Aquí la Introducción a la segunda parte del Libro de Ejercicios de UCDM
LECCIÓN 332
El miedo aprisiona al mundo. El perdón lo libera.
1. El ego forja ilusiones. 2La verdad desvanece sus sueños malvados con el brillo de su fulgor. 3La verdad nunca ataca. 4Sencillamente es. 5Y por medio de su presencia se retira a la mente de las fantasías, y así ésta despierta a lo real. 6El perdón invita a esta presencia a que entre, y a que ocupe el lugar que le corresponde en la mente. 7Sin el perdón, la mente se encuentra encadenada, creyendo en su propia futilidad. 8Mas con el perdón, la luz brilla a través del sueño de tinieblas, ofreciéndole esperanzas y proporcionándole los medios para que tome conciencia de la libertad que es su herencia.
2. Hoy no queremos volver a aprisionar al mundo. 2El miedo lo mantiene aprisionado. 3Mas Tu Amor nos ha proporcionado los medios para liberarlo. 4Padre, queremos liberarlo ahora. 5Pues cuando ofrecemos libertad se nos concede a nosotros. 6Y no queremos seguir presos cuando Tú nos ofreces la libertad.
AUDIOS de la Lección 332
de CELEBRANDO EL MILAGRO
Lectura de la Lección 332
A través de Mariano Noé
Ocurrir de la Lección 332
a través de Martin Musarra
Lección 332
comentada por
Jorge Luis Álvarez Castañeda
LECCIÓN 332
El miedo aprisiona el mundo. El perdón lo libera.
Comentada por:
Jorge Luis Álvarez Castañeda
¡Que la paz sea con nosotros hoy!
Hoy, Jesús, continúa desarrollando el tema de la Voluntad de Dios. Nos enseña que uno de los obstáculos que ponemos para hacerla presente en nuestras vidas es el miedo. Miedo que hace referencia a la creencia en la separación de Dios: cometimos un pecado, una falta inmensa en el pasado, que nos genera una culpa en el presente y, a su vez, nos produce miedo por el inevitable castigo de Dios que, tarde que temprano, llegará en el futuro. Este es el miedo básico que todos en este mundo cargamos y a él le sumamos todos los distintos miedos producidos en este mundo del ego.
Jesús nos dice en la lección:
”El ego forja ilusiones. La verdad desvanece sus sueños malvados con el brillo de su fulgor. La verdad nunca ataca. Sencillamente es”.
Con las ilusiones creemos que algo es real, sin serlo. Las ilusiones nos permiten desarrollar nuestro deseo de ser especiales en los cuales creamos nuestros pequeños mundos con los cuales nos sentimos diferentes y mejores que nuestros hermanos. La verdad es una, es total, nunca cambia.
La verdad se refiere a Dios y Su Creación y a la realidad trascendental más allá del tiempo y del espacio. La verdad acerca ti es grandeza, perfección, seguridad, amor, bondad, paz. Pero he tenido miedo de la verdad y he preferido mis ilusiones particulares.
La verdad está centrada en un solo objetivo: Dios. Por lo tanto, no puede atacar. Simplemente es. No necesita hacer nada. Sólo ejercer su naturaleza. Al ser unidad, la verdad no genera conflicto ni separación. En la verdad no hay ira. Sólo comprende. No juzga. No cambia la bondad que la caracteriza por las ilusiones del ego.
Continúa Jesús:
”Y su presencia hace que la mente se aparte de las fantasías y despierte a lo real. El perdón invita a esta presencia a entrar y ocupar el lugar que le corresponde en la mente”.
Con la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús, valiéndonos del perdón, abrimos espacio en nuestra mente, en el instante santo, para que entre la verdad. Recordemos que en el instante santo suspendemos temporalmente todas las preocupaciones por el pasado o por el futuro. Nos situamos en el presente, el cual nos abre a la eternidad. Por un momento, dejamos las ilusiones, aquietamos la mente, es decir paramos los juicios, y nos decidimos por el perdón en lugar de condenar, el milagro en lugar del ataque, el Espíritu Santo en lugar del ego. En ese momento sólo es posible sentir paz, bondad, amor, júbilo. Reconocemos nuestra verdadera santidad y nuestra unión con Dios y con nuestros hermanos. El objetivo a lograr sería convertir cada instante, en un instante santo.
Dice Jesús:
”El perdón invita a esta presencia a entrar y a ocupar el lugar que le corresponde en la mente. Sin el perdón, la mente se encuentra encadenada, creyendo en su propia futilidad. Más con el perdón la luz brilla a través del sueño de tinieblas, ofreciéndole esperanzas y proporcionándole los medios para que tome conciencia de la libertad que es su herencia”.
Se abre espacio, en el instante santo, en la mente, dejando de lado las ilusiones del ego para que entre la verdad y la ilumine. Para ello se necesita el perdón.
Sin el perdón la mente permanece encadenada a las trivialidades y conflictos, que no se quieren soltar, perdiendo así de vista la grandeza de miras del Hijo de Dios. La luz hace relación a la visión de Cristo que no es la luz que contemplan los ojos físicos. Es un estado mental de paz, amor, bondad, de tal manera que la obscuridad del ego no se perciba. Lo que se ve es un mundo perdonado.
En la oración nos plantea Jesús que mantenemos encadenados al mundo. Lo hacemos con nuestros pensamientos de ataque como nos enseñó Jesús en la lección 23 Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a los pensamientos de ataque.
Hagamos la oración a lo largo del día:
”Hoy no queremos volver a aprisionar al mundo. El miedo lo mantiene aprisionado. Más Tu Amor nos ha proporcionado los medios para liberarlo. Padre, queremos liberarlo ahora. Pues cuando ofrecemos libertad se nos concede a nosotros. Y no queremos seguir presos cuando Tú nos ofreces la libertad”.
Con relación al tema del ego.
Nos dice, Jesús, en el tema especial 12. ¿Qué es el ego?:
”Es la “voluntad” que ve a la Voluntad de Dios como su enemigo y que adopta una forma en la que Ésta es negada. El ego es la “prueba” de que la fuerza es débil y el amor temible, la vida en realidad es la muerte y sólo lo que se opone a Dios es verdad”.
La creencia del ego en la separación se fundamenta en ver a Dios como enemigo, verlo como castigador implacable. El ego, cree que ha vencido a Dios, que tiene más poder que Él, porque ante la inminencia de la muerte esto es la demostración de que no ha sido capaz, siquiera, de garantizar la vida de su hijo. Se esta, por lo tanto, en una inmensa soledad y no queda sino a hacer las cosas a nuestra manera para justificar nuestros pequeños mundos particulares, que se consiguen a como de lugar. El ego invierte, así, las cosas haciendo de la Voluntad de Dios, que es la misma nuestra, que busca para nosotros amor, felicidad, paz, seguridad, todo lo contrario.
Proceso de práctica de la lección
1. Tener momentos con Dios por la mañana y por noche
Momentos en los cuales se tenga una experiencia con la verdad, es decir, con el reconocimiento de que somos Hijos de Dios, mientras ello nos haga felices. El tiempo utilizado será el que se considere necesario para lograr el objetivo. Podría ser media hora o más. Estos momentos buscan que tengamos o nos acerquemos a tener instantes santos permanentes. . Perdonamos, con la Ayuda de Dios, lo que nos esté quitando la paz
Se invoca a Dios. En lugar de palabras sólo necesitamos sentir Su Amor.
Se pide la guía del Espíritu Santo y de Jesús.
Se lee despacio los temas especiales que acompañan la lección del día. Se reflexiona sobre ellos. Luego, se lee la lección del día.
En tu meditación intenta entrar en contacto con esa parte de tu mente donde hay paz y amor, tranquilidad, alegría. Es tu mente recta, donde está Cristo, tu Ser.
Mantén la mente quieta, sin palabras, y te olvidas de todo lo que habías creído saber y entender, y te quedas sólo con la sensación y certeza de que estás con Dios.
Espera a Dios. Él llegará y te dará un mensaje de amor y de paz. Pero, esto requiere nuestra disposición a escucharlo tal como lo ha enseñado Jesús en la lección 71:
”Él responderá en la misma medida que tú estés dispuesto a oír Su Voz. No te niegues a oírla. El solo hecho de que estés llevando a cabo los ejercicios demuestra que en cierto modo estás dispuesto a escuchar. Esto es suficiente para que seas acreedor a Su respuesta”. (L-71. 9:7-10)
2. Recordatorios cada hora.
Cada hora recordaremos a Dios.
Invocamos Su Nombre. Recordaremos la lección del día y siempre que nos sintamos tentados a olvidarnos de nuestro objetivo. También perdonaremos con Dios los pensamientos no amorosos que hayamos tenido en esa hora. Pueden ser 2 o tres minutos con los ojos cerrados.
Recuerda que mientras lo haces Cristo permanece a tu lado dándote fortaleza. Luego, siente la quietud y silencio y espera a Dios.
3. Recordatorios frecuentes de la lección entre horas.
Ayudan en el entrenamiento de tener siempre presente a Dios. Invocamos a Dios.
4. Respuesta a la tentación.
Invocamos el Nombre de Dios y repetimos la idea del día cuando sintamos que nos estamos olvidando del objetivo de la lección, sintamos que estamos perdiendo nuestra paz y necesitemos perdonar.
Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su paz interior y a tener una experiencia directa de la verdad con miras a abandonar el mundo del dolor y adentrarse en la paz. Siempre pidiendo la ayuda del Espíritu Santo y de Jesús. Y, sin olvidarse de reír porque la Voluntad de Dios, para nosotros, es que tengamos perfecta felicidad.
Muchas, muchísimas, bendiciones.
Kenneth Wapnick.
«El miedo aprisiona al mundo. El perdón lo libera.»
Lección 332
"El mundo está aprisionado por mi miedo porque el mundo es mi pensamiento. Si mi mente elige el miedo, voy a contemplar afuera un mundo basado en el miedo, viendo el aprisionamiento a todo mi alrededor. Si elige el perdón, contemplaré afuera un mundo en el que todos están libres y sin ataduras. Puedo ver a las personas teniendo la ilusión de estar aprisionadas, pero ya no participaré en su sueño sintiendo los efectos de su dolor, mientras practicamos un Curso de Milagros, no se nos pide que neguemos lo que sucede en el mundo, sino que simplemente se nos pide no participar en su sistema de pensamiento dándole poder sobre nuestras mentes. Para los demás, podemos parecer estar participando en la ilusión, pero nuestras mentes permanecen en paz. Lo que rige nuestro comportamiento es la paz y el perdón, no el conflicto o el miedo.
(1:1-4) «El ego forja ilusiones. La verdad desvanece sus sueños malvados con el brillo de su fulgor. La verdad nunca ataca. Sencillamente es.»
El perdón no hace nada; sencillamente es. El amor no hace nada; sencillamente es. Cuando Jesús estuvo aquí, no hizo nada; sencillamente era. Quien está en el mundo real y parece estar aquí tampoco hace nada, en el sentido de corregir activamente los errores del ego. El amor dentro simplemente desvanece los pensamientos erróneos en la mente del único Hijo de Dios.
(1:5) «Y por medio de su presencia se retira a la mente de las fantasías, y así ésta despierta a lo real.»
La “mente” aquí es el tomador de decisiones que reconoce su error. Se había identificado con las fantasías, y ahora se da cuenta de que éstas no conducirán a la felicidad.
(1:6-8) «El perdón invita a esta presencia a que entre, y a que ocupe el lugar que le corresponde en la mente. Sin el perdón, la mente se encuentra encadenada, creyendo en su propia futilidad. Mas con el perdón, la luz brilla a través del sueño de tinieblas, ofreciéndole esperanzas y proporcionándole los medios para que tome conciencia de la libertad que es su herencia.»
Cuando elegimos identificarnos con el ego, elegimos estar en el estado aprisionado de pecado, culpa y miedo. Cuando corregimos nuestro error y elegimos el perdón, deshacemos el sistema de pensamiento del ego al mirarlo sin juzgarlo. Desaparecido, entonces, está el sueño de tinieblas en el que estamos encadenados a la culpa, su lugar ahora es tomado por la luz de la libertad que es nuestra verdadera herencia, al no verse afectada por las fantasías de rechazo y odio del ego:
“«La paz es» el patrimonio natural del espíritu. Todo el mundo es libre de rechazar su herencia, pero no de establecer lo que ésta es.” (T-3.VI.10:1-2)
(2) «Hoy no queremos volver a aprisionar al mundo. El miedo lo mantiene aprisionado. Mas Tu Amor nos ha proporcionado los medios para liberarlo. Padre, queremos liberarlo ahora. Pues cuando ofrecemos libertad se nos concede a nosotros. Y no queremos seguir presos cuando Tú nos ofreces la libertad.»
Nos damos cuenta de que lo que aprisiona al mundo no es lo que sucede externamente, sino lo que hacemos real en nuestras mentes. Cambiamos nuestro estado aprisionado al cambiar de maestro, y nuestro mundo cambia en consecuencia. Los enemigos se convierten en amigos y las puertas de la prisión aparentemente cerradas para siempre se abren de par en par a medida que nos desprendemos en gozosa gratitud de las cadenas de la culpa y el odio. Sin embargo, no salimos solos, porque todos nuestros hermanos caminan con nosotros de las tinieblas a la luz, del aprisionamiento a la libertad y del miedo al amor. La siguiente lección continúa con este gozoso tema."
~ Del libro "Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM" por el Dr. Kenneth Wapnick.
LECCIÓN 332
El miedo aprisiona al mundo. El perdón lo libera.
Comentada por:
Oscar Gómez Díez
La emoción que moldea este mundo es la culpa, pero para nuestra percepción no siempre nos parece evidente. La emoción que si nos aparece evidente es el miedo. Esta emerge desde la culpa pero la experimentamos como miedo. Cuando juzgarnos acusamos y condenamos, esta acción se convierte en un ataque, y lo que esperamos inconscientemente es el contraataque, el castigo por nuestras culpas, o por nuestros pecados, si lo percibimos desde alguna creencia religiosa. El mundo existe en mi mente y allí "El ego forja ilusiones." esas ilusiones las percibimos como miedo, y creemos que el mundo existe aparte de nosotros y que es un mundo amenazante, estamos atrapados por nuestros propios miedos. Pero hay una solución, y esta es "La verdad desvanece sus sueños malvados con el brillo de su fulgor." reconocer que el miedo no es real, que es una ilusión en nuestras mentes, que es una fabricación falsa y desecharla.
Al miedo no lo enfrentamos con espadas y cañones, no atacamos a nada ni a nadie, nuestra valentía no se mide en términos de agresiones, sino en el simple reconocimiento que "La verdad nunca ataca. Sencillamente es." Las ilusiones se desvanecen ante la presencia de la verdad, pues la verdad es inalterable, es la “roca” sobre la que reposa nuestra Existencia, "Y por medio de su presencia se retira a la mente de las fantasías, y así ésta despierta a lo real." La verdad es lo que Dios ha creado y eso no lo puede modificar nuestro ego con sus miedos y culpas, y desde esa certeza "El perdón invita a esta presencia a que entre, y a que ocupe el lugar que le corresponde en la mente." El perdón invita a la verdad a que ocupe su lugar en nuestras mentes. El perdón no es más que la convicción que mi Ser reposa sobre la verdad y desde allí contempla las ilusiones, les sonríe desde nuestra fortaleza interior y dice: ”eso no soy yo, eso no es mi verdadero Ser, es una invención, no es real y lo suelto, lo abandono,” ese es el verdadero perdón, la entrega al Espíritu Santo de todas mis ilusiones, llámense como se llamen: miedo, culpa, ataque, carencia o enfermedad, etc. De lo contrario, "Sin el perdón, la mente se encuentra encadenada, creyendo en su propia futilidad." Si no perdonamos nuestros errores de percepción, sino perdónanos nuestros miedos, habremos encadenado al mundo, nos habremos aprisionado y seremos víctimas de nuestros propios miedos.
"Mas con el perdón, la luz brilla a través del sueño de tinieblas, ofreciéndole esperanzas y proporcionándole los medios para que tome conciencia de la libertad que es su herencia." Sólo el perdón y nada más que el perdón nos concederá la libertad que tanto hemos añorado y que pareciera lejana en medio de pensamientos de miedo y sufrimiento. Perdona y verás al mundo de otra manera, perdona y hallarás tu libertad, perdona y liberas el amor que eres de las cadenas del miedo y la culpa. Libera a tus hermanos de todo juicio, libérate de toda condena y habrás liberado al mundo de la esclavitud del miedo. Hoy liberaremos el amor de la prisión que nos habíamos inventado.
ORACIÓN DEL DIA:
"Hoy no queremos volver a aprisionar al mundo. El miedo lo mantiene aprisionado. Mas Tu Amor nos ha proporcionado los medios para liberarlo. Padre, queremos liberarlo ahora. Pues cuando ofrecemos libertad se nos concede a nosotros. Y no queremos seguir presos cuando Tú nos ofreces la libertad."
PRACTICA:
Repasa el tema especial de esta sección, titulado "12. ¿Qué es el ego?" Trate de leer y repetir cuantas veces puedas la idea y la oración del día, y si logras memorizarlas mucho mejor, hazla tuya, pues es la manera como buscaremos comunicarnos con Dios todos los días; luego guardamos silencio para escuchar Su amorosa respuesta, tal como nos lo dice Jesús a continuación:
"Y ahora aguardamos silenciosamente. Dios está aquí porque esperamos juntos. Estoy seguro de que Él te hablará y de que tú le oirás. Acepta mi confianza, pues es la tuya. Nuestras mentes están unidas. Esperamos con un solo propósito: oír la respuesta de nuestro Padre a nuestra llamada, dejar que nuestros pensamientos se aquieten y encontrar Su paz, para oírle hablar de lo que nosotros somos y para que Él Se revele a Su Hijo." (L- 221.2:1-6)
No te olvides de realizar tus meditaciones cada mañana y cada noche, si puedes dedicarle media hora o más seria excelente, lo mismo que los recordatorios cada hora, y de responder a toda tentación con la idea del día, pero sobretodo que sea una práctica gratificante, pues ahora el tiempo pasa a un segundo plano. Cuando estamos con Dios el tiempo no existe pues estamos con el Señor de la eternidad. Los momentos que le dedicamos a Dios son instantes santos que nos dedicamos a nosotros mismos, a nuestro amor, nuestra paz y nuestra felicidad.
CELEBRANDO EL MILAGRO
CELEBRA LA CORRECCIÓN QUE OCURRE AHORA
BENDICIONES!