Lea la Introducción al Sexto Repaso de Un Curso de Milagros aquí
LECCIÓN 215
No soy un cuerpo. Soy libre.
Pues aún soy tal como Dios me creó.
1. (195) El amor es el camino que recorro con gratitud.
²El Espíritu Santo es mi único Guía. ³Camina a mi lado con amor. ⁴Y le doy las gracias por mostrarme el camino que debo seguir.
⁵No soy un cuerpo. ⁶Soy libre.
⁷Pues aún soy tal como Dios me creó.
AUDIOS de la Lección 215
de CELEBRANDO EL MILAGRO
Lectura de la Lección 215
A través de Blanca Nivia Morales Contreras.
Ocurrir de la Lección 215
a través de Martin Musarra
Lección 215
comentada por
Jorge Luis Álvarez Castañeda
LECCIÓN 215
Comentada por:
Jorge Luis Álvarez Castañeda
*¡Que la paz sea con nosotros hoy!*
*No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó*.
(195) El amor es el camino que recorro con gratitud.
_El Espíritu Santo es mi único Guía. Camina a mi lado con amor. Y le doy las gracias por mostrarme el camino que debo seguir_.
*No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó*.
_El amor es el camino que recorro con gratitud_.
Jesús, de nuevo, nos habla de la gratitud. Nos ha enseñado que es un aspecto del Amor de Dios. Está basada en la unidad, no en la separación y la exclusión de nuestros hermanos. El amor no hace comparaciones ni hace excepciones con el perdón. Esta es la gratitud que el Espíritu Santo y Jesús, nos enseñan. A diferencia de la gratitud del ego que fomenta la separación y el deseo de ser especial, con el cual excluyo a mis hermanos y llego hasta agradecer el que yo, supuestamente, esté mejor que mi hermano.
Hemos estudiado, a lo largo de las lecciones, el papel del Espíritu Santo en nuestras vidas. Fue creado por Nuestro Padre en el momento en que creímos habernos separado de Él para que nos ayude a salir del sueño de la separación de Dios. Pues, de este sueño, del mundo de la percepción, nadie sale sin ayuda. Él conoce nuestras vidas y su papel es ayudarnos a recordar a Dios. Su Voz está en nuestra mente. Siempre ha estado. Hace parte del recuerdo de Dios que nunca hemos perdido y que, en cualquier momento, cuando nos decidamos, podemos volver a tenerlo. Todas las lecciones de Jesús están encaminadas para que podamos escuchar a nuestro maestro interior: el Espíritu Santo.
¿Cómo saber si estoy escuchando al Espíritu Santo y no al ego? Si la situación me produce paz, me siento unido a mi hermano y a Dios, no siento ningún resquemor hacia mi hermano, no hago juicios descalificatorios, si veo a mi hermano como un Hijo de Dios, es muy posible que esté escuchando al Espíritu Santo y no al ego. Como todo, en este entrenamiento mental, se requiere confiar en que hay Alguien que sabe lo que necesitamos en este camino de regresar a casa. Se trata de hacernos a un lado y confiar. Siempre confiar.
Recordemos la lección 71 *Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito* que nos daba pautas para resolver cualquier situación. Nos llamaba a preguntarle a Dios:
_¿Qué quieres que haga?_
_¿Adónde quieres que vaya?_
_¿Qué quieres que diga y a quién?_
Así, le entregamos la situación al Espíritu Santo y, luego, nos aquietamos, es decir, no hacemos juicios. Confiamos que la respuesta se nos dará. Dejamos la situación en Sus manos y, luego, actuaremos con base en lo que se nos inspire. La respuesta puede venir de inmediato o demorarse y presentarse de diversas formas. No importa. Lo que importa es que la situación se la entregamos a Alguien que sabe: el Espíritu Santo.
Si acepto que _El Espíritu Santo es mi único guía_ se acaban las dudas, las incoherencias, la necesidad de hacer planes por mi cuenta. Dejo de temerle al futuro. Acepto que no sé nada. Pero, el Espíritu Santo, si sabe. Confío en su amorosa y pacífica guía.
_Camina a mi lado con amor. Y le doy las gracias por mostrarme el camino que debo seguir_.
El Espíritu Santo me guía para que no elija el dolor del ego sino el júbilo de Dios, me recuerda que mi función es perdonar y que el Amor de Dios es el referente en el caminar por este mundo. Y esto lo agradezco de corazón.
*Proceso de práctica de la lección*
1. _Tiempo de quietud por la mañana y por noche_.
Tiempo mínimo 15 minutos. Ideal 30 minutos o más. Trata de dedicarle todo el tiempo que puedas y un poco más.
Repite y reflexiona sobre estas ideas de Jesús:
*No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó*.
El amor es el camino que recorro con gratitud.
_El Espíritu Santo es mi único Guía. Camina a mi lado con amor. Y le doy las gracias por mostrarme el camino que debo seguir_.
*No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó*.
Cierra los ojos. Aquieta la mente. Nos olvidamos del miedo del ego y recordamos el amor que somos como Hijos de Dios.
En tu meditación intenta entrar en contacto con esa parte de tu mente donde hay paz y amor, tranquilidad, alegría. Es tu mente recta, donde está Cristo, tu Ser. Mantén la mente quieta, sin palabras, y te olvidas de todo lo que habías creído saber y entender, y te quedas sólo con la sensación y certeza de que estás con Dios.
No engancharse en pensamientos distractores. Pide la guía del Espíritu Santo. Si llega algún pensamiento distractor le ordenas a tu mente que no le preste atención y dices:
_No quiero este pensamiento. El que quiero es: El amor es el camino que recorro con gratitud_.
Espera a Dios. Él llegará y te dará un mensaje de amor y de paz.
La idea de hoy es:
_El amor es el camino que recorro con gratitud_.
2. _Recordatorios cada hora_.
Repite:
*No soy un cuerpo. Soy libre pues aún soy tal como Dios me creó*.
_ El amor es el camino que recorro con gratitud_.
Recuerda que mientras lo haces Cristo permanece a tu lado dándote fortaleza.
Luego, siente la quietud y silencio y espera a Dios. Dale gracias por los regalos de la hora que ha pasado. Y deja que Su Voz te diga lo que Él quiere que hagas en esta hora que empieza.
3. _Respuesta a la tentación_.
No dejar ningún pensamiento trivial sin cuestionarlo. Si llega alguno le aseguras a tu mente que eso no es lo que quieres.
Le dices:
_No quiero este pensamiento. El que quiero es: El amor es el camino que recorro con gratitud_.
Les deseo muchas experiencias de esta lección que contribuyan a su paz interior. Les propongo leer la introducción al SEXTO REPASO. De igual manera, realizar las prácticas como se les propone en la introducción, siempre de la mano de Jesús y el Espíritu Santo. Y sin olvidarse de reír porque la Voluntad de Dios, para nosotros, es que tengamos perfecta felicidad.
Muchas, muchísimas, bendiciones.
Jorge Luis Álvarez Castañeda
LECCIÓN 215
Kenneth Wapnick
(195) El amor es el camino que recorro con gratitud.
_El Espíritu Santo es mi único guía. Camina conmigo con amor. Y le doy gracias por mostrarme el camino que debo seguir_.
La gratitud ha sido un tema importante, y Jesús regresa a ella aquí. Es difícil estar agradecido por aprender que estamos equivocados y que no sabemos nada. Sin embargo, esa es la lección que queremos aprender si queremos volver a casa. Así, pues, nuestra gratitud es para Aquel que nos enseña y cuyo Amor nos guía suavemente.
LECCIÓN 215
Comentada por:
Oscar Gómez Díez
*”No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.”*
1. (195) *”El Amor es el camino que recorro con gratitud.”*
Si la lección 195 nos habla de la verdadera gratitud que es incluyente y amorosa, contraría a la falsa gratitud, basada en relaciones de amor y odio especial, en las que llegamos a alegrarnos porque a otros le vaya mal, y “agradecemos” que contrariamente a nosotros nos va bien. En esta lección nos pide expresar la más elevada gratitud que podemos manifestar en este mundo, al único maestro que nos puede liberar del infierno de este mundo:
*"EI Espíritu Santo es mi único Guía. Él camina a mi lado con amor. Y le doy las gracias por mostrarme el camino que debo seguir."* (L-215) hacer de este párrafo verdaderamente nuestro, es haber elegido al maestro del amor en lugar del maestro del miedo y el ataque que es el ego. Personalmente este es un párrafo que yo utilizo todos los días, es mi manera de reafirmar que he elegido a favor de Dios y Su Reino, que he elegido a favor del amor, la paz y la felicidad.
La gratitud no es una condición pasajera, sino que es tan permanente como el amor, son la pareja que danza eternamente el canto de la oración, un canto perenne de gozo y felicidad. Así se comunican el Padre y el Hijo.
Hoy vamos a aprender la estrecha relación entre la gratitud y el amor. No puede existir la una sin la otra. Esto es lo que diferencia la verdadera gratitud de la falsa. La gratitud del amor es expansiva e incluyente, mientras a la gratitud del ego es limitada, excluyente y oportunista.
*LA FALSA GRATITUD:*
Tras la separación creemos haber perdido el estado de plenitud que teníamos en el Cielo, las carencias y la economía de la escasez nos llevan a percibir a nuestros hermanos como competidores por los recursos limitados y escasos. Aparentemente hemos perdido la perfecta igualdad de los Hijos de Dios, lo que da sustento a la competencia, el conflicto y la "gratitud" del ego.
Por eso nos cuesta aprender la verdadera gratitud. Pues damos gracias por que nos va mejor que a los otros. Nos contentamos *"porque hay otros que aparentemente sufren más que ellos."* ( L - 195) por lo que Jesús concluye con una exclamación: *"¡Cuán tristes y lamentables son semejantes pensamientos!"* ( L - 195)
*"Pues, ¿quién puede tener motivos para sentirse agradecido si otros no los tienen? ¿Y quién iba a sufrir menos porque ve que otro sufre más?"* ( L - 195) sólo la lógica de la separación nos puede llevar a pensar de esa manera. Es una gratitud para destruir, para afirmar la separación, pues está basada en los juicios y las comparaciones. De ahí que es absurdo dar las gracias por el sufrimiento de otros.
Este recordatorio desde la unidad del amor, nos evidencia que la separación nunca podrá ser real: *"No le das gracias a Dios porque tu hermano esté más esclavizado que tú, ni tampoco podrías, en tu sano juicio, enfadarte si él parece ser más libre."* ( L - 195)
*LA GRATITUD AMOROSA:*
La verdadera gratitud está basada en el amor, la ausencia de juicios y comparaciones. *"El amor no hace comparaciones."* ( L - 195) Por eso, *"la gratitud sólo puede ser sincera si va acompañada de amor."* ( L - 195)
La consciencia de unidad, parte de que somos una única Filiación, que lo que le sucede a uno nos afecta a todos, es lo que diferencia la gratitud del amor a la del ego.
Por eso la verdadera gratitud sólo puede manifestarse de una manera: da gracias con sinceridad y con amor, sin juicios ni comparaciones.
La perfecta igualdad de los Hijos de Dios es lo que excluye los juicios y las comparaciones. Todos nuestros hermanos nos acompañan en este mundo y en el camino de regreso al Cielo, no es posible llegar a costa de ellos, y no es posible llegar sin ellos, la salvación no es una empresa solitaria.
*LA CONSCIENCIA DE UNIDAD:*
Sólo reconociendo nuestro origen y verdadera identidad, aceptamos que *"La gratitud y el amor van de la mano, y allí donde uno de ellos se encuentra, el otro no puede sino estar."* y esto es así *"Pues la gratitud no es sino un aspecto del Amor, que es la Fuente de toda la creación."* ( L - 195)
Cuando dejamos a un lado las comparaciones nos olvidamos del odio, brota la paz en el jardín de nuestro amor. Por eso: *”El Amor es el camino que recorro con gratitud.”* (L- 215)
*EL PERDÓN Y LA GRATITUD:*
Sólo el perdón nos libera de la creencia en la separación, la culpa y los ataques y nos abre las puertas al amor y la verdadera gratitud. *"Cuando tu perdón sea total tu gratitud lo será también, pues te darás cuenta de que todas las cosas son acreedoras al derecho a ser amadas por ser amorosas, incluyendo tu propio ser."* ( L - 195)
Así que reconociendo la diferencia entre la verdadera y la falsa gratitud, y reconociendo el poder sanador y liberador de la gratitud, procedamos siempre a agradecer con sinceridad y convicción *"Pues el amor no puede recorrer ningún camino que no sea el de la gratitud, y ése es el camino que recorremos los que nos encaminamos hacia Dios."* ( L - 195)
TEXTO Cap 21
CELEBRANDO EL MILAGRO
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