LECCIÓN 103 Dios, al ser Amor, es también felicidad.

LECCIÓN 103
Dios, al ser Amor, es también felicidad.



1. La felicidad es un atributo del amor. ²No se puede separar de él ³ni experimentarse donde éste no está. ⁴Al estar en todas partes, el amor no tiene límites. ⁵y, por consiguiente, la dicha también está en todas partes. ⁶No obstante, la mente puede negar que esto es así al creer que hay brechas en el amor por donde el pecado puede infiltrarse, ocasionando dolor en lugar de dicha. ⁷Esta extraña creencia pretende limitar la felicidad redefiniendo el amor como algo limitado e introducir discrepancias en lo que no tiene límites ni opuestos.

2. De este modo, se asocia el miedo con el amor y sus resultados se convierten en el patrimonio de aquellas mentes que piensan que lo que han hecho es real. ²Estas imágenes, desprovistas de toda realidad, dan testimonio del temor a Dios, olvidando de que Dios, al ser Amor, tiene que ser también felicidad. ³Hoy trataremos una vez más de llevar este error básico ante la verdad y de enseñarnos a nosotros mismos que:



⁴Dios, al ser Amor, es también felicidad.

⁵Tener miedo de Él es tener miedo de la dicha.



⁶Comienza tus sesiones de práctica de hoy asociando estas dos ideas, lo cual corrige la falsa creencia de que Dios es miedo. ⁷Y también pone de relieve que la felicidad es tu patrimonio por razón de lo que Dios es.

3. Permite hoy que esta corrección se instale en tu mente durante cada hora de vigilia. ²Da la bienvenida entonces a toda la felicidad que esta corrección brinda, a medida que la verdad reemplaza al miedo y la dicha se convierte en lo que esperas ha de ocupar el lugar del dolor. ³Dado que Dios es Amor, esto se te concederá. ⁴Refuerza esta esperanza a menudo a lo largo del día y acalla todos tus temores con la siguiente expresión de certeza, la cual es gentil y completamente cierta:



⁵Dios, al ser Amor, es también felicidad.

⁶Y la felicidad es lo que busco hoy.

⁷No puedo fracasar, pues lo que busco es la verdad.






AUDIOS de la Lección 103
de CELEBRANDO EL MILAGRO

Lectura de la Lección 103
A través de Blanca Nivia Morales Contreras.


Ocurrir de la Lección 103
a través de Martin Musarra


Lección 103 comentada por 
Jorge Luis Álvarez Castañeda


Material de apoyo














LECCIÓN 103

Dios, al ser Amor, es también felicidad.


Comentada por:

Jorge Luis Álvarez Castañeda


¡Que la paz sea con nosotros hoy!


Esta es otra lección bella y que nos genera inquietudes. El obstáculo al amor y a la felicidad que se va estudiar hoy es el temor a Dios. ¿Cómo es posible que Jesús nos asegure que tenemos derecho a la felicidad y al amor y no le creamos? Hay un inmenso miedo a Dios originado por la culpa que nos produce la creencia en la separación que conlleva, necesariamente, miedo al castigo divino, que se puede producir en cualquier momento. Pero Dios no nos va a castigar ni está enojado. Somos nosotros quienes nos castigamos a nosotros mismos y nos negamos al amor y a la felicidad.  Ambos están íntimamente ligados. Cuando pensamos así estamos eligiendo al ego como maestro. Pero esta situación no es definitiva. Podemos elegir al Espíritu Santo como nuestro maestro que nos ayude a aceptar que verdaderamente Dios quiere que seamos felices y tengamos amor. 


Jesús nos dice en la lección: 

_”La felicidad es un atributo del amor. No se puede separar de él ni experimentarse donde éste no está. Al estar en todas partes, el amor no tiene límites. y, por consiguiente, la dicha también está en todas partes. No obstante, la mente puede negar que esto es así al creer que hay brechas en el amor por donde el pecado puede infiltrarse, ocasionando dolor en lugar de dicha. Esta extraña creencia pretende limitar la felicidad redefiniendo el amor como algo limitado e introducir discrepancias en lo que no tiene límites ni opuestos”_.


Es claro Jesús: la felicidad es un atributo del amor, ambos son la Voluntad de Dios pero nosotros no le creemos a Dios. En el capítulo 23 sección II Las leyes del caos, Jesús nos habla del temor a Dios. Las leyes del caos o del ego son las leyes que rigen este mundo de la separación. La tercera ley de caos es la del temor a Dios.


 Y nos dice Jesús:

_“Esto conduce directamente a la tercera creencia descabellada que hace que el caos parezca ser eterno. Pues si Dios no puede estar equivocado, tiene entonces que aceptar la creencia que Su Hijo tiene de sí mismo y odiarlo por ello… Observa cómo este tercer principio refuerza el temor a Dios. Ahora se hace imposible recurrir a Él en momentos de tribulación, pues se ha convertido en el “enemigo” que la causó y no sirve para nada recurrir a Él”_.

(T-23. II. 6: 5-6 / 7: 1-3)


El temor a Dios es una creencia egoica muy acentuada en muchas religiones. El mensaje de Jesús es claro: Dios no está enojado con nosotros ni nos va a castigar. Dios es amoroso. Su Hijos se equivocaron creyendo en la separación, caímos en este sueño, proyectamos este mundo y al cuerpo, pero Él nos dio al Espíritu Santo para que nos ayude a despertar. 


Jesús, nos dice que tenemos derecho al amor y a la felicidad. Recordemos lo que nos decía en la lección 48 No hay nada que temer. Creámosle a Jesús. Es un tema de confianza en Dios. Ninguna relación bien sea en el plano de este mundo o en el plano espiritual puede funcionar si no hay confianza. Confiemos en Dios, no en el ego. 


Jesús nos dice en la lección: 

Dios al ser amor, es también felicidad.

Tener miedo de Él es tener miedo de la dicha.   


Como en las anteriores lecciones, Jesús, nos pide que vamos a nuestro interior y busquemos en él la felicidad y el amor que se encuentran ahí y que son nuestro derecho por ser la Voluntad de Dios para nosotros. Pero, para ello, tenemos quitar los obstáculos que ponemos al amor, por eso, nos pide en el capítulo 27 en la sección V:

_“aunque sea por un instante, tienes que amar sin atacar. Un instante es suficiente. Los milagros no están circunscritos al tiempo.” (T-27. V.2:12-13) 


Jesús, sólo nos pide, aunque sea por un instante, que amemos sin temor, sin ataque pues, el temor coarta nuestra capacidad de ser felices y esto impide que aparezca el milagro.


Jesús, nos recomienda corregir, a lo largo del día, la idea del temor a Dios que nos impide el amor y la felicidad:

”Permite hoy que esta corrección se instale en tu mente durante cada hora de vigilia. Da la bienvenida entonces a toda la felicidad que esta corrección brinda, a medida que la verdad reemplaza al miedo y la dicha se convierte en lo que esperas ha de ocupar el lugar del dolor. Dado que Dios es Amor, esto se te concederá. Refuerza esta esperanza a menudo a lo largo del día y acalla todos tus temores con la siguiente expresión de certeza, la cual es gentil y completamente cierta:

*Dios, al ser Amor, es también felicidad.

Y la felicidad es lo que busco hoy*.

No puedo fracasar, pues lo que busco es la verdad”.


Les recomiendo hacer esta lección como se les propone de la mano de Jesús y el Espíritu Santo y sin olvidarnos de reír como expresión del amor y la felicidad que Dios quiere para nosotros.


¡Muchas, muchísimas, bendiciones!

Jorge Luis Álvarez Castañeda

Kenneth Wapnick 

”DIOS, AL SER AMOR, ES TAMBIÉN FELICIDAD”

Lección 103


"Esta lección (103) continúa con el tema de la felicidad, pero Jesús también se enfoca en el miedo, lo opuesto del amor. Necesitamos deshacer nuestra inversión en el miedo antes de que podamos experimentar el amor y encontrar la felicidad que buscamos.


📘(1:1-3) «La felicidad es un atributo del amor. No se puede separar de él ni experimentarse donde éste no está.» 


El amor no es de este mundo, ni es del cuerpo. De hecho, el mundo fue hecho para excluir a Dios y a Su Hijo:


“El mundo se fabricó como un acto de agresión contra Dios. Es el símbolo del miedo. Mas ¿qué es el miedo sino la ausencia de amor? El mundo, por lo tanto, se fabricó con la intención de que fuese un lugar en el que Dios no pudiese entrar y en el que Su Hijo pudiese estar separado de Él.” (W-pII.3.2:1-4)


Y el cuerpo es la limitación del amor:


“Estar consciente del cuerpo es lo único que hace que el amor parezca limitado, pues el cuerpo «es» un límite que se le impone al amor. La creencia en un amor limitado fue lo que dio origen al cuerpo, que fue concebido para limitar lo ilimitado. No creas que esto es algo meramente alegórico, pues el cuerpo fue concebido para limitarte a «ti».”  (T-18.VIII.1:1-4)


Por lo tanto, ni en el cuerpo ni en el mundo encontraríamos el amor y la felicidad. En estas frases iniciales de la lección, Jesús ha deshecho el sistema de pensamiento de especialismo del ego, que sostiene que el amor es posible aquí, y que siempre se puede comprar a un precio. Esto no significa que debas ser culpable cuando te sientas atraído por las cosas del mundo y el cuerpo, viéndolos como fuentes de felicidad o paz. Sin embargo, Jesús te está pidiendo que te apartes con él del mundo y te des cuenta de que al final estas cosas no te darán lo que deseas. Pueden darte lo que «piensas» que quieres, pero no lo que «realmente» quieres. Aquí es donde entra la honestidad y es tan importante para nuestro progreso en Un Curso de Milagros. Necesitamos ser abiertos acerca de haber estado equivocados en el especialismo que pensamos que queríamos y dedicar nuestras vidas a la adquisición.


🔹(1:4-6) «El amor no tiene límites, al estar en todas partes. La dicha, por consiguiente, está asimismo en todas partes. Mas la mente puede negar que esto es así, al creer que hay brechas en el amor por donde el pecado puede infiltrarse y acarrear dolor en lugar de dicha.» 


Dentro del sueño, la mente es capaz de fabricar ilusiones, en las que el tomador de decisiones elige al ego y hace real la separación y la individualidad. Esa es la brecha, donde el ego introduce el pecado. El mundo se convierte en el medio para evitar el dolor de regresar a la mente y mirar esa brecha, porque se nos dice que el amor y la felicidad se pueden encontrar «aquí», si no miramos «allí». El ego nos dice además que ir dentro conducirá a la destrucción cierta de nosotros mismos como castigo por nuestro pecado. Este miedo da origen al especialismo que dice que hay una brecha entre tú y yo, porque somos diferentes. Ya sea que hablemos de una persona, un animal, una planta, un objeto, dinero o una sustancia adictiva, el especialismo enseña que hay algo en el mundo que puede hacernos felices.


La Voluntad de Dios, el amor de Jesús, el perdón del Espíritu Santo, no lo harán; pero esta persona o cosa especial puede hacerlo. Así se subsana la aparente brecha entre nosotros.  Sin embargo, todo el tiempo, la verdadera brecha en nuestras mentes - entre nosotros mismos y Dios - permanece sin sanar.


🔹(1:7) «Esta absurda creencia pretende limitar la felicidad al definir al amor como algo limitado, e introducir desacuerdo en lo que no tiene límites ni opuestos.» 


La absurda noción de amor del ego - el amor especial - es que está limitado a ciertas personas, lugares, cosas y eventos, pero no está disponible para todos; solo para aquellos especiales que satisfacen mis necesidades. El ego me dice que tienes lo que me falta, lo cual necesito para ser completo - la definición de amor especial - y la razón por la que tienes «algo especial» y yo no es porque me lo quitaste. Por lo tanto, tú y yo existimos en un estado de oposición perpetua - el principio de «uno o el otro». La cuarta ley del caos antes mencionada resume la situación:


“El ego atribuye valor únicamente a aquello de lo que se apropia. Esto conduce a la cuarta ley del caos, que, si las demás son aceptadas, no puede sino ser verdad. Esta supuesta ley es la creencia de que posees aquello de lo que te apropias. De acuerdo con esa ley, la pérdida de otro es tu ganancia y, por consiguiente, no reconoce el hecho de que nunca puedes quitarle nada a nadie, excepto a ti mismo….Pues los que son enemigos no se conceden nada de buen grado el uno al otro, ni procuran compartir las cosas que valoran. Y lo que tus enemigos ocultan de ti debe ser algo que vale la pena poseer, ya que lo mantienen oculto de ti.


Todos los mecanismos de la locura se hacen patentes aquí: el "enemigo" que se fortalece al mantener oculto el valioso legado que debería ser tuyo; la postura que adoptas y el ataque que infliges, los cuales están justificados por razón de lo que se te ha negado; y la pérdida inevitable que el enemigo debe sufrir para que tú te puedas salvar.” (T-23 .II.9:1-4,6-10:1)


Por lo tanto, estamos continuamente en conflicto entre nosotros y con el mundo. Siempre necesito obtener «algo especial» de afuera, que me falta y lo que secretamente creo que es mío. Además, sé que no me lo darás a menos que pague por él, lo que significa que tú y yo, de nuevo, estamos en un perpetuo estado de guerra: injustamente, tengo que pagarte por lo que secretamente creo que me pertenece; y tú crees que la misma injusticia existe para ti. Cuando este trato demente se promulga con Dios, toma la forma de pagarle a Dios por nuestros pecados, logrando la salvación a través de una vida de sufrimiento que creemos que Él exige de nosotros.


📘(2:1) «De este modo, se asocia el miedo con el amor, y sus resultados se convierten en el patrimonio de aquellas mentes que piensan que lo que han hecho es real.» 


El miedo se asocia con el amor porque hemos llegado a creer que si no le damos a Dios lo que Él nos pide, seremos destruidos. Preservar el pensamiento demente del ego es una de las razones por las cuales se escribió la Biblia, ya que habla en términos muy claros de las demandas del Dios del ego. De hecho, es imposible leerla y no salir sin sentirse aterrorizado. Se nos dice de muchas maneras que si cruzamos la línea imaginaria de Dios en la arena, convirtiéndonos en cabras en lugar de ovejas, seremos destruidos (ver Mateo 25: 31-46). ¿Cómo, entonces, podría el miedo no estar asociado con el amor?


El miedo conduce a los efectos multitudinarios y dolorosos de nuestras vidas, todos los cuales se experimentan como palpablemente reales. Así se refuerza nuestra existencia como individuos, y todo lo que hemos hecho aquí también. El miedo se ha convertido en realidad porque nuestro pecado se ha convertido en realidad. El pecado exige castigo; y el castigo significa que nuestro miedo ha estado justificado. Nuestros cuerpos repletos de miedo y vulnerables son testigos de la realidad de esta locura.


🔹(2:2) «Estas imágenes, desprovistas de toda realidad, dan testimonio del temor a Dios, olvidándose de que, al ser Dios Amor, tiene que ser también dicha.» 


Si somos honestos con nosotros mismos, nos daríamos cuenta de que nuestras vidas no son felices. Cualquier alegría que pensemos que podemos robar de otros, o de las cosas en el mundo, nunca durará. Esto debería decirnos, si somos realmente de mente abierta, que esta vida de alternancia entre la dicha y el dolor, con un mayor énfasis en la segunda, no puede ser de Dios porque Su dicha es eterna. No aumenta y disminuye con las vicisitudes del mundo.


🔹(2:3-5) «Hoy trataremos nuevamente de llevar este error básico ante la verdad y de enseñarnos a nosotros mismos que: 


Dios, al ser Amor, es también felicidad. 

Tener miedo de Él es tener miedo de la dicha.» 


Jesús nos dice: "No me digas que amas a Dios. Si lo hicieras, aún estarías con Él. Si piensas que estás aquí en este mundo, es debido al miedo." Es crucial para entender, practicar y vivir Un Curso de Milagros que seamos sinceros con Jesús sobre lo que está sucediendo dentro de nosotros, y dejemos de fingir que podemos mantener secretos de él. Dado que él está dentro de nosotros, solo guardamos secretos de nosotros mismos. Esto nunca funcionará, y ciertamente no nos hará felices. Es por eso que él nos insta, en palabras que ya hemos señalado:


“Examina detenidamente qué es lo que estás realmente pidiendo. Sé muy honesto contigo mismo al respecto, pues no debemos ocultarnos nada el uno al otro.”  (T-4.III.8:1-2)


“Examina honestamente qué es lo que has pensado que Dios no habría pensado, y qué no has pensado que Dios habría querido que pensases. Examina honestamente tanto lo que has hecho como lo que has dejado sin hacer, y cambia entonces de mentalidad para que así puedas pensar con la Mente de Dios. Esto puede parecer difícil, pero es mucho más fácil que intentar pensar al revés de como piensa Él.” (T-4.IV.2:4-6)


El proceso de llevar nuestros oscuros secretos de culpa y temor al perdón lleno de luz de Jesús es cómo aprendemos que "Dios, al ser Amor, es también felicidad".


🔹(2:6-7) «Comienza tus sesiones de práctica de hoy con esta asociación que corrige la falsa creencia de que Dios es miedo. Subraya asimismo que la felicidad es tu patrimonio por razón de lo que es Él.» 


Vemos de nuevo el énfasis en deshacer nuestras creencias falsas. Estas lecciones, como hemos visto, no están destinadas a ser afirmaciones que podamos usar para hacer callar la culpa o el miedo del ego, sino para expresar la verdad, «hacia la cual llevamos nuestro pensamiento falso». En esta lección, la creencia falsa es el miedo; en lecciones anteriores eran el sufrimiento y el dolor.


📘(3:1)  «Permite hoy que esta corrección sea colocada en tu mente en cada hora de vigilia.» 


La corrección, a través de la presencia de Jesús, ya está en nuestras mentes, pero debemos elegir permitirla en la conciencia. Nuestra culpabilidad, pecado, terror, secretismo y especialismo son formas de evitar que este pensamiento amoroso sea recordado. La poca buena disposición a traerle estos pensamientos secretos - al menos una vez por hora - es todo lo que él nos pide.


🔹(3:2-7) «Da la bienvenida entonces a toda la felicidad que dicha corrección brinda a medida que la verdad reemplaza al miedo, y la dicha se convierte en lo que esperas ha de ocupar el lugar del dolor. Dado que Dios es Amor, se te concederá. Refuerza esa esperanza a menudo a lo largo del día, y acalla todos tus temores con la siguiente expresión de certeza, la cual es benévola y completamente cierta: 


Dios, al ser Amor, es también felicidad. 

Y la felicidad es lo que busco hoy. 

No puedo fracasar, pues lo que busco es la verdad.»


El punto que hago una y otra vez - porque Jesús lo hace una y otra vez - es que estas lecciones no significan nada si no las aplicas. A lo largo del día, debes ser consciente de tu miedo - en otros contextos, de la culpa, la infelicidad o el dolor - ya que es en ese momento de conciencia en que pides ayuda. Una vez más, no hagas callar tu incomodidad repitiendo el título de la lección. En cambio, lleva tu malestar a quien te dio estas palabras, y permítele que te recuerde que es el Amor de Dios lo que quieres, ya que por fin reconoces al pobre sustituto que habías elegido en su lugar; un sustituto que ya no quieres que ocupe el lugar de la verdadera dicha y felicidad."



Del libro "Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM" por el Dr. Kenneth Wapnick. Traducción al Español por Alfonso Martinez .

LECCIÓN 103

"Dios, al ser Amor, es también felicidad."


Comentada por:

Oscar Gómez Díez 


Esta lección tiene una particularidad, que la hace muy diferente del resto de lecciones, hace una definición de Dios relacionada con la idea central del día:  "Dios, al ser Amor, es también felicidad."  


En primer lugar se define a Dios como amor, y nos señala otras características: "El amor no tiene límites, al estar en todas partes." el amor es ilimitado y omnipresente, el amor es el principal atributo de Dios, y como tal, y goza de la misma condición de Dios, esto es, ilimitado y eterno, que no está sujeto a cambios. Adicionalmente, se nos dice que Dios es también felicidad, y "La felicidad es un atributo del amor." esta es una hermosa definición de la felicidad, el amor es la fuente de la felicidad, no se puede experimentar al margen del amor. Quien niegue el amor niega también la felicidad. "No se puede separar de él ni experimentarse donde éste no está."  lo que nos indica que no es posible separar la felicidad del amor. Si  no experimentamos amor tampoco podremos experimentar felicidad. "La dicha, por consiguiente, está asimismo en todas partes." la felicidad goza de los mismos atributos de Dios, es omnipresente, es ilimitada. En conclusión Dios es igual a amor y felicidad. 


SANAR  NUESTRA  PERCEPCIÓN  EQUIVOCADA  DE  DIOS:


A partir de esta definición, la lección busca que sanemos nuestra falsa percepción de Dios, como un ser iracundo y castigador,  imagen que nos ha vendido el ego colectivo a lo largo de milenios. Esta distorsión ha hecho que  tengamos miedo a una  supuesta condena y castigo de Dios. El ego ha fabricado una imagen de Dios que no es mas que la proyección de sus propios pensamientos de culpa y ataque. 


El ego es la negación del amor y pretende separarlo de la  felicidad  "al creer que hay brechas en el amor por donde el pecado puede infiltrarse y acarrear dolor en lugar de dicha." el ego busca sustituir la felicidad por el dolor y el sufrimiento, con lo que distorsiona nuestra percepción de Dios.  "Esta absurda creencia pretende limitar la felicidad al definir al amor como algo limitado, e introducir desacuerdo en lo que no tiene límites ni opuestos." Al asociar el amor con el miedo, el ego hace real  la separación.  "De este modo, se asocia el miedo con el amor, y sus resultados se convierten en el patrimonio de aquellas mentes que piensan que lo que han hecho es real." Con lo que se distorsiona la percepción que tenemos de Dios, "olvidándose de que, al ser Dios Amor, tiene que ser también dicha."


PROPÓSITO:


Corregir la falsa percepción de miedo  que tenemos  de Dios, como un ser iracundo y vengativo, en lugar de reconocerlo como nuestra fuente de amor y felicidad. 


PRÁCTICA:


Aquiétate durante los primeros 5 minutos de cada hora, y haz una meditación,  con el propósito de "llevar este error básico ante la verdad y de enseñarnos a nosotros mismos que:" 


"Dios, al ser Amor, es también felicidad."

"Tener miedo de Él es tener miedo de la dicha."


Esta es una práctica de perdón y sanación, que corrige la falsa creencia que Dios es miedo. 


"Subraya asimismo que la felicidad es tu patrimonio por razón de lo que es Él."


"Permite hoy que esta corrección sea colocada en tu mente en cada hora de vigilia. Da la bienvenida entonces a toda la felicidad que dicha corrección brinda a medida que la verdad reemplaza al miedo, y la dicha se convierte en lo que esperas ha de ocupar el lugar del dolor. Dado que Dios es Amor, se te concederá."


Práctica con la confianza que si reconoces el Amor y la Felicidad de Dios, esos atributos divinos vendrán gozosos a ti.


PRÁCTICAS  CORTAS  Y  FRECUENTES:


Se te pide que refuerce la idea de hoy con repeticiones frecuentes, para acallar nuestros temores y con la certeza que el amor de Dios te acompaña:


"Dios, al ser Amor, es también felicidad."

"Y la felicidad es lo que busco hoy."

"No puedo fracasar, pues lo que busco es la verdad."


 Si no perdonamos nuestra falsa percepción de Dios como un ser furioso y vengativo, al que le  tememos más que amarlo,  jamás podremos experimentar el amor y la felicidad que nos habita, jamás podremos escapar de la esclavitud del ego, pues creeremos que la alternativa de Dios es peor que las migajas de amor y felicidad que nos ofrece el ego. Solo sanando mi relación con Dios, reconociendo su naturaleza de amor y felicidad puedo regresar al seno de Su Corazón eterno. 

TEXTO





CELEBRANDO EL MILAGRO 

CELEBRA LA CORRECCIÓN QUE OCURRE AHORA 


BENDICIONES!





Share:

Facebook comments: