idea de hoy.


Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior. Hagamos la lección siempre en compañía del Espíritu Santo y de Jesús, sin olvidarnos de reír porque la Voluntad de Dios, para nosotros, es que tengamos perfecta felicidad.


Muchas, muchísimas, bendiciones.

Jorge Luis Álvarez Castañeda



Kenneth Wapnick 

 LA LUZ DEL MUNDO LE BRINDA PAZ A TODAS LAS MENTES A TRAVÉS DE MI PERDÓN 

 (Leccion 63)


“La Lección 63 regresa al tema de la unicidad. Como hemos visto en lecciones anteriores, Jesús toma un tema central y lo sigue desarrollando. Aquí nos está enseñando que cuando perdonamos, la paz debe extenderse a toda la Filiación, ya que todos somos una sola mente. Ello no significa, sin embargo, que cada fragmento aparente de la Filiación lo aceptará de inmediato. Simplemente significa que ahora me convierto en otro símbolo o pensamiento en la mente del Hijo de Dios, que sirve como un recordatorio para tomar la decisión correcta que es lo único que traerá la paz.


📘(1:1) «¡Cuán santo eres tú que tienes el poder de brindar paz a todas las mentes!»


Por favor, ten en cuenta que Jesús no dice a «todos los cuerpos». El perdón no es algo que hacemos físicamente con las palabras, ya que es un pensamiento que consideramos verdadero en nuestras mentes. Recordemos nuestro pasaje del Manual Para el Maestro citado anteriormente (M-5.III.2) de que la curación se comparte simplemente por haberla elegido, esa elección convoca a otros a hacer lo mismo. En este sentido, emulamos al Espíritu Santo, que simplemente nos recuerda la elección correcta:


“El Espíritu Santo te insta tanto a recordar como a olvidar. Has elegido estar en un estado de oposición en el que los opuestos son posibles. Como resultado de ello, hay ciertas decisiones que tienes que tomar…Elegir implica que la mente está dividida. El Espíritu Santo es una de las alternativas que puedes elegir…Su Voz es simplemente un recordatorio. Es apremiante únicamente por razón de lo que te recuerda. Le ofrece a tu mente el otro camino, permaneciendo serena aun en medio de cualquier confusión a que puedas dar lugar.” (T-5.II.6:1-3,6-7;7:4-6)


Así recordamos a nuestros hermanos, como nos recordamos a nosotros mismos, que la paz es una decisión, y que nos une a todos como un solo Hijo. También podría señalar la similitud en forma y «contenido» entre la primera oración de esta lección y la apertura de “Pues ellos han llegado.” en el texto:


“¡Cuán santo debes ser tú, que desde ti la Voz de Dios llama amorosamente a tu hermano para que puedas despertar en él la Voz que contesta tu llamada!” (T-26.IX.1:1)


La mano sinfónica de nuestro compositor está presente en todas partes en su obra maestra.


🔸️(1:2-3) «¡Cuán bendito eres que puedes aprender a reconocer los medios por lo que esto se puede lograr a través de ti! ¿Qué otro propósito podrías tener que pudiese brindarte mayor felicidad? »


Una vez más, Jesús nos recuerda que el perdón es el medio por el cual alcanzaremos la felicidad. Esto es inevitable una vez que elegimos dejar ir nuestros juicios, que nos mantienen separados: la fuente de toda nuestra miseria. Una vez que este obstáculo se ha ido, la felicidad fluye a través de nuestras mentes, sin obstáculos, y abraza a la Filiación como una sola.


📘(2:1-2) «Ciertamente eres la luz del mundo con semejante función. El Hijo de Dios apela a ti para su redención.»


Como veremos un poco más adelante, el Hijo de Dios que nos busca para la redención somos nosotros mismos; el Niño pequeño – de quien Jesús habla en la Lección 182 – Quien se ha alejado: el Niño que representa a Cristo en nosotros que hemos ocultado y olvidado; el Niño que espera pacientemente nuestro perdón de los demás y de nosotros mismos; el Niño que hace posible perdonar, al mismo tiempo que Él mismo es perdonado. Suya es la luz que resplandece en cada uno de nosotros y en todos nosotros; Suya la luz que «es» el Hijo, que somos nosotros mismos.


🔸️(2:3-4) «En tus manos está poder concedérsela porque te pertenece. No aceptes en su lugar ningún propósito trivial ni ningún deseo insensato, o te olvidarás de tu función y dejarás al Hijo de Dios en el infierno.»


Implícito aquí es que hacemos una elección activa para elegir un “propósito trivial o un deseo insensato” para reemplazar la gloriosa verdad acerca de nosotros mismos. Este propósito y deseo expresa algún aspecto del deseo de ser especiales. Hemos señalado antes que el especialismo no tiene nada que ver con el comportamiento sino con una actitud, en la cual usamos a los demás – personas y cosas- como sustitutos del Amor de Dios o la paz de Jesús. Por lo tanto, Jesús habla acerca de la decisión en favor del Cielo o del infierno.


🔸️(2:5-6) «No se te está haciendo una petición vana. Se te está pidiendo que aceptes la salvación, para que así la puedas dar.»


La forma en que damos la salvación es aceptarla en nuestras mentes. Esta aceptación niega el sistema de pensamiento del ego y automáticamente significa que le damos la salvación al mundo, que es uno con nosotros. Así, “la simplicidad de la salvación” (T-31.1), en contraste con la complejidad del plan del ego de “salvarnos” de la culpa a través del especialismo, reforzando así el problema del que se nos dijo que seríamos salvos. En otras palabras, el ego refuerza nuestra separación entre nosotros, mientras que el Espíritu Santo la deshace enseñando nuestra unidad inherente. Esto no es una cuestión trivial; nuevamente, la elección es entre el Cielo o el infierno.


📘(3) «Puesto que reconocemos la importancia de esta función, estaremos más que dispuestos a recordarla tan a menudo como nos sea posible a lo largo del día. Empezaremos el día reconociendo nuestra función y lo concluiremos pensando en ella. Repetiremos lo siguiente tantas veces como nos sea posible en el transcurso del día:


La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón. Yo soy el instrumento que Dios ha designado para la salvación del mundo.»


Una vez más, vemos a Jesús ayudándonos a apreciar la importancia «para nosotros» de los recordatorios frecuentes de la idea central de la lección. Es lo que él nos recuerda al final del texto: cómo mantenemos el regalo de la visión de Cristo que es lo único que termina con todo sufrimiento. Estas líneas maravillosas serán un recordatorio frecuente para nosotros de la naturaleza todo-inclusiva de la visión de Jesús:


“Mas tenéis que compartir esta visión con todo aquel que veáis, pues, de lo contrario, no la contemplaréis. Dar este regalo es la manera de hacerlo vuestro. Y Dios ordenó, con amorosa bondad, que lo fuese.” (T-31.VI11.8:5-7)


Jesús nos insta a perdonar a «todas» las personas, porque esta es la única forma en que sabremos que somos perdonados. En esta visión del perdón de cada mente encontramos nuestra salvación y la salvación del mundo.


📘(4:1-3) «Si cierras los ojos probablemente te resultará más fácil dejar que acudan a tu mente pensamientos afines, durante el minuto o dos que debes dedicar a reflexionar sobre esto. No obstante, no esperes a que se presente tal oportunidad. No se debe perder ni una sola ocasión para reforzar la idea de hoy.»


Todavía una vez más, Jesús nos pide que no desperdiciemos la oportunidad de recordar que nuestra felicidad y nuestra función son una sola.


🔸️(4:4-5) «Recuerda que el Hijo de Dios apela a ti para su salvación. ¿Y quién sino tu Ser es el Hijo de Dios?»


Este Ser es el Cristo en nosotros, el Niño pequeño que aparentemente ha perdido Su camino. Por supuesto, el Niño no está perdido; «nosotros» somos los que hemos perdido la conciencia de Su Presencia. La aceptación de nuestra feliz función de perdonar es lo que restaura esta conciencia feliz a nosotros.”


~ Del libro “Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM” por el Dr. Kenneth Wapnick .Traducción al Español por Alfonso Martínez.



*LECCIÓN 63*

*"La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón."*


Comentada por:

Oscar Gómez Díez 


Esta lección une tres conceptos que vienen enlazados: luz del mundo, perdón y paz. Veámoslos con más detalle para que comprendamos mejor la lección y su práctica:


*Luz del mundo:* es un reconocimiento de quien soy. 

*Perdón:* es un discernimiento, una auto indagación, un “movimiento” que hago en mi mente, un abandonar lo que no es amoroso en mi, para acoger el amor que soy. 

*Paz:* el resultado de las dos anteriores. Es el resultado de deshacer el miedo, la culpa, el conflicto dentro de mi. Es el resultado de mis primeros actos de perdón. 


La paz es mucho más que ausencia de conflicto. Es el estado que se logra cuando ya no hay miedos ni culpas, es un estado de plenitud y de goce, es la antesala de la felicidad, pero eso será tema de futuras lecciones. 


Si recordamos las dos lecciones anteriores, podemos desentrañar parte de su metodología y encadenamiento progresivo:

En la lección 61 nos decía que *"Soy la luz del mundo."* 

En la lección 62 nos decía que *"perdono por ser la luz del mundo."* 

Y ahora en la lección 63, nos dice que si perdono usando mi luz, me conducirá a la paz, no solo a mi, sino *"a todas las mentes"*. Y nos dice con gran exclamación *"¡Cuán santo eres tú que tienes el poder de brindar paz a todas las mentes!"*

*"¡Cuán bendito eres que puedes aprender a reconocer los medios por lo que esto se puede lograr a través de ti!"* si asumimos nuestra función de perdonar, estamos recordando que somos santos y benditos, por llevar paz a todas las mentes, y cuando asumimos nuestra función, podemos reconocer los medios para cumplirla, o se nos facilitan los medios para ello. 


De ahí que Jesús nos hace una pregunta, que también podría ser una afirmación:

*"¿Qué otro propósito podrías tener que pudiese brindarte mayor felicidad?"* En este mundo perdónanos nuestras relaciones, en ese momento cesa todo conflicto, y obtengo y ofrezco la paz que soy. Cuando el amor y la paz afloran la felicidad es inevitable. 


Y luego nos hace un llamado que también puede ser una recordatorio: *"No aceptes en su lugar ningún propósito trivial ni ningún deseo insensato; o te olvidarás de tu función y dejarás al Hijo de Dios en el infierno."* Aquí nos está pidiendo que no dejemos de cumplir nuestra función por ninguna razón, ni permitamos cambiarla por ningún *"deseo insensato"* pues te olvidarás de tu función *"y dejarás al Hijo de Dios en el infierno."* y esto lo confirmo por experiencia propia. Hace muchos años atrás, estudie y practiqué el Curso, y después lo dejé, se me olvidó perdonar y mi vida se fue convirtiendo en un infierno de conflictos. De ahí que *"No se te está haciendo una petición vana. Se te está pidiendo que aceptes la salvación, para que así la puedas dar."* si acepto la salvación, si acepto la Expiación para mi mismo, si acepto corregir mis errores, si perdono mis propios errores, entonces podré sanar las relaciones con mis hermanos y ofrecerles mi paz. 


 *PRÁCTICA:*


 Dos sesiones de práctica largas, una por la mañana y otra por la noche. *"Empezaremos el día reconociendo nuestra función y lo concluiremos pensando en ella."*


*"La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón. Yo soy el instrumento que Dios ha designado para la salvación del mundo."*


*PENSAMIENTOS AFINES*


*"Si cierras los ojos probablemente te resultará más fácil dejar que acudan a tu mente pensamientos afines, durante el minuto o dos que debes dedicar a reflexionar sobre esto."*


*REPETICIONES FRECUENTES:*


*" Repetiremos lo siguiente tantas veces como nos sea posible en el transcurso del día:"*


 *" La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón."*


Hazlo con los ojos cerrados cuántas veces puedas, o hazlo con los ojos abiertos, pero no dejes de hacerlo. En la medida que repites la idea del día vas recordando quien eres y asumiendo tu condición con la mayor naturalidad hasta que tu naturaleza se exprese totalmente. 


En la medida que reconoces quien eres: la luz del mundo, practicas el perdón para revelar lo que eres: la paz. 


Y la estarás brindándola a todos tus hermanos, estarás brindándote paz a ti mismo, estarás sanando tu corazón y tu mente, y abriéndote al amor y la felicidad que eres. No te olvides de ello pues te estarías olvidando de ti mismo. 


TEXTO 



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BENDICIONES!


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