LECCIÓN 82
Hoy repasaremos estas ideas:
1. (63) La luz del mundo brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón.
2 Mi perdón es el medio por el que la luz del mundo se expresa a través de mí. 3 Mi perdón es el medio por el que cobro conciencia de la luz del mundo en mí. 4 Mi perdón es el medio por el que el mundo sana junto conmigo. 5 Que perdone, entonces, al mundo para que pueda sanar junto conmigo.
2. Algunas sugerencias para las aplicaciones concretas de esta idea son:
2 Que la paz se extienda desde mi mente hasta la tuya, [nombre].
3 Comparto la luz del mundo contigo, [nombre].
4 Mediante mi perdón puedo ver esto tal como es.
3. (64) Que no me olvide de mi función.
2 No me olvidaré de mi función porque quiero recordar mi Ser. 3 No puedo desempeñar mi función si la olvido. 4 Y a menos que desempeñe mi función, no experimentaré la dicha que Dios dispone que yo tenga.
4. Algunas variaciones específicas de esta idea son:
2 No me valdré de esto para ocultarme a mí mismo mi función.
3 Me valdré de esto como una oportunidad para desempeñar mi función.
4 Esto podrá ser una amenaza para mi ego, pero no puede alterar mi función
en modo alguno.
MATERIAL DE APOYO
LECCIÓN 82
Comentada por:
Jorge Luis Álvarez Castañeda
*¡Que la paz sea con nosotros hoy!*
La lección 82 repasa las siguientes ideas:
1. (63) *La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón*.
_”Mi perdón es el medio por el que la luz del mundo se expresa a través de mí. Mi perdón es el medio por el que cobro conciencia de la luz del mundo en mí. Mi perdón es el medio por el que el mundo sana junto conmigo. Que perdone, entonces, al mundo para que pueda sanar junto conmigo_.
_Algunas sugerencias para las aplicaciones concretas de esta idea son_:
*Que la paz se extienda desde mi mente hasta la tuya, [nombre]*.
*Comparto la luz del mundo contigo, [nombre]*.
*Mediante mi perdón puedo ver esto tal como es*”.
_Comentario del repaso de la lección 63_
Recuerden que el Curso empezó con la petición de Bill Therford a Helen Shucman, la escriba de Jesús: “Tiene que haber otro camino.” Ambos trabajaban juntos y había muchas dificultades de comprensión entre los compañeros de trabajo. Helen, accedió a ayudarle a encontrar la forma de mejorar las relaciones. Helen, dice que al parecer ese otro camino es este Curso.
¿Qué nos quiere decir con esto? Hay otro camino, hay otra forma de ver este mundo: es el sistema del sistema de pensamiento del Espíritu Santo basado en la luz, en la paz, en el amor, en la unidad, en el presente, en la inocencia, en la fortaleza, en la abundancia, en el espíritu, en la seguridad, en la libertad… Y, eso, es perdonar. Perdonar es cambiar la manera como veo a mi hermano: de verlo como un enemigo a verlo como mi salvador tal como estudiamos en la lección 78 *Que los milagros reemplacen todos mis resentimientos!* Por eso, Jesús, nos dice que no se trata de cambiar el mundo sino de cambiar la manera como vemos el mundo. Es decir, en lugar de verlo rodeado de oscuridad verlo en la luz del amor y la paz de Dios, es decir verlo con la visión de Cristo.
2. (64) *Que no me olvide de mi función*.
_No me olvidaré de mi función porque quiero recordar mi Ser. No puedo desempeñar mi función si la olvido. Y a menos que desempeñe mi función, no experimentaré la dicha que Dios dispone que yo tenga_.
_Algunas variaciones específicas de esta idea son_:
*No me valdré de esto para ocultarme a mí mismo mi función*.
*Me valdré de esto como una oportunidad para desempeñar mi función*.
*Esto podrá ser una amenaza para mi ego, pero no puede alterar mi función en modo alguno*.
_Comentario del repaso de la lección 64_
La función que Jesús quiere que desempeñe es la del perdón. Y ¿qué es lo que perdono? La manera como percibo el mundo. Ya vimos el papel de los juicios en la percepción, como la distorsionan y nos causan conflictos con nuestros hermanos. Se trata de cambiar los juicios por pensamientos amorosos y, únicamente, lo podemos lograr con la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús, como nuestro hermano mayor, que ya conoce el camino para regresar a casa pues perdonó completamente. Con esos pensamientos amorosos logramos la paz interior en nuestra mente que se extiende a todos nuestros hermanos.
Nos dice Jesús:
_“Me valdré de esto como una oportunidad para desempeñar mi función”_.
También, nos dice que este mundo es un aula para aprender a perdonar. Todas las situaciones que se nos presenten son oportunidades para mirar nuestros conflictos y, con la ayuda del Espíritu Santo, perdonarlos y entregárselos para que Él los sane. Éste es el proceso de Expiación. Es importante aclarar que no basta decirle al Espíritu Santo te entrego este odio hacia esta persona. Se requiere que vayamos más allá y busquemos las posibles causas y, ahí sí, las entreguemos al Espíritu Santo y le pedimos que nos ayude a perdonar.
Nuestra felicidad no viene de afuera, no viene de ninguna persona o situación sino de nuestra decisión de elegir la paz en lugar del conflicto, siempre con la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús para que sanemos nuestra mente mediante el perdón.
Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior. Les recomiendo leerse la introducción al segundo repaso, realizar la lección como se les propone y escuchar el mensaje de Dios que los está esperando. No realizarla solos sino con el Espíritu Santo y con Jesús. Sin olvidarse de reír, porque la Voluntad de Dios para nosotros es que seamos felices.
¡Muchas, muchísimas, bendiciones!
Jorge Luis Álvarez Castañeda
Lección 82 comentada por Ken Wapnick
(Lección 82 – Repaso II – (63) “La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón” (64) “No dejes que me olvide de mi función”)
(1:1) (63) «La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón.»
“Esta lección amplía la anterior.
(1:2-5) «Mi perdón es el medio por el que la luz del mundo se expresa a través de mí. Mi perdón es el medio por el que cobro conciencia de la luz del mundo en mí. Mi perdón es el medio por el que el mundo sana, junto conmigo. Permítaseme, entonces, perdonar al mundo para que éste pueda sanar junto conmigo.»
Vemos el tema, hasta ahora familiar, de que la mente del Hijo de Dios es una, la base de la curación del mundo. Si te perdono, debo perdonarme porque venimos del mismo yo culpable. Cuando acepto el amor de Jesús como mi identidad en vez del amor especial del ego, me doy cuenta de que no hay separación en la Filiación. Por lo tanto, es imposible que perdone una parte de la Filiación sin perdonar todo. Esta es una parte esencial del mensaje del Curso. Para decirlo de nuevo, Jesús no está hablando de sanar un mundo externo. ¡No hay ningún mundo externo! Es por eso que él dice en el texto: “No trates, por lo tanto, de cambiar el mundo, sino elige más bien cambiar de mentalidad acerca de él.” (T-21.in.1: 7). El mundo, al ser una idea, nunca ha dejado su origen en la mente; por lo tanto, todavía existe allí. Por lo tanto, cuando mi mente se haya sanado de los pensamientos de separación – pecado, culpa y ataque – el mundo debe ser sanado en consecuencia.
A continuación, vemos estas tres afirmaciones, que se aplicarán en nuestra práctica diaria:
(2:2-4) «Algunas sugerencias para las aplicaciones concretas de esta idea son:
Que la paz se extienda desde mi mente hasta la tuya, [nombre].
Comparto la luz del mundo contigo, [nombre].
Mediante mi perdón puedo ver esto tal como es.»
Si hay paz en tu mente, debe extenderse a todos. Una forma clara de discernir si has elegido la paz de Dios o el odio del ego es prestar atención a tus percepciones. Si percibes que algo en el mundo te molesta, la paz no puede estar en tu mente. Esto refleja las primeras lecciones que enseñaron que todo lo que percibimos afuera proviene de nuestros pensamientos. Así nos daremos cuenta de que si no estamos en paz afuera, nuestras mentes no pueden estar en paz. Esto nos ayuda a comprender la elección en favor del ego que hemos realizado, la cual podemos corregir y deshacer.
Si bien en este punto de nuestra práctica de Un Curso de Milagros no estamos directamente en contacto con nuestras mentes, podemos reconocerlas al comprender que lo que percibimos afuera refleja directamente lo que hemos hecho real dentro. Para decirlo nuevamente, si queremos saber si hemos elegido a Jesús o al ego como nuestro maestro, debemos prestar atención a nuestras reacciones en el mundo. Tenemos que recordar que cada vez que nos encontramos haciendo juicios o enojándonos, esta es una bandera roja que dice: “He elegido a mi ego nuevamente. En lugar de asumir la responsabilidad de esta decisión, elijo proyectarla, viéndola en todos los demás, pero no en mí”. Este pensamiento demente se puede deshacer fácilmente a través del perdón.
(3:1) (64) «No dejes que me olvide de mi función.»
Volvemos al tema de nuestro Ser real.
(3:2) «No me olvidaré de mi función porque quiero recordar mi Ser.»
Si realmente quiero recordar Quién soy y volver a casa, debo perdonar. Mi función de perdonar, entonces, es el medio por el cual logro el fin de recordar mi Identidad.
Si te encuentras haciendo juicios – de odio especial o de amor especial – esa es una señal segura de que has elegido no despertar del sueño y recordar tu Ser. Por el contrario, has elegido permanecer prisionero, pero culpando a otros por tu condición. Cuando descubras lo que has hecho, no debes juzgarte ni sentirte culpable. Simplemente le pides a Jesús que te ayude a recordar que no eres feliz aquí, y que ningún juicio que hayas hecho, o especialismo que hayas buscado, te ha traído nada excepto la ilusión de felicidad y paz. Pídele a Jesús que te ayude a mirar sin juzgarte a ti mismo, lo que también significa mirar a los demás sin juzgar.
Para repetir, si quieres saber qué está pasando en tu mente, presta atención a lo que estás pensando, percibiendo y sintiendo. Si hay paz y un espíritu de unión con otros en un objetivo común, sabes que has elegido al Espíritu Santo como tu Maestro.
Por otro lado, si te sientes inquieto, esa es la señal segura de que has elegido al ego.
(3:3) «No puedo desempeñar mi función si la olvido.»
Por lo tanto, necesitamos un Maestro que nos recuerde nuestra función de perdonar, que se puede definir como dejar de juzgar. Por lo tanto, si te encuentras juzgando, estás eligiendo – no ocurre automáticamente – olvidar tu función porque no quieres regresar a casa. El olvido es intencional.
(3:4) «Y a menos que desempeñe mi función, no experimentaré la dicha que Dios dispone que yo tenga.»
Cada vez que nos sentimos especiales, emitimos juicios o nos involucramos en cualquier cosa del sistema del ego, estamos diciendo que no queremos la dicha que Dios dispone para nosotros, aceptando el sustituto del ego en su lugar. En nuestra culpa por alejar la dicha de Dios, la proyectamos y encontramos fallas en todos los demás. La idea, una vez más, no es juzgarnos a nosotros mismos por proyectar, sino ser conscientes de que esto es lo que hemos hecho, y el tremendo costo que nos ha supuesto haberlo hecho.
Luego se nos pide practicar aplicando esta idea, diciendo:
(4:2) «No me valdré de esto para ocultarme a mí mismo mi función.»
“Esto” es cualquier cosa que estemos experimentando durante el día; por ejemplo, estar descontentos con el cambio del clima o con lo que alguien hizo o dejó de hacer. Entonces deberíamos decir: “Estoy eligiendo la situación como una excusa para ocultarme a mí mismo mi función, lo cual quiero hacer para mantener alejada la dicha de Dios”.
(4:3) «Me valdré de esto como una oportunidad para desempeñar mi función.»
En lugar de utilizar una situación como una oportunidad para negar nuestra función, podemos dejar que Jesús la redefina como una oportunidad para perdonar. En otras palabras, podríamos ver todo como un salón de clases que el Espíritu Santo puede usar para enseñarnos que nuestra felicidad no radica en nada externo, ni en ser un yo separado, sino en elegir a Jesús como el maestro que nos guía más allá de nuestra especialismo y nos lleva a casa. Esto, de nuevo, se aplica a todo lo que sucede durante el día.
(4:4) «Esto podrá ser una amenaza para mi ego, pero no puede alterar mi función en modo alguno.»
En otras palabras, si percibo lo que alguien dice o hace como amenazante, esto no significa que mi función se haya ido. Significa solo que he elegido estar disgustado porque quiero ocultarla. Sin embargo, descansa a salvo dentro de mí porque su Maestro lo hace. Por lo tanto, nada tiene el poder de quitarme la función del perdón, excepto mi propia decisión.”
~ Del libro “Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM” por el Dr. Kenneth Wapnick.
LECCIÓN 82
Comentada por:
Oscar Gómez Díez
Hoy repasaremos las lecciones 63 y 64.
1. *"(63) La luz del mundo brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón."*
2. *"(64) Que no me olvide de mi función."*
Es importante que repasemos la introducción a este segundo repaso, allí se nos explica cómo hacer las prácticas.
Estas lecciones de repaso están centradas en el tema del perdón, se profundiza en su conocimiento y en nuestro compromiso. Veremos la estrecha relación de los conceptos de luz, función y perdón.
(63) *"La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón."*
*"Mi perdón es el medio por el que la luz del mundo se expresa a través de mí. Mi perdón es el medio por el que cobro conciencia de la luz del mundo en mí. Mi perdón es el medio por el que el mundo sana junto conmigo. Que perdone, entonces, al mundo para que pueda sanar junto conmigo."*
A través del perdón reconozco la luz que habita mi Ser. Si perdono la luz de mi Ser ilumina el mundo. El mundo existe en mi mente, al perdonarlo percibiré el reflejo de la verdad iluminando mi consciencia, la paz que resulta de mi perdón se la ofrezco al mundo como mi regalo de amor.
En esta lección se define el perdón como un medio, un medio para sanar el mundo y para sanarme. No puedo sanarme si no perdono la relación con mis hermanos, la salvación es una empresa colectiva. Como resultado de lo anterior se plantea que. *"Permítaseme, entonces, perdonar al mundo para que éste pueda sanar junto conmigo."* el mundo se sana junto conmigo o no se sana. No existe una salvación individual, por la sencilla razón que no existe un "yo individual," existe una sola Mente que se cree dividida y que cree expresarse como un "yo individual", es esta creencia en la separación la que debemos perdonar para poder volver a la unidad.
*"Instrucciones para el repaso:"*
En la introducción del repaso nos dice que:
1. Una sesión de practica larga de 15 minutos para cada lección de repaso. La mitad del día se la dedicamos a una lección, y la otra mitad para la siguiente.
2. Varias sesiones cortas, en la que alternamos las dos lecciones diarias.
*"comienza pensando en las ideas correspondientes a ese día, así como en los comentarios que las acompañan."*
*"Dedica tres o cuatro minutos a leerlos lentamente, varias veces si así lo deseas, y luego cierra los ojos y escucha."* (introducción 2do repaso ) uno de los propósitos de este segmento de repaso es que aprendamos a escuchar, para ello debemos estar en un silencio receptivo, de esa manera podrás escuchar el mensaje que hay para ti.
*PRÁCTICA:*
Recuerda aquietarte durante 15 minutos. Como se nos indicó en la introducción del repaso, uno de sus propósitos es aprender a escuchar, hay un mensaje para nosotros si queremos recibirlo. Luego podemos practicar con las siguientes variantes para perdonar:
*"Que la paz se extienda desde mi mente hasta la tuya, [nombre]."*
*"Comparto la luz del mundo contigo, [nombre]."*
*"Mediante mi perdón puedo ver esto tal como es."*
Estas variantes son formidables ejercicios de perdón, que deberíamos aprovechar al máximo.
*"(64) No dejes que me olvide de mi función."*
*"No me olvidaré de mi función porque quiero recordar mi Ser. No puedo desempeñar mi función si la olvido. Y a menos que desempeñe mi función, no experimentaré la dicha que Dios dispone que yo tenga."*
En este ejercicio, le estamos pidiendo al Espíritu Santo o a Jesús que no permitan que nos olvidemos de nuestra función de perdonar. Y las razones que expone son que no podremos recordar quienes somos, si nos olvidamos de perdonar. El perdón restablece la verdad que somos al remover los obstáculos que ocultaban nuestra luz.
Recordemos que la luz del mundo no es mi personaje con nombre y apellido, mi ego no es la luz del mundo, la luz del mundo es la parte de amorosa de mi mente. Es mi ego el que busca distraerme de mi función de perdonar, de olvidarme de quien soy. En ese caso, debo elegir de nuevo, debo elegir al Espíritu Santo en lugar del ego. El perdón es la condición previa para que aflore el amor que soy, la felicidad es el resultado de experimentar paz y amor.
La idea de hoy se puede practicar con las siguientes variaciones que se nos sugieren:
*"No me valdré de esto para ocultarme a mí mismo mi función."*
No me valdré de ningún aparente conflicto que se me presente durante el día, para ocultar mi función de perdonar.
*"Me valdré de esto como una oportunidad para desempeñar mi función."*
Cada situación que crea experimentar es una oportunidad para sanar y perdonar, una oportunidad para desempeñar mi función.
*"Esto podrá ser una amenaza para mi ego, pero no puede alterar mi función en modo alguno."*
Debo desarrollar la convicción que cualquier acto de perdón que haga, puede ser una amenaza para mi ego, por ello debo mantener inalterable mi voluntad de cumplir mi función.
Estás variantes son una oportunidad para discernir frente a cada situación, y recordarme, que estoy actuando bajo la guía del Espíritu Santo, que nada ni nadie podrá desviarme del camino del amor y el perdón. Mi voluntad de sanar y perdonar es indeclinable, pues el Amor no le hace concesiones a las ilusiones del ego.
Oscar Gómez Díez.
TEXTO
CELEBRANDO EL MILAGRO
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