*HABLEMOS DE UN CURSO DE MILAGROS*
*Algunas consideraciones sobre
el tiempo en Un curso de milagros*
Comentarios de:
Jorge Luis Álvarez Castañeda
Acerca de *UCDM Capítulo 1. EL SIGNIFICADO DE LOS MILAGROS II. La revelación, el tiempo y los milagros Párrafo 6*.
Nos dice Jesús en el párrafo 6:
6. _“El milagro reduce al mínimo la necesidad del tiempo. En el plano longitudinal u horizontal el reconocimiento de la igualdad de los miembros de la Filiación parece requerir un tiempo casi interminable. El milagro, no obstante, entraña un cambio súbito de la percepción horizontal a la vertical. Esto introduce un intervalo del cual tanto el que da como el que recibe emergen mucho más adelantados en el tiempo de lo que habrían estado de otra manera. El milagro tiene pues la propiedad única de abolir el tiempo en la medida en que hace innecesario el intervalo de tiempo que abarca. No existe relación alguna entre el tiempo que un milagro tarda en llevarse a cabo y el tiempo que abarca. El milagro substituye a un aprendizaje que podría haber durado miles de años. Lo hace en virtud del reconocimiento implícito de la perfecta igualdad que existe entre el que da y el que recibe en la que se basa el milagro. El milagro acorta el tiempo al producir su colapso, eliminando de esta manera ciertos intervalos dentro del mismo. Hace esto, no obstante, dentro de la secuencia temporal más amplia”_.
T-1. II. 6: 1-10
Cuando, Jesús, habla de milagros no se refiere a cambios en fenómenos externos, sino a cambios en nuestra mente, a la corrección de la manera como vemos el mundo, a nosotros mismos, a Dios, pues los hemos visto con los ojos del ego. La mirada del ego se basa en las creencias de pecado o separación o ausencia de amor, de culpa y de miedo; se basa en el conflicto, en los resentimientos, en el sufrimiento, en el sacrificio; se basa en las relaciones especiales de amor y de odio especial; se basa en el miedo Dios; se basa en el aprovechamiento del hermano para su propio beneficio con la lógica de que para ganar otro tiene que perder, etc.
Jesús, nos propone cambiar las leyes del ego por las leyes del Amor de Dios: de la unidad, de la paz, de la inocencia, de la abundancia, de la plenitud, de la tolerancia, de la impecabilidad, del perdón, de relaciones santas, de la invulnerabilidad, de la mansedumbre… Y cuando hacemos, esto, así sea por un instante, se produce el milagro. Claro que este proceso de sanación de nuestra mente no lo podemos hacer solos: necesitamos la ayuda del Espíritu Santo, de Jesús, de Dios.
Sobre el tiempo nos dice Jesús en la lección 308 *Este instante es el único tiempo que existe*:
_”El concepto que he forjado del tiempo impide el logro de mi objetivo. Si elijo ir más allá del tiempo hasta la intemporalidad, tengo que cambiar mi percepción acerca del propósito del tiempo. Pues su propósito no puede ser que el pasado y el futuro sean uno. El único intervalo en que puedo librarme del tiempo es ahora mismo. Pues en este instante ha venido a liberarme. Cristo nace en el ahora, sin pasado ni futuro. Él ha venido a dar la bendición del presente al mundo, restaurándolo a la intemporalidad y al amor. Y el amor está siempre presente, aquí y ahora”_. L-308. 1: 1-8
El concepto del tiempo formado con el ego está ligado a la creencia en la separación de Dios. A partir de esta creencia, la parte de la mente del Hijo de Dios que creyó separarse de Dios, da origen al tiempo lineal en el cual el pasado está asociado al pecado por la falta cometida por la creencia en la separación, el presente a la culpa que originó dicha separación y el miedo asociado al futuro en el cual se espera el castigo de Dios por dicha separación.
El pasado ya pasó y el futuro no ha llegado. No tengo sino el presente para realizar los cambios que necesito para sanar la mente, con la Ayuda del Espíritu Santo y de Jesús y valiéndome del perdón. _”Cristo nace en el ahora, sin pasado ni futuro”_, nos dice Jesús. Y el Amor en el que fuimos creados está siempre en el aquí y el ahora. El ego siempre tratará de sacarnos del ahora y nos remite siempre al pasado y al futuro. Pretende que el presente sea una repetición de los errores del pasado de tal manera que el futuro, que se construya, sea una repetición del pasado. De esa manera, se ha saltado el presente que es dónde se produce el milagro.
Jesús, nos dice en el párrafo 6 que:
_“El milagro reduce al mínimo la necesidad del tiempo”_. T-1. II. 6: 1
Si nos imaginamos una gráfica donde hay un eje vertical formado por la mente y uno horizontal en el cual está la secuencia de pasado, presente y futuro cada vez que se produce un milagro en el ahora, en el presente, que es el único tiempo en el que puedo realizar cambios, la base de la línea del tiempo se acorta pues la mente ya no va estar tan ocupada en el pasado y en el futuro.
Jesús, nos dice en el principio 13 de los milagros que:
_“cancelan el pasado en el presente y así liberan el futuro” _. T-1. I. 13: 3
Es decir, toda la carga de culpa y de resentimientos del pasado se va dejando, se suelta, ya no tenemos que cargarla, por eso, la importancia que le damos al pasado se va reduciendo en nuestra mente. Y con respecto al futuro este también se acorta porque ya el presente no es la repetición de los errores del pasado haciendo que el futuro sea una repetición de este, ya no hay que repetir situaciones de perdón. Ya nuestra mente no está dominada por la carga de ansiedad y miedo al futuro. En el presente, en el ahora, si se perdona plenamente y se acepta completamente la Expiación para uno mismo, como hizo Jesús, podríamos ascender en la vertical hacia ese momento en que el Hijo de Dios creyó separarse de Dios. Ahí, desaparecería el tiempo y sólo queda la eternidad. Claro está, que esta descripción es sólo una metáfora para tratar de entender un tema metafísico muy profundo.
Jesús nos dice en el párrafo 6:
_“En el plano longitudinal u horizontal el reconocimiento de la igualdad de los miembros de la Filiación parece requerir un tiempo casi interminable”_. T-1. II. 6: 2
Es decir, se requeriría mucho tiempo para que los procesos de perdón se den en la Filiación, para que se decidan a cambiar de percepción, para que se decidan a dejar el miedo y sanar sus mentes, pero, por fortuna existe el milagro.
Continúa Jesús en el párrafo 6:
_“El milagro, no obstante, entraña un cambio súbito de la percepción horizontal a la vertical”_. T-1. II. 6: 3
David Hoffmeister, sobre estos dos ejes nos dice que podríamos ver en ellos el símbolo de la cruz. En la línea horizontal estaría el tiempo lineal y en la vertical, que parte del momento presente, estaría la mente. El ego inventó el tiempo lineal para que la mente se mantenga culpable y con miedo sin ser consciente del momento presente de liberación, el instante santo, de la Expiación, que nos lleva directamente al despertar espiritual. En ese momento, todo es perfecto y siempre ha sido perfecto.
Cada vez que perdonamos, que nos situamos en nuestra mente recta se produce la corrección en nuestra mente, se producen los milagros que nos permiten avanzar en la línea vertical hacia ese momento en que se produjo la creencia en la separación que es el origen del tiempo, el principio y el final, donde pareció que este mundo surgió.
Continúa Jesús:
_“Esto introduce un intervalo del cual tanto el que da como el que recibe emergen mucho más adelantados en el tiempo de lo que habrían estado de otra manera”_. T-1. II. 6: 4
Los milagros permiten que tanto el que da como el que lo recibe se beneficien de la mente recta pues dar es lo mismo que recibir. En la mente recta todos somos maestros de Dios. Recordemos que el maestro de Dios es aquel que, en algún momento de su vida, decidió privilegiar los intereses de los demás a los propios. Ahí, está la semilla para la unificación. Si los hermanos están en la mente recta los dos ascienden en la vertical. Si uno no está en la mente recta sino en el ego, quiere decir que su línea del tiempo no se acortará y necesitará otras experiencias del mismo tipo para que tenga la oportunidad de elegir de nuevo.
Continúa Jesús:
_“El milagro, pues, tiene la propiedad única de abolir el tiempo en la medida en que hace innecesario el intervalo de tiempo que abarca”_. T-1. II. 6:5
La corrección de pensamiento que implica el milagro hace que vea las situaciones que se me presentan con la visión de Cristo, de tal manera, que vea paz en lugar de conflicto, amor en lugar de miedo y esto me permite que pueda ser feliz en cualquier circunstancia sin repetir las situaciones del pasado que la culpa me generaba.
Dice Jesús en párrafo 6:
_“No existe relación alguna entre el tiempo que un milagro tarda en llevarse a cabo y el tiempo que abarca”_. T-1.II. 6:6
El milagro está vinculado a la eternidad. Dejo la línea del tiempo horizontal y avanzo en la vertical hacia Dios.
Nos dice Jesús:
_“El milagro substituye a un aprendizaje que podría haber durado miles de años. Lo hace en virtud del reconocimiento implícito de la perfecta igualdad que existe entre el que da y el que recibe en la que se basa el milagro”_. T-1. II. 6: 7-8
Veo en mi hermano el Cristo que es. Lo veo como Dios me ve a mí: como Su Hijo. Y el verlo así, en el instante santo, en ese instante de sentirme completamente unido a Dios y mis hermanos, hace que el tiempo de aprendizaje se acorte, dice Jesús, miles de años.
Finalmente dice Jesús:
“El milagro acorta el tiempo al producir su colapso, eliminando de esta manera ciertos intervalos dentro del mismo. Hace esto, no obstante, dentro de la secuencia temporal más amplia”.
Todo el espacio –tiempo se acorta en la horizontal, en el ahora, y se asciende en la vertical, hacia Dios, hacia la eternidad. Se trasciende el tiempo que es una creencia del ego. Y el único aspecto del tiempo que es eterno es el _ahora_. El tiempo, como todo en este mundo del ego, puede ponerse al servicio de la salvación como nos dice Jesús en la introducción al capítulo 10:
_”Tanto el tiempo como la eternidad se encuentran en tu mente, y estarán en conflicto hasta que percibas el tiempo como un medio para recuperar la eternidad. No podrás hacer esto mientras sigas creyendo que la causa de cualquier cosa que te esté ocurriendo se encuentra en factores externos a ti”_ T-10. Intr. 1: 2-3
Recordemos que este es un proceso que se lleva en la mente recta, mediante el perdón y con la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús.
NOTA: En el presente texto se tuvo en cuenta a Un curso de milagros y a los videos de David Hoffmeister: “El problema es el tiempo lineal”, “La ilusión del tiempo” y “Colapsar el tiempo” y de Hilda Núñez “Capítulo II. La revelación, el tiempo y los milagros”.