LECCIÓN 11 Mis pensamientos sin significado me están mostrando un mundo sin significado.

Lee aquí la introducción al Libro de Ejercicios 

LECCIÓN 11  

Mis pensamientos sin significado me están mostrando un mundo sin significado.


1. De todas las ideas que hemos presentado hasta ahora, ésta es la primera que está relacionada con una de las fases principales del proceso de corrección: la inversión de la manera de pensar del mundo. 2Parece como si fuese el mundo el que determina lo que percibes. 3La idea de hoy introduce el concepto de que son tus pensamientos los que determinan el mundo que ves. 4Alégrate en verdad de practicar la idea en su forma original, pues en esta idea reside la certeza de tu liberación. 5La llave del perdón se encuentra en ella.

2. Las sesiones de práctica con la idea de hoy deben llevarse a cabo de forma ligeramente distinta de las anteriores. 2Comienza con los ojos cerrados y repite la idea lentamente para tus adentros. 3Abre luego los ojos y mira a tu alrededor, así como a lo que está cerca, a lo que está lejos y a lo que está encima o debajo de ti. aMira por todas partes. 4Durante el minuto más o menos a emplear usando la idea, simplemente repítela en silencio y asegúrate de hacerlo sin prisa y sin ninguna sensación de urgencia o esfuerzo.

3. Para derivar el máximo beneficio de estos ejercicios, los ojos deben pasar de una cosa a otra con cierta rapidez, ya que no deben detenerse en nada en particular. 2Las palabras, en cambio, deben usarse pausada, e incluso, relajadamente. 3La introducción a esta idea, en particular, debe practicarse de la manera más casual que puedas. 4Contiene los cimientos de la paz, de la relajación y de la ausencia de preocupación que estamos tratando de lograr. 5Al final de los ejercicios, cierra los ojos y repite lentamente la idea para tus adentros una vez más.

4. Tres sesiones de práctica probablemente serán suficientes hoy. 2No obstante, si no sientes ningún desasosiego o si éste es muy ligero, y te sientes inclinado a ello, puedes hacer hasta cinco. 3Más de eso no es recomendable.






AUDIOS de la Lección 11
de CELEBRANDO EL MILAGRO

Lectura de la Lección 11
A través de Blanca Nivia Morales Contreras.


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a través de Martin Musarra


Lección 11
comentada por 
Jorge Luis Álvarez Castañeda











































LECCION 11


Mis pensamientos sin significado me están mostrando un mundo sin
significado.

Comentada por:
Jorge Luis Álvarez Castañeda

*¡Que la paz sea con nosotros hoy!*

Otra vez se refiere Jesús al tema de la proyección y de
la percepción. Lo que vea internamente será lo que proyecte, lo que
perciba afuera. Así, si mis pensamientos no tienen significado, como
hemos visto anteriormente, lo que percibiré afuera tampoco tendrá
significado.

El mundo y el cuerpo son neutros. El significado se lo
doy yo de acuerdo al maestro que decida poner al frente de mis
pensamientos: al ego o al Espíritu Santo. Aquí, Jesús, empieza a
plantearnos que no se trata de cambiar al mundo sino la manera como
vemos al mundo. No son los otros los que nos hacen las cosas, nos la
hacemos nosotros con las interpretaciones que hacemos sobre su
conducta. Me pueden afectar a nivel físico o psicológico, pero, en mi
mente, puedo decidir ver que el hermano me está haciendo una petición
de ayuda o de amor y que su ira no es sino un miedo disfrazado y puedo
verlo desde la paz, desde la unidad, desde el amor, desde el perdón.
Esa es mi responsabilidad: decidirme por la paz del Espíritu Santo en
lugar del conflicto del ego.

Jesús, nos dice en la lección:

_”De todas las ideas que hemos presentado
hasta ahora, esta es la primera que está relacionada
con una de las fases principales del proceso de
corrección: la inversión de la manera de pensar del
mundo. Parece como si fuese el mundo el que
determina lo que percibes. La idea de hoy introduce el
concepto de que son tus pensamientos los que
determinan el mundo que ves. Alégrate en verdad de
practicar la idea en su forma original, pues en esta idea
reside la certeza de tu liberación. La llave del perdón se
encuentra en ella”_.

Jesús, nos sigue reiterando que no es el mundo el que
determina lo que percibo. Son las creencias, los pensamientos que
tengo los determinantes en mi relación con el mundo y con mis
hermanos. Se trata, por lo tanto, de cambiar los pensamientos, no las
conductas. De cambiar el contenido, no la forma. El contenido lo da el
maestro que elijamos: el ego o el Espíritu Santo.

La certeza de la liberación de que habla, Jesús, no
depende de nada ni de nadie sino de nosotros mismos. Nadie nos va a
liberar sino lo hacemos nosotros mismos con el cambio de
pensamientos. Y, aquí, introduce, Jesús, la presencia del perdón que es
la herramienta principal que nos da Jesús para nuestra liberación. Yo
soy el que me tengo que perdonar por los pensamientos que determinan
el mundo que veo: si tengo pensamientos de conflicto, veré un mundo
de conflicto, sin significado. Si tengo pensamientos de paz, veré un
mundo de paz, con significado.

Nos dice Jesús en la lección:

_”Las sesiones de práctica con la idea de hoy deben
llevarse de forma ligeramente distinta de las anteriores.
Comienza con los ojos cerrados y repite la idea
lentamente para tus adentros. Abre luego los ojos y
mira a tu alrededor, así como a lo que está cerca, a lo
que está lejos y a lo que está encima o debajo de ti.

Mira por todas partes. Durante el minuto más o menos
a emplear usando la idea, simplemente repítela en
silencio y asegúrate de hacerlo sin prisa y sin ninguna
sensación de urgencia o esfuerzo”_.

Con el hecho de que primero cerremos los ojos y luego
los abramos al hacer la lección, Jesús, quiere enseñarnos de que no hay
diferencia entre lo que vemos internamente, entre lo que pensamos y lo
que vemos externamente. Jesús, siempre amable, nos invita a realizar
la actividad sin ninguna prisa y sin ninguna sensación de esfuerzo. Se
trata de vivir la experiencia, de asimilarla de la mejor manera. No se
trata de realizarla mecánicamente.

Continúa Jesús:

_”Para derivar el máximo beneficio de estos
ejercicios, los ojos deben pasar de una cosa a otra con
cierta rapidez, ya que no deben detenerse en nada en
particular. Las palabras, en cambio deben usarse
pausada e incluso, relajadamente. La introducción a
esta idea, en particular debe practicarse de la manera
más casual que puedas. Contiene los cimientos de la
paz, de la relajación y de la ausencia de preocupación
que estamos tratando de lograr. Al final de los
ejercicios, cierra los ojos y repite lentamente la idea
para tus adentros una vez más”_.

La idea de la lección es muy importante en el proceso
en que quiere introducirnos Jesús. En ella, nos dice, se encuentran los
cimientos de la paz: si quiero tener paz tengo que cambiar los
pensamientos que me quitan la paz y para ello necesito perdonar mis
pensamientos que son los que determinan mi relación con mis hermanos
y con el mundo. También, en la idea de hoy se encuentran los cimientos
de la relajación, del descanso, de la tranquilidad: si tengo pensamientos
de paz, amor, bondad, alegría, me relajo, no me tensiono porque sé que
mi relajación no viene del mundo externo que no puedo controlar sino
de lo que sí puedo controlar como son mis propios pensamientos. De

igual manera, la idea de hoy produce la ausencia de preocupación: no
hay razón para preocuparme. Cualquier hecho que me quite la paz lo
perdono, con la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús y de esa manera
cambio los pensamientos de preocupación. Son mis pensamientos los
que le dan poder a lo externo para preocuparme.

Finalmente, nos dice Jesús:

_”Tres sesiones de práctica probablemente serán
suficientes hoy. No obstante, sino sientes ningún
desasosiego o si éste es muy ligero, y te sientes
inclinado a ello, puedes hacer hasta cinco. Más de eso
no es recomendable”_.

A Jesús, no le preocupa la cantidad sino la calidad de lo
que hagamos. No es hacer muchas prácticas sino que, las que hagamos,
hacerlas bien: asimilarlas, integrarlas.

*Proceso de práctica de la lección*.

_Objetivo_

Aprender que mis pensamientos determinan lo que
proyecto, lo que veo, lo que percibo afuera. Son mis pensamientos los
que determinan la manera como veo el mundo externo.

_Ejercicio_

Tres o cuatro sesiones de práctica o cuatro o cinco sino

sientes incomodidad, de un minuto cada una más o menos.

Con los ojos cerrados repite lenta y tranquilamente la
idea del día. Luego, abre los ojos y mira a tu alrededor, arriba, abajo,
cerca, lejos con cierta rapidez las cosas sin detenerte en nada en
particular mientras repites la idea lenta y pausadamente, sin prisa.

Al terminar, cierra los ojos de nuevo y repite la idea del día lentamente.

_Observaciones_

Hay diferentes ritmos entre la observación de los
objetos y la repetición de la idea del día. El observar los objetos se hace
con cierta rapidez mientras la repetición de la idea se hace lentamente.

Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a
su paz interior. Hagamos la lección siempre en compañía del Espíritu
Santo y de Jesús, sin olvidarnos de reír porque la Voluntad de Dios, para
nosotros, es perfecta felicidad.

Muchas, muchísimas, bendiciones.
Jorge Luis Álvarez Castañeda


Lección 11.

 MIS PENSAMIENTOS SIN SIGNIFICADO ME ESTÁN MOSTRANDO UN MUNDO SIN SIGNIFICADO. 

Kenneth Wapnick

"Ahora Jesús establece explícitamente la conexión entre nuestros pensamientos y lo que percibimos, así que la razón por la que nada de lo que vemos a nuestro alrededor tiene algún significado (Lección 1) es que lo que supuestamente estamos viendo proviene de un pensamiento que no tiene significado. Esta lección expresa claramente esa relación causa-efecto. 
(1:1-2) «De todas las ideas que hemos presentado hasta ahora, ésta es la primera que está relacionada con una de las fases principales del proceso de corrección: la inversión de la manera de pensar del mundo. Parece como si fuese el mundo el que determina lo que percibes.»  Podríamos añadir: “lo que sientes, lo que piensas, tus emociones, tus problemas”, etc. Por ejemplo, percibo a dos personas peleando a causa de que se encuentran en una pelea. O mi cuerpo siente frío porque la temperatura está bajo cero. Así es como piensa el mundo, y cómo todos experimentan el mundo. Sin embargo, si todo esto proviene de nuestros pensamientos, parte del sueño del ego de la separación, deben ser estos pensamientos los que soñaron la temperatura de congelación y los cuerpos los que reaccionan a ella. Nuestro aparato sensorial, por lo tanto, nos prueba que hay un mundo que es independiente de nosotros y que somos las víctimas inocentes de eventos fuera de nuestro control. Esto desde luego no significa que nos sintamos culpables si nos sentimos incómodos por un día muy frío. Simplemente significa que debemos darnos cuenta de que tenemos frío porque nos identificamos con el cuerpo, lo que a su vez significa que nos identificamos con el sistema de pensamiento del ego de la separación, todo lo cual carece de significado. De nuevo: 
(1:3-5) «La idea de hoy introduce el concepto de que son tus pensamientos los que determinan el mundo que ves. [Ellos también determinan el mundo que experimentas.] Alégrate en verdad de practicar la idea en su forma original, pues en esta idea reside la certeza de tu liberación. La llave del perdón se encuentra en ella.» 
Esta es una declaración extremadamente importante. Jesús nos está diciendo simplemente que lo escuchemos y practiquemos esta idea en su forma inicial. Podemos ver implícitamente que Jesús nos está diciendo que esta idea formará parte de los cimientos sobre los cuales trabajaremos el libro de ejercicios durante todo el año y también durante nuestro estudio sistemático del texto del Curso. Así es como aprendemos el perdón. No puedo perdonar un mundo que es real. No puedo perdonar a otros por lo que realmente han hecho, independientemente del efecto aparente que ha tenido sobre mí. Solo puedo perdonarte si me doy cuenta de que soy yo quien te ha puesto en «mi» sueño, y de que se trata de mi sueño. Esa es la clave del perdón y de la definición importante en Un Curso de Milagros de que perdonas a tu hermano por lo que él «no» te ha hecho (por ejemplo, W-pII.1.1: 1). Es muy posible que la persona te haya hecho a ti o a otras personas una gran cantidad de cosas en el nivel físico o psicológico. Pero en el nivel de tu mente él no ha hecho nada, porque no es más que un pensamiento en tu mente. Así como tú, la víctima del victimario, también eres un pensamiento en tu mente. Víctima y victimario son uno y lo mismo. Cabe señalar que la mente, que es anterior al mundo temporal y espacial, está fuera del tiempo y el espacio. Como mencioné anteriormente en este libro, el tiempo y el espacio no son más que la proyección en forma del contenido de la mente de separación, y pecado, culpa y miedo. Todo esto está implícito aquí, aunque no se dice de manera explícita. De hecho, Jesús no tiene que decirlo claramente aquí, porque ese es el propósito del texto. El propósito del libro de ejercicios es que «comencemos» el proceso de aplicar estas ideas y que «empecemos» a comprender que lo que creemos que vemos no es lo que realmente estamos viendo. Solo vemos una proyección de un pensamiento dentro de nuestras mentes; un pensamiento intencional, como mencioné brevemente antes, que asegura que nuestro sistema de pensamiento triunfe y el de Jesús pierda; nosotros tenemos razón y él está equivocado. El mundo separado de dolor y sufrimiento atestigua el hecho de que tenemos razón. Esta es la razón por la que lo hemos fabricado de la forma que lo hemos hecho. 
Ahora a las gentiles instrucciones para el ejercicio del día: 
(2) «Las sesiones de práctica con la idea de hoy deben llevarse a cabo de forma ligeramente distinta de las anteriores. Comienza con los ojos cerrados y repite la idea lentamente para tus adentros. Abre luego los ojos y mira a tu alrededor, así como a lo que está cerca, a lo que está lejos y a lo que está encima o debajo de ti. Mira por todas partes. Durante el minuto más o menos a emplear usando la idea, simplemente repítela en silencio y asegúrate de hacerlo sin prisa y sin ninguna sensación de urgencia o esfuerzo.» 
Comenzamos el ejercicio con los ojos abiertos a medida que miramos a nuestro alrededor y luego los cerramos. Jesús nuevamente subraya que no hay diferencia entre lo que vemos y lo que pensamos. Esto es lo mismo, ya que lo interno y lo externo son lo mismo. Date cuenta nuevamente en las instrucciones de Jesús acerca de hacerlo sin esfuerzo y con facilidad ya que la presión fortalece el mismo sistema de pensamiento del ego que estamos tratando de deshacer. 
Las palabras de Jesús en el siguiente párrafo subrayan el «proceso» del entrenamiento mental hacia donde él está guiando nuestros pensamientos: 
(3) «Para derivar el máximo beneficio de estos ejercicios, los ojos deben pasar de una cosa a otra con cierta rapidez, ya que no deben detenerse en nada en particular. Las palabras, en cambio, deben usarse pausada, e incluso, relajadamente. La introducción a esta idea, en particular, debe practicarse de la manera más casual que puedas. Contiene los cimientos de la paz, de la relajación y de la ausencia de preocupación que estamos tratando de lograr. Al final de los ejercicios, cierra los ojos y repite lentamente la idea para tus adentros una vez más.» 
Tal y como la tortuga nos enseña: despacio y fácil gana la carrera. Jesús está marcando el tono de nuestro aprendizaje, deshaciendo la necesidad del ego de pelear, luchar y vencer - incluso a sí mismo. Nos pide que practiquemos, usando términos como "sin prisa", "apaciguadamente", "casualmente", "pacíficamente", "relajadamente", "libre de preocupaciones" y "lentamente". Nuestro entrenamiento mental debería transcurrir tan libre de tensiones y conflictos como sea posible. 
El párrafo final de la lección contiene estas instrucciones de que procedamos gentilmente que a estas alturas ya deberían resultarnos familiares. 
(4) «Tres sesiones de práctica probablemente serán suficientes hoy. No obstante, si no sientes ningún desasosiego o si éste es muy ligero, y te sientes inclinado a ello, puedes hacer hasta cinco. Más de eso no es recomendable.» 
Más no es mejor, al menos no en el sistema de pensamiento que Jesús nos está impartiendo. Si podemos hacer cinco sesiones de práctica, bien. Si no, entonces tres serán suficientes. Pero, no nos afanemos por hacer más, dice Jesús. Él no está en el Cielo tomando nota de cuántas veces hacemos las lecciones. En otras palabras, Jesús está únicamente interesado en el «contenido» y no en la «forma»; en la calidad y no en la cantidad." 

~ Del libro "Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM" por el Dr. Kenneth Wapnick. Traducción al Español por Alfonso Martínez. 


LECCIÓN 11

"Mis pensamientos sin significado me muestran un mundo sin significado."

Comentada por:
Oscar Gómez Díez 

Mis pensamientos ilusorios me muestran un mundo ilusorio. Mis pensamientos falsos me muestran un mundo falso. El mundo que veo es el mundo que pienso. La causa está en mi mente, el mundo es simplemente un efecto. El mundo no es más que la pantalla sobre la que proyecto mis pensamientos. Lo que percibo afuera son los pensamientos que antes había proyectado. Todo está contenido en mi mente. De ahí que el Curso se dirija sólo a la mente, no al mundo ni al cuerpo, pues este es un Curso sobre las causas no sobre los efectos. 

Jesús nos anuncia de la importancia de esta lección,  "De todas las ideas que hemos presentado hasta ahora, ésta es la primera que está relacionada con una de las fases principales del proceso de corrección: la inversión de la manera de pensar del mundo. Parece como si fuera el mundo el que determina lo que percibes." El proceso de corrección se realiza a través del discernimiento y el perdón. Si lo hacemos bien habremos invertido la manera de pensar del mundo, habremos reconocido los pensamientos con verdadero  significado, habremos restablecido nuestra verdadera identidad, habremos despertado a la verdad que somos. 

"La idea de hoy introduce el concepto de que son tus pensamientos los que determinan el mundo que ves." Si mis pensamientos determinan el mundo que veo, debo hacerme responsable de mis pensamientos. Y por lo tanto, no soy víctima de nada ni de nadie, sólo de mi manera equivocada de pensar. 

Uno de los pasajes del Texto que mejor reflejan la idea de esta lección es el siguiente: 
"Soy responsable de lo que veo. Elijo los sentimientos que experimento y decido el objetivo que quiero alcanzar. Y todo lo que parece sucederme yo mismo lo he pedido, y se me concede tal como lo pedí" (T-21.II.2:3-5) Mi mente elige lo que quiero ver, lo que quiero experimentar, la emoción que quiero sentir. Como estamos tan imbuidos en la cultura de la víctima, nos cuesta creer que esto es así. Nuestro ego se revuelca con esta afirmación. Para su tranquilidad el Curso se dirige a tu mente en su totalidad, tanto a la que llamamos mente consciente y mente inconsciente. Así que el argumento de que “yo no quería que me robaran”, o “yo no quería enfermarme”, hace referencia a tu mente consciente, que es solo una fracción de la totalidad de tu mente. El Curso nos va a enseñar a identificar lo que se nos manifesta inconscientemente para proceder a sanarlo, a perdonarlo. 

"Alégrate en verdad de practicar la idea en su forma original, pues en esta idea reside la certeza de tu liberación. La llave del perdón se encuentra en ella." Si reconozco que el mundo que veo es el mundo que pienso, entonces puedo elegir que pensar, puedo decidir desechar los pensamientos no amorosos y acoger los amorosos, en eso consiste el perdón, desechar lo falso para que lo verdadero brille en nuestra consciencia. 

PRACTICA:

De tres a cinco sesiones de práctica de un minuto a lo largo del día. Más  de eso no es recomendable. 

"Comienza con los ojos cerrados y repite la idea lentamente para tus adentros. Abre luego los ojos y mira a tu alrededor, a lo que está cerca, a lo que está lejos y a lo que está encima o debajo de ti. a Mira por todas partes. Durante el minuto más o menos a emplear usando la idea, simplemente repítela en silencio y asegúrate de hacerlo sin prisa y sin ninguna sensación de urgencia o esfuerzo."

"Para derivar el máximo beneficio de estos ejercicios, los ojos deben pasar de una cosa a otra con cierta rapidez, ya que no deben detenerse en nada en particular. Las palabras, en cambio, deben usarse pausada e incluso relajadamente."

"La introducción a esta idea en particular, debe practicarse de la manera más casual que puedas. Contiene los cimientos de la paz, de la relajación y de la ausencia de preocupación que estamos tratando de lograr. Al final de los ejercicios, cierra los ojos y repite lentamente la idea para tus adentros una vez más."


CELEBRANDO EL MILAGRO 

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