LECCIÓN 17 No veo cosas neutras.


LECCIÓN 17

No veo cosas neutras.


1. Esta idea es otro paso en el proceso de identificar causa y efecto tal como realmente operan en el mundo. ²No ves cosas neutras porque no tienes pensamientos neutros. ³El pensamiento siempre tiene lugar primero, a pesar de la tentación de creer que es al contrario. ⁴El mundo no piensa de esa manera, pero tú tienes que aprender que así es como piensas tú. ⁵De lo contrario, la percepción carecería de causa, y sería ella misma la causa de la realidad. ⁶En vista de su naturaleza altamente variable, eso es de todo punto imposible.

2. Al aplicar la idea de hoy mantén los ojos abiertos mientras te dices a ti mismo:


²No veo cosas neutras porque no tengo pensamientos neutros.


3 Luego mira a tu alrededor, dejando que tu mirada se pose sobre cada cosa que notes el tiempo suficiente para poder decir: 


⁴No veo un/una _____ neutro/a porque mis pensamientos acerca de _____ no son neutros.


⁵Podrías decir, por ejemplo:


⁶No veo una pared neutra porque mis pensamientos acerca de las paredes no son neutros.

⁷No veo un cuerpo neutro porque mis pensamientos acerca de los cuerpos no son neutros.


3. Como de costumbre, es esencial no hacer distinciones entre lo que crees que es animado o inanimado, agradable o desagradable. ²Independientemente de lo que puedas creer, no ves nada que esté realmente vivo o que sea realmente gozoso. ³Eso se debe a que todavía no eres consciente de ningún pensamiento realmente verdadero y, por lo tanto, realmente feliz.

4. Se recomiendan tres o cuatro sesiones de práctica concretas, e incluso si experimentas resistencia, son necesarias cuando menos tres para obtener el máximo beneficio. ²En tal caso, no obstante, puedes acortar la duración de la sesión a menos del minuto que de otra forma se recomienda.








AUDIOS de la Lección 17
de CELEBRANDO EL MILAGRO

Lectura de la Lección 17
A través de Blanca Nivia Morales Contreras.


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a través de Martin Musarra


Lección 17
comentada por 
Jorge Luis Álvarez Castañeda



Material de apoyo




















Texto Capitulo 1 VII.





LECCIÓN 17

 No veo cosas neutras.

 

Comentada por:

Jorge Luis Álvarez Castañeda

 

¡Que la paz sea con nosotros hoy!

 

Esta lección es la consecuencia de la de ayer. Si no tengo pensamientos neutros, por lo tanto, no veo cosas neutras. De nuevo, Jesús, insiste en que la causa de lo que vemos está en nuestra mente, en nuestros pensamientos. De acuerdo a como son mis pensamientos así veré, así percibiré afuera.

 

Nos dice Jesús en la lección:

_”Esta idea es otro paso en el proceso de identificar causa y efecto tal como realmente operan en el mundo. No ves cosas neutras porque no tienes pensamientos neutros. El pensamiento siempre tiene lugar primero, a pesar de la tentación de creer que es al contrario. El mundo no piensa de esa manera, pero tú tienes que aprender que así es como piensas tú. De lo contrario, la percepción carecería de causa, y sería ella misma la causa de la realidad. En vista de su naturaleza altamente variable, eso es de todo punto imposible”_.

 

Jesús, nos quiere enseñar que la causa son nuestros pensamientos y el efecto es lo que veo. Lo externo no es lo que determina mis pensamientos. Es lo contrario, son mis pensamientos los que determinan como veo lo externo. Esta enseñanza es muy importante porque nos remite a nuestra responsabilidad personal. Dejamos de sentirnos víctimas de eventos externos que no controlamos y nos decidimos a cambiar los pensamientos relacionados con dichos eventos. Mi cuerpo puede verse afectado por algún hermano, por ejemplo, pero en mi mente puedo decidir verlo como una petición de ayuda o de amor que el hermano hace, de esa manera, y a la cual respondo con una expresión de ayuda o de amor,   sin ataque, desde la paz. Para ello necesito tomar esa decisión de la mano del Espíritu Santo y de Jesús que siempre nos acompañan.

 

Jesús, nos dice que el pensamiento siempre va primero y esto no es sólo válido en relación a lo que vemos sino también en relación a las emociones. Si sentimos que algo nos causa ira, la pregunta que debemos hacernos es ¿Qué pensé antes de que apareciera la ira?

 

También, nos dice Jesús, que la percepción no es la causa de la realidad, como quiere el ego. No es el mundo el que nos hace que nos sintamos mal sino nuestras interpretaciones sobre lo que vemos en el mundo. Se trata, por lo tanto, de cambiar los pensamientos que tenemos del mundo siguiendo al ego: un lugar de conflicto y separación. Si seguimos al Espíritu Santo lo veremos como un aula de aprendizaje para aprender a perdonar, para sanar nuestra mente de todo lo que nos separa de nuestros hermanos y de Dios.

 

También, nos dice, Jesús, que la percepción es muy variable. Continuamente cambia. No puede ser el criterio que determine nuestra paz sino la continua auto-indagación de nuestros pensamientos para ver a que maestro está obedeciendo. Si aceptamos lo que percibimos como inalterable como quiere el ego caemos en la desesperanza. No hay salida. Pero si tenemos salida: elegimos de nuevo y vemos las cosas con el Espíritu Santo y con Jesús.

 

Continúa Jesús:

”Al aplicar la idea de hoy mantén los ojos abiertos mientras te dices a ti mismo:

 

No veo cosas neutras porque no tengo pensamientos neutros.

 

Luego mira a tu alrededor, dejando que tu mirada se pose sobre cada cosa que notes el tiempo suficiente para poder decir:

 

No veo un/una _____ neutro/a porque mis pensamientos acerca de _____ no son neutros.

 

Podrías decir, por ejemplo:

 

No veo una pared neutra porque mis pensamientos acerca de las paredes no son neutros.

No veo un cuerpo neutro porque mis pensamientos acerca de los cuerpos no son neutros.

 

De nuevo, Jesús, quiere que no hagamos distinciones entre lo que observamos. Todo lo que vemos: un cuerpo, un animal, una pared, etc., indican lo mismo: separación.

 

Continúa Jesús:

_”Como de costumbre, es esencial no hacer distinciones entre lo que crees que es animado o inanimado, agradable o desagradable. Independientemente de lo que puedas creer, no ves nada que esté realmente vivo o que sea realmente gozoso. Eso se debe a que todavía no eres consciente de ningún pensamiento realmente verdadero y, por lo tanto, realmente feliz.

 

Entre lo animado y desanimado, lo agradable o desagradable, etc., Jesús, quiere que no hagamos distinciones. Nos dice que en ello no hay nada que sea realmente vivo. Cuando Jesús, habla de vida se habla del espíritu, no del cuerpo.

 

 Esto nos lo aclara así:

_”Fuera del Cielo no hay vida. La vida se encuentra allí donde Dios la creó. En cualquier otro estado que no sea el Cielo la vida no es más que una ilusión. En el mejor de los casos parece vida. En el peor, muerte”_. (T-23.II.19:1-4)

 

Todavía no tenemos, en este mundo, un pensamiento realmente feliz porque necesitamos sanar nuestra mente y para ello necesitamos avanzar en el camino del perdón y de la aceptación de la Expiación para nosotros mismos, siempre de la mano del Espíritu Santo y de Jesús. Solos, no podemos.

 

Finalmente, nos dice Jesús:

_”Se recomiendan tres o cuatro sesiones de práctica concretas, e incluso si experimentas resistencia, son necesarias cuando menos tres para obtener el máximo beneficio. En tal caso, no obstante, puedes acortar la duración de la sesión a menos del minuto que de otra forma se recomienda”_.

 

Jesús, siempre amable, sabe que sus enseñanzas cuestionan mucho, que generan resistencias para aceptarlas y llevarlas a la práctica. Quiere, también, que nos tratemos amablemente, que nos juzguemos sino hacemos las prácticas como se nos proponen. Pero, hoy, nos pide que demos un paso más en relación a la resistencia. En el Manual para el maestro nos dice que tengamos períodos en los que estemos con Dios y si sentimos resistencia o nos sentimos con ganas de no continuar, sigamos un poco más de tiempo. Se trata de no cederle inmediatamente al ego. En muchas ocasiones, de esa manera, se vence la resistencia y se puede continuar un momento más con Dios. Recordemos que estamos entrenando nuestra mente para cambiar de maestro. Para aceptar al Espíritu Santo como nuestro maestro, únicamente.

 

Proceso de práctica de la lección

 

Objetivo

 

Continuar el aprendizaje de identificar el funcionamiento de la causa y el efecto en el mundo. Son mis pensamientos la causa de como veo las cosas en este mundo.

 

Ejercicio

 

Realizar tres o cuatro sesiones de práctica. Tres, incluso, si se experimenta resistencia, con una duración de un minuto o menos si hay incomodidad.

Con los ojos abiertos te dices a ti mismo:

No veo cosas neutras porque no tengo pensamientos neutros.

 

Luego, mira a tu alrededor dejando que tu mirada se pose sobre cada cosa que veas el tiempo necesario para decir:

No veo un (nombre del objeto) neutro, porque mis pensamientos acerca de (objeto) no son neutros.

 

Observaciones

 

Trata cualquier cosa que observes como igual al resto. No hacer diferencias entre las cosas observadas. Todas las cosas son neutras. De acuerdo al maestro que elijamos en nuestra mente así las observamos.

 

Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior. Les recomiendo estudiar y realizar la lección de la mano de Jesús y el Espíritu Santo. Y sin olvidarse de reír pues la Voluntad de Dios, para nosotros, es que tengamos perfecta felicidad.


Muchas, muchísimas, bendiciones.









LECCIÓN 17: No veo cosas neutrales. 

KENNETH WAPNICK


Esto es consecuencia directa de"No tengo pensamientos neutrales". Encontramos aquí el mismo patrón visto en las lecciones anteriores, donde Jesús va y viene entre nuestros pensamientos y lo que percibimos, tratando de ayudarnos a entender que son lo mismo. Su propósito es cultivar en nosotros una vigilancia para observar cómo pensamos, dándonos cuenta de que nada de lo que pensamos, percibimos o interpretamos como la verdad es correcto. Esto requiere una gran humildad. La arrogancia del ego busca cubrir el miedo de darnos cuenta de que estamos equivocados sobre absolutamente todo, lo que en última instancia nos incluye a nosotros mismos. 

Cada vez que ves a un enemigo "ahí fuera", o crees que alguien tiene el poder de victimizarte, traicionarte o herirte, estás diciendo que tienes razón y que Jesús está equivocado; tienes razón porque puedes ver y sentir el ataque, y tienes la evidencia para probarlo. Sin embargo, usted no sabe que plantó la evidencia para poder encontrarla. Lo que ves es lo que quieres ver, así que pones las pruebas allí y dices: "¡Mira! Mis pensamientos no son el problema. De hecho, mis pensamientos no son nada. El problema está ahí fuera. Ese es el problema." Y casi siempre hay alguna persona especial que es el foco de tu problema. 

Estas lecciones intentan entrenar tu mente para pensar de esta manera todo el tiempo, para que automáticamente traduzcas lo que percibes fuera en un pensamiento interior. No importa tanto con perchas o papeleras, pero sí con las relaciones importantes en su vida. También importa con los que no son importantes, pero siempre hay gente especial que toma el centro del escenario. Recuerda, ves fuera lo que pones ahí porque quieres verlo en el cuerpo, no en la mente, diciendo así: "Mis pensamientos no son importantes porque lo que veo es el hecho." Así que primero debes darte cuenta de que el hecho es lo que piensas. Cuando puedas mirar ese pensamiento con Jesús, finalmente te darás cuenta de que no es un hecho en absoluto. Como dice el texto, Dios es el único Hecho (T-3.I.8:2). 

(1:1) Esta idea ["No veo cosas neutrales"] es otro paso en la dirección de identificar la causa y el efecto, ya que realmente opera en el mundo. 

Los pensamientos en nuestras mentes son la causa, y nuestras percepciones son el efecto. Esta es otra forma de expresar el importante principio que citamos en el primer párrafo del comentario de la Lección 8 supra: "La proyección hace la percepción." Primero elijo a mi maestro, el ego o el Espíritu Santo, y esa elección determina el sistema de pensamiento con el que me identifico: la separación o el perdón. Lo he hecho real, porque eso es lo que percibo dentro de mí (la causa) y, una vez proyectado, percibo sus manifestaciones a mi alrededor (los efectos). 

(1:2-3) No ves cosas neutrales porque no tienes pensamientos neutrales. Siempre es el pensamiento lo primero, a pesar de la tentación de creer que es al revés. 

Lo más probable es que podamos atestiguar el hecho de que, aunque hemos leído estas líneas tanto aquí como en el texto, y en cierto modo creemos que son ciertas, nuestra vida diaria no refleja en absoluto esta comprensión. Reaccionamos a lo que es externo, olvidando que a lo que realmente estamos reaccionando es a que hemos alejado a Jesús de nuevo, y luego nos identificamos con el sistema de pensamiento de culpabilidad del ego. Olvidamos rápidamente este "hecho", proyectamos la culpabilidad de nuestras mentes y la vemos en la gente, en los acontecimientos y en las cosas, amenazando con herirnos y quitarnos la paz. 

El propósito de estas lecciones y ejercicios es practicar el ver cómo no vivimos de esta manera; cómo reaccionamos a lo que está fuera de nosotros. Recuerden, lo que está afuera no sólo incluye los cuerpos de otras personas, sino también los nuestros, porque afuera se refiere a lo que está fuera de nuestras mentes, no a nuestros cuerpos. El punto de nuevo es que no estamos reaccionando ante el mundo, sino ante la decisión de nuestra mente. Además, es importante recordar que la decisión por el ego está tomada, porque reaccionamos al sistema de pensamiento ilusorio del ego que nos dice cuán inútiles, pecaminosos y miserables somos -"el hogar del mal, de la oscuridad y del pecado" como dice la Lección 93 (1:1). Esta es la locura que hemos hecho realidad y que nunca desafiamos. Así 

estamos aprendiendo que no sólo el mundo es una defensa, sino que también lo es nuestro sistema de pensamiento de separación. La realidad más allá del mundo y de los pensamientos que lo hicieron es el Amor de Dios - la única verdad. 

(1:4) Esta no es la manera en que el mundo piensa, pero usted debe aprender que es la manera en que usted piensa. 

Jesús está dejando inequívocamente claro que esta conexión causal entre la mente y el cuerpo es algo que tenemos que aprender, como también deja claro en las otras lecciones, y que se necesita una vigilancia y una práctica tremendas porque nuestro estilo de vida está establecido de la manera opuesta. Hemos sido programados para pensar que es el mundo el que nos afecta, y que los malos están ahí fuera en el mundo. Sin embargo, Jesús nos está diciendo aquí: "Esto es algo que no vas a entender de inmediato, porque requiere mucha práctica. Te lo presento ahora por primera vez, pero lo repasaremos una y otra vez". Por lo tanto, Jesús está enfatizando que nosotros somos el estudiante y él nuestro maestro, y siempre que tenemos dificultad con el texto, el libro de trabajo o el manual, es simplemente porque nos hemos asustado de lo que él nos está enseñando. 

(1:5) Si no fuera así, la percepción no tendría causa y sería la causa de la realidad. 

Si fuera correcto que el mundo determina lo que pensamos, entonces la percepción sería una realidad y una causa; es decir, los objetos de nuestra percepción nos harían pensar y sentir de ciertas maneras. La verdad, sin embargo, es que la percepción es el efecto causado por nuestros pensamientos. Siempre tenga en cuenta que la proyección hace percepción. Si la percepción no tiene causa pero es una realidad independiente de nuestros pensamientos, entonces simplemente existe y no hay nada que podamos hacer al respecto. Esto, por supuesto, describe la condición de prácticamente todo el mundo. Es por eso que no hay esperanza una vez que hemos entrado en el sistema de pensamiento del ego: no podemos cambiar lo que es. Si nuestras percepciones no son efectos causados por nuestros pensamientos, entonces deben ser reales. Así la muerte, el mal, la guerra y el sufrimiento se convierten en realidad, y no hay nada que podamos hacer excepto pasar por nuestras vidas lo mejor que podamos. Jesús, por lo tanto, enseña que lo que está ahí fuera -el mundo y el cuerpo, el sufrimiento y la muerte- es un efecto, y la causa descansa en nuestras mentes. Una vez que identificamos la causa, podemos hacer algo al respecto. De lo contrario, de nuevo, se trata de una situación desesperada. 

Y luego este comentario final sobre la percepción: 

(1:6) En vista de su naturaleza altamente variable, esto es poco probable. 

La percepción, obviamente, es muy variable. Podemos ver eso incluso dentro de nosotros mismos. Una percepción que teníamos de alguien un día, cuando podíamos perdonar, al día siguiente se vuelve muy diferente. Dependiendo de nuestro estado interior - escogiendo el ego o el Espíritu Santo como nuestro maestro - percibimos el mundo a través de los ojos del juicio y el odio, o a través del perdón. 

El ejercicio sigue, continuando el entrenamiento de nuestras mentes para entender la relación entre nuestros pensamientos y nuestras percepciones: 

(2) Al aplicar la idea de hoy, dígase a sí mismo, con los ojos abiertos: 

No veo cosas neutrales porque no tengo pensamientos neutrales. 

Luego mira a tu alrededor, apoyando tu mirada en cada cosa que notes el tiempo suficiente para decir: 

No veo un ___ neutral, porque mis pensamientos acerca de ___ no son neutrales. 

Por ejemplo, se podría decir: 

No veo una pared neutral, porque mis pensamientos sobre las paredes no son neutrales. 

No veo un cuerpo neutral, porque mis pensamientos sobre los cuerpos no son neutrales. 

Las instrucciones de Jesús para los ejercicios se centran ahora en su continua refutación de la primera ley del caos del ego: la jerarquía de las ilusiones: 

(3) Como de costumbre, es esencial no hacer distinciones entre lo que usted cree que es animado o inanimado; agradable o desagradable. Independientemente de lo que puedas creer, no ves nada que esté realmente vivo o alegre. Esto se debe a que todavía no están conscientes de ningún pensamiento que sea realmente cierto, y por lo tanto, realmente feliz. 

No hay animado ni inanimado, porque aquí no hay nada vivo. Como recordamos, una de las categorías básicas que se nos enseñan desde la escuela primaria en adelante es que hay cosas vivientes que pueden ser categorizadas como animadas, parte de "la gran cadena del ser", y cosas no vivientes que pueden ser categorizadas como inanimadas, como la madera, el metal, etc. Pero ambas categorías son ilusorias, como vemos en la sección "Las Leyes del Caos", que afirma categóricamente "no hay vida fuera del Cielo" (T-23.II.19:1). Jesús lo dice literalmente. 

La vida real y la alegría real se encuentran sólo tomando la mano de Jesús e identificándose con su sistema de pensamiento de perdón. Es alegre porque nos devuelve a nuestra vida real como parte de Dios, la única alegría. Sin embargo, todavía debemos aprender cómo alcanzar esta vida y esta alegría, y estos ejercicios, junto con la suave instrucción que encontramos en el siguiente párrafo, están entre los medios que Jesús emplea para cumplir con su propósito pedagógico: 

(4) Se recomiendan tres o cuatro períodos de práctica específicos, y no menos de tres son necesarios para obtener el máximo beneficio, incluso si usted experimenta resistencia. Sin embargo, si lo hace, la duración del período de práctica puede reducirse a menos de un minuto o menos, lo que se recomienda. 

La mención de nuestra resistencia es la forma útil en que Jesús nos recuerda que no debemos sentirnos culpables. No lo mencionaría tan frecuentemente como lo hace si no esperara que tengamos miedo de sus enseñanzas, y así tratara de resistirse a ellas. Aprender a aceptar esta resistencia es un paso esencial para dejarla ir.











LECCIÓN 17

"No veo cosas neutras."


Comentada por:

Oscar Gómez Díez 


No veo cosas neutras, por qué no tengo pensamientos neutros. Mis pensamientos son amorosos o no amorosos. Depende del tipo de pensamiento que elija tener, así será mi experiencia en este mundo. La causa siempre estará en mi mente, el mundo es tan solo un efecto. Si fuera lo contrario, que el mundo que percibimos fuera la causa, entonces nos percibiríamos como víctimas de lo que sucede fuera de nosotros, y estaríamos condenados para siempre, pues no podríamos cambiar nada, seriamos prisioneros de las circunstancias. Así es como  piensa el mundo, Jesús viene a decirnos lo contrario: nuestra mente es la causa, y por lo tanto, podemos cambiar nuestros pensamientos, si lo logramos, podremos ver las cosas de  otra manera, desde el amor y la paz. 

 "Esta idea es otro paso en el proceso de identificar causa y efecto tal como realmente operan en el mundo." En estas primeras lecciones el Curso busca que comprendamos lo mejor posible la ley de causa y efecto, esto es fundamental para invertir el sistema de pensamiento del ego, a favor del sistema de pensamiento del Espíritu Santo, el sistema de pensamiento del Amor. 


"No ves cosas neutras porque no tienes pensamientos neutros." Esta lección es una continuidad lógica de la anterior, en la que se nos explica cómo funciona la mente gobernada por el ego. "El pensamiento siempre tiene lugar primero, a pesar de la tentación de creer que es al contrario."*. Si el pensamiento va primero, entonces la causa está en la mente, y lo que vemos es el efecto. Pero en el mundo percibimos al revés, creemos que la causa está en lo que vemos y lo que percibimos es su efecto. *"El mundo no piensa de esa manera, pero tú tienes que aprender que así es como piensas tú. De lo contrario, la percepción carecería de causa, y sería ella misma la causa de la realidad. En vista de su naturaleza altamente variable, eso es de todo punto imposible." Recordemos que la percepción es la forma que vemos las cosas que aparentemente ocurren fuera de nuestra mente, es una interpretación, y esta es muy voluble, muy cambiante, y la Realidad es inmutable, Dios y el Amor nunca cambian, por lo tanto, es imposible que la percepción sea la causa. La causa está en nuestra mente errada, que llena de culpa y miedo,  proyecta sobre el mundo su  película mental, y luego la percibe como ajena a sí misma. Todo ello no es más que una gigantesca ilusión creado por nuestro sueño de separación de nuestra Fuente. Para despertar necesitamos reconocer que somos el soñador, y tomar el control de nuestra mente. 


PRACTICA:


Tres o cuatro sesiones de un minuto cada una. 


"Al aplicar la idea de hoy mantén los ojos abiertos mientras te dices a ti mismo:"


"No veo cosas neutras porque no tengo pensamientos neutros."


"Luego mira a tu alrededor, dejando que tu mirada se pose sobre cada cosa que notes el tiempo suficiente para poder decir:"


"No veo un/una _____ neutro/a porque mis pensamientos acerca de _____ no son neutros."


"Podrías decir, por ejemplo:"


"No veo una pared neutra porque mis pensamientos acerca de las paredes no son neutros."


"No veo un cuerpo neutro porque mis pensamientos acerca de los cuerpos no son neutros."


"Como de costumbre, es esencial no hacer distinciones entre lo que crees que es animado o inanimado, agradable o desagradable. Independientemente de lo que puedas creer,"


En la explicación del ejercicio se nos pide aplicarlo a todo lo que vemos sin distinción alguna, la razón que nos presentan es una tesis de gran profundidad metafísica.    "no ves nada que esté realmente vivo o que sea realmente gozoso." La afirmación nos puede parecer desconcertante, pues en este mundo consideramos vivo cualquier ser biológico, incluido nuestros cuerpos, el Curso nos está diciendo que eso no es vida. El Curso considera sólo vida todo lo que Dios creó a Su semejanza, como espíritu, como mente, eterna, libre, invulnerable, impregnados de un amor, una paz y una dicha infinita. Todas las formas que parecen estar sujetas al tiempo, que parecen degradarse y morir, no se consideran vida. Y nos explica que "Eso se debe a que todavía no eres consciente de ningún pensamiento realmente verdadero y, por lo tanto, realmente feliz." Solamente los pensamientos amorosos son reales, son dichosos, y se consideran que tienen vida, en tanto son eternos, esa es la condición de nuestro espíritu, de nuestra mente amorosa. Nada más lo es. 


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CELEBRANDO EL MILAGRO 


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BENDICIONES!




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